jueves, 20 de junio de 2013

Dejarse en el chino el último chambergo



Hoy tocaba chino. Uf que lata volver a los palillos. Fue mi primera profesora de chino la que me enseño a usarlos.

Recuerdo con que paciencia me comía un bote de garbanzos con palillos, uno a uno.

Así alcancé una soltura razonable, es bueno comprobar que aun se mantiene esa destreza cuando se tiene que enfrentar a un plato de gelatinosas setas.

El restaurante con nombre de peli de Meryl Streep y Robert Redford dirigida por Pollack. Bueno la primera parte la otra es China.  Pues es eso un restaurante chino, con una buena carta de vinos y una cocina fusión. Porque el arroz Cantonés con ibérico es eso cocina fusión.

La decoración es...  es... bueno china o todo lo china que cabe esperar en Barcelona. Ya se sabe aparte de los Fu, o los Fa apellido que llegó aquí en una antigua migración. China en Barcelona tiene una tradición de fingida tradición.

La salsa de ostras que al parecer es chino-californiana, marida perfectamente con unas barquitas de cogollo, en realitat cabdell de Solsona, con langostino y camarón.

Eso si, un camarón, que está entre la larva de mosca y el imago de quisquilla. Algo absolutamente delicioso.

Buen servicio y precio razonable es uno de esos sitios donde se puede disfrutar de China sin alejarse de San Gervasio.

Por lo demás, pocas ostias o mejor dicho ninguna. Ya nos quedan muy pocas razones para ser la ostia, en realidad ninguna. La economía navega, como obra de raiers en aguas bravas.

Y es que es esto sea en el conjunto nacional o en el del principado, las disposiciones son eso almadías, unos troncos más o menos unidos que se impulsan a golpe de percha.
O eso se deduce al oir a Andreu Mas-Colell y sus impuestos, este señor, que cumplirá 69 años el día 30 ha conseguido en pocos años demostrar que, la cosa nostra, nuestra economía es una nave sin timón sin patrón y sin rumbo.  Creo que por eso es la hora de gastarse hasta el último chambergo en orientales delicias.

jueves, 13 de junio de 2013

A trote de borrico

He presentado un relato en Easypromos Premium en Facebook.
está aquí
Para aquellos lectores que no tienen cuenta en Facebook pego aquí la historia.
Aunque esta es la versión larga. La del concurso es esencialmente la misma pero limitada a 300 caracteres.

Salió de Alcalá, al pasitrote de rucio, que a poco se mudó, en el lento ir conque la bestia, solía pasear al reo hasta el tormento. Jumento de verdugo que paseó por las calles ladrones (en referencia al castigo de montar al reo en un borrico y pasearlo por el pueblo con las espaldas desnudas mientras el verdugo o uno de sus ayudantes le medían la espalda a latigazos) y hasta obispas. (penados del Santo Oficio que eran paseados con sambenito y capirote)

Uno estudiante que hacía el camino hacia La Universidad, que tenía pinta de ser uno de aquellos fámulos; que acompañaban al señorito como servidores, a cambio de cama mesa y estudios. Y al que no le deberían ser desconocidas las andaduras del borrico le dijo:

-Buen asno usa, el licenciado.

Martín con ironía alegó. Estudié los dos derechos en la universidad. La mejor lección que aprendí dice:

Proceda el juez, a paso lento de jumento, asegurando las pruebas contra el reo.

-Eso, contestó el estudiante, proceda con calma señoría y dele al verdugo alazán, para que los azotes duren menos. Que con justicia lenta y castigo corto, mejorarán los asuntos de este reino.