domingo, 17 de enero de 2016

Los hijos de Zu o la encuesta de Facebook

Dibujo de Nomdenoia en Facebook
Los hijos de Zu me asaltan otra vez con la tentación de una encuesta. Quieren mejorar mi experiencia en feisbu. Burda demagogia lo que quieren es sacar más partido comercial al trasiego de opiniones y chuminadas 90% de chuminadas que circulan por su red. No se dan cuenta que yo no tengo ningún interés en aumentar el número de amigos, y esto por dos razones.

La primera porque lo que aquí ofrecen es una amistad de sucedáneo es decir como el Noescafé, soluble al instante. La segunda razón es que tampoco estoy interesado en conocer páginas y páginas, que me bastan y sobran con media docena.
Que mi vida es un desarrollo un crecimiento en espiral y que tampoco me interesa de manera continuada que me recuerden hechos de hace un año o dos...
Pero cuando se tiene la estulticia, la avariciosa estulticia, de rellenar las horas de baja afluencia con cosas que los asistentes publicaron ayer o antes de ayer, están destrozando la razón de ser del invento. Si yo me conecto, es por que deseo saber, que sucede ¡-que les sucede-! a un grupo de personas con las que me relaciono, no para que una máquina me cuente lo que les pasaba por el magín hace 18 o 20 horas si no es lo que decían hace un mes.

En fin el sistema necesita que yo tenga una determinada masa crítica de intercambio de chuminadas y que en ese intercambio pueda colarse un volumen de publicidad o de páginas “recomendadas” que son las que les dan de comer.

Lo que sucede es que al final lo no buscado lo no pedido tiene mayor masa que lo que corresponde a información deseada y terminaré por no reconocerme y darme de baja.
Pero bueno, este es el triste sino, de los sistemas de la red la caducidad la fugacidad.
Y si además las páginas web que visito tienen en su composición boyas o marcadores que le preguntan a mi navegador si estoy conectado a feisbu para luego publicar en el lateral de la página anuncios relativos a mis buscas en distintos motores Google por ejemplo, resulta que la red termina siendo un palacio de los espejos, ya saben, una de esas atracciones de feria, en las cuales, el visitante va percibiendo una imagen deformada de sí mismo hasta que pasado un rato huye hacia la realidad mas estable huye hacia su real irrealidad, porque ya no es un palacio de espejos lo que percibe, es una pura diarrea mental mas propia de una ingesta de alucinógenos que de lo que su cerebro considera realidad.

jueves, 14 de enero de 2016

El rapaciño de la Bescansa.

Carolina Bescansa

Estos días ha tenido protagonismo la imagen de la señora Bescansa Doña Carolina por mas señas con su churumbel en El Congreso.
Como un coro de la claque han aparecido mis amigas feminoides ensalzando la proeza. Y es que la estupidez no tiene ni límite ni precio.
Muchos muchas han loado el gesto como una afirmación de personalidad, maternidad y reivindicación femenina.
Es eso mujeres y hombres iguales ante el trabajo la ley y el derecho, y me serviré de eso de ese deseo de igualdad para demostrar lo mentecato y majadero del acto de Doña Carolina (ilustrísima señora por cierto) porque veamos ¿se imaginan ustedes? A D. Mariano Rajoy, a Don Pedro Sánchez o al muy ilustre Don Pablo Iglesias acudiendo al congreso; como quien va a misa de infantes. y cambiando el dodotis de su rorro en el escaño.
Seguro que todos los progres gritaban... Seguro que loa aullidos eran perceptibles en Leganés. Pues lo que ha hecho la excelentísima Señora Bescansa está está en el mismo rango de despropósitos.

martes, 12 de enero de 2016

He adquirido un libro..


Siguiendo los pasos de Blanca (Africa Jiménez) he adquirido un libro, no creo que pueda decir que lo he comprado, comprar tiene una connotación de tráfico. De valor y precio pero este no, es un libro pobre, que no es lo mismo que un pobre libro.
Permanecía en un anaquel con sus compañeros de pobrerío.
Un cartel de que igual podría haber garrapateado un indigente pedía depositar un euro en la alcancía firmemente atornillada al mueble.
Nada más un euro y podrás disfrutar de un premio planeta de aquellos que hablaban de la guerra civil...

Es un libro pobre y como es pobre es indecente, desvergonzado, sin inhibiciones.
Enseña sus intimidades sin recato, hace pública su historia individual. Habla de un COU de los 80.

Cuenta historias de Yxxx Mxxx:
de Rosa-Roberto-Rosa, el triangulo imposible de un binomio.
Contiene la esencia de un apunte y la traducción acelerada, corsari =pirata y alguna nota sobre Salvat Papasseit, en la que parece haber dedicado el libro a una enfermera.

Sorprende encontrar gran número de comentarios sobre el autor y su obra, algunos oficiales, de esos que suenan a bote salvavidas, a cosa de consejería de cultura, para cubrir el erial de la literatura catalana. No se si es impresión mía, pura subjetividad, pero mientras no tengo ningún problema en nombrar autores de los siglos XIX y el primer tercio del XX nativos de cualquier otra zona de España, aquí me cuesta. Y es curioso si existen artistas plásticos arquitectos, escultores, pintores... da la sensación que el benestant català no usava biblioteques.

Os dejo seguiré urgando las notas que margen del libro ofrece sin pudor, y dejaré una manda testamentaria para que mis libros se incineren conmigo. Tengo miedo de que cuando yo no sea caigan en manos de algún desaprensivo algún voyeurista como yo ahora mismo.

miércoles, 6 de enero de 2016

Ombligos y...


Oigo gritos en la escalera y salgo a ver que sucede. El vecino, mi vecino de arriba, tiene sujeto contra un rincón de la escalera a un individuo de rasgos morunos.
Como es natural me pongo de su parte, y le pregunto si quiere que llame a los mozos o a la guardia urbana. Todo parece indicar, que se trata de un pequeño delincuente al que ha pillado con las manos en la masa.
Por eso me sorprende su respuesta: No no, ni a la guardia urbana ni a la policía. El que tiene que venir es el rey el rey mismo. ¡¿?! ¡El rey? Pregunto... si el rey Gaspar o el negro el que sea... Entonces me doy cuenta que el individuo al que tiene retenido, viste turbante y chilaba, chinelas o pantuflas mas propias de un personaje de opereta.

¡Pero a ver que ha sucedido? Pregunto, pues ya lo ves me contesta el vecino este individuo que es un irresponsable, un inconsciente y un sinvergüenza. Ante mi gesto de extrañeza el vecino continúa, mire usted mire (el vecino siempre gasta el usted con prosopopeya) mientras se levanta la camiseta, yo había pedido a los reyes que me trajesen un ombligo nuevo. Necesito practicar la onfaloscopia, (La onfaloscopia es la técnica de meditación propia de los monjes griegos del monte Athos entre otros consistente en meditar mirándose el ombligo) y mira va este individuo y me deja un ombligo de segunda mano dice señalando melico. Lo ves este es un ombligo de político imagina si ha pertenecido antes a Artur Mas o al mismísimo Mariano Rajoy a ver como voy a meditar yo con esta mierda...
Tiene razón pienso, ¿pero no será mas urgente acudir a un cirujano plástico qué extirpe tan fea cicatriz? O por lo menos que lo haga más estético...

Mi vecino parece confundido, y al final decide ir el mismo a urgencias y pedir que le traten de una mas que probable onfalitis (infección en el ombligo) cuando aparece el rey Gaspar y dice: Cierto ese es un ombligo de recuperación, y tengo que mantener el anonimato del donante pero puedo garantizar que nunca nuestros ombligos han producido rechazo, onfalitis, ni inflamaciones colaterales del ego...
Y entonces yo suelto una ruidosa carcajada y me despierto, me voy a mirar mi ombligo en el espejo no sea cosa que...
Hasta luego.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Steve Jobs y Don Nicanor


Para reflexionar.
Ayer vi por TV una ficción biográfica de la vida de Steve Jobs. Digo ficción, porque según me cuentan hoy, no todos los logros que se le atribuyen son propios. En realidad en algunos casos se limitó a unir ideas de otras compañías.
Y subrayo compañías, porque sus logros que se presentan como personales no lo eran tanto.
Yo que siempre he sido “un zurdo de derechas” sigo analizando la sociedad que produce fenómenos como Jobs, y su contexto.
Mis amigos de Podemos o los de -la cosa en común- por no hablar de los del CUP procuran dar una imagen de anti, sistema, capital, iglesia, estado, y se equivocan. Porque ser anti requiere crear una sociedad de la nada o lo que sería peor romper la sociedad -por quebrarle el esqueleto y los tendones-.

Yo no estoy de acuerdo con la sociedad Capitalista, Pero tampoco lo estoy con una sociedad empresarial, porque hay veces, pocas, en que empresa no es capital financiero.

Mi amigo el zurdo zurdo, pide que me explique y lo hago:
Una sociedad con predominancia capitalista sería aquella en que la felicidad de un ciudadano y su autosatisfacción es llevar en la muñeca un reloj de 18.000 € o más.
Lo explico un reloj suizo ensamblado a mano, o un turismo de idéntica factura.
Porque lo que representa es la cantidad de sumisos que han colaborado en el nacimiento de esa pieza y que bien mirado no es otra cosa que un reloj y un turismo.
Algo de lo que se puede encontrar equivalencia, por mucho menos dinero. Pero eso si uno no puede ufanarse de llevar en la muñeca un Rolex o conducir un... y haber pagado diez veces más por él de lo que es razonable.
De allí la irracionalidad de la escudería de Pujol Jr. porque lo único que dice es la cantidad de siervos que ha empleado para disfrutar de esto.
Eso es el capital, y si es malo, los productos de Jobs no están tan lejos, porque en la sociedad industrial y tecnológica, el mismo ciudadano feliz es que que lleva en el bolsillo un móvil siseñor/mandeusted; que también se caracteriza por haber pagado por ello, diez veces más de lo razonable. Y lo que es peor, si el reloj o el coche modifican las pautas conductuales del propietario. Terminando este por ser el siervo del gadget. Voy a... no llevo el coche o el reloj caro.

Es más terrible la sumisión que impone el juguete de Steve Jobs, que obliga al propietario a mantenerse unido a determinadas redes sociales, a jugar a juegos y depender de una recarga de batería para ser alguien.
Si el premio del capital es un reloj de oro, algo con lo que se pagaban las bodas de oro en la empresa, como regalo al ego. El juguete tecno es una prótesis de un hombre preso, herramienta y jaula al mismo tiempo.
 
Y ahora amigo zurdo zurdo, para ilusionar a la sociedad debéis inventar vuestro gadget. Aunque solo sea un Don Nicanor tocando el tambor. Y en hablando de nicanores yo me quedo con los de El Boñar eso son nicanores y que viva León.