domingo, 10 de junio de 2018

Haciendo Iglesias 1º

Interior de la iglesia de San Miguel Tarrasa

Parce ser que fue Constantino quien regaló a la iglesia, al Papa Melquiades, un palacio y/o una basílica que había sido de los Lateranos (Plautii Laterani) una familia de patricios, que perdieron sus propiedades en tiempos de Nerón.

Hoy conocemos el lugar como la Basílica de San Juan de Letrán. Ya tenemos al Papa, representante de Cristo en la tierra, viviendo como un patricio y la referencia del uso de un espacio público romano como el sitio dedicado a celebrar los ritos de la religión cristiana.


¿Pero que ritos? El evangelio es muy parco en la descripción de ceremonias. Podríamos imaginar que el bautismo, la cena, y tal vez, solo tal vez alguna ceremonia de bendición de enfermos como la narrada en Juan 5, 8
 

Quiero decir; que dentro de la forma de obrar romana, que absorbía y latinizaba otros dioses y otros ritos, el cristianismo no quedó excluido. Hubo de crear ese acervo de ritos y gestos algunos provenientes de los judíos, otros de alguna religión contemporánea y otros los terceros mas interesantes para nosotros aquellos que se pueden considerar respuesta diferenciadora voluntaria de otras religiones.


No es el objeto de estos escritos recopilar los ritos. Pero si entra dentro de su ámbito, el enumerar y en lo posible explicar, el origen de algunas de estas cosas que quedaron en nuestra rutina y en la arquitectura.

Siempre he huido de determinadas formas de estudiar que considero academicistas.
No tengo nada que objetar al rigor académico en el estudio. Pero la cuestión que me planteo es muy simple. El hombre; la ciencia del hombre, clasifica por similitudes.
Como ejemplo pensemos en la clasificación de Lineo. Podríamos establecer casi un mapa de coordenadas cartesianas, donde género, familia orden clase. Nos permiten hacer una ordenación vertical.
De la parecida manera, en la historia de la arquitectura, aparecen artes asociadas a determinados periodos históricos. Las construcciones se agrupadan por similitudes.
Pero de la misma manera que la clasificación animal no nos permite deducir el tiempo de gestación de un animal por su posición en una tabla, tampoco en el arte, y más en la arquitectura, una clasificación cronológica, nos permite conocer los conocimientos técnicos de sus diseñadores,  y menos a partir de los conocimientos empíricos de sus ejecutores.
 

Y no es eso solo muchos de los monumentos, tienen dataciones confusas, cuando no están basadas en documentos falsificados.

Alguna vez ya he comentado la sorpresa que produce una relación de privilegios de un monasterio en que figuran donaciones del rey de Aragón Ramón Berenguer IV, -el consorte de Petronila- que si algo no fue en su vida es rey de Aragón.



Y es que hay quienes hacen de la capa sayo, y de la historia colchón de sus delirios interesados.


Pero hay más, Asociamos la Alta edad Media a un periodo artístico vinculado con el arte llamado prerrománico.
En Asturias, también en Palencia aparecen iglesias a las que comúnmente se llama visigóticas, templos de delicada factura, de soberbia elegancia, como lo son los templos que hallamos en Toledo, Orense, o Mérida. También se constata un estilo propio de los lombardos, del que luego en mi ignorancia, veo reflejos en el románico toscano.


La iglesia paleocristiana, la llamada construcción visigótica, y las iglesias mozárabes, responden a una época y datación alto-medieval, que es anterior y predecesora del románico.


En Cataluña, hay una afición desmesurada, a añejar determinadas iglesias románicas, ocultando lo visigótico -y el para ellos- vergonzoso pago de impuestos al Califato Cordobés.

Datar el románico catalán cien años antes, hace más factible la leyenda de la Cataluña Carolingia. Por más que como otras veces ya he escrito no sea posible encontrar ni una sola lauda sepulcral con letra carolingia, ni tampoco exista un código legal que nos permita suponer la vinculación o legado venido del Sacro Imperio.

Pero también es cierto que, Roma solo es la cultura imperial más próxima. Que dejó edificaciones construidas por todo el imperio. Pero ni toda su técnica es romana, ni fueron ellos los inventores de procedimientos. Los fenicios, y los cartagineses, también fueron constructores. Y es curioso. De un pueblo tan comerciante como el fenicio, al que se le atribuye el invento de las letras, de la escritura, y que por razones mercantiles deberían dominar el arte de la medida, lineal bidimensional, y cúbica, de este pueblo mercante por excelencia, no solo no nos quedan testimonios escritos. Tampoco sabemos de sus técnicas constructivas, de sus sistemas de navegación, en definitiva, desconocemos los procedimientos que debieron ser usados por los antiguos, y puestos en valor por los romanos.

Próximo capítulo las herramientas que pudo usar Vitrubio.

No hay comentarios: