lunes, 8 de septiembre de 2014

El Infierno de Laura

Había dejado a Laura reflexionar sobre su aventura interna.
Habíamos pactado un viaje al infierno siguiendo a Dante, para poder tener una referencia común.

Se suponía, que yo había transitado los caminos de ese viaje, iniciático y auto-exploratorio. Al aceptar ser su compañero, su mentor, quedaba claro para ambos que el papel que yo asumía. Luchar con la dificultad de mostrar sin intervenir.

Por otra parte cualquier otro marco que hubiésemos elegido, para ensoñar una aventura interna, presentaba los mismos riesgos.
 “El contrato” dejaba muy claro que yo siempre me tendría que quedar al margen. Las situaciones comprometidas eran especial patrimonio de la personalidad de Laura. De sus rasgos de carácter.
Yo a hora con Laura, tendría que comportarme de la misma manera, que ella tendría que hacer mas tarde con otros. Mantenerse fuera de las ecuaciones personales del postulante.

Y sin embargo, debería explicar mi juego, mi conducta con claridad. Con Laura y el lobo, su lobo tuve suerte. Era fácil de comprender que toda creación mental está fabricada por nuestra misma mente y usando energía idéntica a la que se emplea para amar desear o aborrecer.

Ahora vendrán las vistas a las distintas estancias del erebo. Allí donde sufren condena eterna los que faltaron a principios morales del universo centauro.
Pero también aquellos que Laura puso allí por su voluntad.
El infierno el juicio final, han sido recurrentes literarios donde un sujeto autor. Dante o el mismo Giovanni Papini ponen una lista de enemigos, de inmorales y la enfrentan con la ética final.
Pero la moral la ética no es igual para todo el mundo, aun siendo estos todos miembros de una misma religión sociedad o creencia.
Porque los hay que son capaces de engañar a sus correligionarios, los ha habido y los habrá en la izquierda política y en la derecha. En la religión y en el ateísmo. Figuras que se han dedicado a sus metas y sus egoísmos por encima de toda teoría social o humanitaria.

La lista de neófitos que la corporación centaura había rechazado era particularmente larga. Pero aun había más, los había que bajo la apariencia de ser admitidos conservaban en su ficha de identidad una restricción. Eran aquellos a los cuales sus tutores no habían considerado aptos para recibir el arcano. Para ser ordenados en el misterio.
La orden centaura, era una absoluta criptocracia, su poderes siempre permanecían anónimos. Bajo la estructura convencional, de un pomposo organigrama, se escondía una realidad distinta, las decisiones nunca se tomaban en las asambleas. Los órganos de gobierno eran totalmente nominales, pero el poder eso era otro cantar.
Por ejemplo en nuestro caso, habría miembros del grupo, que no verían bien que Laura y yo tuviésemos una relación sexual.
Los puristas de la ética centaura aducirían que mi conducta podría quedar condicionada por el apetito venéreo, pero lo que es peor, los dos podíamos idealizar la imagen de un en el otro. Los viejos maestros decían que eso no era bueno.
Acaso temían, que si en un determinado momento Laura fallaba en una de sus pruebas ¿yo lo ocultarse al consejo por amor? ¿por sexo?
Parece no existir otra razón, para temer de tal modo el contubernio. Pero quien es este que no conoce la esencia centaura.
¿Cómo están hechos?
Yo se y ellos, el supremo consejo ignora, que es facultad centaura percibir entre las nieblas de la vida los absolutos. Las esencias de los seres. Pero esta percepción no es sensorial. Es una actividad del ánimo de la mente.
Por eso se comprende que la discreción es norma. Porque lo que yo percibo es una esencia que tal vez ni el propio sujeto conoce de si mismo. Ni la sospecha. Por aclarar enturbiando o enturbiar aclarando, que no se, que es peor. Determinado conocimiento del yo se nos niega, esos rasgos visibles para un centauro podían suponer para el que los sufre algo similar a una psicopatía. Dicen que el psicópata no percibe lo anormal de su conducta. Otros rasgos, otros comportamientos, podrían clasificarse como neuróticos, es decir inestabilidades del sistema nervioso que producen falta de estabilidad emocional. En términos groseros falta de criterio.

Si jugamos a La Divina Comedia, o Al Juicio Universal, como Papini es por la simple razón de observar quienes pone cada sujeto en los distintos círculos del infierno. ¿Arquetipos de qué? Son los personajes que el postulante pone en su historia los que tienen que explicarnos su razón. Hubo una vez que hice el camino con un aprendiz que eligió visitar en el ensueño un templo. El sujeto del que hablo recorrió paso a paso hornacina a hornacina todos los recovecos de una catedral. Ficticio templo donde el mismo había entronizado a sus ídolos. ¿Quién porqué y durante cuanto tiempo? Estarían allí sus ídolos. Por cierto esto me recuerda que Facebook suele preguntar por tus ídolos. Lo hará con idea de ser didáctico o es por puro chafardero.
A mi me dolía la simple sospecha. ¿Como podía ser capaz? Si se daba el caso de revelar a mi alumna, que su vida en la sociedad sería breve. Que nunca llegaría al generalato. Eso no concordaba con los principios morales de la sociedad.
Recuerdo un tema de formación que se nos repetía mucho entonces, aparecía siempre con negrilla en los manuales, decía:
Si por cualquier motivo a un centauro le es revelado algo referente al estado de otro miembro de la asociación. El código deontológico debe predominar sobre cualquier otro interés... y continuaba Calle el que sabe o cree saber, porque lo que sabe lo es por la ciencia que nuestra cofradía otorga. Pero eso solo es la mayoría de las veces una percepción subjetiva.

En los comentarios al texto se añadía, en cuestiones de mente es cierto que no te puede dañar lo que ignoras. Pero daña lo que conoces por conjetura.
Tengo ganas de conocer el infierno de Laura, a quienes tendrá en sus calderas. ¿No hubiera sido mejor conocer a sus santos? Así podría asemejarme a ellos.
¡Uf que responsabilidad esto de ser instructor centauro.

sábado, 30 de agosto de 2014

Centlaura Última entrega por ahora.


Terminamos la jornada juntos, ante el hogar que hemos rescatado de una casa en ruinas. Humea la madera de haya y sarmientos. Esparcen su aroma que trae los recuerdos de una vieja cocina rural.

Laura pregunta:
  • ¿Como sabías qué el lobo se desinflaría al tocarlo tu?
  • Es fácil los hombres, siempre tenemos soluciones para los problemas de los demás. Pero yo estaba mas seguro de que crecería cada vez que tu lo tocases. Mucho más seguro de ello, que con mi contacto iba a desaparecer.
  • ¿Entonces ya no volveré a tener ese miedo?
  • No, no te equivoques, te he demostrado porque los problemas personales crecen. Haciendo una remedo, una simplificación del funcionamiento del cerebro, podemos describir algunas conductas.
    Las fobias y los miedos podríamos representarlos como un circuito neuronal que encuentra un equilibrio sobre un círculo vicioso. Una situación te lleva a otra y esa otra te revierte a la primera.
    Lo que he querido descubrir a tu reflexión, es que la conducta reiterativa y circular, se forma con tu propia energía. Solo el pensar en ella la dispara. Por eso la obsesión, la manía tienen difícil solución en soledad. Tu -enemigo interno lobo- crece y se multiplica solo con que pienses en él.
  • ¿Entonces?
  • No puedes decir -No fumes no temas no...- Porque aun negando lo invocas. Debes buscar un origen, romper el círculo de alguna manera. Eso se alcanza con meditación; los psicólogos se refieren a ellos como decondicionamiento. Suponen que en algún momento se produjo una respuesta asociada a un estímulo que en esencia era neutro y se vinculó con esa otra conducta.
  • ¿Eso es conductismo, verdad?
  • Si una serie de doctrinas psicológicas que consideran la mente humana como una caja cerrada de la que se obtienen respuestas a determinados estímulos. Y que se puede cambiar la respuesta con determinado entrenamiento.
  • Así, que si yo no miro al lobo, este terminará por desaparecer.
  • Eso parece que pretenden pero no es mi teoría. Yo pienso que es mucho mas efectivo enfrentarse al lobo. Preguntarle que es y que quiere. Porque se desarrolla y se comporta así.
  • ¿Y el Lobo escucha?
  • Claro el lobo, es una figura que uso para sustituir una “química interna y compleja. Supongamos que el lobo es una ansiedad bulímica. Te invita a comer. Pero podría invitarte a fumar beber no se cualquier cosa. Y de nuevo a la ansiedad. Tu objetivo es preguntarle ¿Lobo porque fumas?
    En algún momento te dirá estoy ansioso. ¿Porqué? Lo mas normal es que no haya respuesta. Es una ansiedad en apariencia gratuita.
    Háblale de tu a tu y en ese estado de especial relajación. Si no es bastante, genera un ensueño en el cual tu “lobo” es un amigo.
  • ¡Uf! No se si sabré.
  • La escuela centaura tiene herramientas suficientes para intentarlo. Pruébalas.
  • ¿Tu lo has hecho?
  • Yo estoy en paz con mis lobos.
  • No se, hay veces que te veo o te intuyo lejano, con una lejanía que no es física. Pero me distancia tu capacidad para unir detalles. Para enunciar principios de manera original. ¿Donde has aprendido a pensar así?
  • ¿A pensar cómo?
  • Ya sabes, hay veces que sorprendes con abstracciones y formas de enunciar las cosas.
  • Bueno también es algo centauro. Ante un problema tu puedes pedir al cerebro que saque conclusiones. Lo habitual es que tu cerebro comience a descomponer y validar es decir analizar, pero en nuestra escuela también se aprende a buscar ese estado de relajación que invita a la calma. Una vez en el, plantea a tu cerebro el problema y sugiere, insinúale solo, que busque parecidos. Es el uso del cerebro no lineal. El pensamiento lateral que llamaría E. de Bono. La solución en la síntesis.
  • ¿Usas la creatividad de manera automática?
    Su gesto es entre el desconcierto y burlón como si hubiera vislumbrado una faceta mía que le había permanecido oculta.
  • Si, contesto un poco compungido ¿No lo habías notado?
  • No pedazo de C (me ahorro terminar el palabro) nunca antes me habías hablado de ello.
  • ¡Nunca anteees? Dices ¡pero si te estoy dando ejemplos a diario! No creerás que mi cerebro estaba dotado de funciones vetadas a otro humano.
  • Eres un tramposo, el desarrollo de la habilidad para hacer eso se dice desde el primer día.
  • Oye oye primero no me llames tramposo en las puertas de infierno. Me da mal fario. Segundo ¿a ti te molesta? que yo hombre-centauro use algún tipo de colonia.
  • No, me dice riendo, ya se que los hombres también pecáis de coquetos.
  • Pues mira de verlo así. El uso de un aroma de cerebro es mi pequeña concesión a la coquetería masculina.

Con esta entrega os dejo por unos días, tampoco puedo hablar mucho más de Laura. Tendría que hace públicas cosas que pertenecen a su intimidad. Los centauros también tenemos un código deontológico.
Abrazos.

viernes, 29 de agosto de 2014

El viaje de Laura El Lobo.

El viaje de Laura
Echamos a volar la fantasía por los imaginarios laberintos de la mente. Nos entretuvimos en la calma de un paisaje ideal, hasta vislumbrar el lóbrego y melancólico valle que debía dar origen a su aventura.
Yo leía con calma de La Divina Comedia el primer verso:
En medio del camino de nuestra vida
me encontré en un obscuro bosque,
ya que la vía recta estaba perdida.
Abajo a nuestros pies se extendía la negra silueta del hayedo difusa entre girones de niebla.
Laura la percibió con un estremecimiento. Le tome la mano mientras mi izquierda le señalaba el mundo prohibido. El laberinto oscuro que lleva por cualquiera de sus vías al infierno.
Le indiqué con la mirada el camino si camino se podía llamar al pedregoso suelo que serpenteaba entre los troncos.
La voz se apaga y el corazón quisiera desbocarse. Tomé su pulso con mi mano acompañé su respiración y con un golpe ligero en su grupa musité ¡adelante!
Repasa ¿Según el poeta que debes encontrar en el sendero?
  • Tres animales fieros, La pantera El León y La Loba dijo. Pero bien pudieran ser otros de semblante igual o más fiero. O puede que la viscosa áspid se halle sepultada en los helechos.
    - Bien ve es tu mundo son todos tuyos. Es tu guerra.
  • ¿Y tu?
  • No estaré lejos.
    La vi perderse en la niebla, mas propia de la ciénaga, que de las azules crestas. En tanto que le daba mi ultimo consejo.
    Ya has pasado por algo parecido.
    El león no es para un centauro enemigo.
    La noche y el lobo que acecha
    y de cualquier otro furtivo
    has de tomar nota.
¡ADELANTE! no hay enemigos.
Me he ocupado del alma y de la calma, y conociendo el paisaje puesto que soy el que lo pinto. He venido a frescura umbría del pueblo abandonado un lugar de tapiales enmohecidos. De sotos con álamos que agitan con sus hojas un aire entristecido. Soledad serena de un pueblo perdido. Las hojas verde y plata que el viento muestra hora frio metal ora verde vivo serenidad del cielo. Un trote ligero de mis patas. Un paisaje de ensueño... Al borde, a la misma orilla del Leteo, poético rincón en el dantesco juego . El rio donde las almas perdían la memoria pero eso será la etapa de un mañana. Pero el río me lama con voces de Shakespeare y de Keats con ecos de Erasmo y en la voz de vino de Borges el homero, otra vez ciego.
Será que el río me embarga la memoria, pero han pasado, no se varios minutos tal vez cientos y mi atención se ha ido distanciando de Laura. Centlaura.

Al principio me pareció seguir una carrera como quien asustada huye, sera del lobo acaso la pantera. Pero que es eso un grito, un trote y el claro piafar de Laura algo la acosa voy a ver que es ello.
Llego justo en el momento, el lobo lanza furiosas dentelladas, se oye el chasquido seco de los caninos. Está apurada, me acerco y tomo al lobo por la cola que queda en mis manos como un pellejo como lo que es.
Laura descansa, su voz entrecortada de jadeos. La conduzco al pueblo. No necesita invitación para narrar su aventura. Primero fue el león, nada serio solo pretendía desviarme hacer andar en círculos. Fue fácil de esquivar, salir de la pantera fue labor más ardua. Era una amenaza dispuesta a saltar desde cualquier sitio. Pero también burlé su acoso. Ahora a la vista del pueblo tuve el encuentro con el lobo. Creí que una coz sería suficiente, así me lo pareció le di de lleno y cunando me acerque a rematarlo se lanzo otra vez sobre mi con aire fiero.

Sonreí baje de mi hombro la piel de lobo, ahora era el vellocino y fulgía en áureos rizos.
-Bien ya sabes que es o que son tus encuentros.
  • Preferiría que me hicieses un resumen Dario.
  • Vale nada hay de real en este bosque todo son sombras de tu cerebro juegos de la mente.
  • Lo supuse ¿pero y el Lobo? Porque ese ataque. El lobo es junto con el león y la pantera lo que en la vida normal llaman una neurosis una fobia un miedo irracional, que se yo.
  • Pues atacaba con autentica furia.
  • Cierto esa es tu mejor lección por hoy. Son creaciones tuyas viven de tu energía por eso cada vez que golpeabas al lobo revivía. Ahora ya lo ves un vellocino de oro era aquello que causó tu miedo.
  • ¿Entonces las manías los miedos y las conductas raras?
  • Son creaciones de tu cerebro, o aprendes a conocerlas y controlarlas o poco a poco se apoderan de toda tu energía de todos tus actos de tu voluntad.
    Laura quedó pensativa y sonriente.
  • Ya se que hay detrás de los otros, del león y la pantera. Si lo se no los temo los controlo.
  • Mañana verás el Leteo el río donde las almas pierden la memoria y después en los coros del infierno aprenderás porque tu mente pone allí a esos “pecadores” porque los pone tu mente tu razón o sinrazón...
  • Mañana eso mañana y ha sellado mis labios con un beso.

jueves, 28 de agosto de 2014

Viaje al Infierno CentLaura I


Recibo un correo de CentLaura. Me dice que se está pensando hacer la peregrinación. El viaje.
El viaje centauro es un paseo introspectivo que nosotros hacemos. Yo lo he hecho muchas veces casi siempre solo.
Asocio, la intención del viaje, con la oferta del Colegio Centauro para hacerse cargo de la gestación de dos almas nuevas.
Entiendo -por comunicármelo por escrito- que ella está ya decidida ha efectuar el descenso a nuestro particular averno interior.
También se, que es una petición de apoyo. Laura necesita saber chasquear los dedos con rapidez, para evadirse de las situaciones comprometidas. Intuyo, por no decir que estoy seguro, que busca compañero de viaje.
Le contestaré con una oferta solida y desinteresada, no puede ser de otra manera.

He quedado con ella en un parque próximo a su casa. Mis razones son simples, el viaje interior sortea vivencias, escollos que se producen en el día a día. Por eso no hay mejor forma de iniciarlo que en las proximidades de su territorio. Como dicen en PLN no es lo mismo el mapa que el territorio. ¿Puedo hacer algo mejor? Que ver su territorio con mis ojos. Puede que eso me ayude a conocer su plano.

Ella llega unos minutos tarde, nunca he sabido si la demora en la mujer es coquetería o por el contrario es inconsciente. Aunque tengo que reconocer que no me molesta, es más me molesta lo contrario. Tuve una jefa que era un reloj. Creo que eso me disgustaba.

Llega arrastrando el carro de la compra. Después del saludo inicial yo abordo enseguida el tema.
-Seré tu compañero de viaje, pero sin contemplaciones. Lo que quieres hacer no es precisamente un viaje de placer. Te acompaño pero sin concesiones a los afectos. No sería la primera vez que un protector queda preso en las marañas del acompañado. Le digo.

Ella asiente, acepta que solo seré un decorador, le pintaré los grandes escenarios, pero la primera actriz es ella. Como mucho mi trabajo consiste en evocar decorados si acaso me reservo la posibilidad de hacerle cambiar la perspectiva.

Vuelve a aceptar. En fin yo asumo para mi fuero interno que también seré tramoyista y especialista en efectos. Pero bueno eso es una disposición mía, mejor dicho una predisposición.

De los escenarios posibles descarto de entrada Bastien and Bastienne sobre la obra juvenil de Mozart. Lo hago consciente de las implicaciones del libreto. Primero parece que es una modificación de una obra de J.J. Rousseau. Segundo es una obra que se supone encargada a Mozart por Franz Anton Mesmer el padre de el magnetismo animal (base de la hipnosis) y que además está relacionado con El Hospital de la Pitié-Salpêtrière allí donde el Doctor Charcot -Jean-Martin Charcot- dio sus clases e hizo sus experimentos. Y donde acudió Sigmund Freud antes de comenzar a desarrollar el psicoanálisis.

En realidad, dudo mucho que Laura, conociese estas relaciones. Pero a mi me gusta “curarme en salud” y no hay nada mejor que dejar claro que el viaje y mi compañía nada tienen que ver con el psicoanálisis ni con la hipnosis de Charcot y mucho menos con el mundo de J.J. Rousseau.
Hechas estas advertencias, que son válidas para los dos. Nos quedan dos escenarios que suelo usar. La Divina Comedia y El Regreso a Ítaca de Ulises.

Laura me pide que me olvide del los escenarios complejos y con aire clásico. Pregunta que si no es posible hacer una representación a lo comedia del arte. Es decir ese teatro con personaje fijos pero sin guión. Improvisando en un sobre la marcha con todas las referencias y guiños que haya que hacer a la historia al drama y a la comedia.

Le digo que si que me parece muy bien, y que si en definitiva su viaje, nuestro viaje, es una preparación para los que tendrá que hacer ella con futuros centauros con centauros en gestación lo correcto es que aprenda ella a escribir y reescribir sus guiones sobre la marcha.
Después cambia de idea. Laura dice que elige La Divina Comedia, recuerda de sus tiempos de estudiante de literatura. Al original toscano opondremos una versión clásica en castellano.
El acuerdo es mutuo, y usaremos solo el viaje a los infiernos, aquel en que Dante visita...

Pero bueno ya conocéis el texto y lo que significa. Aunque para un centauro tiene otro sentido el infierno, como el cielo, es un estado y no un lugar.

Es por decirlo en lenguaje actual el mapa de un territorio mental. Como escribía Jean-Paul Sartre «L'enfer, c'est l´Autre» (El infierno es el Otro) y ese otro es una alteridad total. Podemos decir el infierno son los otros... no en vano Sartre es existencialista y usuario (o tal vez no) de un marxismo humanista o un humanismo marxista vaya usted a saber.

Pero es eso el humanismo que rezuma de los versos de Dante, el infierno poblado de los otros. ¿De qué otros? Lo ignoro, es Laura quien debe preguntase que hacen esos otros en su infierno, que significan y porque están allí.

¿Cuales son su torturas? ¿Que castigo traen a su mente? ¿Qué teme y qué odia?
Yo me preparo para seguirla mitad escudero mitad cicerone. Invoco el verso de Dante que el segundo canto del Infierno (90) dice:

Solo aquellas cosas se han de temer
que detentan poder de daño a otro;
de las otras no, que no son temibles.
Estoy hecho así por Dios, por su merced,
que vuestra miseria no me alcanza,
ni la llama de este incendio no me asalta.


Mis demonios y mis miedos no son ellos y en no siendo. En siendo solo de Laura aunque fuesen parejos y hermanos de los míos tengo yo creado mi anticuerpo.


martes, 26 de agosto de 2014

Laura siempre Laura

Suena el teléfono, es Laura. Está algo alterada, la han llamado de la logia, del colegio centauro, le proponen hacerse cargo como maestra de un par de gestaciones centauras.
La noto excitada, comprendo la situación el hecho de que te elijan para un puesto así alegra. Es darte responsabilidad reconocer capacidades, pero entiendo su preocupación, la gestación de un centauro puede llevar años, yo mismo tardé mas de quince años en nacer.

¡Quince años! En un principio solo se notaba una iridiscencia que tendía cada vez mas al azulado al azul-violeta para ser exactos. Tuve que alimentar esa luz interna día a día con meditación relajación ejercicios de síntesis lógica. Tardé mucho en alcanzar un autocontrol, yo notaba por otra parte que mi mente evolucionaba cada vez hacia una mayor rapidez en las conjeturas, que no en la lógica.
Sin saber como, mi cerebro tomaba atajos intuitivos para llegar a la certidumbre. Pero no había yo consciente en el proceso.

Le he preguntado, Laura dice que en su caso fue algo distinto, simplemente la vida la obligo a replegarse sobre si misma, y al entrar en contacto con lo que ella llama la esencia mas íntima de su ser, encontró allí u imagen centaura. Completa tal como es ahora.
Por lo que sabemos la gestación centaura es distinta en cada individuo.
Los hay a los que comprender la esencia de sus actos les lleva tiempo. Tanto tiempo que se diría se petrifican se fosilizan sin adelantar. Para otros como Laura la conciencia de ser centauro les llega de golpe. A ella fue el divorcio lo que la condujo a la nueva auto-percepción. A mi sin embargo, la vida me hizo poco a poco. Como las olas de una costa que van día a día acumulando arena en un sitio capa sobre capa hasta que sin saber como aquel roquedo inhóspito se vuelve playa.

Supongo que el colegio, que ahora está regido por mercantilistas quiere averiguar si hay un camino hacia el interior corto y seguro. Algo como lo que ella recorrió.
Si les digo mercantilistas con toda la mala intención centaura. Quieren hacernos creer que la metamorfosis es parecida a un libro de auto-ayuda. Algo que lo lees y listo. Como si la modificación del ser humano fuese un maquillaje de teatro. Un acto de magia, entras en una caja de zapatos contrahecho, deprimido, sumido en la mas profunda desesperanza y renaces como ave fénix. Renaces luminoso transparente y con nuevos sentidos o al menos con nuevas y diferentes formas de percibir.
Pero hombre señores del consejo que eso solo lo pueden pretender los editores, en el fondo creen que un libro de auto-ayuda es como eso manuales de idiomas titulados ¡Aprenda Chino en Diez Días! Que bárbaros, si los pilla gran cadena de distribución algo como un Mercadona-Corte-Inglés del ánimo. Son capaces de editar con marca blanca títulos tales como. ¡Adelgace mientras aprende ruso! Adquiera superpoderes mentales mientras su pene crece. Pero hombre quien es el descerebrado que plantea así las cosas.
Descerebrado o delincuente. ¡Vaya usted a saber?
Así se lo digo y ella es de mi opinión. Antes estas cosas del cambio se llamaban santidad, y los distintos estados obligaban a cambiar el nombre del individuo ya lo dije una vez hablando de los faraones y de los papas. Pero en todos ellos la santidad era un ejercicio que se dilataba hasta mas allá de la muerte.
Hoy no estos caníbales, estos antropófagos de lo humano quieren someter un proceso que antaño duraba toda una vida y más. A las leyes de la productividad industrial. A los procesos informatizados al Low Cost y al Just in time (JIT) ¡pero hombre! Si una personalidad, es como un buen vino requiere años de crianza. Como quieren producir clones felices así.
Siento que Laura se identifica conmigo. Le pregunto directamente ¿oye y tu experiencia como fue?
Su voz es un poco temblorosa al principio, después se hace más firme.
Me dice: -Si tu ya lo sabes.
-Claro que lo se contesto.
Pero yo lo se como yo.
Ahora querría saberlo como la sabes tu.
-Fue así como tu lo describes. Cuando mi marido huyo, me quedé jodida y sola. Más jodida que sola. Por eso mientras miraba mi interior escuchaba mucho a los demás.
Es oyendo, oyendo y escuchando como yo hice mi metamorfosis.

-Y se me hace la luz, yo también escuché mucho, no tanto como Laura ni tan intenso ni tan seguido. Tal ves eso sea el origen de la diferencia de velocidades en la transmutación.

Seguramente fue eso, yo oía como una playa larga dejar a cada compañero su capa. Como las olas que dejan arena. Laura... Laura fue como una vela el goteo continuo el sedimento que termina por colgar bajo la palmatoria hasta configurar una especie de negativo de la vela. Un homólogo su homólogo.