Vallbona de las monjas es un sitio
especial.
Decía
antes en Facebook que:
Érase
una vez un valle de tristes tierras, pobre en cultivos, donde el
hambre campaba procaz. Y solo producía anacoretas.
El
príncipe de Aragón y rey Bragueta Ramón Berenguer VI, negoció con
las ordenes militares la cesión de los derechos sucesorios que por
el testamento de Alfonso el Batallador tenían las Ordenes Militares.
Y supongo yo que esos terrenos del bajo Urgel estaban bajo el dominio
de la Corona de Aragón porque Nuestro Rey Pedro I era hijo de Sancho
Ramírez e Isabel de Urgel. Y aunque se divorciaron en el año 1070,
Pedro muere en el territorio aragonés del Valle de Arán en 1104. Y
lo hace dominando las plazas de Culla, Oropesa, Miravet, Montornés y
Castellón de la Plana. Mientras Isabel volvió a casar con Guillermo
Ramón I de Cerdaña del que se desconoce que tuviera algo que ver
con la expansión de condado hacia el sur.
Pues
bien el Príncipe de Aragón Ramón Berenguer ha pasado por ser el
fundador en aquellas tristes tierras, de un cenobio femenino, al que
llegó como primera Abadesa Oria Ramírez procedente del Monasterio
de Santa María de la Caridad de Tulebras (Navarra).
Y
es que en aquellos años Navarra o una gran parte de ella estaba
dentro del los territorios de Corona Aragonesa. -A fin de cuentas la
casa de Aragón tenía raíces navarras-.
Pues bien el trabajo cultural de la Orden del Cister consiguió roturar tierras, aumentar la producción y transformar aquel valle triste y tenebroso en una Vall-Bona.
Pues bien el trabajo cultural de la Orden del Cister consiguió roturar tierras, aumentar la producción y transformar aquel valle triste y tenebroso en una Vall-Bona.
Ahora
ya os queda claro donde me he escondido estas últimas 24 horas de
ausencia en Face. Nada mas ni nada menos que en Vallbona de las
Monjas.
Por
esos andurriales, y otros no tan santos he peregrinado unas horas y e
el momento de dar cumplida historia.
El
Monasterio tiene las dependencias normales de un cenobio, la
austeridad del Cister, y la alegría un poco tontorrona que
proporciona la fe del carbonero.
Es
panteón Real allí descansan los restos de Violante de Hungría
(1275) la que fue segunda mujer de Jaime I, había muerto en el
monasterio de Salas en Huesca.
Esta
reina fue favorecedora del cenobio, tiene frente a ella la tumba de
su hija...
Pero
no no es de muertos de lo que quiero hablar, Violante y Jaime
tuvieron otra hija llamada también Violante que fue la esposa de
Alfonso X El Sabio.
Se dice que Alfonso y su familia habitaron el convento se supone con motivo de alguno de sus viajes. Y es aquí donde quiero soñar con vosotros hay en la iglesia una virgen llamada La Virgen Del Coro obra al parecer de Guillem Seguer de Montblanch pero yo me tomo la licencia de pensar que esa imagen pudo inspirar a Alfonso X alguna de sus Cantigas.
¿Qué
no? ¡Qué Guillem es casi un siglo posterior a Alfonso pues vale y
para que estaré yo hablando de milagros.
Ahora
lo que no me podréis negar es que si en las Cantigas hay referido un
milagro de la Virgen de Salas, el del tahúr que queda mudo por
blasfemo, y recobra el habla por mediación de la Virgen de Salas,
esa noticia le llegó a Alfonso por conducto de su suegra Violante,
que como ya he dicho murió en Salas (Huesca)
Tiene
esta imagen un regusto donostiarra pero no creo que tangan nada que
ver a fin de cuentas solo es el emplazamiento de la imagen. Hay otra virgen de piedra, antaño policromada que debe ser mas antigua también de delicada factura
Impregnados
de medioevo, terminamos comiendo cerca de otra ermita de advocación
mariana en El Grado junto a Barbastro. Una longaniza de la tierra a
la brasa y de aperitivo una ensalada llena de contrastes de la época
de Jaime y Violante. Que bien podían solazarse con una ensalada de
codornices en escabeche.
La
tarde pasó en las ocupaciones mas vulgares, pero al día siguiente
ya lejos de Barbastro pero también en una D.O. Aragonesa Cariñena,
me obsequiaban sin saberlo con la receta medieval de el vinagre
apropiado para aquellos escabeches de caza.
He
traído vinagre de Cariñena al que he de añadirle miel caliente, y
tal vez, solo tal vez, canela clavo o pimienta en la cantidad que
cabe en un pensamiento.
El
vinagre con miel ya reposa en su botella lo de otras especias ya
veremos. Cuando ponga en adobo las codornices os lo cuento.