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martes, 22 de septiembre de 2015

Racionalismo y Descartes II


Decía que Rene Descartes dice en su discurso del método.
"Mais aussitôt après je pris garde que, pendant que je voulais ainsi penser que tout était faux,” (Pero poco después me hice cargo de que, mientras que yo deseaba pensar que todo era falso) Era necesario que yo que lo pensaba fuese algo.
Algo que nos llevó al pienso luego existo o pienso luego soy.
Y no es Descartes el primero que enuncia este juicio, Gómez Pereira ya había hecho enunciados similares casi un siglo antes. Gómez habla de los phantasmas como creaciones de la mente humana, y no se está refiriendo a almas en pena, se esta refiriendo a entes no reales creados por la imaginación humana o recreados por la memoria.

Y Descartes se pierde, no es capaz de volver al alma racional aristotélica y de la mano de la educación de los jesuitas cae en un alma platónica, bendita por la religión, y tropieza otra vez en un hombre dual.

Pero no hay duplicidad no has abscisas y ordenadas, no es cogito ergo sum con el cual le conocemos. Ni hay un ego ni hay un yo. Yo soy mi memoria, en cuanto que recuerdo episodios de mi vida, eso me hace recordar las vivencias con los míos, y también con los enemigos.
Porque somos el pensamiento, yo soy así porque así me pienso...
Tu eres tal como te piensas, como te recuerdas...
(Una realidad física, solo nos parece real en un intervalo. Nos lo parece en tanto que la percibimos, por medio de unos sentidos; pero ya sabemos, que esa percepción tiene unos umbrales, que están marcados por una frecuencia como el sonido y la luz, marcados por una intensidad umbral de sensación y por un crecimiento del estímulo, que no es lineal para que percibamos mas luz mas sabor o mas presión el estímulo ha de crecer en progresión geométrica.)

Y si vosotros ya sabéis eso, que el entorno la realidad, es un sensación que llega al cerebro, y si reconocéis conmigo que vuestra memoria en episodios es vuestra vida, aquello que recordáis.
¿Qué os impide reconocer el hecho de que vuestro yo es vuestro pensamiento?
¡Qué vosotros sois vuestros juicios! ¡No hay metafísica! Solo hay lo que parece.
Pero sabéis que no hablo tanto de lo que la mente percibe sino de lo que la mente elabora, tu eres tus juicios, tus opiniones tu eres lo que muestras hacia los demás.
Y eso si puedes cambiarlo. Cambia tu juicio sobre el vecino y habrás cambiado tu. Deja el pensamiento que te invita al recelo, y habrás cambiado tu.

Y cuando todos los tu del mundo inicien el camino de ese cambio, la humanidad también habrá cambiado.
Los psicólogos juegan a estudiar la memoria, hacen test de inteligencia, pero desconocen la esencia de una y otra.
Clasifican las memorias y los aprendizajes algo equivalente a saber como son los circuitos de un ordenador en función de como busca y presenta los datos.
Ninguno tiene el valor de atreverse con los juicios, con las razones últimas de la conducta.

Racionalismo y Descartes.


Hablaba el anciano con varios de los suyos.
Era una reunión; mas informal si cabe, que las del resto de su actividad. El pensador; que era como le gustaba que lo llamarasen, los miembros de su circulo íntimo, hablaba de manera mas distendida.
Había en sus palabras menos de gurú y mas de docente, porque nadie dudaba que el era docto.

Docente y docto son los participios activo y pasivo de docére en latín enseñar. Y bromeaba muchas veces con aquello de que no se puede enseñar sin ser docto. Como tampoco es posible ser saliente, sin haber salido.

En realidad, y aunque tomaban una figuración al uso de los gurús supuestamente hindúes o a la mas atrevida de los coach anglosajones. Porque gurú o maestro o coach o entrenador, solo puede serlo el docto, el que ha pasado por las circunstancias del acólito.

Y no solo eso la figura es la de un ser que debiera conocer a modo de guía de montaña tanto las dificultades de la ascensión como las capacidades del coachee (entrenado) para ello debe conocer también las emociones y el sentir del alumno. El pensador creía, que ese desde esa posición era muy difícil mantener la ética.

Recuerdo haber tenido una conversación privada con el sobre el tema, yo decía que existían desempeños como los de los políticos o los banqueros que están por razón de su ser carentes de cualquier rastro de ética. El me reprendía suavemente, diciendo que la ética era una rama de la filosofía, que en su grupo creían mucho mas correcto usar el término elegancia e inelegancia. Que era peor llamar a un político a un empresario o un banquero inelegante que acusarlo de falta de ética.

En su filosofía; lo que quiere decir en su modo de ver, tenía mucha importancia la solución personal.
Por eso muchas veces, jugaba con la ambigüedad propia de las escuelas orientales, en las que es el alumno crea su saber a medida de su creencia, y siempre en una solución personal.

Por esa razón nunca negaba ni exponía doctrinas filosóficas, él esperaba que cada oyente elaborase la suya a partir de su necesidad. A partir de su elegancia (forma bella y armónica de expresarse.

Pero los veteranos sabíamos, que podía cuando quería era muy preciso, en las citas de los filósofos; que entraba en ellas con una mete aguzada como un escalpelo.
Normalmente razonaba, seccionaba y presentaba, con eficiencia; con la eficiencia de un cirujano; la disección del razonamiento del que se hablaba. No dejaba espacio ni a la pregunta socrática ni para la objeción.

Pero escuchemos:
Descartes decía aquello de "il fallait nécessairement que moi qui le pensais fusse quelque chose" que El Discurso del Método lo escribió en su lengua matena. Su filosofía es racionalismo porque todo lo remite a la razón. Y eso que después se concentró en el adagio cogito ergo sum era la consecuencia de la duda sistemática de todo. Porque la conclusión de Renato era de una obviedad aplastante, aunque todo fuese apariencia el como ser pensante existía.
Aunque ahora que miro el reloj, será cuestión de aplazar lo que cuento para otro momento.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Sobre la inteligencia.


Era un fin de semana casi otoñal. Algo que no se correspondía con el correr del calendario, solo era la primera semana de septiembre. El maestro miraba con tranquilidad a varios de sus discípulos preparar el pequeño bagaje, era la hora de volver a la ciudad a los estudios o al trabajo. Los que marchaban eran los discípulos de estío.
La tropilla del maestro se componía  de dos tipos de seguidores.
Por una parte figuraban los fijos, aquellos que habían aceptado vivir con él, en un ascetismo no riguroso pero severo, sobre todo a la hora de entender la sociedad de la que se alejaban. Estaba formado por hombres y mujeres casi al cincuenta por ciento y con una amplia gama de edades.

El segundo grupo, lo formaban jóvenes que venían junto a él a pasar unos días del verano, traían la idea de reflexionar sobre sus vidas y el sentido que tenían. Cierto que alguno de ellos se había tomado un año sabático para reflexionar tanto sobre su persona como sobre su trabajo.
Esta división meramente formal no se percibía hasta después de un periodo largo de convivencia.

No había vestido, ni túnica, ni cambios en el aspecto que pudiera significar pertenencia al clan. Los había que usaban raparse la cabeza y convivían los que lucían melenas a la jamaicana.

Nada estaba prohibido, ningún estilo de vestido era impuesto. El maestro decía, que en el terreno de la ropa y los aderezos cada uno podía obrar como quisiera, "es el interior del hombre quien con el tiempo, hace de su imagen el testimonio de su credo". Y el primer credo de los que aquí vivimos, es creer en nuestro yo.
Lo cierto era, que conforme pasaban un tiempo en la compañía del santón, las estridencias en color de la ropa, los pelitriques y requilorios, tanto en el indumento como en el habla desaparecían. Si horrorosos son los excesos en la ropa, no lo son menos los circunloquios tales como, yo mismamente, o personalmente opino, que ni añaden nada a la mismidad; ni le dan mayor valor a la opinión. Esta  ha de ser siempre el fruto de un análisis personal.

Pues bien, ese día caminaba junto al maestro  un hombre de edad incierta, maduro si, que lo mismo podía estar al final de los treinta que en la puerta de la sesentena. En el grupo era norma que nadie supiera de nadie.
La experiencia demostraba que llegar a la tribu vestido con las galas del trabajo, era muy contrario al interés general.
Porque una vez sabido que el señor calvo aquel, o la mujer aquella de madura belleza eran en su vida social, Don... o la dos veces doctora y poseían varios doctorados o la presidencia de tal o cual consejo de administración. Hacía que el resto de la grey terminara por hablar al cargo, al título, ignorando en realidad a la persona.

Y aunque el hombre había demostrado una mas que correcta educación y un gran conocimiento sobre materias de informática, nadie sospechaba que se trataba de el coordinador de un grupo especializado en inteligencia artificial, que probablemente pasaría a la historia como el padre de los robots inteligentes.

Y a ese individuo, precisamente a ese el maestro decía:
  • Estoy seguro, que pronto, habrá un día en que las máquinas, serán mas inteligentes que los hombres.
Entendiendo la frase como un cumplido el aludido contestó:
  • Gracias, será el esfuerzo de varias generaciones y me sentiré dichoso de ser el líder del equipo que corone esa cumbre de la técnica y la ciencia.

El maestro con una sonrisa cariñosa que ocultaba si la había, cualquier rastro de ironía dijo:
  • No se si me he expresado bien, yo no estoy hablando de los avances de la psico-ciencia artificial. Si opino, que pronto las máquinas serán más inteligentes que el hombre, lo hago desde el convencimiento del deterioro de inteligencia humana.
    Mira el hombre no es un animal muy fuerte y pronto aprendió a hacer trabajar a los animales por el. Y probablemente desde que aprendió a manejar a los animales para sus fines. O cuando aprendió a usar la fuerza del viento, del agua, del fuego en su beneficio; cambió su desarrollo corporal por el desarrollo mental.
    Nuestro urbanita es hoy mucho menos robusto que el campesino de hace varios siglos. Pero aun hay más desde los más tempranos esbozos de nuestra historia han existido calculistas, gentes especializadas en obtener la medida de las cosas. Escribas dotados del arte de plasmar en signos las palabras. Hoy no quedan ni unos ni otros, te reto a que encuentres un pendolista o a un hombre común capaz de resolver una raíz cuadrada...
  • Claro no son necesarios, contestó el aludido, las máquinas escriben y corrigen los errores, y en cuanto a la capacidad de cálculo quien la necesita si un ordenador doméstico es capaz de multiplicar por diez mil la velocidad y exactitud en la resolución de problemas...
  • Si eso es lo preocupante, admites que el hombre es mas débil que la máquina movida por vapor o por electricidad. Admites que ya nadie sabe calcular rápido, no es necesario. ¿Y quieres fabricar una maquina un robot? ¡Qué libere al hombre del pensamiento! Ve, pero piensa primero en las consecuencias de la informatización ad náuseam...


sábado, 22 de agosto de 2015

Por una almeja (de la serie el sabio de la montaña)


Aquel día, el maestro había bajado con su compaña hacia las playas de la ría. De manera poco usual, habiendo dejado atrás las cabañas en las que los pescadores vendían su cosecha, y en las cuales solía pedir una limosna compuesta por morralla y otros restos, de la venta, con los que mas tarde hacían un zampalopresto, sabroso y perfectamente adaptado a su sentido literal. Las rebasaron ampliamente y maestro y discípulos terminaron por aprovisionarse de moluscos en los roquedos y las arenas del litoral.

Hablaban entre ellos sin orden y concierto en un ejercicio de libertad, entendida esta, como la falta de método y reflexión. El anciano era de la opinión que no siempre convenía ejercer el juicio o mejor aún que convenía de vez en cuando liberar el pensamiento del razonamiento extremo, que el divagar disparatado de la mente no siempre produce monstruos, también a veces y por casualidad ofrece puntos de vista de gran poder analítico y creativo. Entre ellos por parejas o tríos desgranaban una conversación inocua hasta que uno de ellos, se dirigió al joven que conocimos ayer aquel que había contestado <>
Ayer le dijiste al maestro, que solo a dios le era dado ver su obra desde la cumbre. ¿Tu crees...?
  • No, yo no puse a dios en mi discurso yo cité textualmente creador.
  • ¿Y creador no es Dios?
  • No necesariamente, todo depende de tu concepto de dios. Porque si dios es un ser supremo omnipotente omnisciente que necesidad hay de llamar a dios creador.
  • ¿Quieres decir, que puede existir un creador distinto de dios?
  • No, pero creo que tienes que recordar la opinión que de dios tiene el maestro. No estará mal que cuando haya ocasión, le preguntes.
    El joven que había hablado primero pareció turbarse.
  • No no, si yo yo...
  • No te asuste nunca el preguntar ni decir que algo no entiendes, nuestra riqueza es el viaje desde la ignorancia al saber. Yo te ayudaré a sacar el tema no te preocupes. El destinatario de la frase pareció calmarse un poco pero aun se apreciaba cierto desasosiego en su mirada.

Siguieron añadiendo a sus cestas sin mucho orden lapas mejillones almejas navajas coquinas chirlas. Todo terminaría abierto y asado al fuego sobre una laja de piedra. Comida frugal y no por que el grupo y su gurú tuviesen algún voto de pobreza, al contrario, vivir alguna vez de aquello que la naturaleza ofrece y se puede obtener con las propias manos era un rasgo de nobleza entre los hombres que seguían al anciano. De la misma manera cuando se alimentaban de los pescados invendidos por los pescadores el maestro hablaba de compartir con los mas humildes el sustento.

No asustaros, decía el buen hombre, en compartir la mesa con el humilde. Hay mas alegría cuando visitas la mesa del pobre, que cuando el rico te invita a mantel de hilo y cubierto de plata. Aunque ni la botarga ni el garum estaban lejos de amedrentar al paladar de la tropa que lo acompañaba.
Habían dado cuenta del almuerzo, y los jóvenes que anteriormente oímos estaban sentados uno cerca de otro. El que había preguntado sobre el creador se entretenía en pasar el dedo por la superficie exterior de una concha. Se diría que estudiaba con detalle la morfología del molusco que la creó. Miraba con atención los distintos colores que parecían formar rayas y pasaba el dedo para comprobar que solo era dibujo sin que el mas pequeño relieve reforzase su estructura.
  • ¿Qué meditas? Le dijo, en voz suficientemente alta para que lo oyeran todos, pero sin que pareciese que quería llamar la atención de los miembros del grupo. El aludido levantó la mirada y dijo:
  • El otro día tu hablaste del creador y de que solo el podía ver toda su obra con sentido. Que el hombre, solo puede ascender poco a poco en su conocimiento y yo me preguntaba la razón de estas nervaduras que aunque pueden parecer como un refuerzo, una estructura, cuando las miras de cerca no percibes que no sean otra cosa que un dibujo. No se si las partes mas obscuras que parecen radios corresponden en realidad a lago equivalente a las columnas de un edificio humano.
  • Buena pregunta, en el fondo tu cuestión es fundamental. Vivimos en un mundo de apariencias o un mundo de realidades. O es una simbiosis entre apariencia y realidad.
  • Pero para el creador, para dios, hay una realidad absoluta y para mi mente solo es una apariencia...
La mención de dios, aunque fuese bajo el convenio gráfico de escribirlo con minúscula, llamo la atención a todo el grupo. El maestro levantó la mirada y por unos momentos pareció que iba a intervenir. Pero viendo que había varios discípulos dispuestos a participar se abstuvo, dando con su silencio y mirada a paso a otras intervenciones. El primero en tomar la palabra fue un pelirrojo de piel de zanahoria que con aplomo dijo:
  • Dios y creador no pides nada, te remontas a Marduk el dios creador de los babilonios, allá por el 1700 antes de nuestra era, porque sabrás que antes de Marduk y aun después de él hubo muchos pueblos que no vinculaban la creación con la deidad. Sabes que entre nosotros, somos mayoría los que no creemos en un dios omnipotente creador y todas esas cosas que imponen las religiones. Es mas que creemos que son invenciones de una casta sacerdotal o política para imponer a sus pueblos la autoridad. Dios solo es una experiencia interna del hombre, una creación de su mente que termina por adjudicarle a dios todo aquello que no entiende o no controla. El calor y el frio la sequía y el aguacero la vida y la muerte son en la mente del hombre patrimonio del dios. Y el poder el del clero y el de los reyes, sean faraones soberanos o sátrapas usa esa idea para someter al pueblo.
  • ¿Pero qué dices? Acaso la sensación de intima de bienestar que me produce la idea de dios es algo que no existe.
  • Yo no he dicho eso, no niego al contrario que a dios solo se lo alcance por una experiencia interna. De lo que huyo es del templo y la casta que abusa de esa necesidad humana. Recuerda ha habido dioses que se complacían en el sacrificio humano. Dios ha ido cambiando con las culturas y con el tiempo. Que exista o no otra cosa solo lo sabrás por tu camino interno.
El anciano sonreía, en el fondo le gustaba la polémica, sabía que todos sus secuaces tenían la capacidad suficiente para buscar por su cuenta y la experiencia le demostraba, que al final de la polémica todos terminaban en el angosto camino que el transitaba desde hacía tiempo. La vía interna hacia el conocimiento.
    • Pero los dioses siempre están asociados a lo moral ¿o no?
    • No siempre, lo moral nace en las sociedades mucho tiempo después de el dios y cuando este ya casi ha perdido su sentido. Un dios que hace perecer a su obra en un diluvio, o que castiga con crueldad las insolencias de su pueblo, está muy lejos de ser el dios que tu percibes en la meditación. El que ahora hablaba era el compañero que recogía moluscos junto a el aquél que días atrás vimos participar en la historia del pastor. Y continuó, el nacimiento de los ejemplos morales es muy posterior en la historia de la humanidad. Bien fuesen héroes que dieron a los hombres el saber y la técnica. Bien que solo fuesen referentes morales Buda Jesús y hasta El Profeta son un referente de vida correcta. Nacen en una sociedad que ya no es tan primitiva como la de Marduk, son la esencia de la divinidad buena...
Y así siguieron una buena parte de la tarde, hay que ver lo que la meditación sabe sacar de una concha de almeja.

miércoles, 19 de agosto de 2015

La espada del brujo III

 
Llegado este punto de la narración el anciano dijo a uno de sus discípulos:
Por favor quieres continuar la historia tu, así me evitas la fatiga que me produce contar esta historia que todos los veteranos ya conocéis.
El aludido, carraspeó levemente y dijo:
Nadie sabe bien que fue lo que pidió el joven pastor al elfo. Unos dicen que pidió la riqueza eterna. Otros que una olla llena de monedas de oro esa que según creen las gentes de origen celta se halla al extremo del arco iris.
Pero yo creo que fue otra cosa lo que pidió ya que las ollas llenas de monedas de oro las custodia un leprechaun o lepracaun, y eso significaría que los elfos tienen poder sobre estos trasgu o trasno. Además nunca se sabe en cual de los dos extremos del arco iris se esconden.
Yo soy de los que creo que rabadán pidió riquezas y fortuna de por vida y el elfo le dijo las palabras mágicas que abren la cueva oculta por la roca cónica que hay aquí cerca. Peo lo que sucedió es que el joven cuando supo el conjuro volvió al pueblo y le dijo a su madrina lo que había sucedido.
Y esta le explicó:
Muy bien pasado mañana es luna llena, yo le pediré que te proteja, tu subirás por la noche al paraje de la piedra cónica y cuando estés solo ante ella recitarás el conjuro. Al instante las rocas te franquearán el paso y ante ti verás una gruta llena de tesoros. Abajo en el suelo debes buscar una olla llena de monedas de cobre, no toques el oro ni las gemas ni las perlas que estarán por todos los sitios busca esa olla de contenido humilde, toma dos monedas iguales y sin entretenerte tráemelas. Así lo hizo y cuando regresó triunfante de su aventura puso las dos monedas en manos de la anciana tía que le dijo:
Guarda una de las monedas en tu bolsillo, nunca la cambies ni la pierdas la otra me la guardaré yo, recuerdas que te dije que sería tu prónuba, tu madrina de boda, pues bien yo te elegiré mujer y le daré la otra moneda a ella. Con las mismas advertencias que te he hecho a ti, y te juro por mi libro de conjuros que mientras los dos tengáis vuestra moneda vuestro matrimonio será feliz y vuestra familia afortunada. Y así fue.
El anciano mirando a uno de los discípulos nuevos le preguntó
¿Y tu como interpretas esta historia?
Es muy compleja de leer. Como se que el pastor fue feliz durante todo su matrimonio, dijo mientras miraba dos monedas de cobre idénticas que colgaban de una cinta en el cuello del maestro, he de suponer que la semejanza de las monedas significa una cierta igualdad ente los miembros de la pareja. Pero creo que lo más importante es que él al elegir optó por una vida sin ambiciones desmesuradas. Y la mujer tuvo que aceptar este rasgo desde un principio. No significaba una renuncia total a sus ideas y deseos pero estaba condicionada a aceptar que alguna vez su marido tomaría decisiones por ella. Por lo que se el marido al aceptar el consejo de su madrina, también aceptaba las opiniones de una mujer, y por extensión aquellas que la casamentera había visto al hacer su elección.
El maestro continuó, si así es y no solo en el matrimonio también el la amistad hay que hacer difíciles equilibrios de voluntades.
Había otros fines de la leyenda dicen que poco después otro lugareño que pasó la prueba, tomo dos orzas llenas de monedas de oro. Cuando llegaba al pueblo llamó a gritos a su compañera y con la emoción volcaron las orzas todos su sueños rodaron monte abajo y la pareja murió ese mismo día o quizás años después fatigados de tanto perseguir su efímera riqueza.

La espada del brujo II

El Elfo
Creo que el anciano prosiguió así:
-Aseguraban que casi al final de la trocha que la recorre por su fondo, cuando las paredes opuestas se estrechan hasta que un hombre las puede tocar a la vez con sus dos manos, allí donde los conocedores del terreno saben encontrar un paso hacia el otro lado de la sierra hay una piedra en forma de cono que oculta la entrada de una cueva. Aseguran que la cueva está repleta de tesoros pero para acceder a ellos hay que conocer un conjuro secreto que descorre los mágicos cerrojos que la sujetan.
Cuentan desde hace por lo menos tres siglos, que un joven pastor de ovejas habituado a dormir al raso con su ganado bajó al pueblo contando, que muchas noches se acercaban a su fuego de campamento tres jóvenes elfos al parecer dos varones y una hembra. Alguna vez había compartido con ellos sus sopas o el queso de su cena. Llegó la historia a oídos de su madrina una anciana que tenía fama de curandera sabia para unos y reputación de de bruja para otros.
Lo cierto es que mandó llamar a su ahijado y cuando lo tuvo delante le dijo:
  • ¿Que es eso de que tienes tratos con los espíritus del bosque?
  • No son espíritus del bosque son elfos.
  • Ya ya, seguro que son tres dos varones y una hembra.
  • ¡Si! ¿Cómo lo sabes?
  • Calla como no voy a saber lo que te pasa, fui tu madrina y seré tu prónuba como manda la tradición. Yo también recibía visitas de esos elfos. Son dijo mientras los describía Thom Tham Thina, y los describió tan bien en sus rasgos que el ahijado no dudó que los conocía.
    Bien escucha esos tres elfos forman un matrimonio o triada elfica si quieres hacer fortuna solo has de atrapar a uno de los machos. Entonces tu prisionero y hasta la pareja llorarán y te ofrecerán todo lo que quieras para que lo liberes. Pero recuerda solo debes capturar a uno de los machos. Si te equivocas y lo hace con la hembra sus dos maridos te llenarán de maldiciones.
  • Bien lo tendré en cuenta, ¿pero cómo consigo capturarlo?
  • Es mu fácil primero tienes que poner una cinta amarilla en tu sombrero después pasas en la cinta una pluma de buitre y una flor de ortiga. Cuando le eches encima el sombrero la flor y la pluma impedirán que escape eso es magia. Entonces te pedirá que lo liberes y tu contestarás que solo a cambio de un secreto. Le pedirás que te de o te diga como... pero ten cuidado con lo que pides porque los elfos son seres muy bromistas y si cree que abusas te puede dar una respuesta que te llevará a la perdición.
    Dicho y echo a la mañana siguiente nuestro pastor había cambiado la cinta de su sombrero, puesto la pluma de buitre y la flor de ortiga y anduvo impaciente toda la tarde esperando que con la llegada de la noche tendría ocasión de ver y capturar a un elfo.
    Pero para la noche aun quedan unas horas que yo pasaré durmiendo.
    Hasta luego. Bueno bueno ya is adelanto que todo fue muy bien y el pastorcillo tuvo la suerte de su parte porque sin saberlo capturó al elfo andrógino, el bisex que diríamos ahora. Y eso tiene espacial premio y ahora si hasta luego...

martes, 18 de agosto de 2015

La espada del brujo.

Era un día caluroso, el anciano de la montaña y sus acólitos, habían salido muy de madrugada. Ascendieron con el sol las abruptas laderas, de la montaña que habitaban, y ahora que el astro alcanzaba el cenit, encontramos al grupo sentados al borde de mas alto del bosque, frente a un asómate al que con frecuencia se encaramaban.
Hoy están cansados por la marcha fatigosa y lenta en el curso de la cual han recogido plantas para su herbario. La ruda el digital el ruibarbo … Están sentados en un claro, como otras veces pasarán allí a la sombra de las últimas coníferas el resistero.
El maestro, con la mirada fija en una brecha en la enorme roca que marca el fin de la vegetación y el inicio de la áspera montaña dijo:
- Ese paso estrecho que allí veis, ese que parece un tajo hecho por la espada de un gigante, fue llamado en tiempos la brecha de la muerte. Se decía que era lugar donde se escondían los bandidos que antiguo vivían en estas sierras. Mas aun antes de ellos los pobladores del valle decían que allí habitaba un brujo hijo del demiurgo y una ninfa del agua.
Las gentes de estos lugares le temían, cuando una tormenta descargaba entre estos peñascos decían oír en el trueno la voz del brujo. Que los relámpagos eran los fulgores de una mágica espada y los rayos los mandobles que con ella propinaba. Hasta que un gañan el más astuto que por estos lares nunca hubo dio en decir que los truenos eran los pedos del brujo, que serían acaso ruidos de su barriga, y que si los rayos eran fendientes o estocadas el brujo debería ser ciego por las pocas veces que acertaba en sitios donde hicieran daño.
La gente se acostumbró a esa explicación, y como suele pasar en otras cosas de la vida el conocer o creer que se conoce la esencia de las cosas nos permite acercarnos a ellas sin temor.
Sin temor ¿Pero? Preguntó señalando a un joven que parecía distraído.
Sin temor pero con prudencia dijo el aludido, y siguiendo la invitación del maestro continuó:
- Todo el universo es complejo, solo su creador lo puede ver desde la cumbre mirando desde estrella mas grande a la mas pequeña de sus criaturas. Pero el hombre que está al final de la creación solo le es dado el conocimiento parcial debe estudiar todo lo que percibe paso a paso ascendiendo como nosotros lo hacemos por la abrupta ladera. Para poco a poco generación tras generación alcanzar el conocimiento de la materia.
El anciano le hizo un gesto para que callase y dirigiendo su mirada a otro acompañante le preguntó ¿Y ese es todo el conocimiento que buscamos?
El joven aludido dijo:
No, también hay un conocimiento secreto el que se alcanza por la introspección, aquel que permite intuir primero y saber después esa es la segunda meta que queremos aprender de ti, maestro.
Ahora dejaremos al grupo, seguro que hablaron mucho mas pero por hoy esto es todo.

martes, 31 de marzo de 2015

Funámbulos


La voz del anciano de la montaña rompió el silencio.
 
Siddhārtha Gautama o Buda Gautama dijo:
El hombre experimenta en la vida lo que ha querido, no lo deseado o lo soñado.
Vuestro hoy, es consecuencia de lo que quisisteis ayer. Venir aquí a meditar conmigo. Pero entre la voluntad y el hoy hay un trecho.
Cierto, que hemos visto al chaman, al naghual vivir y aprender en el ensueño. Pero también es un acto de voluntad y lleva tiempo...

Vive tu presente con la voluntad de tu mañana. (Por cierto os he dicho que dicen que la voluntad reside en el hemisferio izquierdo del cerebro. Pero esa es otra historia...)

Has venido aquí a esta cueva fría y silenciosa a meditar tu qué y tu en sí.
A ensimismarte, ser en ti mismo. Cuando aprendas a ser en ti, podrás, como el jinete avezado manejar tu montura con las rodillas sin riendas. Podrás cruzar sobre la vida, sobre la vida de otros, como el funámbulo que camina sobre una cuerda con la misma seguridad con que recorres el pasillo de tu casa.
Y el maestro comenzó a recitar un mantra mientras dejaba a los alumnos en la voluntad de ser un funámbulo sobre la cuerda floja que otros tendieron.

lunes, 30 de marzo de 2015

Como fruta de manzano




Ponte bajo de un manzano en la tardía primavera. No verás ninguna manzana.
No conseguirás ningún fruto, por más que trepes al árbol o lo sacudas.
Mas si te pones a su sombra en otoño. Las manzanas, maduras le caerán a las manos.
Nos esforzamos demasiado, o en el momento menos oportuno, para satisfacer los deseos del corazón.

Así decía el maestro Lao-Tse. Así os digo yo ahora. Todo fruto tiene su trabajo, todo fruto tiene su sazón. 
La vida es un gran ciclo, llena a su vez de otros mas cortos. Debes aprender a esperar, que la naturaleza llegue a darte su fruto en su momento.

El hombre hoy quiere melocotones en invierno, naranjas en verano y una huerta fecunda todo el año.

Lamentablemente, ha aprendido a forzar la naturaleza. Pero al forzar la vida, también ha roto su ritmo interno.
Por eso el hombre es hoy, insípido como el melón de invierno, como naranja de agosto, tenue como la sabiduría del niño. En pocas palabras inmaduro.

miércoles, 18 de marzo de 2015

La Meditación


Preguntó el anciano de la montaña.

¿Que es el infinito?

Uno de los acólitos mas jóvenes dijo:

El infinito es la medida en la cual cualquier otra medida cabe.

El maestro creyó ver una respuesta de las de boca de ganso y preguntó a todos.

¿Que distancia hay al palacio del sultán?

Tres días le dijeron.

¿Y qué distancia diríais qué hay hasta la luna?

Los discípulos quedaron pensativos después uno respondió:

No se puede ir a la luna porque mientras tu vas ella cambia. La luna es como la mujer, que cada veintiocho días muda su cuerpo.

¿Quieres decir con eso?

¿Qué la mujer es inalcanzable?

El discípulo calló, en su interior maldecía la prontitud de su lengua, que le dejaba siempre expuesto a las preguntas del anciano.

¿Por qué razón? Ahora había nombrado a la mujer, algo de lo que no se hablaba casi en ese círculo de vida ascética.



Pero al final aclaró la voz y dijo:

La mujer es creadora de vida, la vida es cambio y mutación, no se puede abarcar a la vida. Es imposible abarcar a la mujer o llegar a la luna en el curso de una vida.



El anciano sonreía para sí viendo el avance de su alumno. Demostraba que ya era capaz de construir escenarios inmensos, donde la luna, la vida, la mujer, el amor y el sexo; la ambición y el altruismo interpretaban o interpretarían su épicos torneos.



Por un momento, lo vio joven, adulto y provecto en el mismo cuerpo.

¿Como sería posible? Crear un único ser; con la inocencia del primer joven, la capacidad de trabajo del adulto y la experiencia del viejo.

Recordó cuando era él el que contestaba así a su maestro. Comprendiendo lo que tantas veces oyó. Es normal que el joven y el hombre se equivoquen. También es cierto que el maestro yerra menos. Pero que el maestro no yerre no es por haber alcanzado la sabiduría. Es por haber hallado la calma del espíritu, el maestro es contemplador y pocas veces es juez. Lo que dice es siempre provisional. Porque el pensamiento es un andamiaje eterno, construcción en perpetua mudanza.

¿Y pregunto, cuantos infinitos hay?

Silencio.

Miró uno a uno a sus alumnos, nadie se atrevía a contestar. Hasta que por fin uno de los jóvenes se atrevió y dijo:


¿Cuanto es infinito partido por dos? ¿y dividido por tres?

Me diréis que la respuesta es infinito. Solo el infinito dividido por sí daría como resultado la unidad. Eso me lleva a pensar que existen infinitos infinitos.

Eso será, dijo otro alumno, si puedes diferenciar cada una de las partes del infinito cociente. Claro que puedo afirmó el primero. Quizá medio infinito sea un concepto difícil de asir. Pero hay otros, el infinito de lo simple, el infinito de lo complejo, el infinito de lo grande y el infinito de lo pequeño.

¿El infinito de lo pequeño? ¿Qué es eso?

Si el infinito de lo grande es una medida en cualquier otra medida cabe infinitas veces. El infinito de lo pequeño sera uno tal que cualquier cosa por pequeña que sea también cabrá infinitas veces...

Llegado a este punto el anciano de la montaña preguntó:

¿Y como es el infinito de lo simple? ¿Y el de lo complejo?

El infinito de lo simple es un infinito en que cualquiera de sus contenidos pueda dividirse en otro infinito mas sencillo. El de lo complejo, será un infinito que como una cebolla está formado por capas cada vez mas complicadas, con mas componentes y mas interrelacionados entre ellos.

Partículas, átomos, moléculas, compuestos, órganos, aparatos, seres.

Los átomos tienen reacciones al igual que las moléculas. Los compuestos forman órganos que tienen funciones al igual que los aparatos. Los aparatos conforman seres vivos que se reproducen nacen crecen y mueren. Y en ese momento cuando se llega al ser este se reconoce. Cuando llega al hombre no solo se reconoce es además capaz de reconocer a otros no yo distinto que yo similar a yo.

El maestro entonó un mantra, e indicó a sus alumnos que era el momento de meditar. Mientras se hundía en su nirvana, en su no ser, el anciano pensó para que me necesitan ya. Y se planteó seriamente el no volver...














martes, 24 de febrero de 2015

Sueños y democracia.


Soñaron un mundo justo. Pidieron un futuro esplendoroso. Decidieron cultivar la solidaridad la cultura y los valores y sembraron su semilla en una vieja urna electoral

Cuando sorprendidos de que las urnas solo dieron abrojos y zarzas, preguntaron al sabio de la montaña ¿Qué sucedía? Este contestó:

Habéis usado el recipiente equivocado. En una urna electoral solo se siembran ambiciones.
Lo que queríais cultivar solo se puede sembrar en el alma de los hombres.

domingo, 6 de abril de 2014

No es un juego. Es tu reto

Atardecía con el lento discurrir de un día de mayo, cuando el sol, se entretiene en la linde de la tierra, como esos niños mal criados, que nunca encuentran hora para echarse. Es él el sol que juega a alargar sus horas hasta el solsticio. Haciéndose remolón en el contraluz rojizo.

Pero ya vale de entretener tu mirada mental, en un paisaje que solo tu habitas en tus adentros. A los que escribimos, nos es dado crear espacios en la mente de otros para que los usen para que los habiten.

Ahora ejercitarás el oído, y mientras borras ese aire de pastoral oyes, el tintineo de las esquilas del rebaño. El ganado invade poco a poco toda tu atención.

Bien, si las reglas son ciertas ya te tengo donde deseo; en al la orilla del arroyo en una tarde del fin de primavera, mientras miras como un rebaño acude a calmar la sed, ahítas de pasto seco.

¿Ya has llegado? ¿tienes creado tu escenario conforme a mi deseo? Pues bien escucha, hay algo más en tu percepción. Desde que oíste por primera vez al viejo de la montaña has desarrollado nuevas facultades. No, no es eso exacto, desde tu última estancia de unos días con el viejo de la montaña, has aprendido a leer cosas que antes te pasaban desapercibidas. Ahora pones en el centro de tu atención toda la información de tus sentidos. Y ahora sabes que el campaneo de las esquilas no es igual, hoy es pausado monótono, el faltan arpegios esa aceleración súbita de campanilleos que se producía de vez en cuando, precedido de un trote y seguido de una nube de polvo. Eso es, ahora lo sabes falta el perro, el perro que con sus carreras sus ladridos y algún que otro mordisco va conformando el paso del rebaño.

Ves al pastor, se desgañita gritando, lanza piedras y su cayado para aturar el hato. Poco más tarde el te lo cuenta, he matado al perro.

Lo tuve que hacer, le salió el alma de lobo que llevaba dentro. Mordía a las ovejas por placer, sin sentido, era malo he tenido que matarlo.

¿Y como sabías que era lobero?

¡Ah! lo delató su forma de beber, el perro chapotea en el agua cuando bebe, hace ruido no le importa, el lobo más taimado, lo hace con todo el hocico dentro del agua. Sin ruido... su instinto le obliga a no delatarse nunca.

Y ahora que harás

¿Sin Perro?

No, ¿qué harás tu lector? Ahora que sabes que puedes analizar tus perceptos, y saber que falta el perro antes de que te lo cuenten. Ahora que te dicen que en tu entorno hay perros lobunos que harás con ellos.

No crees que es el momento de...


domingo, 19 de mayo de 2013

Un secreto del Sabio de la Montaña

Un día próximo ya a partir, el sabio de la montaña recibió a uno de sus sus discípulos que se alejaba y que le dijo:

-Maestro me dirás antes de partir cual es el secreto.

-¿Qué secreto?

-Esas palabras, que has pronunciado tantas veces a los oídos de los grandes de este mundo y que te han dado fama de sabio prudente y verdadero.

- Ah... si hijo... mio... ven acércate. Dijo el sabio con su mermado aliento.

El discípulo acercó la oreja a la boca del maestro y este suspiro un murmullo ininteligible.

El joven extrañado preguntó:

- ¿Qué decís maestro? ¡No os entiendo!

- ¡Claro nada dije!

- ¿Entonces?

- Mira, a los poderosos del mundo, nada se les puede decir. Así que nada digo, pero he hecho correr la voz; que solo los inteligentes lo comprenden y ya ves el resultado. Mas de cuarenta años llevo diciendo nada. Y ellos por no aparentar estupidez convienen en que soy sabio y discreto. 

Mal pronunciados, sin impostación y acento, al tonto le parecen adagios de sabio y afortunados agüeros, hasta los carraspeos.