domingo, 7 de abril de 2013

El meditador dijo


Los jóvenes sueñan con cambiar el mundo.

Los adultos bien formados se esfuerzan para que el mundo no los cambie.

Solo es patrimonio de los ancianos, saber que el mundo cambia y conocer sus por qué.

miércoles, 3 de abril de 2013

El sabio de la montaña



Para una vida plena deberías -decían los antiguos-:

Plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo.


Pero yo os digo. Feliz es el hombre que:

Ha hecho un amigo, le ha enseñado algo y  a su vez ha aprendido  de él.


Meditaciones del Sabio de la Montaña.

Infeliz  la nación, cuyos legisladores, se aplican con férreo celo la norma arbitraria. Solo consiguen despoblarla, sus ciudadanos se irán  fuera y sus frutos crecerán allende de sus fronteras.

De las meditaciones del Sabio de la Montaña

lunes, 1 de abril de 2013

El viejo de la montaña dijo...



Hay tres tipos de comerciantes. Los que ganan la vida fabricando un producto. Los que se ganan la vida vendiendo un servicio.  Y por último los que se ganan la vida sobre el cliente y el fabricante del producto. Estos son los banqueros, entre los cuales existe siempre una tendencia al fraude mayor que en los otros dos especies.

domingo, 31 de marzo de 2013

EL FINAL DE LA HISTORIA.



Al final de los tiempos, se produjo una revolución y un interregno; durante el mismo, la tecnología y las ideas filosóficas se perdieron.
Los barbaros, que siempre habían amenazado el imperio, se hicieron con el poder y el gobierno.
Los políticos como en otro tiempo los nobles, fueron acorralados y ajusticiados, las inyecciones letales, mientras las hubo, se administraban tras juicios sumarios que solo duraban horas. Después se sustituyeron por linchamientos.  Internet había caído, la aldea global dejaba paso a un nuevo régimen tribal.
Solo existía la religión de la venganza.  Pasados los primeros mil millones de ejecuciones las cosas comenzaron a serenarse.  Quedaban algunas comunidades universitarias que guradaban las memorias con los avances de la ciencia. Pero casi ninguno de los supervivientes sabía entenderlas.
© Darío