La
caraba, la desvergüenza y el morro.
Generalmente
los móviles los entregan “capaos” es decir con muchas de sus
capacidades bloqueadas. Los Amos de la Red ¡Qué San Antón los
mantenga en su piara! Intentan no solo atiborrarte de su publicidad
sino que para ello vigilan toda la información que pasa por TU
máquina. Conducta de inverecunda desfachatez, entre los colocadores
de aplicaciones esta Google que desearía el monopolio y otros tan
peligrosos como el gigante de Mountain View, California. La cuestión
es que en esta guerra por la posesión de datos el último mono es el
pobre usuario que mete en su bolsillo un caballo de Troya disfrazado
de móvil.
Google
“vende” su género de pacotilla como nosotros mercadeamos con el
indio de América cristalitos a cambio de oro.
Pero
el colmo de la desfachatez no es que cualquier aplicación tenga
derechos a husmear mi vida, lo peor en esta carrera de abusos es que
hay una versión de gorrino asilvestrado llamado Updtodown con sede
en Málaga pásmate que al instalarse te avisa que se toma el permiso
para hacer fotos con tu cam, usar tus correos y vigilar tu vida como
si fuese tu ángel custodio.
Leche,
leche, y me quejaba yo de los americanos y tenemos en Malaka,
cartaginesa y fenicia en sus orígenes, un emporio del abuso en el
acceso a la información privada.
Hay que jorobarse.
Hay que jorobarse.