Durante
los tres últimos días hemos celebrado en Barcelona una feria de
viajes y turismo. El turismo es un invento inglés, donde su
definición ya aparece en los diccionarios allá por el año 1800.
Parece; que todo empezó, con la costumbre de ciertas clases sociales
de la pérfida Albión en viajar por placer. Era importante ese
matiz, porque generalmente los ingleses siempre viajaban por
“negocios” es decir que el interés crematístico se hallaba en
cogollo del meollo de la motivación.
Pues
bien, parece que a los ingleses, que siempre se vieron desde el
continente, como fríos e incultos sajones, como bárbaros, en
definitiva como hooligans. Iniciaron la moda de acudir a Italia para
ver aquellas obras de arte que no habían podido expoliar. Aquello
cuya rapacidad no había podido remover para llevarlo al Museo
Británico.
Total
que con el paso del tiempo la costumbre se fue consolidando hasta el
día de hoy en que el turismo es el movimiento casi errático, de
masas ingentes de personas que se desplazan a otros países a visitar
remedos de la historia local. Alojarse en apartamentos idénticos en
cualquier parte del mundo y sobre todo, desayunar los mismos huevos
industriales fabricados por gallinas de origen americano alimentadas
con pienso hecho con maíz procedente de Iowa o Nebraska, con un
gorrino al que también llaman Bacon como aquel primer barón
Verulam, vizconde de Saint Albans Paco Tocino para los turistas Sir
Francis Bacon para la historia.
Pero
bueno que comienzo a desbarrar, el turismo es hoy un negocio en que
millones de ociosos trashuman, zascandilean, a no se donde en busca
de no se que.
Solo
así se explica que en la feria de Turismo de Barcelona tengan sus
stands pueblos del Maresme, y topografías mas catalanas que deu.
Y
es que la tentación de inventar, de representar un ficticio, para
consumo de ociosos es algo que ocupa las meninges de todo
tour-operador.
¿Sabían
ustedes que se puede acudir a Alaska Nueva Zelanda, Islandia para
hacer rutas en bici?
¿Conocían
acaso las excelencias del jamón Catalán? ¡O Aquél pueblo
portugués, que se especializa en la producción de jabón con leche
de burra? Me dieron una muestra de la que daré cuenta en esta
sección si es que su uso me deja un cutis como el de Cleopatra.
Pero
aun faltan cosas, uno echa en falta una ruta española de los
aeropuertos ful. Una ruta por las cárceles de la corrupción.
¿Imaginan una atracción turística? Consistente en visitar los
presidios donde cumplan su condena los corruptos de España. ¡Que
pedagógico!
En
fin todo será puesto en oferta, hoy hasta los faros, los viejos
faros a los que el radar, el sonar y el GPS apagaron hace tiempo y
aquellos, pocos, que aun lucen y se manejan por control remoto.
Decía que hasta esos se transforman en hotelitos pata turismo
selecto.
En
fin ¡O tempora o mores! Turistas que aun no han comprendido la
esencia de sabiduría con la que Francisco Quevedo cierra su libro
Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos.
– Determiné,
consultándolo primero con la Grajal, de pasarme a Indias con ella y
ver si mudando mundo y tierra mejoraría mi suerte. Y fueme peor,
como V. Md. verá en la segunda parte, pues nunca mejora su estado
quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres.