sábado, 3 de septiembre de 2011

El misógino (microrrelato)

Hoy había quedado con Paco para ver la exposición de fotografías de Català Roca en La Pedrera.

Paco, es uno de esos tíos, que la mujer y lo femenino siempre le producen comentarios irónicos o mordaces.

Pero tengo con el una buena relación comercial, desde hace unos años, consigue que publiquen cosas mías en distintas revistas. Por otra parte, a la hora de la verdad, Paco es con las mujeres un perrillo faldero. Sus ladridos de doberman, sus ironías, son solo pose.

A ver que me centro. Eso que salíamos los dos de La Casa Milà de ver esta exposición que tanto me habían ponderado. Cuando plás de cara, así como un tropezón, vemos a dos senyoretes que venían por la acera en dirección hacia notros. Yo he quedado hechizado por la mirada de una de ellas. Hasta que Paco me ha bajado a tierra de un codazo.

Chico que no has visto “hoja verde”.

Hoja verde hoja verde no se, pero no me negarás que son monas.

Anda anda.

Que si, que si, mira que glamour... La glamourosa de la izquierda calzaba unas zapatillas con plataforma y abundante tacón. Dejaban ver, unos pies pequeños, cuidados con las uñas pintadas de rojo bermellón. Unas piernas bien torneadas morenas hasta la rodilla. Allí algo parecido a un poncho de gasa gris jugaba con el trasluz dibujando unas piernas proporcionadas y unas caderas armoniosas. Mas arriba la cintura breve y unos pechos, cuyas areolas y pezones, se veían mas que insinuarse a través de la gasa.

¿Pero has visto? Le he dicho

Si que.

Esa sensualidad, esa elegancia, esos calzados esos trapitos seguro que llevan una firma de alto diseño.

Si, mercadillo de Sábado en Martorell.

Pero como dices eso.

Por que tengo razón tonto.

En ese momento la pareja ya nos había sobrepasado. Al volverme vi sus nalgas turgentes jugar al escondite tras la gasa del vestido.

¡Mira mira Paco! Lleva tanga, se le ve el cordoncito y la cinturilla.

¡Hu! Seguro que lo lleva mas mojao que una mecha de qunqué.

Paco eres la leche, eres un remedio contra la lujuria. Tu haces bajar los ánimos, al tío mas “bragao”

Tu que en que ves un palo de escoba con faldas...

Pero no me negarás que tienen un señorío una cosa que no es de aquí no se una delicadeza que nop tienen nuestras mujeres...

Perdona Darío eso es producto nacional en la frontera de entre el cutrelux y el glamour pueblerino.

¿Que te juegas?

Yo no nada que te temo. Paco a pesar de ser así, misógino perdido, tiene labia y facilidad para el ligue. Mejor no apostar nada.

Huy que tarde es, te dejo, nos vemos entre semana.

Bah cobardica, que no quieres ver como has metido la pata.

Justo he llegado a mi casa, y ha sonado el teléfono; era Paco.

Oye, que con todo eso se me ha olvidado decirte que tu artículo lo necesito para el martes. Y por cierto Merçe y Rosa de Piera oyes de Piera, ya decía yo de fashion fashion Martorell. He quedado con ellas el jueves si quieres... bueno si tu mujer te deja. Puedes venir.

Señor señor como un misógino como Paco será capaz de ligar así. Es que das pan al que no tiene dientes...

Darío

viernes, 2 de septiembre de 2011

De una entrada en F.B. De Norma Jané Knorr


La mirada helada, fija cristalina.


El pecho inerte la boca anegada


algas en el estanque del recuerdo.


Que flotan en la memoria común


de aquellos, que te llevamos al cementerio.


Todo lo tuyo, tus luchas, tus triunfos y tu fama


Son hoy el patrimonio de nosotros tus deudos...


Darío

La mujer invisible

Esta mañana, al salir de la ducha, he oído como mi teléfono móvil me avisaba con una serie de zumbidos que tenía algo para mi. Al mirarlo he visto Llamada Perdida de P_forto 653******.


Inmediatamente un segundo zumbido SMS de P_forto.


Fortó es un amigo de esos de toda la vida. Nuestra relación se remonta al Bachiller. Aunque el es cuatro o cinco años mayor, el era ese chico mayor que me protegía... de otros chicos de mi edad y aun mayores. Pero veamos el mensaje: Darío pásate por el despacho que quiero ver como tengo la cartera de bolsa. ¡Ah! y a ti que te gustan la mujeres te contaré de una que...


Fortó hizo la carrera de derecho, ha sido un profesional bregado en procedimientos judiciales. Ahora, casi retirado, sigue dirigiendo el bufete, aunque la mayor parte del trabajo ya descansa sobre su hija y un sobrino que se reparten derecho mercantil y civil principalmente.


Bueno, yo soy de los por que pasar un rato con un amigo, dejo cualquier cosa que esté haciendo. Pienso que los ratos con amig@s suelen ser irrepetibles. Y trabajar se puede hacer siempre.


Lo he llamado, y su respuesta ha sido: Ven ven cuanto antes...


A los veinte minutos estaba tocando a su puerta. En que ha oído mi voz en recepción ha salido a recibirme con la sonrisa grande y el gesto amistoso que el dice reservar “para los de siempre”.


Pasamos a un segundo despacho mas pequeño y amistoso. Hemos repasado el estado de sus valores, me ha pedido mi opinión sobre ellos y me ha dado instrucciones para operar.


Terminado esto me ha mirado con cara maliciosa y me dice: Ayer era el primer día de trabajo después de las vacaciones. Joaquín, el compañero de mi hija, recibió una petición de hora para una señora clienta. Como la información obtenida por teléfono no le había parecido muy clara me pidió que si podía asistir a la reunión. Como es natural, acepté. Para que estoy yo en este bufete si no es para darles a los chavales mi experiencia.


La señora estaba citada a las 5:30 y justo a las 5:28 sonó el timbre, Los dejé solos los diez primeros minutos y después atendiendo una llamada interna acudí al despacho.


Joaquín, nos presentó. La señora X, el señor Fortó nuestro socio senior. Inmediatamente hizo un breve resumen de lo que la señora había expuesto hasta ese momento. Es algo que considero un buen ejercicio. Por una parte el cliente, se siente atendido, siente que ha sido escuchado. Por otra si hay algo que no es exacto, tiene ocasión de corregirnos y nosotros por su cara podemos saber que efecto le produce ver su situación así expuesta.


Joaquín continuó: El caso es que esta señora se le ofreció un tratamiento de belleza, por parte de sociedad, Cronos Especialidades Clínicas. Una vez en marcha el primer tratamiento le ofrecieron -sin gasto alguno por su parte-participar en un programa de tratamiento experimental, de algo que la sociedad pensaba sacar muy pronto al mercado. La señora firmó un contrato del que nos traerá una copia y nos pide que le reclamemos al esa sociedad una indemnización por daños y perjuicios. Hasta aquí las palabras de Joaquín. Que con un gesto señaló a la clienta, al mismo tiempo que le pedía confirmación de lo expuesto y la invitaba a continuar.


Ella tomó la palabra para decir: Pues si es eso mismo. Mismamente es eso. Antes de empezar el tratamiento yo era una mujer que llamaba la atención, mi cutis, mi cara, mis piernas. Eran el objeto de las miradas de los hombres. Y ahora desde que sigo el tratamiento me han hecho invisible. !Si si in vi si ble! Ya puedo entrar en un café subir al transporte público o pasear por la Diagonal. No me ven no me miran. Eso es que me han hecho invisible...


Darío

miércoles, 31 de agosto de 2011

El regalo (Microrrelato)

El, sacó un pequeño paquete rectangular, y se lo dejó en la mesa, junto al café. A ella se le iluminó el rostro.

¿Son?

Si claro...

Han tardado mucho.

Debe ser el correo que en verano no funciona bien.

Será eso.

Anie, tomo el paquete con cuidado, lo palpó era una cajita y al tacto parecía madera.

Lo agitó un poco y escucho el leve ruido en su interior. Hizo ademán de abrirlo.

Por Dios, Anie lo vas a abrir aquí, en la cafetería.

¿No puedo? Dijo Anie con un mohín de niña caprichosa.

Quiero extreenaaarlaaass. (Sussurró)

Bueno. ¿Vamos al hotel?

Mira, voy a aseo y vuelvo, luego vamos al hotel.

Vale.

Anie se precipitó hacia el fondo del establecimiento.

Pocos minutos después volvía caminando como las modelos de pasarela.

¿Que tal?

Bien creo que bien.

Vamos al hotel, estoy deseando abrazarte.

Mientras pagaba, Bob, tubo tiempo de verla salir. Tenía un andar mas felino y el movimiento de caderas tenía la gracia de un junco que cimbrea.

El hotel estaba a solo dos manzanas.

Bob miraba a los ojos a Anie, que tenía una extraña luz en su mirada, y una dulzura en la expresión que nunca antes había visto.

Darío

martes, 30 de agosto de 2011

Geometría política. El Cateto enamorado

Era un pobre cateto enamorado.


De una hipotenusa impertinente


Que al cateto llamaba ¡Inelegante!


perpendicular retaco  agraviando.


Garrula contumaz lengua que no calla


Coqueta resbalosa torcida ladeada


perpetua chanza del cateto hacía


y pequeño al cuadrado le llamaba


Mas el cateto con sorna sonreía.


Marisabidilla me sale esta raya


Que no serías rampante e inclinada


Si no fuera yo tu seno y tu sostén


serías mas lisa que una tabla


Ay de ti si un egregio seno no te alzara.


Por eso niños os cuento esta conseja.


Con aires de chufleta y humorada


Huir de aquellos que sobre catetos andan


olvidando quien es su sostén su seno y su gracia.


Que son como políticos de izquierda


malgobiernan al pueblo que amortajan.


  Darío