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martes, 9 de febrero de 2016

Una de poetas



Tengo un andamio de palabras y letras, un cañamazo para bordar en él, el texto de una ficción o de un poema.
¿Conocéis la historia de aquel poeta? Al que las musas le regalaron un corte de cendal para la confección de una oda.
Pues dicen; que era un poeta, persa anterior al islam, tanto; que llegó a la orillas del mediterráneo, con los ejércitos de Alejandro.

Pero bueno, me extiendo innecesariamente; que más dará para el fin de la historia, si el sujeto de la misma era un persa que terminó escribiendo griego, o por el contrario y muy posterior un griego que fue islamizado en Constantinopla.

Lo cierto es que el poeta aprendió de los tejedores de oriente las técnicas del tisú y los brochados y un día...

Hazme un zarzahán de palabras, con los mas bellos verbos, hazme un brocado de versos; para que yo pueda cantar la belleza de mi favorita -dicen que le dijo- el Califa.
Y lo siento pero ignoro quien pudo ser el califa la favorita y donde tenía el serrallo este supuesto sultán. Lo cierto es que, y lo digo con la certeza que para nosotros tienen las suposiciones, el poeta pidió poder ver a la favorita, para cantar en sus versos sus ojos de gacela, el cimbrear de sus caderas o el carnoso rubí de sus labios, el azúcar moreno de su piel...
tópicos y topicazos pero se dice, se imagina y cuenta; que el poeta desde una celosía densa, le fue dado ver el harén y desde allí como el cazador que acecha, escribir y describir la dicha del comendador de los creyentes por gozar de un jardín de huríes en la tierra.

Lo cierto es; que apasionado en la creación, empezó nuestro hombre a tejer con palabras y florido verbo la pieza de seda que debería contener el poema, o tal vez el poema debería parecer jaique o almalafa para cubrir el cuerpo de tan bella mujer.
Pero sucedió, que como les pasa aun hoy a muchos poetas, nuestro hombre terminó por confundir y entretejer en la prenda algunos pelos de su barba.

¡Ah que dolorosa sensación! Primero el arrancar uno a uno los pelos que quedaron presos, después la imposible tarea de destejer uno por uno sus versos. ¡Como se iban a reír de él los colegas ¡Qué burlas no harían a su costa en el ateneo!

Pero en fin ese era su sino, aceptó resignado solo para comprobar que todos los versos de todos los poetas estaban entretejidos con su vello. Es más que hasta el de la mas sonoras poetisas, contenía restos de su vello púbico o su pendejo.

martes, 30 de junio de 2015

El Marqués de Pedohermoso



Era un hombre enjuto solo en carnes.

Locuaz en la palabra,

benevolente en la cata de mostos

y largo en su trasiego.

Vamos que bebía como un bocoy

y todo sin descomponer el ademán,

con la elegancia crónica de un borracho egregio.

Lo llamaban el marqués,

y hasta tenía marca

ya que nunca tuvo propiedad ni feudo.



Así me lo presentaron una noche

de copas largas, vinos viejos

y bujarrones de abolengo.

Me lo presentaron como el Marques

el marques de Pedohermoso,

sin que ni presentador ni presentado

hiciesen el menor comentario

o gesto de extrañeza.

Mucho tiempo después me enteré

que pedohermoso era el sobrenombre

de la suave intoxicación etílica

en la que parecía residir

de manera permanente su cabeza.

Habla el marques en el fondo de la tasca,

acodado en la barra,

con la sabiduría de un Séneca.

Habla de política,

con la lucidez que le aporta el Valdepeñas

y ensarta en su discurso dos chufletas,

piropo pretendido, a una gachí

que busca con afanes la retreta.

Piropo, Jerez dulce, Oporto,

Málaga o quitapenas.

Requiebro vano

que el morapio quiebra.



Este es el marqués de pedohermoso,

hecho a requebrar hembras ajenas,

hembras de relumbrón,

veteranos retablos de un mecenas.


Raramente lo verás tomar güisqui o ginebra,
nunca vodka o cualquier pamplina de esas.

A él le sobra y le basta el Valdepeñas.


jueves, 10 de noviembre de 2011

Sobre política y otras alcantarillas

Políticos de escusas

manda carajo.

Si serán mierdas

que su prebenda tiene

el tufo inconfundible

del escusado.

Excusa de letrinas

tiene el estado.

Darío

jueves, 8 de septiembre de 2011

Alguien me ve, favor me hace

Aletéos de anhelos como, el asma

de un deseo que acora, el alma.

Un vivir sin vivir sofoco

de un querer poseer, equívoco.

Ser ama-ante todo dueña

del gañan que el deseo sueña

Mas no hay gañan ni tal galán

como mucho haber habrá si es el caso

Un junta letras del amor arriero.

Que llena las cuartillas con los ripios

con mas habilidad que con talento.

Allí la tienes seducida por Quijote

que tiene más de Sancho que de hidalgo

y tiene mas de podenco que de galgo.

Darío.

Amiga soy sincero. Si así me ves, mira tu vista. No sea que confundas artesano con artista.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Fray Luis de León (con morcillas* caseras)

A una mujer asaz atareada...


¡Qué descansada vida


la del que huye del mundanal ruïdo,


y sigue la escondida


senda, por donde han ido


los pocos sabios que en el mundo han sido.


Fray Luis de León


Si tu eres tu cárcel y castigo


a quien vas a pedir juez mas benigno


condenada a remar el verbo con la pluma


y el proceloso mundo de las letras mareando


galeote eres de tus ansias


eres tu tu juez y tu verdugo.


Darío Morcilla


Y mientras miserablemente


se están los otros abrazando


con sed insacïable


del peligroso mando,


tendido yo a la sombra esté cantando.


Fray Luis de León


Que en la vana república de las letras


de plomo es el laurel y el manto piedra


y si ataviada de reina vas a escena


a representar el papel que ya te cansa


rima tu vida en otros escenarios


y dale a tu alma la paz  la calma.


Darío Morcilla


morcilla = Añadidura abusiva de palabras o cláusulas de su invención, que hacen los comediantes. (DRAE)

martes, 29 de marzo de 2011

Epigrama


Político segundón, siempre comparsa


El puto amo de la cloaca.


De tirios y troyanos sabe todo.


Saber agrio sabor de pútridos asuntos


turbias aguas,  que de las puertas


de Moncloa le apartan.


Darío