Ponte bajo de un manzano
en la tardía primavera. No verás ninguna manzana.
No conseguirás ningún
fruto, por más que trepes al árbol o lo sacudas.
Mas si te pones a su
sombra en otoño. Las manzanas, maduras le caerán a las manos.
Nos
esforzamos demasiado, o en el momento menos oportuno, para satisfacer
los deseos del corazón.
Así decía el maestro
Lao-Tse. Así os digo yo ahora. Todo fruto tiene su trabajo, todo fruto
tiene su sazón.
La vida es un gran ciclo, llena a su vez de otros mas
cortos. Debes aprender a esperar, que la naturaleza llegue a darte su
fruto en su momento.
El hombre hoy quiere
melocotones en invierno, naranjas en verano y una huerta fecunda todo
el año.
Lamentablemente, ha aprendido a forzar la naturaleza. Pero
al forzar la vida, también ha roto su ritmo interno.
Por eso el
hombre es hoy, insípido como el melón de invierno, como naranja de
agosto, tenue como la sabiduría del niño. En pocas palabras
inmaduro.
3 comentarios:
El hombre es el único animal que modifica el hábitat. Estamos en un momento en el que cosechamos sobre nuestra conducta; el industrialismo, la revolución industrial y la revolución científica. Ambos nos han traído grandes logros y grandes comodidades, pero tal vez el precio que pagamos sea demasiado alto.
El precio que pagamos es perder nuestra identidad.
Tú no la has perpido , Alfredo , sigues llevando todo lo bueno que los seres buenos tien que tener.Besos.
Tú no la has perpido , Alfredo , sigues llevando todo lo bueno que los seres buenos tien que tener.Besos.
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