Encontré hoy un beso tuyo en mi petaca.
Entre las briznas de la picadura.
Con olor de chocolate y vainilla
del tabaco de pipa que me agrada.
¿Sabes?
Nunca te dije, que uso la pipa
a modo de incensario -auto incensario-.
Me gusta su olor, pero nunca aspiro el humo.
¿Como pudo llegar tu beso a ese sitio?
Supongo, que quedó prendido entre mis barbas
y volvió a la petaca con algún pellizco de tabaco
del que a veces huelo.
Creo que lo fumaré esta noche.
Lo pondré en la cazoleta.
Lo prensaré suavemente con el dedo.
Le daré fuego. Un fuego de placer erótico y humano
Por que la pipa es metáfora del sexo femenino.
Saldrá como una voluta azulada dulce y juguetona.
Y volará junto con mi pensamiento a tu encuentro.
Será bonito ver como se eleva el humo de nostalgia.
El humo de un anhelo...
El humo que inciensa mi persona, porque ese beso,
es la ofrenda que hiciste de tu cuerpo que ni quise ni deseo.
En realidad solo es medio beso. Por que para ser uno, le falta medio mio.
Y yo antes de ponerlo, prefiero sacrificar tu medio beso a mi ego.
Diario
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