Estoy
esperando, pegado a la pared, junto a la puerta de entrada.
Desde
aquí puedo ver sin dificultad 180º.
La
pared de enfrente con el viejo perchero un sobretodo y un chambergo,
los tres parecen sacados de un atrezo. Por no decir de un mercado de
viejo o le ropero de una parroquia del siglo pasado. Junto a ellos el
paragüero otro cachivache de otro tiempo. Se que entre los paraguas
esta escondida el arma, un viejo bate de béisbol capaz de dejar sin
sentido a cualquier intruso.
Espero,
que cundo ella llegue, no tenga tiempo de alcanzarlo. No me gustaría
ser el blanco de sus golpes. Pero bueno no tengo de que preocuparme
ella no espera encontrarme aquí. Tengo la ventaja de la sorpresa.
Apoyado
en la pared, siento perfectamente los movimientos de la casa, cada
puerta, cada parada del ascensor, las pisadas trémulas de la vecina
del 3º. El andar torpe y pesado del portero. Un caminar proletario
desganado. Espero que se vaya antes de que llegue ella. No es bueno
que este por la escalera podría estropear mi sorpresa.
Vaya
alguien se ha dejado abierta una ventana, desde aquí veo como se
mueven las cortinas del comedor. ¿Y eso que es? ¡Ah es el perro con
el no contaba! Mira que si le da por venir... Pues si viene, no tiene
porque pasar nada, el me conoce ya
¡Por
Dios que hace ahora oliéndome así! ¡Vamos chucho fuera, vete fuera!
Estoy esperando a tu ama así que; no te quedes aquí para complicarlo
todo.
Uf
se ha ido, menos mal, ya debe faltar poco desde aquí no puedo ver el
reloj de comedor, creo que las ultimas campanadas era la media de las
cuatro.
No
puede tardar mucho, se oyen pasos que ¿Quien? Vaya la vecina espero
que no tenga la llave... No, no está tocando el timbre, el perro le
contesta con un ladrido, no mujer no hay nadie aquí. No ves que no hay
nadie ¡Hala marcha a tu casa! Será posible que no tenga otra cosa
que hacer...
Vale
se ha ido he oído cerrar la puerta del rellano.
Tan
tan tan, tres cuartos ya no puede tardar.
Clank
rururur el ascensor baja será ella, seguro... el ascensor se ha
detenido, ahora entran, cierran la puerta, sube... si se ha detenido
aquí; se abre la puerta sí es su voz. Con quien habla... ah subía
alguien con ella. Ya está se acerca, oigo el ruido de sus llaves, ha
metido el llavín en la cerraja. Gira y abre ahora es el momento. La
puerta se separa unos centímetros entra me ha visto no ha podido
reprimir un grito, se aparta con una mirada de incredulidad y yo se
la devuelvo.
¡Si
ya ves estoy aquí! Un espejo de cuerpo entero con un texto escrito
que dice ¡Feliz cumpleaños María!
Darío
2 comentarios:
Me estaba esperando lo peor y ha resultado ser una sorpresa buena! Muy bueno, Darío.
Bss.
Siempre esperamos lo peor. ¿No crees? Será porque imaginamos imposibles y luego corregimos...
Publicar un comentario