viernes, 19 de julio de 2013

La Maxi



Esta mañana he visto a Maxi. Maxi, es una compañera de instituto, de los primeros años de instituto. Aquellos tiempos relacionados vagamente con la aparición del vello puberal.

Sigo; decía que esta mañana  he visto a Maxi;  Maximina, ya se sabe cosas de la tradición, le encasquetaron el nombre de su abuela paterna. Un Maximina que tenía algo de romano, de nombre del Lacio.

Bien se nos vale de los hipocorísticos, están para ayudar. De esa forma Maximina quedó en Maxi, Maxi Domínguez.

En realidad fue ella la primera  en verme en saludar.

¡Hey Darío!  Hola eres Maxi... Maxi  Domingas, ¡uf casi se me escapa! Maxi Domínguez. Cuanto tiempo...
Si. Había sido el gracioso de la clase, el que notando el precoz desarrollo de Maxi, se había inventado el mote, cambiando  el apellido. Cierto se decía que a Maxi le habían crecido las tetas antes que las muelas.
Y que tetas. Suficientes para hacer ensoñar todo un 4º de Bachiller, que era como se llamaba entonces, a aquel fatídico curso que conllevaba la odiosa reválida, ese examen que ahora quieren poner otra vez de moda.

Maxi era... no, no era de las chicas altas, más bien recia, con unos pechos notorios para su edad y altura. Me he acercado a ella, le he iniciado un abrazo cálido y tierno, esperando notar en mi pecho, aquellos suyos con los que soñamos una generación de indocumentados. Si, estaban allí eran esos mismos pechos ¡Uf! Esperar cuarenta años para cumplir un deseo de tennager.

Nos hemos quedado mirando, yo pensaba, si es ella, mayor, alguna arruga, las comisuras de los labios, las patas de gallo... pero es ella con sus ojos de siempre, con ese algo entre becerra y miope que le daba aquel aire de ternura inconfundible.  

No podía menos que preguntarme ¿como me habrá reconocido? Yo he aumentado de perímetro. Luzco una calva generosa, orlada de un cerquillo frailuno que el tiempo ha llevado a un gris plata, a un gris sucio. Creo que he cambiado más que ella.


Maxi no era guapa, bueno tampoco fea, era como decirlo. Era una cara ausente de belleza, pero nunca tuvo acné, esos barrillos tan demoledores en la chicas mas chachi del curso.

Hemos guardado silencio unos segundos, cuantos recuerdos, luego a la vez hemos dicho:
Te acuerdas, hemos roto a reír. 
Si claro que recordamos cosas, tantas cosas...

  ¿Oye tienes tiempo para un café como en los viejos tiempos? Había alguna vez y eso ya era al final del bachiller que jugábamos un juego snob de fingirnos adultos. Era antes de entrar a clase de filosofía. Luego los findes, éramos pasotas hippies de salón... de finde.


Uf hoy no, me ha dicho, hoy soy abuela canguro.

¿ Vives aquí?

Si, al manos unos meses al año, los que coinciden con las vacaciones de mis nietos y en los que sus padres aun trabajan.

Ah ya comprendo, yo no tengo nietos.


Mira, vivo en la avenida junto al cruce de Córcega siempre vengo a comprar a este mercado. Miércoles y viernes sobre las diez. Si vienes el próximo miércoles, me las arreglaré para poder tomar un café contigo.


Vale hasta el miércoles, a las diez.

La he visto alejarse con el carro de la compra, la última imagen que conservo era su trasero tan respingón como antaño. Inconscientemente, me he puesto a evocar.


Cuantas cosas, cuanto tiempo, sabes el miércoles creo que no vendré, Maxi tu estas tan bien y yo ya solo soy  una pequeña ruina...

Te recuerdo Maxi Domingas te recuerdo...   

martes, 16 de julio de 2013

Reflexiones en el Aula



Interrumpo por un momento los recuerdos de las vacaciones.
Voy a intercalar este cuento que se me ocurría ayer hablando de finanzas. Luego volvemos a Los Picos de Europa
El viejo profesor paseaba lentamente por el patio. En el los chicos, sus chicos como le gustaba decirles, apuraban sus últimos minutos de recreo. En un rincón un grupito discutía con los ánimos encendidos sobre las nacionalidades europeas. Hablaban de economía con la vehemencia de los pocos años, la irracionalidad que proporciona el hablar por boca de ganso y la necesidad impuesta por una actualidad política.

Dos veces en el curso de su paseo se acercó hasta los que hablaban, le pareció escuchar términos como nación e independencia, también notó que el nivel de la discusión subía de tono por momentos. Se quedó pensando, tendría que dar un aviso en su próxima lección.

Sonó la campana, poco a poco se callaron las voces de la muchachada. En mejor o peor orden fueron volviendo a las aulas. Una vez en ella, D. Juan, el viejo profe, se dirigió a la clase diciendo:

Saben ustedes que la escuela es una preparación para la vida. Saben que mi aspiración siempre ha sido inculcar en ustedes el espíritu de observación, el análisis concienzudo y el proceso de decisión. Cuantas veces les he dicho...

Que el criterio, es la mínima aspiración del educando. Repitieron con él a coro todos los chicos.

Y también que:

El saber razonar (aunque no figure en el programa del ministerio)...

La mínima aspiración del educando volvieron a repetir todos a coro.  Bien, bien. A ver Serra Pujals, Lopez ¿de qué discutían ustedes en el patio hace un rato? ¿Quieren hacer partícipes al resto de sus compañeros ? ¿Usted Pujals que decían?

El aludido se puso de pie un poco sofocado.

- ¿Puede usted hacer un pequeño resumen de su charla?

Hablamos de economía y de Europa. El pito, ... Perdón el Señor Serra hablaba de la posición de Catalunya frente al resto de España y dentro de Europa. 

¿Ya y a que conclusión llegaron?

A ninguna, señor. Solo resaltaba lo importante de la posición geográfica de nuestra nación y lo grande que es su PIB.

Ya, ya... ¿y de que análisis partían ustedes?

Ah del sentir del pueblo de nuestros deseos de independencia.

Bien muy bien, independencia económica y política no está mal.

¿Tiene alguno de ustedes un billete? Se alzaron manos había dos de cinco uno de diez y... Manel el hijo del alcalde que sacó uno de veinte euros.

Manel primero pareció ufano por su billete, luego recordando lo que se decía de su padre y los contratos a dedo del ayuntamiento sintió vergüenza.

Don Juan tomo un billete y les dijo miren por unos momentos este dinero, ¿sabrían decirme de que país proviene?

Silencio. Al final un alumno dijo algo de la clave numérica de los billetes que se podía saber el país de origen por la letra que encabezaba el número del billete. Pero nada más.

Bien ya ven que no se puede distinguir, ¿a ver quien tiene monedas?

Ahora si comenzaron a aparecer euros y céntimos todas, en todas las manos había algo.

¿Bien pueden decirme de donde son esas monedas?

España Grecia Alemania Holanda Francia... se oyeron voces.

Don Juan los acalló. ¿Y ahora qué pueden decir ustedes de esto?

¿Que se les ocurre?

Silencio...
 Al final. Martí levanto la mano.

Si señor Martí que piensa usted.

Jo es que... es que, es que...

Diga diga.
Bueno que dentro de la economía europea, a las naciones solo les está reservada la calderilla.

Grandes risas.

Don Juan esperó unos segundos y remató la reflexión

Cierto yo no lo hubiera expresado mejor. La clave de una economía es la fuerza de su moneda. En Europa el Euro es la moneda común y gracias a esa comunidad es por lo que es fuerte.

Las cuestiones nacionales o nacionalistas  son solo la calderilla del sistema...

Más tarde hablaremos de otro tema relacionado con la identidad nacional con la pequeña identidad nacional antes eso se llamaba patria chica.  

domingo, 14 de julio de 2013

Por las orillas del Sella.




Cierto que no es el río salmonero más importante de Asturias. Vale que es un rio que se deja descender en canoa dando origen a una fiesta popular sentida y divertida.

Pero he pasado unos días junto a él. Es el núcleo del Reyno Astur.  Se visitan en su orilla y aun se puede residir en los conventos otrora palacios de sus reyes.


Yo montañés y pirenaico me siento a mis anchas en este monte bravo pero menos indómito que el de casa. La proximidad del mar le da al clima un punto de suavidad que no posee el correoso tiempo de la Alta Jacetania por ejemplo. Y sin embargo es montaña.


Este año que el verano se retrasaba era un placer pasear a pie por las orillas del Sella junto a Cangas de Onís. Si alguno lo duda no tiene más que mirar la foto de cabecera del blog, una panorámica del Sella entre Cangas y Villanueva.  Idílico y salvaje, pues bien en ese valle hubo una congregación de benedictinos y aun te puedes albergar entre sus piedras venerables su iglesia ya románica y visitar eremitorios monjiles como el de Villamayor (Infiesto) una historia de monjas pecadoras, que es muy sabrosa, porque se ve, detrás del cuento de las monjas pecadoras, el voraz apetito de un obispo que quería a toda costa sus prerrogativas y tierras.


Es curioso lo fácil que resulta tildar a una monja de puta y bruja y lo difícil que se hace dar el mismo trato a una comunidad masculina. Por ejemplo nunca nada se dijo del Conventín (Monasterio de Santa María de Valdediós) que hoy aun funciona como hospedería de peregrinos a Santiago.


Supongo que lo de las monjas, son cosas del inconsciente colectivo que decía Jung. O bueno de lo que por nuestra especial configuración cerebral estamos dispuestos a creer. Seguro que alguna mujer mujer como Lola Gracia enseguida ve los delirios del macho; que no puede ver un grupo de mujeres, sin pensar que son su harén o malas putas...


En fin se entiende mejor la historia cuando se ve medrar a la iglesia junto al poder de los reyes. Porque la creencia en lo transcendente,  ya estaba consolidada entes del cristianismo. Por ejemplo en Cangas se puede ver la Ermita de Santa Cruz en Contranquil la antigüedad que se le atribuye  el 437 y estar edificada sobre un dolmen del 3.000 A.C., del que son originarios los bloques laterales. Fue reedificada por Favila en el 737 para custodiar la Cruz de la Victoria, se cree le sirvió de tumba.


En resumen Fabes Salmón e Historia ¿qué más se puede pedir para unas vacaciones?