martes, 24 de septiembre de 2013

Buscando mis raíces



Han sido unos días por tierras del "Mestro" Gusta ver aquellos lugares que José refleja en su Cuaderno Gris. Aunque todo el pueblo catalán fuera analfabeto. Hay días que uno llegaría a creerlo con poco esfuerzo. Bastaría la presencia de Pla para redimirlo.

He ido a Pals en busca de aquel "arroz amargo" nada que ver con la peli porque aquí al pueblo lo cortejan con cadenas mientras esquilman sus derechos.

Pues eso el Padre de Pla perdió parte de su patrimonio en el cultivo de arroz, y José sin la ayuda de casa se tiró a escribir, como Dios, como los ángeles, Pla es poeta en prosa y el Ampurdán un libro, donde Pla lee las hojas de la vida.

Una vuelta por Figueras en busca de la casa de la abuela, cuya madre, cosas de la vida, había nacido en El Poplenou, cierro el círculo.

Era el jueves de la semana pasada, cuando yo que paseaba entre las tumbas del Cementerio del Poplenou, noté, que allí están, los osarios, ordenados por años, de los muchos fallecidos en Barcelona. También por pestes y epidemias, por ejemplo la fiebre amarilla del 1821.
Imagina, sin saberlo paseando sobre los huesos de mis ancestros.  Un cementerio romántico donde la muerte se hace o pretende hacerse arte. Como llegaron allí aquellos cuerpos tal vez en "El Matiner" coche fúnebre colectivo que se contrataba en el ayuntamiento  seis reales. No creo que ninguno gozase de un entierro de seis duros.

En fin un paseo por la vida y la muerte, un restaurante con fideua, plato importado, con una buen Mar y Montaña (media langosta con un cuarto de pollo) en fin las anchoas de la Escala y arroz ampurdanés aprovechando los primeros robellones (congelados) a ver si mañana llueve...

viernes, 6 de septiembre de 2013

Barcelona Quien te ha visto y quien te ve



Estaba apurando mi café, cuando hizo su entrada un personaje que por la forma de moverse y el pequeño coro de aduladores que arrastraba marcaba a las claras una cierta posición social. No tuve que esperar mucho para enterarme, que el prócer, era un jurisconsulto con peso específico propio en la Real Audiencia. El coro un grupo de leguleyos clientes y afectados que deseaban recibir de su señoría la indicación clara de como se desarrollaban sus causas.

Entre ellos estaba el que me dijeron ser Santasusana, corredor y agente inmobiliario, del que los lectores del blog, ya conocen algo por lo tratado con Pep Callís a la salida del banco.

En un momento, en el que el movimiento natural de la marea de clientes, me aproximó al agente, aproveché para presentarme, enseñando la tarjeta que me había dado El Pep.

¡Ah si!   El Pep es un corredor d'orella, que algunas veces trabaja para mí.

<El corredor de oreja era un hombre que recorría calles y mentideros de la ciudad tomando nota de las necesidades de unos y las ofertas de otros, esperando alcanzar una comisión por el cierre de un negocio>.

Por lo visto era común hacerse pasar por colaborador íntimo de determinados comerciantes para hacerse valer ante la posible clientela.  A mi me sorprendió un poco la distancia con lo trataba su principal. Más si cabe, porque el supuestamente representado me ofreciera su servicios en directo, supongo que ante mi cara de sorpresa Santasusana precisó:

-Mire señor no se que le ha contado Jaime, el es un hombre capaz de ofrecerle todo lo que usted necesite para sus negocios y hasta aquello que no necesitará jamás. Si lo que usted necesita es un residencia en alquiler o compra no dude en hacerme una visita...-

Quedé algo sorprendido, más tarde he pensado, que el agente quería desvincularse ante mis ojos de cualquier corruptela en torno al cuitado vendedor, que  conocí a mi salida del Banco de Barcelona aquel que parecían quemarle sus propiedades.

Así que el Pep Callís era corredor d'orella, probablemente zurupeto, que extendía su actividad a los inmuebles o cualquier otra cosa necesaria en comercio. Así se ganaba la vida, quien le iba a decir que cien años después, y en la misma Barcelona ese sería el negocio inicial con el que un emprendedor tenaz y avispado crearía de una de las empresas más grandes de España.

En aquel momento se acercó a nosotros, un caballero de edad madura que saludó al agente inmobiliario con un gesto que solicitaba un aparte.

Como yo no tenía nada más que tratar ya me retiraba, cuando el agente, me tomó por el brazo y me empujó hacia el que esperaba.  Mire Le presento al Señor d`Hond agente consular de Bélgica en Barcelona. El señor Martí; sentí que me presentaban. Iba a protestar por mi cambio de nombre, cuando una mano tomó la mía. Y un acento nasal encantado señor Martí. Martínez, Martínez subrayé. Ah si Martínez dijo el agente. Comprendí que era una escusa para no entrar en detalles con el señor d`Hont. Este, inició una queja sobre el estado en que se hallaba lo que tendría que ser su sede consular y a un retraso en el cierre de la negociación.

El agente, prometió que estaría solucionado el próximo martes, y se zafó. Por un momento nos quedamos solos mirándonos sin nada que decir.

Por cortesía le pregunte al señor d`Hond si llevaba mucho tiempo en España.

Lo que era una pregunta de cumplido vino a iniciar una de las conversaciones más interesantes de las que he tenido.

d`Hond se aseguró de mi nacionalidad cuando comprendió que yo no era catalán y casi ni español, por haber nacido en las colonias se sintió algo más relajado y dijo:

- Ah entonces somos casi colegas yo represento a mi país como agente de negocios y usted representa un grupo de colonos perdón criollos que desea comerciar con Europa. Yo subrayé si criollos, había que tener en cuenta que el criollo, español nacido al otro lado del mar tenía para los europeos la connotación de la doble cultura. Por un parte conocía las nuevas formas de política nacidas a la sombra de los Estados Unidos con sus conceptos de libertad por otro se le suponía que sabía entender la complejidad de la cultura del viejo continente.

Inmediatamente me preguntó si estaba interesado en traficar con Bélgica y se ofreció para darme cartas de presentación para varios grupos industriales de su país.     

 - ¿Y que le parece a usted este país pregunté?

- Mire usted el catalán es un pueblo práctico, como comerciante intenta sacar ventaja de cada operación. Eso quiere decir que no es un pueblo muy reflexivo. Mediterráneo a fin de cuentas meridional en lo grande y griego en el concepto de la hibris.

- ¿Quiere usted decir?

- ¿Qué quiere que le explique?

- Entiendo la hibris ¿pero podría usted aclararme como es la hibris catalana?

- ¡Si! Naturalmente, pero antes le hare una reflexión usted no es oriundo de Cataluña ¿verdad?

- No, no lo soy

- Yo tampoco, tengo ninguna ancestro mediterráneo.  Mire usted en sus palabras está la prueba de lo que afirmo. Llevo entre los españoles bastantes años y será la primera vez que un catalán responda a una afirmación mía con una pregunta. Bueno también yo le he contestado a su pregunta con otra. Esto para mí es la prueba que tanto mi cerebro como el suyo andan en estos momentos construyendo un escenario para nuestro diálogo.

Cierto yo aprecio mis circunstancias ya sabe mi percepción de la realidad e intento imaginar las suyas.

Correcto esto no pasa con la mayoría de las gentes de este pueblo. Aceptan una posición suya y no son capaces de plantearse cual es la última razón que le lleva a usted a decir o enunciar eso. Allí entra la hibris la pasión, un desprecio temerario a las razones del otro. Pueden dar su vida por su verdad por más que a cualquier observador esa verdad la parecería incierta.

- Mire usted, el pueblo andaluz por ejemplo, es mucho más filósofo que el catalán, vive la vida con una referencia permanente a lo absoluto. Y con un cierto estoicismo en la sangre, son Sénecas por cuestión de nacionalidad,  por contra el catalán solo mira los tramos de realidad que le son útiles. 

- Si entiendo, se refiere usted también a la hibris como querer más que la parte que le fue asignada en la división del destino. La desmesura designa el hecho de desear más que la justa medida que el destino asigna. El castigo es la némesis, el castigo de los dioses, es volver locos a los que quieren perder.

- Eso exactamente, veo que nos entendemos, la locura catalana la bogeria como creo que lo llaman aquí consiste en ese creerse el ombligo del mundo y la verdad eterna. Esta nación fue infiel a Felipe V, pero no lo fue por el total de sus dirigentes había quien por esos mismos u otros motivos no quería al sucesor austriaco. Sin embargo fueron tachados de traidores porque Cataluña ( es decir una parte de su oligarquía) se considero depositaria de los intereses de la raza. Lo mismo sucedió en la guerra del Francés, los afrancesados eran malos españoles y peores catalanes... Hombre no voy a justificar la toma de una nación por las armas, y menos siendo belga, pero a diferencia de España los belgas hemos sabido incorporar a nuestra nación los avances legales de la revolución francesa y el imperio. En cambio aquí...

- Ya se refiere usted a que en Cataluña se tiende a ser más absolutista que el propio FernandoVII.

- Si esa es su hibris, y en ella su castigo, la locura de creerse sus incertidumbres los ha llevado a un confrontamiento civil entre ellos mismos y con otras comunidades que dura ya varios siglos. Eso les produce un retraso económico y moral extremo.

- Hombre usted exagera.

- No, no lo hago tanto. El crecimiento de regiones como Lieja hoy en Bélgica que con menos tradición fabril asoman al mundo de la revolución industrial alcanzando e igualando a Inglaterra en muchos aspectos es la prueba de lo que digo.

-¿Quiere decir usted qué?  Si se aquí se dejasen de pamplinas políticas crecerían más deprisa.

- Exacto. Barcelona y su industria llevan un retraso de años con respecto a otros países europeos. Podrían liderar en muchas cosas pero la hibris la locura de creerse únicos los lleva al fracaso y el marasmo.

- ¿Entonces su misión en Barcelona?

- La de todo cónsul, favorecer los negocios de mi país, vigilar discretamente la competencia que puedan hacernos e intentar colocar nuestros excedentes industriales y tecnológicos aquí.

- Ya; que sea una industria técnicamente subsidiaria.

- Usted lo dice.

Bueno de momento le llevan ventaja los Ingleses, la mitad del capital del tren Barcelona Mataró es inglés, lo que significa ser subsidiarios de material y técnicas.

-Amigo no subestime usted a los belgas, ya verá ya...

Podría haber insinuado la situación de las aguas en la ciudad y el hecho de que en el último gobierno de la monarquía, se diese un monopolio de suministros de agua a una empresa que se crearía en Lieja. Pero como le explico yo al cónsul, que vengo del futuro, seguro que no me cree y piensa que soy un agente de Espartero. Así que decidí preguntar ¿ Y todas estas observaciones de donde la saca usted? Será información reservada.

- Ah no, puede usted acceder  a la guía se Manuel Saurí y José Matas. Verá la afición desmesurada de Barcelona y los barceloneses en comparar su fuentes públicas con las de otras capitales europeas. No le dirán que en cuanto a agua corriente en domicilios Barcelona lleva un retaso de más de un cuarto de siglo con esas capitales. Compararán muy ufanos que Cataluña es decir Barcelona tuvo gremios (con estatutos) de muchos oficios antes que por ejemplo los tuviera París. Pero no ponen en tela de juicio si hoy un gremio tiene algún sentido. Es más si algún gremio como limitador de la competencia la ha tenido alguna vez. Ya ve es la hibris que les hace enorgullecerse de aquello que los ha encadenado a su pasado.

Por cierto ¿ha visto usted un servicio de recogida de basuras, y en ellas incluyo el estiércol de las caballerías que son la principal fuerza motriz en el transporte? Esos son problemas de higiene ambiental que en Europa llevan años resueltos.

<Cierto aquí la limpieza de las calles de Barcelona, se sistematizó solo en 1888 cuando aparecieron de forma regular brigadas de payeses que recogían el estiércol y otras inmundicias para usarlo de abono...>

En fin somos así.       

martes, 3 de septiembre de 2013

Otras imágenes de Barcelona y su sociedad. El XIX es un siglo clave. Juzga tu.



He llegado hasta la Lonja, no he sabido encontrar entre los planes de estudio aquellos que sus escuelas ofrecen, que asignatura o asignaturas movieron a Antonio Claret, -años después Antonio María Claret-  y posteriormente santificado por su iglesia. Es importante reconocer que La Junta de Comercio tenía sus escuelas donde se enseñaba lo que la Universidad no tenía.

Sé, que bajó de su Sallent natal a estudiar en la escuela de La Lonja quería aprender lo necesario, para mejorar su desempeño como fabricante y mercader textil. Se nos antoja hoy heroico, mandar fardos de materia prima a Sallent y volverlos a bajar al mercado con los transportes de su tiempo. Aunque la explotación de potasa, seguramente para la fabricación de pólvoras, era lo suficientemente importante como para que la villa adquiriese valor estratégico y una población estimada de unos 3000 habitantes era un centro fabril importante para la Cataluña de su tiempo.  Por otra parte puede que Juan Claret, su padre, solo pretendiese atender el mercado local. Parece además, que Antonio, no llegó directo a Barcelona y solo lo hizo después de un aprendizaje del oficio de tejedor en Berga (patria de la Bergadana) e Igualada.

Tampoco he podido averiguar si detrás de la carrera de Antonio, estaba la sombra de su paisano, Fèlix Torres i Amat de Palou.

Vicario general de Barcelona. En 1816 ingreso a l'Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona, donde participó en la Biblioteca d'Escriptors Catalans, por lo cual se le considera entre los precursores de la Renaixença.

Durante el Trienio Liberal fue miembro de la junta de gobierno de Barcelona en 1820 y de la de Censura. También en este año colaboraba en el Periódico Universal de Ciencias, Literatura y Artes (Barcelona, 1821)

Ya me parece aun una hazaña llegar de Sallent a Barcelona, según leo en un diario de avisos tiene como comunicación habitual un ordinario con caballerías que sale martes  y viernes desde el Mesón del Pilar  en la calle del Rech.

Claret Debió permanecer en Barcelona entre los años 1824 a 1828. No parece verosímil, que en su estancia aquí no le llegara el olor de Bullanga que emanaba Barcelona, en aquellos tiempos. En ellos un clérigo, al pasar por la calle podía recibir como lo más natural un troncho de col en el rostro o cualquier otra bazofia, al tiempo que era llamado paparra (caparra) parásito y otras lindezas y que tuvo su cenit en las quemas de conventos de 1835.

El fin del trienio, coincide con cronológicamente con el resurgir de un clero feroz. Clero secular y frailuno que reclamaba mano dura con los liberales (ya he hablado en otro sitio de Els  Agraviats o Malcontents) en fin parece ante la falta de datos que la conversión de Don Antonio en San Antonio se deba más a ese espíritu de trepa que anidaba en las clases burguesas que a cualquier otra razón. Un mantener una equidistancia entre el cierto progresismo de Fèlix Torres i Amat de Palou y los curas montaraces que debieron ser primero Agraviats y después Carlistas.

La sociedad catalana y barcelonesa de la época, está formada en su mayor parte, de una burguesía de tocino rancio, no, no me estoy refiriendo a ningún uso gastronómico. Es una referencia directa a los chuetas, aquellos judíos mallorquines que colgaban en la puerta de su casa un trozo de tocino y aun lo comían en público para demostrar su abandono de los usos del judaísmo. Pues bien la sociedad barcelonesa de los pudientes manifestaba sus aficiones sacras con una mano, mientras con la otra se disponía a especular con los bienes desamortizados por Mendizabal. Es decir los curas, curas y el negocio, negocio.
Difícil elección para El Padre Claret, que por cierto por estas fechas (1849) debe estar por Vich fundando su orden.

Por otra parte las clases bajas, aquellas que habían llegado a Barcelona a la llamada de la industria, participaban en la llamada jamancia y otras bullangas. La Jamancia fue un movimiento contra Espartero, que contra lo que dicen no estaba en Barcelona en aquel tiempo. El nombre jamancia (de jamar en caló comer) hacía referencia a que se había reclutado una ejercito de gente llana que usaba blusón comía una vez al día del rancho cuartelero y percibía cinco reales de paga diarios. Algo ofensivo para un trabajador que percibía bastante menos por muchas más horas de trabajo.

Me apetece un café, hay una cafetería frente a la Lonja es un momento para hacer un descanso. 
En esta visita a Barcelona 1849, he podido ver una realidad que escapa a las miradas intencionadas que se le dirigen desde nuestro Siglo XXI al XIX. El 1800 en Barcelona comienza con las tensiones en la familia real. Carlos VI no tiene ejercito, escaso podría mantener 40.000 hombres en todos sus reinos, es decir con las colonias incluidas. No debe tener más allá de una docena de naves y sobre todo después de la derrota en Trafalgar. En 1808 Fernandico se lía contra su padre y encabeza el motín de Aranjuez o por lo menos eso parece, intentando así deponer a Carlos IV.
Por otra parte hay ya una intelectualidad que viene de siglo anterior ilustrada constitucionalista y alguna a la imitación francesa republicana.
Nos invade Napoleón, tenemos unas cortes de Cádiz con una buena presencia catalana. Vuelve Fernandico lo más tonto en el gobierno hasta la llegada de Zp. Primero dice que si que constitución de Cadiz, luego el poco ejercito que podía enviar a sujetar las colonias -donde los criollos se sienten nación- se revela en Gibraleón, y con Riego se da paso a un trienio liberal.

Los carcas, se llevan las manos a la cabeza, alguien dice al rey que es señor absoluto y Riego va a la horca. Con él, aunque menos conocidos o menos señalados cuelgan en Manresa y las cercanías de La Ciudadela unos patriotas que ya no mueren por Cataluña como podían creer los defensores que lucharon contra Felipe V. Mueren por una nueva forma de gobierno. También es cierto, que muchos salen para el exilio y regresarán a la muerte del Rey Felón.

Tenemos un clero intelectual contemporizador con el progreso al que pertenece Fèlix Torres i Amat de Palou. Traductor de la Biblia al castellano por petición de los dos últimos reyes. Mal visto en Roma tanto que es vetado para obispo de Barcelona. Sabio, al que los protestantes le piden que traduzca su biblia (la protestante) al Catalán, algo que no se puede hacer por el deterioro de la lengua y la falta de una gramática.
En frente de él está el clero más carca, intermedio con un aire clásico de caridad a los pobres el Padre Claret. Que no escatimará esfuerzos en su posición para defender el textil catalán y desde su arzobispado de Cuba los intereses (negreros) de los indianos.
En tanto los primeros brotes de descontento social comienzan bajo la forma de Bullangas movimientos larvados de intención republicana popular.

Esto en el marco de una ciudad empobrecida, bombardeada y  bajo la presión de la revolución industrial. Todas estas cosas que veo y pienso en lo sencillo que lo quieren los políticos actuales. De la misma manera que la historia que se estudiaba durante el franquismo terminaba con toda falsedad en el fin de la guerra de la independencia. Ahora los nacionalistos, incapaces de asumir el papel y  la culpa de sus mayores, quieren que termine en el 1714 y por si fuera poco, con un cuento tan falso como Rafael de Casanova envuelto en la señera.

Mal muy mal, el pueblo que no conoce su historia está obligado a repetirla. El pueblo que no conoce a sus cuentistas volverá a tragarse sus mentiras.

Voy a apurar mi café, estoy en un café llamado de Las Siete Puertas por un lado da a La Lonja por otro al edificio de aduanas (Nosotros lo conocimos como gobierno civil) y es que Barcelona y el principado ha vaciado conventos para llenarlos de funcionarios...

Es el lema es la "jamancia"  unos cuantos a comer bien del esfuerzo de muchos.
El ratio convergente y pujoliano: "Si para hacer un trabajo se necesita una persona, pongamos tres" con el carnet de C I U por supuesto.  Así gastamos y gastamos en eso y fruslerías hasta que no podemos hacer frente a nuestro gasto, ni medicamentos, con niños mal nutridos... solución hagamos una cadena, el pueblo catalán las soporta todas o eso se creen al menos.

Creo que mi pintura, ya va tomando cuerpo, han desfilado por aquí unos nombres. ilustres curas progre liberales, empresarios feudales y políticos de relumbrón que dieron lo mejor de sus cabezas y de sus vidas por Cataluña en España. Es inteligente conservar lo catalán dentro de lo que se ha construido en común. Es ahora donde la mediocridad de nuestros representantes atasca el progreso y las ideas. Es esta casta de ineptos y mangantes a la que hay que barrer. Y en ineptos y mangantes incluyo todo el espectro político actual.

Hasta otra. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

Esta Barcelona vieja y querida...



Otro paseo Barcelona, allá por la mitad del siglo XIX.

He contado como conclusión, y en parte dejando los detalles, como era nuestra ciudad en los finales del siglo XVIII y principios del XIX. Apreciaba una disolución del poder de los gremios, aunque mantenían mucho de su potestad. También y como consecuencia de la ilustración se aprecia una pérdida de competencias directas del poder medieval, El Consejo del Ciento y la Diputación.
Esta segunda, a la que se le dedicará una calle justo por debajo de la dedicada a las Cortes Catalanas (puro eufemismo) tiene su origen en Las Cortes de la Corona de Aragón. Estas reuniones eran congresos de crisis, convocados por la corona, para solventar con sus súbditos problemas puntuales de finanzas. En una de ellas y para dotar a La Corona de recursos se instituyó la Generalitat o Generalidad; que no era otra cosa que un impuesto pagado por los tres estados incluidos los estados generales (el pueblo llano) para atender a las mismas necesidades del pueblo y/o a las de la corona. Esta centralización de impuestos lleva a crear una comisión permanente la Diputación (permanente de las Cortes) que termina por adquirir un cierto poder en la recaudación y aplicación de los impuestos.

El sistema medieval funcionaba por sorteo, es decir una vez elegido el grupo de personas notables se les ponía a desarrollar su función, los cargos se elegían por suerte y para ser ejercidos durante un año.
Esto a los ilustrados del fin del siglo XVIII, no podía menos que parecerles un disparate y tenían razón. Como ya he dicho en otro post, para gobernar era menester una preparación. No se debía dejar en manos de un conseller por muy buena voluntad que se le probase, decisiones económicas que superaban su información y capacidad.

Cuando el otro día explicaba la historia de la calle vigatans, aparecía como un mercachifle inglés, o mejor un agente de la reina Ana había convencido a un grupo de comerciantes de Vich que con la ayuda de los austriacos la posición chachi de los catalanes, era abandonar la sumisión a Felipe V para abrazar la causa del pretendiente austriaco.
Es seguro que ninguno de esos payeses venidos a más ni de los miembros del Consell de Barcelona tenían formación, capacidad ni visión de lo que se jugaban, para meterse en ese atolladero; que nos llevó directamente al 11 de Septiembre de 1714.

Algo que no hubiese sucedido si los vigatanos y secuaces hubieran tenido el mínimo de formación política. En fin no fue así y se trata ahora no de lamentar sino de aprovechar lo bueno que pudo venir de ello.

Era el quinto reinado de un Borbón, cuando la ilustración había llegado a su culmen. La ilustración tenía dos caras el despotismo ilustrado, un teórico gobierno de "tecnócratas" y una forma mixta donde la tecnocracia propone y el pueblo elige. Es la base de nuestras instituciones actuales.
Aunque a nadie de los representantes del pueblo se le suele exigir formación para el gobierno. Así nos luce el pelo. Como ahora, cuando una saga de mangantes ineptos se encaraman al poder y apoyados en una legitimidad histórica mas falsa que un Rolex de tres euros, pretenden convencernos no solo de su inteligencia, sino de la honorabilidad de sus actuaciones.
Es lo que hay, con todo lo bueno y malo al mismo tiempo. A nosotros nos toca defendederos, teniendo en cuenta, que en política suele ser más dañino el tonto que el perverso. El perverso dura poco el tonto puede crear sagas que se perpetúan.

Pues bien había dejado Barcelona en manos de un "gefe político" que era el caldo de todas las salsas y cuya obligación principal era poner al frente de cada organización a los más capaces de ese mismo pueblo.
Una de las primeras ocupaciones de Felipe V fue la sanidad, el 18 de septiembre de 1720 creaba, La junta d Sanidad Suprema del Reino con delegaciones provinciales que tenían competencia y objeto la vigilancia y cuidado de la salud pública.

Se traba de erradicar costumbres nocivas, controlar las farmacias, baños, aguas medicinales y todo lo relativo al ramo de curar. Establecer normas comunes -porque habían demostrado su eficacia en otro sitio-, y velar por la salud de los ciudadanos. En un tiempo en que los microorganismos patógenos eran desconocidos y los contagios algo difícil de explicar no cabe duda que fue un gran avance. Aunque no era nuevo en el Reino de Aragón, las morberías o cuarentenas fueron establecidas por primera vez en Mallorca el año 1471. Barcelona como puerto de mar también tenía disposiciones semejantes para evitar las pestes y epidemias aunque desconociendo la causa y el mecanismo de propagación solo se podía actuar cuando la enfermedad se mostraba con toda su crudeza. La existencia de este ente tuvo una vida cambiante según necesidades y gobiernos. En algún momento también tuvo a su cargo dictar las medidas de higiene de lupanares y mancebías. Veré si puedo entrar en uno. Algo que a semejanza de Isabel de Castilla se había legislado también en La Corona de Aragón.
Pero sorprendentemente el baño no era una opción de higiene, era prescripción médica.



Lo primero necesario para visitar Barcelona es el dinero ya se sabe -Barcelona es bona...- Así que voy a ver si hago valer mis créditos de mercader, en un Banco; bueno en el banco el -Banco de Barcelona- que es un banco de emisión es decir que emite billetes bancarios contra su capital en oro y/o sus posesiones inmobiliarias.

El Banco, es obra de Manuel Girona, un lleidetá mas avispado que el hambre. A los dieciséis años obtuvo la representación de una fábrica de tubo de plomo de Almería, provincia que era rica en ese mineral. Fue una representación muy oportuna. Por aquellos días Barcelona comenzaba a usar el gas para iluminación pública. La cantidad de metros de tubo de plomo que demandaría el mercado. Además aun no se sabía en el año 49, pero en breve nacerá en  Lieja la Compagnie des Eaux de Barcelone; que tendrá la exclusiva del reparto de agua corriente a las casas de la ciudad. También, como no, con tubería de plomo. Creo que muchas de ellas aun se podían ver a mediados del siglo XX.

Bien he entrado en el Banco de Barcelona, presentadas mis credenciales no ha habido problema para abrirme una cuenta de crédito y ofrecerme un grapat de duros para moverme por la urbe. Les he dicho que más adelante vendría para cerrar los tratos con mis proveedores barceloneses, entonces haría valer todos mis derechos de la carta de crédito que traigo.

El banco me ha recomendado tener un domicilio mercantil aquí, eso da idea de solvencia. Un amable señor se ha ofrecido para venderme un despacho de su propiedad, en una magnífica zona de negocios, junto al puerto y cerca de La Lonja. Me ha enseñado toda la documentación del inmueble incluido el registro de hipotecas y su tasa. Algo obligatorio en toda compraventa alquiler o censo sobre cualquier inmueble desde hace cuatro años (1845) deduzco que tiene prisa por quitarse de encima esa propiedad porque el crédito abierto con el banco lo debe estar ahogando. Me lo quito de encima como puedo, agradecido infinito su intención pero le aseguro que aún es pronto para establecer despacho.

Salía junto a él cuitado del banco, cuando nos saludó un señor que se deshacía en reverencias, no pude menos que observar que su presencia era molesta a mi compañero. Me alejé unos pasos, cuando un trotecillo rápido me informó de ser seguido. No habría llegado a la esquina de la plaza con la muralla de mar, (mi intención era tomar por la calle bajo muralla y acercarme a la Lonja). Cuando un inconfundible acento de payes me interpeló en un correcto castellano. Señor, señor perdone; lo he visto junto a Don Hipólito y he pensado que le habría ofrecido a usted su edificio. ¿? No solo quería avisarle que se asegurase de su estado financiero. Parece que intenta vender a toda costa unos inmuebles acosado por las deudas...

Mi cara daba a entender, que me molestaba la intromisión en mis asuntos. Algo debió notar el sujeto que pidiendo perdón y dando excusas se presentó "perdoní" soy el Pep Callís y trabajo para Juan Santasusana con oficina en la Calle Consulado. Solo quería avisarle en evitación de perjuicios futuros; que para cualquier compraventa o alquiler de inmuebles debería contar usted con un corredor de fincas inmuebles y almonedas. ¡Ah ya! muchas gracias. Contesté evitando dar mi nombre y filiación de negocios, que supuse era lo que el Pep deseaba.

Fue Pep el que rompió un silencio un poco embarazoso. Bien si usted necesita alquilar o comprar un inmueble para negocios o residencia no dude en buscarme, a la vez que ponía en mi mano una tarjeta con sus datos comerciales.

¡Ah La Calle Consulado! Donde los encantes, buen sitio para un corredor de almonedas.

Encantar en catalán significa subasta, y hace referencia a la venta por puja abierta de bienes de segunda mano o embargados por la justicia. No pude menos que malpensar... este pájaro trabaja a cuenta de los acreedores del primero que pretenden no quedar más que ellos en la subasta y quedarse con el patrimonio del incauto por un puñado de reales.

Ni por esas se dio por avisado el Pep, prosiguió su melopea de servicios, era como decirlo, como El Barbero de Sevilla "el factótum de la ciudad". Ofrecía, por su cuenta y de Santasusana inmuebles en venta o alquiler, alquileres de muebles y criados para el personal acomodo de los hombres de negocios... también cocheros y coches de caballos. Vamos era un dechado de la hospitalidad de la Ciudad Condal, previo pago claro...

Pensé que un personaje así podía serme útil para mis intereses pensé que entre silencios y medias verdades me ayudaría a conocer mejor el terreno así que decidí aguantarle un poco mas y le dije creo que llevamos la misma dirección si usted va al despacho de Santasusana yo me dirigía a La Casa Lonja, busco información sobre una sociedades de capital por acciones que me gustaría conocer. Esto descolocó al Pep, supuse que un terreno donde no se manipulaban mercancías reales le debía parecer poco lucrativo. Así era, no me prestó más interés. Llegados al despacho del corredor de fincas se despidió no sin antes intentar saber donde me alojaba en Barcelona. Lo hizo bien casi como el que hace un favor, estuve a punto de cometer la torpeza de decirle que me alojaba en la Fonda del Oriente ( si, hoy bajo el nombre de Hotel Oriente sigue prestando sus servicios en el mismo lugar Las Ramblas).

Reaccioné con rapidez y le dije aposentarme en la calle  Trentaclaus calle de meretrices y burdeles y un sitio de mala nota para los barceloneses de elite. La sorpresa le dejó frío y cuando quiso argumentar que ese no era sitio para un caballero rematé diciendo que vivía en casa de una sobrina mía, mujer de mundo, que había terminado por poner una pensión en la citada calle. Con el mayor aplomo que pude le dije haber elegido el sitio por la proximidad de una Casa de Baños, una Barcelona sin agua corriente me producía a mí, muy acostumbrado a la higiene, una intima desazón. Comprendiendo que tenía al Pep entre las cuerdas como se dice en boxeo, rematé; no percibe usted un cierto olor a chotuno entre los menestrales y man-obra de la ciudad y no tan solo entre las clases bajas también...

Eso fue suficiente se despidió con prisas, pero ya me había dejado varios datos que creí interesantes. Por ejemplo si quería conocer al Banquero Girona y sus amigos tendría que hacerme socio del Liceo o el Ateneo (esto no es exacto ya que el Ateneo no se fundó hasta 1860) pero de los dos sitios fue presidente Don Manuel Girona y parecía posible según el Pep aproximarse a la "Crema Catalana" por la participación en estas sociedades. Tanto que Liceo y Burguesía terminaron por asociarse en las mentes anarquistas tanto tanto; que Santiago Salvador  terminó por arrojar dos bombas en su interior pero eso fue el 7/9/1893. Faltaban aún cuarenta y cuatro años para el desatre.

También pude averiguar que el Pep desconocía El Barbero de Sevilla que se había estrenado en 1818, en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona dos años después de su estreno mundial en Roma, lo que dice mucho de la cultura musical de la ciudad (o tal vez solo de los entretenimientos de una determinada casta o clase).

Ahora me dirijo hacia La Lonja deseo ver el sitio donde estudió otro ilustre catalán; que entró, enviado por su padre y para aprender técnicas textiles y comercio. Para terminar comerciando con almas como Arzobispo, fue un santo no lo niego un santo burgués que puso a los de su clase en el cielo.

Pero ya es tarde quédese para mañana...