sábado, 7 de mayo de 2016

Los nuevos piratas


La caraba, la desvergüenza y el morro.
Generalmente los móviles los entregan “capaos” es decir con muchas de sus capacidades bloqueadas. Los Amos de la Red ¡Qué San Antón los mantenga en su piara! Intentan no solo atiborrarte de su publicidad sino que para ello vigilan toda la información que pasa por TU máquina. Conducta de inverecunda desfachatez, entre los colocadores de aplicaciones esta Google que desearía el monopolio y otros tan peligrosos como el gigante de Mountain View, California. La cuestión es que en esta guerra por la posesión de datos el último mono es el pobre usuario que mete en su bolsillo un caballo de Troya disfrazado de móvil.
Google “vende” su género de pacotilla como nosotros mercadeamos con el indio de América cristalitos a cambio de oro.
Pero el colmo de la desfachatez no es que cualquier aplicación tenga derechos a husmear mi vida, lo peor en esta carrera de abusos es que hay una versión de gorrino asilvestrado llamado Updtodown con sede en Málaga pásmate que al instalarse te avisa que se toma el permiso para hacer fotos con tu cam, usar tus correos y vigilar tu vida como si fuese tu ángel custodio.
Leche, leche, y me quejaba yo de los americanos y tenemos en Malaka, cartaginesa y fenicia en sus orígenes, un emporio del abuso en el acceso a la información privada.
Hay que jorobarse.

jueves, 21 de abril de 2016

Benachupar


Con el tiempo, Benachupar se hizo con todos los resortes del partido. Cuando presidía la corriente interna de los casiquesíes, o rama posibilista, nadie hubiera dado un chavo por él.
Pero cada pequeña parcela de poder a la que accedía era utilizada sin escrúpulo para potenciar su nueva rama ideológica.
Los Benachupar (literalmente los hijos del cohecho) fueron a puro sobres, comprando voluntades, lubricando conciencias urdiendo entuertos.
Cuando alcanzaron el zenit ya no quedaba títere con cabeza, la honradez había pedido el exilio y la decencia permanecía oculta en algunos juzgados de tercera fila.
Todo se construía sobre el apaño y el contubernio, al final todo el organismo social había sido invadido, era una infección generalizada, y hasta los anticuerpos llamados a defender la moral y el orden venían con un perfil de corruptela avanzada que terminó por hacer crónico aquel estado de cosas.

domingo, 17 de abril de 2016

B-Travel 2016


Durante los tres últimos días hemos celebrado en Barcelona una feria de viajes y turismo. El turismo es un invento inglés, donde su definición ya aparece en los diccionarios allá por el año 1800. Parece; que todo empezó, con la costumbre de ciertas clases sociales de la pérfida Albión en viajar por placer. Era importante ese matiz, porque generalmente los ingleses siempre viajaban por “negocios” es decir que el interés crematístico se hallaba en cogollo del meollo de la motivación.
Pues bien, parece que a los ingleses, que siempre se vieron desde el continente, como fríos e incultos sajones, como bárbaros, en definitiva como hooligans. Iniciaron la moda de acudir a Italia para ver aquellas obras de arte que no habían podido expoliar. Aquello cuya rapacidad no había podido remover para llevarlo al Museo Británico.
Total que con el paso del tiempo la costumbre se fue consolidando hasta el día de hoy en que el turismo es el movimiento casi errático, de masas ingentes de personas que se desplazan a otros países a visitar remedos de la historia local. Alojarse en apartamentos idénticos en cualquier parte del mundo y sobre todo, desayunar los mismos huevos industriales fabricados por gallinas de origen americano alimentadas con pienso hecho con maíz procedente de Iowa o Nebraska, con un gorrino al que también llaman Bacon como aquel primer barón Verulam, vizconde de Saint Albans Paco Tocino para los turistas Sir Francis Bacon para la historia.

Pero bueno que comienzo a desbarrar, el turismo es hoy un negocio en que millones de ociosos trashuman, zascandilean, a no se donde en busca de no se que.
Solo así se explica que en la feria de Turismo de Barcelona tengan sus stands pueblos del Maresme, y topografías mas catalanas que deu.
Y es que la tentación de inventar, de representar un ficticio, para consumo de ociosos es algo que ocupa las meninges de todo tour-operador.
¿Sabían ustedes que se puede acudir a Alaska Nueva Zelanda, Islandia para hacer rutas en bici?
¿Conocían acaso las excelencias del jamón Catalán? ¡O Aquél pueblo portugués, que se especializa en la producción de jabón con leche de burra? Me dieron una muestra de la que daré cuenta en esta sección si es que su uso me deja un cutis como el de Cleopatra.
Pero aun faltan cosas, uno echa en falta una ruta española de los aeropuertos ful. Una ruta por las cárceles de la corrupción. ¿Imaginan una atracción turística? Consistente en visitar los presidios donde cumplan su condena los corruptos de España. ¡Que pedagógico!
En fin todo será puesto en oferta, hoy hasta los faros, los viejos faros a los que el radar, el sonar y el GPS apagaron hace tiempo y aquellos, pocos, que aun lucen y se manejan por control remoto. Decía que hasta esos se transforman en hotelitos pata turismo selecto.
En fin ¡O tempora o mores! Turistas que aun no han comprendido la esencia de sabiduría con la que Francisco Quevedo cierra su libro Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos.
– Determiné, consultándolo primero con la Grajal, de pasarme a Indias con ella y ver si mudando mundo y tierra mejoraría mi suerte. Y fueme peor, como V. Md. verá en la segunda parte, pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres.

viernes, 1 de abril de 2016

De cuerpo presente


Pongamos que me he muerto, pensad por un momento que ya me ha llegado el día de las alabanzas. Estoy allí, de cuerpo presente, esperando los últimos ensayos del maquillador, al que le ha tocado ponerme bonito para el evento.
Alguien, una mano loca, decide escribir una oración fúnebre y para documentarse entra en mi biografía de Facebook.
No contento con los datos; que de mi, yo he dejado pasar visita la documentación de mis amigos de “Face” poco a poco y gracias a su agudo talento, mi supuesto hagiógrafo reúne una colección de datos y fotos sobre mi vida.
Y este es el caballo de batalla de hoy, bueno el de hoy y el de ayer. Si no exijo rigor en esas aportaciones, resultaría fácil concluir que estuve vinculado, a la ACEC, El Ateneo de Barcelona y/o El Laberinto de Ariadna. Lamentablemente esto no es cierto. Yo no he pertenecido a ninguna de esas asociaciones, y no lo he hecho, consciente de que mi capacidad, discurso literario, creatividad y otras habilidades están muy por debajo de la media de las personas que militan en esos grupos.
A fin de cuentas yo solo soy un versolari un payador, en la primera acepción de la palabra (Dicho de una persona: Que hace una exposición improvisada con el fin de ocultar su ignorancia). Por eso tampoco me gusta que me identifiquen en actividades en las que no participo.
Supongo que ahora ya os queda claro, que estoy hablando de ayer, y mi reacción visceral a verme etiquetado en fotos y actividades que nada tienen que ver conmigo. -Por cierto mi post lo he borrado-. Dos personas, vinieron a defender los valores de Esperanza. ¡¡¿#?!! nunca dije yo nada en contra de esa persona, ni hice ninguna valoración de ella, entre otras cosas porque no la conozco. Simplemente esta persona usó un recurso de Facebook de manera que me pareció incorrecta y molesta, hace un par de semanas se lo hice saber, y me dijo que no volvería a pasar. Pero sucedió, y no solo una vez, así que he tenido que recurrir al ignore como remedio. Eso no significa juicio de valor, ni descalificación hacia ella. Por otra parte me resulta molesto que interrumpan mis lecturas o mi vida con llamadas del tipo a fulanito le gusta una imagen en la que se te ha etiquetado...
Eso es todo.


sábado, 12 de marzo de 2016

Sexo urbano


Hacía tiempo que no se habían visto, fue un cruce casual, una de esas casualidades que se producen en la vida de los urbanitas. Las ciudades, aun a pesar de su propia enfermedad, la megalópolis; están segmentadas en rutas y barrios, y sus habitantes tienen una imagen, un mapa propio que casi siempre es personal.

Luis se hacía estas reflexiones, mientras veía alejarse a Clara, a ella, la conocía desde la juventud, había sido un ligue no consumado, por más que le había insinuado pasar juntos un “finde” en la cama, Clara nunca cedió y a pesar de ello habían tenido una camaradería sólida. Cierto que Clara le había presentado compañeras del partido, que sí estaban por los amores clandestinos; clandestinos para la moral burguesa de la época, para él “un zurdo de derechas”, y para ellas militantes en la penumbra de unas ideologías recién autorizadas, era una forma de ejercer la libertad, su libertad.

Decía, que Luís la vio alejarse, sorprendido aun por la efusión de su saludo, su cuerpo menudo pegado al suyo dando y pidiendo calor, dando calor y pidiendo afecto...

Ella la había susurrado al oído un “me muero” que le resultó erótico en el más amplio sentido. Durante unos días, Luis buscó en la memoria el que creía ser el mapa urbano de Clara, intentaba tener otra vez un tropezón con ella, casi no recordaba de que habían hablado, vagamente recordaba; que a su me muero, había contestado con un afectuoso ¡Toma y yo! Es nuestro camino nacer para morir.

Pasaron dos semanas, tal vez un mes como mucho, cuando el azar o el destino los vino a reunir en otro bus urbano.
Esta vez Clara volvió a pegar el cuerpo al suyo y sin mediar más palabra se puso a darle unos besos diminutos en la boca. Él la dejó hacer, y cuando llegaba a su parada se limitó a besarla bajo el lóbulo de la oreja.
Clara respondió con el abandono corporal que significaba hazme tuya. Se miraron, Luis dijo ¿quieres? ella contestó, ven.

Bajaron del auto-bus tres o cuatro paradas más tarde, recorrieron los cien metros escasos que les conducían hacia un bloque de apartamentos, y se entregaron el uno al otro, sin prisa y sin pausa con la meticulosidad del artesano, con la unción del oficiante religioso.

Eran las primeras horas del véspero, cuando se despidieron Luis la miró con una pregunta que no se atrevió a formular, pero lo suficientemente inteligible para que Clara contestase como diciendo: Era una deuda vieja algo que sonaba a escusa, y a pesar de ello no quiso entrar en una disección de significado.

Pasaron días, y otra vez la casualidad o el destino vino a reunirlos, pero esta vez la imagen de Clara era lo suficientemente explícita para no crear equívocos. Cuando Luis vio a Clara bajo los estragos de la quimioterapia ya no le quedó duda, la volvió a abrazar esta vez con todo el calor humano de que fue capaz. No hubo palabras ni sexo. 
revisado 13/3/16