viernes, 11 de julio de 2014

Roma V




Era la misma tarde en que habíamos visitado Los Museos Vaticanos. La saturación de arte comienza a producir arcadas.  Síndrome de Florencia o "estrés del viajero". También llamado síndrome de síndrome de Stendhal por ser este escritor francés el primero que lo describió.

La cuestión era curarse en salud, así que esa tarde y pensando que al día siguiente nos tocaba vista a Villa Borghese,  Scipione Borghese Caffarelli fue un cardenal nepote sobrino del Papa Paulo V (Camilo Borghese) y empleó su fortuna y poder para reunir una gran colección de arte.

A la familia Borghese se le puede seguir la pista hasta que emparentaba con Napoléon, luego aun han conservado títulos y patrimonio hasta casi nuestros días.

Pero bueno ya me estoy liando…

Pues que tomamos el metro y vamos a ver la Plaza del Pueblo   (Piazza del Popolo) desde donde arrancaba la Via Flaminia. La idea es volver al hotel caminando por entre calles comerciales de buen sabor romano. Serpentear por la calle del Corso entre los límites de la Via Babuino ante el parque Borghese y el Fiume, el Tiber.

En nuestro camino encontraremos La Plaza de España con las escaleras de la Trinidad del Monte y La embajada Española ante la Santa Sede.  La fontana de Trevi (sin agua y en obras) y terminar el paseo en cuatro fontanas junto a la iglesia ya visitada del San Carlino.

Esto es disfrutar de Roma, como turista y como ciudadano, ya hemos cumplido la parte del rito que obliga al turista a poner cara de bobo, a recorrer los pasos cansinos de otro rebaño que hábilmente pastoreados pos sus guías vienen a decir las mismas perogrulladas después de escuchar las mismas insensateces. ¡Turismo qué gran invento!  Mover millones de ociosos de una parte a otra del globo a contemplar la misma playa, el mismo puente o la misma puesta de sol.

Roma fue en su día la inventora del turismo, a sus foros acudían de todas las partes del imperio. Acudían… o los llevaban. Ir a ser el espectáculo como los vencidos que terminaban sus días en El Coliseo.  Me imagino lo que debió pasar aquel bilbilitano buscando la casa de su paisano Marcial en una urbe que llego a contar según estimaciones entre ochocientos mil y un millón de habitantes.

Eso y su monumentalidad deberían dejar boquiabiertos a los habitantes de provincias. ¿A qué iban a Roma? ¿Luego cuando el cristianismo se hizo patente en el imperio, a los turistas se los llamaba peregrinos, el móvil del viaje eran las indulgencias que se ganaban con en el. La salud del alma y el garantizarse un perdón sobre la culpa de los pecados, y evitar el purgatorio supuso al clero romano una fuente de ingresos importante. Y ya puestos a conceder franquicias, el poder papal comenzó por vender indulgencias algo que le supuso ingresos cuantiosos y un cisma el luterano, Lo cierto es que la argucia de suponer que el rey reinaba por mandato divino, ponía a las coronas de todo el mundo a los pies de la Santa Sede.

Desde la navidad del año 800 en que El Papa corona a Carlomagno hasta , el 11 de frimario de 1804 ( 2 de diciembre)   cuando Napoleón se pone el mismo la corona y corone después a Josefina con un gesto de autocracia que parece poner fin a la potestad papal de ser el conducto de la gracia de Dios que entronizaba a los reyes cristianos son mil años de poder y soberanía papal. Que por cierto en España se prolongan unos años más, así los liberales, los constitucionalistas son llamados aquí enemigos del trono y del altar.  Creo que hasta las monedas de Alfonso XII aún se leía  eso de P. D. G. o era AMDG.

En fin Roma es una villa de contrastes, y tal vez se puede hallar un sujeto de los que la pueblan que sea vademécum de incongruencias. Si allí veo una mujer sola vestida con el rigor de una saudita. Es decir usa abaya y un velo niqab. Tiene un algo que recuerda a una monja pero con rarísima habilidad se va comiendo un helado de tres pisos… Creo que es la fiel imagen de la Roma católica. Mucha imposición, mucha severidad,  junto a una habilidad indecorosa para la gula y quien dice gula en Roma dice todo lo demás.

Encontramos un establecimiento a la antigua los camareros usan frac  es divertido verlos pasar con las bandejas en la mano y los faldones al aire. Tiene un aire chic de otro siglo hay pinturas una carta de pastelería heladería y alcohol. Un alegre aire de decadencia  en que se puede mezclar un Irish coffee y pensar que pueden aparecer los personajes de El Gatopardo. 


Es el Antico Caffe Greco, en realidad data de 1760 solo cuarenta años posterior a Florián de Venecia aunque desconozco si este ha estado abierto permanentemente.

Algo más tarde cuando estábamos cenando en la terraza cubierta de un restaurante de Vía Veneto en realidad Vía Vittorio Veneto sucedío lo que os cuento.

La citada vía, arranca de la Piazza Barberini. ¡No nuestro hotel no estaba allí! Pero la calle evoca aquella Dolce Vita de Fellini  que tanto nos gustó hasta que hicimos de película y Calle de Culto. Pues bien estábamos cenando cuando en la mesa frontera a la nuestra se sentaron un caballero que debía estar por la cincuentena, la que podía ser su mujer y dos muchachitas la que se sentó junto a la madre era una aun una niña, pero la otra sin haber abandonado la edad del teen que dicen los anglosajones era un pedazo de mujer. Lamento que desde mi posición no podía verle la cara, pero al pasar junto a mi mesa no pude menos que notar su piel morena, vestía un pantaloncito corto de color negro, tan reducido que dejaba ver la curva de las nalgas, la parte arriba la cubría con una blusa o camisola, yo que se como se llama eso, también de color negro, lo suficientemente corta como para mostrar una cintura flexible que corona una curva de la cadera púber casi núbil. Un a modo de nesgas en la espalda, o de cortes triangulares que enlazados unos con otros, dejaban contemplar una piel tan sugerente como la de las piernas y la ausencia de sujetador u otro artificio. Lastima que solo pude apreciar su cara una vez y de perfil. Tenía ojos negros y una boca sonrosada capaz de bueno…

Entre ellos hablaban en inglés o italiano de manera indistinta, por lo que les adjudique nacionalidad italoamericana. Esas cosas que tiene nuestro cerebro que adjudica roles más o menos lógicos a toda persona que nos rodea. Casi no pude cenar obsesionado con la espalda y nuca de la chica. Los imaginaba una familia de origen italiano, tal vez por la edad aparente de la madre podría ser hija de algún matrimonio mixto de los que surgieron como consecuencia de la guerra mundial.

La cena transcurrió sin más ansia, terminamos casi al mismo tiempo y cuando ya abandonábamos el local, vi como “La familia” seguía nuestros pasos, me retrasé con la excusa de leer un cartel de la temporada de Ópera en las Termas de Caracalla y otro de conciertos de Música de Cámara en una sala de la Plaza. Por fin pude contemplarla con todo su esplendor  

Para mi sorpresa se encaminaron en nuestra misma dirección. Y al llegar al hotel a nuestro hotel, entraron.  No sé bien como sucedió ni siquiera si se me notaba. Pero por esas cosas de los ascensores de los hoteles al final quedamos un grupo de tres personas para subir. El padre la ninfa y yo. Y estaban alojados en la misma planta. Entonces… entonces pasó… en el silencio del ascensor cuando yo creía que los latidos de mi corazón se iban a poder escuchar.  Ella dijo Mio caro marito siete molto stanchi? Y le besó dulcemente en la boca.

Y todo mi ensueño se derrumbó. Así que el que yo creía su padre…

Comprenderéis que no pueda continuar.  






sábado, 5 de julio de 2014

Economía econo-mías en marcha



Pues si es cierto la economía marcha, se despereza. No lo hace como piensa el gobierno eso es seguro pero se nota una cierta "cubanización" de la economía.

Dicen que a parte de las jineteras,  hay otro deporte cubano, perdón hay otro aporte cubano a la paupérrima economía del sistema que consiste en invitar a comer a un guiri. El juego es sencillo, el guiri pone la pasta para comprar y el cubano aporta el trabajo y unas diez o doce bocas por guiri.

La españolización incluso con ribetes europeos de esa conducta comienza cuando un ciudadano pone su coche al servicio de otros y esto se gestiona mediante una App. El día primero de Julio los taxistas españoles hicieron una huelga protestando por ese según ellos abuso que le priva de una parte de sus ingresos. Nadie como los taxistas para hablar de abusos. Ellos que aparcan y circulan como les da la gana, que lo mismo zarandean a un concejal que mean en la calle, ellos que se saltan a la torera cualquier convención o regla, ellos que se preocupan una tarifa opaca sobre aeropuertos maletas y demás. Se sienten estafados por el hecho de que un ciudadano pueda ser "amable" con nuestros turistas.

Y si la economía marcha, ya son muchos los barceloneses que conozco que alquilan sus viviendas con la función de apartotel. De allí a recibir guiris con habitación mesa y mantel hay un paso. Venga y pruebe la auténtica paella, no un bodrio para microondas, venga usted a ver el milagro económico español como una familia de seis miembros, todos en el paro y sin ayudas, sobrevive con la escuálida pensión de los abuelos. Vea como se hace un arroz Malvige con los donativos de el banco de alimentos.

En fin un turismo distinto, que no debe figurar en los conocimientos de Montoro -que Dios guarde muchos años, pero no en el ministerio-.
Por cierto la picaresca taxistera no solo es española, al pedir un taxi para ir al aeropuerto en mi regreso a Barcelona me ofrecen uno a tarifa fija 19 €. Cuando llegué a la terminal el taxímetro marcaba 12,90 €. a eso había que añadir una tasa de autopista (y el retorno) más los pluses al uso y la comisión del hotel total 20€. Va bueno. Y ahora os dejo mi vecina se va de vacaciones me voy a ofrecer a regarle las plantas, con un poco de suerte, dispondré de su piso durante tres semanas, creo que lo alquilaré por internet y puede que con servicio de chef incluido...  
  

viernes, 4 de julio de 2014

Roma IIII



Es el día de San Pedro de Vaticano.
Es curioso pensar que hay turistas que irán Al Vaticano y no verán Roma y a la inversa visitarán Roma sin mirar El Vaticano.  Usamos transporte público el Metro.  Se puede decir que el metro romano es como el saber veloz y profundo.  Roma solo tiene dos líneas de suburbano, pero dan un sentido de eficiencia que no se ve en otros metros por ejemplo el de Barcelona, además es más barato. En general el transporte urbano es eficiente y un billete 1.5 € da derecho a 100 minutos de viaje en cualquier medio.
Nosotros elegimos el metro por pensar que las estaciones, paradas son mucho más fácil de identificar que el stop de un bus o de un tranvía. El servicio de información del tren avisa de la próxima parada seguida de un uscita lato destro (salida por la derecha del vagón) La mayoría de las veces. Nuestra parada es Ottaviano. Desde allí a la plaza de San Pedro son dos pasos.
Tenemos visita concertada con guía a las 11.30 así que pasearemos un poco por la plaza y entraremos  en la basílica antes de acudir a la entrada de turistas.
En la plaza ya están haciendo su negocio los "tanes" pakistaníes o así venden como ayer agua sombreros y sobre todo en la puerta de los templos pañuelos de seda artificial, yo no comprendía el motivo hasta que accedimos al templo. Primero se pasa un estricto control de metales bolsos y personas son sometidos a un cacheo electrónico. Unos carteles avisan de la necesidad de vestir con decoro y allí es donde entra en juego el pañuelo, este es grande y se puede usar a la manera de un pareo para disimular los pantalones shorts que usan algunas "visitantas" también puede ocultar hombros cuello y canalillo mórbido.
Todo sea por la apariencia. Luego dentro de la basílica, la gente se hace fotos bajo las pilas de agua bendita como se las podía hacer en la fontana de Trevi. Aunque el espectáculo, más sorprendente lo vería yo en otra basílica muy lejana a la de San Pedro. Ante mí un creyente oriental rezaba o meditaba con devoción, mientas su hijo hacía unos ejercicios de tai chi. Todo sucede mientras se concelebra una misa. ¡¿^o^!?
Me encaro con la Pietá de Miguel Ángel que tras una barrera de cristal antibala nos muestra el dolor de la madre con el hijo yacente en el regazo.
Hay altares Cristos y pinturas barrocas, El baldaquino de Bernini, que parece pequeño con sus 29 metros de altura bajo la enorme cúpula. Hay momias de papas, impresiona la del Papa  bueno, Juan XXIII, última en llegar, en el pasillo central del crucero unas losas de mármol reproducen las longitudes respectivas de las catedrales del mundo. San Pedro es la mayor, el clero se satisface con este juego infantil. En lo personal me cuesta encontrar al nazareno bajo tanto oropel. Alguien me aparta con cierta contundencia es un ¿ujier?  que abre paso a un clérigo que va o viene de decir misa.
Desisto de bajar a la tumba de Pedro como de subir a la cúpula eso no creo que entre en lo necesario para ganar la indulgencia de la peregrinación. Hace falta mucha fe para creer en el catolicismo después de tan suntuosas visiones.
Son las diez y decidimos acercarnos a la entrada de los museos vaticanos, las colas ya eran visibles cuando pasamos por la entrada cuando salíamos del metro. Ahora son enormes. Hay dos colas la de los que ya tienen entrada y hora y las de aquellos que no y deben añadir dos horas de cola para acceder la taquilla que da acceso a la cola de entrada. Junto a la puerta se nos informa que no podemos entrar hasta la hora y se nos indica un probable lugar de reunión para los que entraremos con guía.
Hace calor ¿donde esperar? Justo frente a la puerta de los museos pero dentro del estado italiano hay un bar cafetería o tavola calda quien necesitará nada caliente. Decidimos esperar allí.

Un café americano y un plato de fruta cortada sobre hielo, no parece mala opción para un junio con temperaturas de ferragosto.  Y si ayer hablaba bien del expresso italiano hoy me dan la de cal, el plato de frutita y un aguachirris de café americano (lo habíamos pedido)  18 € coooñoooo. Cuando pregunto me aseguran que el café está hecho con agua de la pila bautismal de San Pedro, ole sus pelotas. En fin ya sabéis... en los museos hemos pactado visita completa consta de exposición de la entrada, Capilla Sixtina, Logias, patios y Torreón de los Borja...
Un enjambre de guías, en esa nueva babel, va reuniendo a su grey. Permaneceremos unidos virtualmente unidos con la guía mediante un pequeño receptor de radio. Por cierto también veremos la Radio Vaticana o su antena, que es el lugar desde donde Guillermo Marconi  había hecho las primeras pruebas de T S H.
Lo primero que enseñan son los regalos al papado de diversos artistas. Hay pinturas y esculturas de los últimos cien años que entroncan con las manifestaciones artísticas de los dos milenos aproximados de vida de la institución. Me sorprendió ver una casulla diseñada por Matisse y si no recuerdo mal también hay obras de Miró.
Hago una pregunta indiscreta. ¿Todo lo que se regala a los Papas e expone en el museo o pasa algún tipo de filtro? Artístico quiero decir... No claro hay una comité de los museos vaticanos que dice que se exhibe y que no.
Ah es que había oído no se que de un "San Pedro de Botero" que se había retirado por motivos obvios...
Luego me explicaron la Capilla Sixtina Las Logias y el Torso de Belvedere, nada que mejore los documentales de la Tele ni las explicaciones ya conocidas. Tópicos.
Volvemos a la calle por la Basílica, otra vez la Pietá.
                 

jueves, 3 de julio de 2014

Roma III.



A partir del medio día, después de visitar la colina palatina y otro millón de piedras más, buscamos un sitio para comer. Dejando a un lado que la cocina romana tiene componentes baratos, la restauración en Roma no es cara. Se puede tomar una ensalada Cesar (de pollo) de o caprese (mozarella y tomate)  un segundo por precios que oscilan entre 9 y 18 euros. Precio razonable para una ciudad grande y turística.

Salimos de la primera línea de establecimientos abiertos para turistas, recalamos en La Nuova Piazzetta, sala interior y aire acondicionado. Se agradece el descanso, la comida y el servicio muy correcto. Después de comer un café, otro y casi el tercero. Al café será de arabia recriado en Colombia o vaya usted a saber pero el "expresso" es italiano. Nadie cómo ellos para sacar ese extracto de café. El precio un euro como debe ser. O al menos eso creía yo.


La tarde transcurre agotadoramente tórrida, al pagar en la Tavola Calda (cafetería) el camarero se despide con un "buon caldo" que se desarrolló al pie de la letra. Por cierto que lo de tavola calda literalmente mesa caliente, es cómo los italianos designan a los establecimientos de comidas de la Roma Imperial eran mostradores de ladrillo con huecos donde se mantenían calientes los guisos que se despachaban a los clientes. Podían consumirse dentro del local o bien comprar para llevar.
Visto así la comercialización de alimentos no ha cambiado mucho.



Tarde asfixiante Domus Aurea, Arco de Constantino, Circo Massimo, Termas de Caracalla. Lo que daría yo ahora por un baño...

Por cierto que manía tenían los romanos de poner el baño lejos de casa, me imagino a los pobres ciudadanos perdiendo la limpieza y el fresco al regresar del frigidarium comiendo calor y polvo. Vamos cómo esos turistas a los que les alquilan un primera línea de mar por 200 euros y luego el primera línea son dos kilómetros y pico.

Bueno las termas eran para el pueblo los ricos tenían en sus casas esa comodidad. La mayoría de la termas eran obra de los emperadores y había veces que los patricios y los emperadores concedían baños gratis a la población. Eso me hace pensar en los gladiadores triunfadores, seguro lo hacían "en el olor de multitud" que debía emanar del Coliseo, animales muertos, reos ejecutados, sangre y sudor, carne quemada y 50.000 espectadores sudando desde las bragaduras hasta las encías. En fin inolvidable.

Al final tenemos que retirarnos el calor y la fatiga nos pueden, mañana toca El Vaticano y hay que estar fresco y dispuesto.

¿cómo diablos habrá llegado allí?