El amor empieza en un beso y un beso, empieza en la mirada. En realidad un beso empieza enen un cruce de miradas.
Recuerdo que te vi ante mi, subiendo la escalera... yo detrás mirando tus piernas, tus caderas, la curva de tus nalgas...
Tu al volverte, me viste mirar. Con un sonrojo leve, y con tu mirada dijiste ... mañana...
Pero hicieron falta muchas noches de lectura. De silencios cómplices. De atenciones tiernas para que nacieran esas miradas.
Mañana. Si te veo en la escalera de metro, te miraré la piernas, tus curvas y tus nalgas. Solo en la esperanza, que me veas mirarte otra vez con deseos con ganas...
Y tu, con una sonrisa en la mirada, me dirás... Mañana...
Cuando de alguien se tiene la complicidad, la confianza, no tener su cuerpo es solo circunstancia.
El amor empieza como el beso, en una mirada y también acaba. Algo que nunca puede suceder con el beso que si no se da no se paga.
Un beso y hasta mañana.
Darío
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