¿Porque Aveiro? Por la
única razón que estaba delante.
Portugal es un país
nación de naciones, como nosotros. Lo es, porque un día sus gentes
decidieron embarcar con rumbos distintos. Circunnavegaron el globo e
hicieron un imperio colonial que duró mas que el nuestro.
Creo que es el sitio de
Europa donde más extranjero me siento. Es curioso en Alemania y los
países sajones me siento meridional, en Italia me identifico con la
forma de ser mediterránea, en lo poco que conozco de África aun
encuentro identidades morunas que laten en la cultura española.
Pero Portugal es otra
cosa, el paisaje que es una prolongación del español me dice estás
en casa. Todo invita y sin embargo... el saber que no hablan español
que incluso los significados de las palabras no son iguales que en
gallego me deja inerme.
Por ejemplo cabeleireiro
es peluquero y cabeleireira su establecimiento, a mi me parece
difícil de pronunciar.
Aveiro tiene para el
paladar visitante dos pilares la sal y el azúcar. La sal porque de
antiguo ha contado con grandes extensiones de salinas donde el agua
del mar va dejando poco a poco sus cristales blancos. Tal vez sea el
refuerzo natural al bacalhau, a la salazón. Dicen que la cocina
portuguesa tiene mil maneras de prepararlo. Yo solo lo he probado de
tres formas asado a la parrilla y en guiso con arroz y gambas.
Las dos primeras las
probé en Oporto en un bar corriente junto al río, un sitio de
oficinistas estudiantes y probablemente parados que acudían a una
oficina de empleo.
El bar tenía dos
servicios el menú y el medio menú. Pensé que era una forma
elegante de soslayar la crisis. Usted pide un medio menú y nosotros
damos por sentado que quiere comer poco, sin pensar que la razón sea
su bolsillo.
Pues no señor la razón
sería otra porque casi nos fue imposible terminar con los dos lomos
de bacalao que nos sirvieron uno con patas al horno y el otro hecho a
la parrilla acompañado de pimientos y otras verduras.
En fin un nuevo
desconcierto. Aveiro tiene una historia monacal, hubo un monasterio
femenino el de Jesús, en que profesó la princesa Juana de Portugal
y Coímbra también conocida por la Princesa Santa.
Si la corona y nobleza
siempre han tenido presente la limosna a la órdenes religiosas en
este caso particular El Convento de Jesús, hoy interesante museo,
tenía el doble incentivo de albergar una princesa que además fue
considerada santa desde su misma muerte (12-05-1490) aunque no fue
canonizada hasta 1693.
Pues bien tratándose de
monjas y azúcar regalo colonial de los reyes solo hacía falta
huevos y trabajo para hacer los ovos moles de Aveiro. Dulce elaborado
a puro batir yemas de huevo y azúcar.
Es distintivo de Aveiro
como lo es su abundante oferta de pescados tanto los que proceden de
la pesca como de la acuicultura, porque en la balsas de las salinas
crían doradas y creo que lubinas. Como final os dejo un escrito que
vi en una camiseta. Creceme grama, o que não tenho são vacas.
Traducible por la hierba ya me crece lo que no tengo son vacas...
a que si ¿a que tienes dudas de lo que quiere decir?
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