lunes, 21 de junio de 2010

Sin orden ni concierto

Hace tiempo descubrí que el camino, no es eso que pintan en los mapas.

El camino es un trasvase de conocimientos entre gentes de distinta calaña.

El camino es el el roce con el polvo de historia,  el sudor y la sandalias.

Así Hércules fue mutado en San Roque y tal vez solo, tal vez se confunde Santiago y Prisciliano.

Por eso, este año, he hecho la ruta portuguesa.  Sin dejar de ver Emérita Augusta. Donde residió Hidacio obispo Dioecesis Hispaniarum, que se las hubo con Prisciliano.

Bueno es andar lo andado con los Heterodoxos  Españoles de Menedez Pidal bajo el Brazo.


Hablando de Mérida, allí quedó Federica, intentando evitar que afrodito termine como hijo adoptivo de Jabugo o algún otro paraíso chacinero.

Es la vida.

Darío

3 comentarios:

Bucan dijo...

Hay que ver lo que hacían los romanos hace ya dos mil años. Técnica, arte y elegancia. Lo que hubieran hecho con la tecnología actual. Estuvieron a un pelo de construir la máquina de vapor. Sabían de su fuerza, y conocían el émbolo y el pistón, que usaban como bombas de achique en las minas. Pero les perdió la esclavitud (entonces universalmente aceptada, sobre todo cuando un país o tribu perdía una guerra): no vieron la necesidad de que la bomba de achique la moviera el vapor cuando tenían montones de esclavos para hacerlo.
Usaron siempre sus primitivas bombas de vapor como diversión y curiosidad. Fue una lástima que no dieran ese salto. O eso creo, que eso nunca se sabe.

diariodario dijo...

Lo que no conocían es la ley de vasos comunicantes y se hincharon a hacer acueductos.
Pero marcan eso sí un hito que durará siglos. Aun perdura, si lo miras bien las civilizaciones se fundamentan en la esclavitud y la guerra. El Islam, El Imperio Español el Inglés y mas tarde el colonialismo industrial y financiero.
Darío

Jesús dijo...

Sin duda la mejor forma de viajar, a pie.