sábado, 25 de octubre de 2014

El leproso.

Lo siento os había dejado a medias, es que el centauro siempre ha de ejercitarse en el arte de confundir. Yo os puedo jurar por lo más fantástico, que en vuestra mente quepa, que el psiquiátrico es el nombre en clave que damos a nuestro club. Llamarlo; templo, logia, ateneo, academo o sindicato que mas da, solo apreciareis una parte de su realidad.

Como ya habrán comprendido los lectores mas perspicaces, mi vista tenía como motivo adicional la asignación de nuevo discípulo. Esta vez y pese a mis negativas me ha tocado un leproso.

En nuestro código, un leproso es alguien al que hay que asilar. Un individuo que se considera peligroso para nuestra hermandad.
Se comprende, que todos los servicios de seguridad de los partidos políticos, las naciones y las finanzas, han intentado alguna vez, saber que hay de cierto en la historia centaura. Por creer que el conocimiento, que se supone poseemos, podría utilizarse para sus fines.

Pues bien, me han adjudicado un individuo, que proviene de las hordas de un conocido partido político. He recibido la orden escueta de mantenerlo lejos de todo conocimiento serio, y lo que es peor solo dos alternativas.
O manipulo su mente para que creyendo que sabe cometa un error que le cueste su futuro.
O por el contrario le convenzo de que lo que pude aprender de nosotros no le sirve de nada en su viaje hacia la poltrona.
He argumentado, que de momento no hay ningún político en la nación cuya estupidez le haya costado el puesto.

Mi interlocutor ha puesto el ejemplo de Gallardón, y yo he respondido que lo de Ruiz era solo un problema de colonia.
-¿?
-Si, he aclarado. El señor este, huele a incienso, cuando el aroma del partido debe oler a pueblo. Ya se sabe una mezcla de olor a sudor y esfuerzo.
Algo choni, algo como ir vestido con chándal y zapatos de tacón de aguja.

Claro nadie imagina a un ministro con chándal y unos zapatos de Salvatore Ferragamo claro que ellas... con peineta, mantilla española, y zapato de Versace o Stuart Weitzman, tampoco les queda muy bien el chándal.

Bueno nos reímos mucho imaginando a esos pollos con tales atavíos. Es un viejo juego nuestro, que llamamos el travestido. Se trata de imaginar al gobierno como si fuesen muñecas de aquellas que tenían un gran ropero.
Es bueno poder poner y quitar una mitra o un capelo. Suponer a un banquero travestido de Teresa de Calcuta. A un trepa sindical como ciclista, o a un consejero de sanidad como remero de Caronte. ¡Ah los estereotipos cuanto juego dan sin pronunciar palabra!
Pero con todas las bromas del mundo por medio, el Consejo Centauro fue inapelable. Me toca a mi lidiar con el leproso.
Evidentemente planteé que era una operación en la cual yo debería mantener el anonimato mas estricto. El leproso no debería conocer ni mi domicilio, ni otro conocimiento, de mi persona. Estuve por citarlo en Bilbao o en Marbella, cualquier sitio alejado de mis sitios habituales. Pero como el consejo no paga dietas -ya se sabe la crisis- tendré que recurrir a mi capacidad de confundir.
Es más fácil mentir en lo cotidiano, mimetizarse en el día a día, mucho mejor que montar un decorado de teatro.

Quedé con Pablo, así se llama mi alumno en un parque público. Supuse que si se trataba de un “bicho” peligroso tendría la idea de apostar vigías para saber por donde llegaba yo. También debía pensar en la posibilidad de que me siguieran. ¿Que hacer? Estoy seguro que los puedo burlar pero si los chasqueo se darán cuenta de que se que me siguen y por tanto comenzará una batalla en la que no quiero entrar.
Lo mejor es intentar que crean que te siguen. A un individuo que cree que lo sabe todo sobre ti, es sencillo de confundir. Que quiere saber cinco, tu le cuentas quince. El desea comprobar alguna de las afirmaciones que tu haces, procura dejar huellas que se lo confirmen.
Siempre que esos rastros, enfoquen la imagen errónea que produces, nada mas simple.

Había quedado con Pablo en un banco del paseo bajo una pérgola que en primavera hace de soporte a unos rosales trepadores. Allí frente al kiosko de la música suelo pasar algunos ratos leyendo. Lo he hecho tan a menudo que muchos habituales me conocen. El hombre del puesto de periódicos, el dueño del chiringuito de la esquina, los niños que juegan al balón. Todos ven normal mi presencia aunque no tengo mucho trato con ninguno. Los mas me tienen como un maestro jubilado que pasa allí unas horas en el entretiempo. Llegar saludar y que me saluden los habituales; el de los periódicos, la señora que pasea su perro, es un ejercicio que no puede pasar desapercibido a cualquiera que me vigile. Una imagen inocua y totalmente vulgar.

Pero creo que por allí llega.

Es un tipo robusto, chaparro, con gestos que quiere dulcificar. Usa bigote blanquecino que amarillea un punto, como si tuviese costumbre de fumar.
Mira mi libro de tapas violeta, que es la señal convenida para queme identifique.
¡Hola soy Pablo! Dice, tendiendo su mano con ese gesto de familiaridad del que la ha dado muchas veces en su vida.
Estrecha mi diestra; aprecio un miembro compacto y un brazo enérgico. No es un mantecón, da una idea de trabajador del metal, de alguien que se gano la vida con su esfuerzo aunque de eso tal vez hace ya mucho tiempo.
Me lo dicen sus manos, es evidente pasan por una manicura, lástima ese querer borrar su pasado de currante.
Creo que sería un buen Sancho Panza industrial y ha mutado a un Sancho posmoderno.

En pocas palabras me explica su caso, que en lineas generales coincide con mi idea. Joven de familia del norte, con pocos medios llegó a hacer estudios de F.P.

Trabajo y las primeras huelgas de la transición española. Empezó a destacar en el sindicato e hizo carrera. Liberado sindical, diputado autonómico, algún pase por la administración autonómica (funcionario del partido). Ascenso dentro del partido. Una legislatura en Madrid y con la debacle de la izquierda el paro. No era de los que pillaron poltrona en una Caja ni nada parecido.
Tiene inteligencia natural, razona y habla con soltura.

Esta desengañado de sus amigos y compañeros, sueña con ser más, con ser un imprescindible. Ha conocido la masonería y dice que es para ricos ociosos por eso quiere ingresar en Los Centauros.

Así en principio su historia parece creíble, perseguir el desarrollo personal para volcarlo en ayudar a los suyos. Solo este último -los suyos- me pone en guardia.

Ni los cristianos, ni los masones, ni ninguna otra sociedad de filantropías secretas y oropeles sociales usarían un los suyos con tono excluyente....

Bueno alguna si... aquellas que dicen tener el monopolio del cielo. Me atendré a la etiqueta que le han puesto “Leproso” el que lo evaluó así seguro que conoce mas de sus recovecos mentales.
Toda su amenaza reside en su ética, que antepone a que. Razón de estado razón personal ¿ambición? Lo iré desvelando.
Por el momento mi Sancho da la imagen de ser una caja de puros que quedó vacía
¿Se me entiende?


jueves, 23 de octubre de 2014

Centauros. Epílogo.

Llegué a casa, solo hacía diez minutos que había dejado a Laura en la suya... y sin embargo parecían años. Aun creía ver la huella dejada por sus nalgas en el sofá, si si se lo que pensáis... que necesita el paso por las manos de un tapicero. En fin es la sensación de nido vacío... Laura a un tiene mi llave y y yo la suya.
A mi me cuesta mucho el decir adiós, además pedirle la llave parece un poco cerrarle mi puerta.
Por un momento me seduce la posibilidad de volver a verla, pero eso no pasará. Ni por ella ni por mi.
Los dos somos respetuosos con el protocolo de la sociedad centaura y este nos exige no volver a vernos en tres meses mínimo.
Yo le he enseñado varias técnicas para dominar la mente. La experiencia nos dice que de seguir juntos mi presencia solo serviría para moldearla a mi estilo.
Eso va contra su libertad contra su autonomía. Por lo menos eso es lo que dice nuestro claustro. Estos viejos centauros ¡Qué prudentes! Recordando las ideas de ella el que corría el riesgo de abandonarse era yo yo el que mimetizaría mis ideas. Además bueno da igual...
Repaso mentalmente lo que ha sido este tiempo, mi reacción como macho en los primeros encuentros, para ir derivando, como exige el guión al tutor asexuado y sin nacencia, no puedo ser ni su novio ni su amante ni su padre ni su hermano y sin embargo tengo que hacer todos los papeles en uno jugar un rol de mil caras y no ser ninguna ¡Cielos!
Mañana me informarán de quien es mi próximo alumno por una ley no escrita sera hombre y mayor que Laura a esperar.

Otra vez lunes, me ha costado dormir, me han desvelado las afirmaciones de Laura en historia y filosofía. Fueron contundentes, tanto que han dejado sus efluvios...
Yo tengo ahora una semana para desintoxicarme, se que integraré algo de la sabiduría de Laura.
Ese es en el fondo el secreto mas arcano de los centauros. Aprendemos enseñando. Los primeros encuentros con la luz, producen en nuestros aprendices ideación portentosa. El principio de la iluminación suele ser espectacular. El colegio guarda esas minúsculas gotitas de saber, en una nube de conocimiento común, el acervo centauro.
Tengo que racionalizar sus expresiones para que ella las presente en un pleno. Lo que ella afirma es que al mirar la historia vemos por otros ojos. Vemos por los ojos que primero vieron así. Ahora es ella la que debe desarrollar un método para ver para asegurarse que lo que se percibe es una realidad circunscrita a una exégesis. Y vigilar con cautela las interpretaciones hechas a partir de una hermenéutica posterior. Requiere tiempo, creo que lo tengo aun han de pasar varios meses para que Laura presente sus resultados para que se le reconozca su esfuerzo.
Otra vez lunes:
Este “finde” he hecho una visita a un colega, es un miembro influyente del gran consejo. Esta en... bueno esta en el sanatorio psiquiátrico en que comenzó esta historia.
Es que los centauros, si contamos nuestras experiencias fuera de nuestro círculo enseguida nos toman por esquizofrénicos. La orden interna numero veintiséis del consejo recomienda no resistirse. Siempre hay algún enemigo o algún incrédulo, por lo demás inculto, dispuesto a llevarnos a un retiro.
Pues vale se ingresa en el hospital y se comienza a negar toda idea de alucinación. Nada de hablar de centauros ni de viajes al erebo. Todo es cuestión de un par de días como mucho, eso si hay que tener cuidao no te intoxiquen con alguna pócima.
Me ha ido bien aunque había un médico generalista, que esta estudiando la especialidad y para ello no ha encontrado mejor solución que ganarse una pasta haciendo de médico en el psiquiátrico, porque claro los enfermos mentales también tienen gripes y hepatitis y todas esas zarandangas.

Total que ha venido a saludarme y con su mejor voz de zorro de fabula de Esopo me ha preguntado por mi salud, hay veces que logra ponerme nervioso, pero yo he llevado mi talismán, la navaja de micólogo que me regaló Laura. Con ella dentro de mi mano y esta dentro del bolsillo he podido contestar con tranquilidad a todas sus insidias.
Cuando me ha preguntado si aún veía centauros lo he he mirado con cara de extrañeza. ¿Centauros dice usted?
¿Es que acaso estamos en carnaval para que la gente se disfrace... ¡Centauros que majadería!
¿Centauros paparruchas! Le he dicho mientras apretaba la navaja en mi bolsillo
 

¿Seguro que este ambiente no le afecta? Lo he dejado estupefacto y he salido de su presencia con un suave trotecillo.





martes, 21 de octubre de 2014

La soga del muerto Despidiendo a Laura

Lo que Laura exponía era una filosofía elemental, y le permitía, nada menos, que ridiculizar a los filósofos de la Grecia clásica. Lo hacía en dos vertientes, por una usando la ampulosidad del el lenguaje filosófico La Metafísica; -literalmente mas allá de la física-. Por otra aupando al sitio que debe ocupar mente y razón.
No hay filosofía sin mente y no hay mente sin razón, sin raciocinio.

Cuando hace distinción entre metafísica y filosofía, solo esta exponiendo una realidad tan irrebatible como decir que para el conocimento se exige una mente conocedora.

Mientras, comienza a ridiculizar a Sócrates y Platón -mas sociales y sociólogos que filósofos- recurre sin nombrarlo, a Protágoras de Abdera contemporáneo de los anteriores y que enunciaba:
Homo mensura «El hombre es la medida», o para ser más exactos
«Homo omnium rerum mensura est» «El hombre es la medida de todas las cosas». Lo es.
Porque las mide con su ser.

Con el mismo sentido usan el evangelio de San Juan; muchos supuestos ocultistas. Y que ya cité primeros capítulos de esta historia.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  (San Juan 1.1)
No hay verbo sin pensamiento, no hay pensamiento sin mente. El entendimiento, la cognición es patrimonio de la mente.
Dios es el conocimiento luego de Dios es La mente. La mente del hombre es la medida intelectual de las cosas.
Y esta zagala, aunque cuenta con una licenciatura en filosofía y letras pone patas-arriba todo el libreto del pensamiento moderno.

-¿Te das cuenta, qué con esa exposición? haces tambalear toda la estructura del pensamiento humano.
- No, no es así, lo que estoy derribando es una forma de ver. De sintetizar.
Mira; Carlomagno y el supuesto renacimiento carolingio, no aparece como concepto histórico hasta 1830 justo con el comienzo de los nacionalismos.
El imperio carolingio de hoy es una visión nacida en 1830.
¿Ves esa iglesia, qué dirías que es?
-Románico, dije yo.
-Bien, tal vez te sorprenda saber que el concepto de arte románico apareció allá por el año 1920. Cuando un arquitecto francés se le ocurrió sistematizar clasificando de esa manera todos los edificios que recordaban la forma de construir de los romanos.

Pero eso no significó, que durante el periodo que se hicieron esas iglesias y en todo el ámbito geográfico en que aparecen; existiese y mucho menos que el pueblo apreciase, una identidad cultural o histórica con el vecino que vivía en el condado que se hallaba veinte leguas mas allá.
Por ejemplo en esta iglesia y supuesta su fundación sobre mediados del siglo IX se podía se podía celebrar un rito mozárabe mientras al otro lado del pirineo en una iglesia tan románica como esta se celebraba en rito romano.
Por eso es importante, cuando hablamos de historia, nos dejarnos llevar por una visión de perspectiva que no solo era inexistente en el momento de los hechos, sino que se construyó en un tiempo que tampoco es el actual y en el marco de situaciones económicas y culturales diferentes.
En la filosofía sucede algo parecido, tenemos la tentación de de pensar que hay una continuidad consecuente y obligada entre distintos pensadores de épocas sucesivas. ¡NO ES CIERTO!
Esa ha sido la razón que me ha acercado a la sociedad centaura. Hace tiempo,que me hago esa pregunta ¿El alma, la mente del homo-sapiens? Evoluciona tiene movimiento es si. O como destello del primer relámpago creador es invariable e inmutable
 
- Bien, ahora llevas aproximadamente medio año, de -ese periodo cuatro meses muy intensos conmigo-. Has hecho bien tus ejercicios de conocimiento interno.
¿Qué ha cambiado?
-A menudo pienso en ello, tu compañía me ha servido de mucho y si tuviera que describir mi desarrollo, lo explicaría con un símil.
La inteligencia, la razón humana, es comparable a un cañón de luz de esos que se usan en los espectáculos. Quiero decir que encuadra un área muy pequeña de la realidad y además aprendemos a moverlo en un solo sentido. Yo he aprendido -por medio de la meditación centaura- a aumentar el radio de su luz. Pero por encima de todo la experiencia mas gratificante es que puedo mover mi foco de razón en cualquier dirección arriba abajo derecha izquierda en diagonal y hacia delante o hacia atrás en el tiempo. Relaciono más cosas, independientemente de cuando o donde suceden y creo que he alcanzado una mejor comprensión de las cosas.
Bien, ese era el objetivo, darte las herramientas. De aquí en adelante, lo que obtengas de tu pensamiento es cosa tuya.
 
Deberías ahora iniciar los estudios de acecho. El acecho es saber parecer a tu entorno lo que no se es. Si te preguntas si es hipocresía, te diré que no. Solo es supervivencia. Debes parecer inocua a los que te rodean, y la mejor forma de ser inocua es siendo realmente no toxica. Podrás usar el poder de tu mente solo para ayudar a los seres humanos nunca para aprovecharte.
Te podría leer las maldiciones que el consejo supremo centauro haría caer sobre ti. Pero no son ciertas. El centauro que aprende a usar su poder para fines impropios, deja de ser centauro por si solo.
Es, como dirían en La Guerra de las Galaxias, entrar y depender del lado oscuro. Tu sola te arrojarás al abismo. No hay más.
-¿Entonces no hay cuerda del muerto
 
No puede menos que reír, no, no la hay, se que la usan algunas asociaciones sudamericanas de la AMC (WCS en inglés) world centaura society pero nosotros no usamos el ayahuasca (eso significa ayahuasca la liana, la cuerda del muerto, que permite al espíritu abandonar el cuerpo y regresar luego) ni ningún tipo de drogas en nuestro saber común.
Si quieres tener la experiencia de salir de tu cuerpo o de sufrir visiones maravillosas es cosa tuya, puedes recurrir a centauros que saben usarla, pero el conocimiento oficial lo rechaza.
Si nuestra luz, nuestra alma necesitase las drogas sería el propio cerebro el que las prepararía. Solo es una alteración de los neurotransmisores cerebrales, algo que cambia el sistema metabólico del sistema nervioso central.
Tuya y solo tuya, es la responsabilidad y el riesgo.
Era mi despedida, Laura es de esas mujeres que dejan una huella profunda pero mi relación de tutor había terminado aquí.
Hicimos el viaje de vuelta taciturnos tristones, es el día del stop. Tal vez pronto vuelva a recuperarla como alumna tal vez no.
Por el momento adiós Laura.

domingo, 19 de octubre de 2014

Las primeras respuestas de Laura.

Al día siguiente, tuve ocasión de comprobar lo acertado de la suposición o intuición de mi compañera.
Estaba esperándola en la puerta de la cafetería para desayunar, cuando apareció la pareja; ya sabéis la madama y su hombre.

Era cierto la mujer tenía una forma de moverse dominante, fue ella la que se dirigió al mostrador para abonar la cuenta. Él en tanto, en la calle, colocaba el equipaje. Me llamó la atención la forma de abrirle la puerta, y el aire casi de oficiante de culto, con que se dirigió a ocupar su puesto tras el volante.
Lo hizo dando la vuelta por la parte trasera del vehículo, con una conducta ritual, protocolizada. Pensé que había sido un chófer, profesional.

Bueno y a mi que me importaba eso, como escritor, me gusta observar a la gente, imaginar su historia, quedarme con alguno de sus rasgos para usarlo en mis escritos.
Pero esta vez, afloraba por momentos dentro de mi una sensación de angustia; supuse que era la diferencia entre imaginar la historia de un desconocido y querer deducir por su conducta su que y como.

También es cierto que mi malestar provenía de que la observación no era mía. Es curioso, yo solo, podría haber imaginado lo mismo que Laura, pero el hecho de que la primera observación no me perteneciese me hacía sentirme acechador y cotilla.
¡Uf! Acechador, esa era la siguiente etapa del aprendizaje de mi neófita. El acecho, es una técnica centaura; en que se usa la sintonía corporal con otro sujeto, con el único objeto de forzar la empatía. Pero nunca la enseñamos sin pasar un periodo de alma pura.

El día invitaba a un paseo. Todo lo que en la jornada anterior había sido viento y lluvia, había dejado paso a un día luminoso de otoño.

El sol brillaba y el viento suave rilaba los charcos formados la tarde anterior.

Para nosotros era el espacio de tiempo destinado a la asohora.
La asohora, es la observación que según los antiguos centauros, sirvió de inspiración a los psicoanalistas. El desarrollo las pruebas de libre asociación debe estar en su origen. Dicen que Carl Jung era gnóstico, probablemente conoció la idea y adaptó la técnica.
Él medía el tiempo entre la emisión de una palabra por el experimentador y la respuesta dada por el sujeto. Según su teoría, una vacilación, un retraso marcaba presencia de un complejo.
Definió complejo sobe la palabra y un sujeto tenía un complejo en navaja o en gallina.
Algo que no tiene otro significado; que la palabra excitadora, evocaba una relación anterior con ella, una situación previa. Y esa situación aun disparaba una emoción latente. El disparo bloqueaba por fracciones de segundo la respuesta verbal. Un indicador claro -para el analista- de proceso... digamos inconsciente.
En sistema, que en los primeros tiempos, tuvo aplicaciones en la investigación judicial, quedó mal herido por la interpretación chusca que algún inepto hizo del complejo, como la situación en que el paciente se cree una gallina... navaja etcétera.
Eso le iba yo diciendo a mi alumna que escuchaba con paciencia y por enésima vez mi exposición.
Ella con su habitual sagacidad contestó:
-El problema consiste en, que para que se produzca la reacción se da por supuesto que el sujeto tiene una moral, un conocimiento previo de la ética, algo que puestos a suponer es mucho suponer.
-Si, el sistema no mide el sentido de la emoción. Por ejemplo “un complejo de gallina” es decir una emoción asociada a esa palabra tanto puede responder, a un reacción positiva “me gusta la gallina en pepitoria” o evocar un acontecimiento en el cual el sujeto reconoce su culpa como ladrón de gallinas.
-La interpretación del analista será siempre subjetiva (desde su propio marco moral) los centauros, que llevan siglos observando y observándose, no tienen ese problema. La consciencia de la dualidad centaura. Usa de esas asociaciones libres para auto-definir sus marcos morales.
-Ya se subrayó Laura, como postulante a miembro permanente del colegio centauro, tengo que afrontar la emotio -mi impulso interno-. Todo mi viaje interior, tiene como objetivo aislar las emociones procedentes de la bestia nuestra parte animal de las producidas por el ánima.

-Exacto como diría Descartes res cogitans res extensa. Aunque en nuestro credo, la res cogitans y dios sean la misma cosa. Creemos que nuestra alma es un chispazo de la naturaleza creadora.
Hoy nuestra etapa consistía en un paseo por el entorno del pueblo. No había una inmersión en el logos, un viaje en la profundidad y la distancia. Los centauros cuidamos mucho el simbolismo y el habla. Hoy (algunos de nosotros se toman la libertad gramatical de escribir hoyes) que en el fondo es tan legitimo e irregular como escribir los mañanas y los ayeres sustantivando el adverbio un pronombre y usando un plural, (licencia poética) en realidad supone una lección clave en nuestro saber. Es el hecho que hay muchos y distintos, hoy, ayer, mañana, por lo menos existe uno para cada persona.
-Yo suelo usar -hisdies- en una alocución construida de la misma manera que el hoy (hoc die) pero no se trata de iniciar un debate lingüístico. Se trato que el aprendiz capte la diferencia existencial que hay entre el hoy suyo y el hoy de los otros.
Pues bien el “hisdies” o nuestros hoyes nos obligaban... Porque el hoy de Laura no es mi hoy, y nuestro hoy común no es el de ella ni el mío. Obligaban a mi compañera a exponer en un breve párrafo su expereincia. Lo hizo así:
-Los pobres filósofos griegos no entendieron nada. Nuestro padre Quirón, el centauro sabio, intento enseñarles la filosofía, pero solo Parménides se aproximó un poco al concepto.
La filosofía es una parte de la metafísica, y no como interpretaron con iniquidad los ignorantes posteriores. Sócrates Platón y Aristóteles hacen a la metafísica parte de la filosofía. En vez de ceñirse a el enunciado de Demócrito -Lo que es es, pero es en cuanto se piensa lo que es- por tanto el ser es un juego de la psique. Les llevó a enunciar aberraciones como las creencias que pueblan su mitología.
Valga como ejemplo lo siguiente:
Ellos pensaron un río el Leteo, que producía amnesia a aquel que en sus aguas se baña. Equivale a un agua capaz de disolver la memoria.
También tenían otro río de fuente próxima al Lete o Leteo el Mnemósine que hacía o contrario volviendo la memoria y dando al hombre como consecuencia la omnisciencia.

Y no es cierto, la sagacidad de aquellos pensadores no se percató que los recuerdos solo se disuelven en el tiempo. La corriente de acontecimientos que los arrastra los erosiona y los confunde son como arenas en la riba.
- ¿Pero dime? Donde he de buscar el baño en el río Mnemósine que me de la
- ¡Ah es eso? Ese río es tu fluir, debes tener la perspicacia para comprender lo que antes te indicaba si tu ayer y el mio no son el mismo tampoco tu mañana ni tu hoy tienen que serlo pero como ser humano tienen mucho en común.
 

Reloj de sol de Ascaso Sobrarbe

Huye de las filosofías de las políticas que parecen relojes de sol señala sombras marcan pero ninguna dan. Dije aprovechando que había uno de ellos en la fachada de un viejo edificio y que al mismo tiempo la campana de la iglesia desgranaba lentamente las diez.

martes, 14 de octubre de 2014

En la Montaña II


No creí que nos habíamos alejado tanto del pueblo y del hotel llegamos pasadas la cuatro y media de la tarde. Tampoco el mal tiempo nos hizo acelerar el paso.
Cierto que la temperatura habría descendido su media docena de grados. Cierto que en algunos sitios, los pequeños cauces de agua, mostraban su condición de torrenteras.
Hubo un momento, en que el agua, que ya desbordaba los cauces y había cubierto un paso; más gallipuente, que pasarela. Nos creó alguna dificultad, lo pasé de una zancada no sin mojarme los bajos del pantalón y ofrecí mi mano a Laura para tirando de ella ayudarla a saltar.
Como os contaría yo, ya se sabe que las mujeres suelen exagerar las dificultades que tiene para ellas un obstáculo en el camino, a pesar de saberse muy capaces de superarlo. Cuando al final tiré de ella hacia mi se dejo llevar, tan bien que terminó en mis brazos. Fue un juego animal de ampárame te amparo. Algo en que deben entrar en juego las hormonas y vaya usted a saber que... Lo cierto es que volví a tener esa sensación de gusto inexplicable y que no tiene nada que ver con el sexo... o tal vez si el sexo comience en ello.
La consecuencia es; que hicimos el resto del camino juntos, sin separar los cuerpos y con las manos enlazadas por debajo de los impermeables, con la cesta de las setas tapando nuestras cabezas y saltando charcos como niños. Si me ven los que me creen un hombre serio...

Llegamos al albergue aun en plena resaca del nuestra inmersión en el logos. Sones lejanos de música y una sensación general de libre gozo. A mi, en mi experiencia individual, la salida de ese estado es un tiovivo de sensaciones reforzadas. El rumor de la lluvia. Nuestros pasos en los charcos. Los colores limpios de las plantas. El olor de la chimenea de la casa, olor a leña y cocina olor a hogar olor a casa.
La tarde transcurrió placida, en una serie de conversaciones superpuestas, un ir y venir de palabras como en una marea. Hay veces que las olas del lenguaje se asemejan pero lo probable es que nuestro cerebro ya esté en otro sitio en otro tema.

Sabes. Ayer, en la calle, un bendito de Dios, un beneit como se dice y usa en Cataluña me ofrecía un tríptico con explicaciones sobre La Biblia.
Como ya me conozco el percal lo rechacé firmemente. El me argumentó ¡qué era gratis!
¿Desde cuando una ideología es gratis?
Una idea en el sentido de ideario es algo que mueve a obrar, que compromete, por eso no puede ser gratuita.
Tal vez su cortedad, su falta de comprensión de lo que yo soy, le hizo pensar y hasta orar por mi y por mi alma.
-Todas las religiones usan benditos, para comunicar su mensaje. Dijo Laura mientras sus ojos indicaban que estaba aun lejos del hotel y de la hora.
-¿Quieres decir? Que para hacer llegar las ideas todos todos usan borderline. -Uf yo no he usado ese término; si creo que aun no se han puesto de acuerdo los especialistas para definir esa enfermedad.
-Jo hablar contigo Laura es hacerlo con un manual de diagnóstico.
Eso, acercó a mi amiga a la realidad hablada, y de rebote a la realidad sensorial.
-Soy una educadora y la precisión de lo que se comunica es condición necesaria en mi oficio.
Íntimamente contento por su reacción argumenté:
Yo no me refería a una inestabilidad de carácter o de personalidad lo que quería expresar es lo lábil que resulta el razonamiento en esos señores que nos vienen a hacer propaganda que no publicidad de determinados supuestos.
-¡Que diferencia hay entre publicidad y propaganda?
-La publicidad nos vende o al menos lo pretende vender cosas objetos productos. La propaganda pretende vendernos ideas conductas y a la larga una ética.
-¡Ah vale! Así si lo que quieres decir es que el vendedor de ideas debe estar enamorado de ellas y para que esto suceda no debe plantearse su contenido y consecuencias.
-¡Si eso es! El propagandista, no debe dudar de la excelencia de su propuesta.
La conversación languideció unos momentos. Yo ya me daba cuenta que ella recuperaba su lógica la contundente lógica de Laura, por eso esperé.
- Sabes añadió unos minutos más tarde, deberías crear el partido de los hombres bermejos.
- ¿Porque bermejos!
¿No era ese el color del pelo de Judas?
- ¡Ah pelirrojo! Te refieres al color que se les atribuye a los traidores.
- ¡¡Exacto!! Si fuera cierto; Bruto por ejemplo, le hubiera parecido pelirrojo a Cesar.
- ¿Pero dime? A que viene eso del partido de los hombres bermejos.
- Bueno si tu planteabas hace un momento que la venta de la una conducta o una ética ¿cómo lo has llamado?
-Propaganda las ideas se difunden con propaganda. -Dije con una sonrisa y un deseo ardiente de saber que relación tenían los borderline con los pelirrojos-.
Pues eso que para propagar una idea en beneficio propio solo se puede contar con ingenuos borderline o bermejos.
- ¡Ah! Claro dije intentando dar apariencia de estar convencido. - Comprendía que Laura se hallaba en esa fase de vuelta de la meditación profunda en que las conexiones lógicas están inconexas, un periodo que se algunos llaman creatividad.
Mucho mas tarde en el comedor del hotel Laura me hizo una seña, con los ojos me indicaba que prestara atención a una pareja mira mira parecían decir.
-Seguí la linea de su mirada y vi a una pareja ella era una mujer mayor que aun lleva con gala los pasados esplendores. El un hombre tal vez algo mas joven. Vamos un hombre a juego.
-Los has visto, dijo, si una pareja dos personas mayores que llegaron al hotel poco después que nosotros.
- No no me había fijado mucho en ellos.
- Ayer estaban viendo la tele en el salón que hay junto a la cafetería. ¿No te diste cuenta?
-Si aunque ya sabes que no me fijo mucho en la gente.
-Mírala con detalle, su ropa sus collares anillos y pulseras. A ver que te parece.
Por suerte (los encargos de Laura se deben cumplir siempre) la pareja pasó por nuestro lado lo suficientemente cerca como para poder “hacer la foto”.
- Si, es cierto creo que lleva siete collares cinco pulseras en la muñeca izquierda dos en la derecha tres anillos y dos alianzas. El pelo es teñido, debe estar cerca de los setenta con idea de aparentar cincuenta y varios. Usa una prótesis dental inferior sujeta a los incisivos. Eso es lo que me da una pista sobre su edad.
Laura se tapó la boca con la servilleta para disimular la carcajada.
- Bueno menos mal que no te fijas si te llegas a fijar me dices el color del tanga.
-¿Ah eso tambieén?
-¿Ahora dime que ves en el?
-Es un hombre musculado, mayor, pero más joven que ella, y viste no se con anillos y pulseras debe ser un signo de casta.
-Ya veo, que te despierta menos interés que ella.
-Oye que porque me has pedido que mirara que si no -invisible-.
-Ya ya...
-Sabes de sobra que me encantan las nalgas de chica pero te juro que tu amiga esta fuera de mi espectro de interés.
- Vale vale te cuento. Llevan los dos ropa de marca, el usa Azzaro y ella creo que Paloma Picasso. El también usa pulseras y anillos. Se nota que viste al gusto de ella o mejor dicho que es ella la que lo viste. Probablemente es una madam o madama que se debe decir en español. El es su mantenido.
Cielos lo que hace la sutileza centaura en un cerebro de mujer...
-¡Y como sabes eso?
- Fácil mira como se mueven como lo acaricia ella, es su mascota su perro.
Uf otra como esta y dimito de tutor en el gran consejo centauro.