lunes, 9 de julio de 2012

Anteayer

Días atrás, dormía aún, con un alhamar. Precaución necesaria para las alboradas norteñas.
Hoy el rescoldo de un sol levantino, me hace añorar aquellas mañanas frias. La llegada de los barcos de pesca, que después de su faena. El recolectar un noctívago palangre. Se acercaban a puerto, subastando a bordo, alotando, el magro resultado.
Ver a los pescadores, con las redes como orarios, preparar la nueva singladura.
Enjarciar, entre el olor inconfundible de las algas y un áspero olor de diesel mazut, las bocinas, La Cruz Roja del Mar, esa otra virgen del Carmen, que vela por los hijos de la mar...

El cafetín del puerto, un aguardiente un café y otro sueño.

viernes, 30 de marzo de 2012

Un paseo con José Martínez


Vengo de dar un paseo, con José, por las rutas que fueron del Quijote.
José Martínez tiene la pluma ágil. Se diría, que escribe sus cuartillas, con pluma de ave, porque sus textos acarician el paisaje su pluma es pincel antes que estilo, que acaricia por igual paisaje y paisanaje. Huye del estilo duro que produce rasgos fuertes luces sombras y contrastes. Me hablaba hoy Azorín -entre otras cosas- de una moza que arrezagada la falda anda con otros labriegos sarmentando.
Tiene -le dice su guía- diez y ocho años y es su vecina. Vuela mi imaginación tras la hoy sarmentadora, mañana espigadora, que luego arrimara su esfuerzo a la vendimia.
Me parece verla, oler el acre sudor de su cuerpo, trabajador trabajado. Pienso en cuantas mujeres dejaron en la huerta, el allozar o la olivera su juventud y su esfuerzo en silencio.

Mercedes, me decía el otro día, que pasea, busca en la puesta de sol y la naturaleza la calma para afrontar la vida. Mercedes tiene un oficio duro, compartir el alma ayudar al cuerpo. Ella también espiga sarmentea y vendimia en alma ajena. Que fácil es, que te salpique el desencanto y la pena. Y hay que llegar a casa como la arrezagada; dispuesta a dar amor. Sonreír, amar, oficios de mujer casi nada... 
Darío

martes, 14 de febrero de 2012

Un psiquiatra se pone a rezar

Mercedes Nasarre es una amiga antigua, de la juventud casi de la infancia. Yo se que es psiquiatra vocacional, porque asistí a ese primer brote en que una persona joven se identifíca con lo que quiere ser.
Cuantas tazas de café en el Marvi esperando...  Leía "Cien años de soledad" ella llegaba a ese sitio de reunión de la panda y hablaba. De ese trato nació un cariño a veces complice que ahora al paso de los años vuelve a la memoria cuando me dicen que me mandan su libro.
Darío (Zoilo en aquel tiempo)

domingo, 12 de febrero de 2012

Alma peregrina

Nunca fue el silencio tan querido
como aquel que acompaña tu mirada.
Porque sí, al fin has vuelto, de tu viaje interior hacia la nada.
Y estás allí ante mi, triste luctuosa hambrienta de afectos
de lisonjas
Sedienta de los goces de la vida
presta a sentir y temblar en armonía
con la luz del saber que ayer era nausea y hoy melancolía.
                                 (El alma retornada)
Darío

martes, 31 de enero de 2012

Despedida [Este sí es, un adiós sentido]

Me ataca me asalta y aprisiona.
con  hambre que devora señoríos
el tiempo inflexible todo allana
reduce a polvo los recuerdos míos.

Polvo, ruinas hará  de mi persona
en la nada sumirá mis desvaríos
mi amor y mi deseo pobre avío
para largas jornadas en vacío

Amor a brote pronto incendiario
pasional arcano impúdico secreto
Soñando soñé un cielo a tu lado
un cielo hoy vedado prohibido.

Requebré tu gala tu hermosura
quise poner donaire y gracejo
coseché mi alma atormentada
requiebro de un amor insatisfecho.

Quebré mi alma en el empeño
Menoscabo elata  con  que pagas
La devoción,  mi afecto.

Perdón quizá sin querer te hice daño
perdón por usar un álgebra confusa
por creer que uno y uno es uno.
Y tu y yo uno en la misma cosa

En fin a ti mujer que mueves
el mas delicado sentimiento
va dedicado este postrer recuerdo.

Para ti que tal vez llores conmigo en silencio.