Lo que no está en los libros está en las piedras.
(reflexiones de un aficionado a la historia)
En
aquellos tiempos de los que ya no queda nada, hay que suponer para
llenar vacíos. Nada extraordinario, la historia se ha empleado
muchas veces para justificar el hoy. No hay pueblo que no haya teñido
alguna vez sus banderas de glorias inexistentes.
Leyendo
diarios de Cataluña, editados en siglo XIX, se observa como la
burguesía condal disfruta soñando unos oropeles tan falsos como los
que lucían en el liceo sus amantes.
Pero
armados de prudencia que es lo que sabemos de la lejana y alta edad
media.
Sabemos
que: El Imperio Romano, se precipitó en una caída lenta pero
inexorable.
Sabemos
que en el año 418, y previo pacto con Roma, los visigodos, crearon
un reino que abarcaba desde Bretaña, hasta Hispania y desde la costa
atlántica francesa hasta la Provenza. En el año 507 Alarico II fue
derrotado por los francos, y tuvo que replegar reino y fronteras,
terminó estableciendo su capital en Toledo para un reino que
comprendía toda la península, y la Septimania, dejando eso sí un
territorio en el Cantábrico y medio Portugal a los Suevos.
Habrá
que aclarar, que el número de visigodos era escaso, que figuran mas
como administradores. Por esa razón, se empaparon de la cultura
romana de los habitantes de sus territorios. No hay motivo para
entrar a estudiar su reino, basta señalar, que lo cultural tenía
raíces de todos los pueblos anteriores. Solo certificar un sustrato.
Saber
que había una iglesia visigoda y arriana que también formó parte
de las primeras heterodoxias (ver Menendez Pelayo Heterodoxos
Españoles)
La
historia dice que en el año 711 y por un ajuste de cuentas entre Don
Julián -Conde- y Don Rodrigo -Rey- el primero llamó a los
musulmanes en su ayuda, parece que la razón fue vengar la violación
de su hija.
Hay
por medio un obispo traidor Don Oppas, pero podría tratarse de un
hijo de Witiza, y la llamada traición solo un movimiento de una
guerra civil entre visigodos a raíz de la sucesión de Witiza por
Don Rodrigo.
Cierto
que en las versiones de La Crónica Alfonsí que circulan en voz
popular por Covadonga y Liébana, se pone a este Oppas como
negociador pidiendo a Pelayo en Covadonga que se rinda.
-Como
puede verse- la historia se escribe a gustos del reinante.
Los
musulmanes derrotaron a los visigodos en toda la península, o mejor
no encontrando resistencia seria llegaron hasta Narbona en el año
719, donde por primera vez fueron derrotados.
Aclararé;
que en esta conquista, hubo mucho pacto, matrimonios entre los recién
llegados y familias de ascendencia romana. Con la creación de
familias mixtas, de grado o por la fuerza. Pelayo, el reconquistador,
-al que aludía antes- comienza a luchar contra un cuñado, no
querido, que se había encaprichado de su hermana.
También
se dice; que los judíos tuvieron mucho que ver. Al parecer pensaban
que era mas favorable para ellos el islam que las conversiones y el
bautismo forzado dentro de la iglesia visigoda recién convertida al
catolicismo, aunque conservó ritos particulares, mozárabes, hasta
pasado el año 1000.
Quiero
aclarar; que según me parece, la supuesta solidez de reinos, de
bloques, no es otra cosa que una apreciación de la historia que nos
contaron, una forma de narrar que denota los intereses de
nacionalismos e imperialismos.
Al
parecer, la comunidad invasora tampoco era un bloque sólido. Entre
ellos había musulmanes de Arabia y particularmente del Yemen, y lo
que podíamos denominar musulmanes de segunda clase. Estos eran
tribus rifeñas, bereberes, tratadas y vistas por los árabes como
musulmanes de segunda clase.
El
Islam, estaba inmerso en guerras civiles desde su fundación, el
calendario nos habla de tres enfrentamientos o guerras civiles, en
los años 661 680 y 747. Abderramán I en el 756 creó el emirato
independiente en El Alandalus.
Pero
como en política no todo es color de rosa, Abderramán se encontró
con revueltas en la frontera norte del Alandalus. Parece que el Valí
de Zaragoza, Sulayman ibn Yaqzan al-Arabi solicitó ayuda a
Carlomagno para defenderse de Abderramán. Algunas crónicas añaden
a este movimiento de secesión Huesca y Barcelona.
Dicen,
y es un decir, que Carlomagno entendió que se le entregaba la ciudad
de Zaragoza, dicen que se desplazó desde Westfalia, a Zaragoza. Y
que puso la ciudad en sitio sin resultados. En su retirada, su
retaguardia recibió el descalabro de Roncesvalles. Y para mi allí
terminan las aventuras carolingias en España.
Pero
el el Codex Calixtinus obra seguramente de algún monje gabacho dice
que:
Carlomagno
se enseñoreaba de España y la liberaba de moros. Llegando a liberar
Madrid.
Vamos
que no tomó Granada y se embarcó para América de milagro.
Lo
cierto, es que ese Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Se
le considera como el primer político deseoso de unificar Europa.
Pero la cruda realidad es que no le fueron las cosas tan bien como se
cuenta.
Se
habla a menudo de la Marca Hispánica, un territorio que separaba las
tierras de moros de las del imperio Franco; se dice era, más o
menos, lo que él poseía.
En
realidad poseer no poseyó nada. Carlomagno fue un usurpador, miembro
de una familia, usurpadores que terminó por hacer hereditaria la
tenencia de funciones y territorios. Algo que estaba en las
costumbres y usos de los francos ni de ningún otro pueblo llamado
bárbaro. Sus reyes sus caudillos eran un primus interpares (el
primero entre los iguales) y los condes una dignidad con cargo y
funciones muy diversas, como los condes de los tesoros, de las
escuelas, palatinos y otros. Para pasar más adelante a ser
gobernador de una comarca o territorio.
En
su corte, y tiempo se consolidó el fraude del documento de
Constantino. Según en el cual Constantino I emperador romano había
cedido al papado territorios que serían el germen de los estados
vaticanos. Era un favor por favor o más descaradamente comprar la
corona imperial por un reconocimiento de estados papales que nunca
pasaron de la imaginación de algún monje (mencionado por vez
primera por el papa Adriano I a Carlomagno, a inicios del siglo IX).
Fue,
según se dice el creador de la Marca Hispánica. (Literalmente la
frontera de España) un resto del reino visigodo de Toledo, que por
presión de los pueblos francos tuvo que trasladar su capital de
Tolosa en la Galia, a Hispania.
En
el imperio carolingio nace la fábula histórica, usada por el
nacionalismo catalán dice que dejó condados – y por consecuencia
condes- desde Aragón al Mediterráneo. Aunque muchos de esos
condados, Gerona, Lérida, Barcelona, tuvieron valíes musulmanes y
no condes, hasta 80 y doscientos años después de su muerte de
Carlomagno.
De
Navarra ni nombrarla; que les traería malos recuerdos por
Roncesvalles. La Canción de Roldan escrita como poco 300 años
después de los hechos describe a Zaragoza como una ciudad en una
montaña. Creo que si mis lectores cierran los ojos, podrán ver en
la imaginación, la enorme montaña y las cataratas que el Ebro
produce en sus alrededores.
Que
Marca ni que territorio se puede reivindicar como perteneciente al
imperio cuando no aparece ni un solo texto con Letra Carolingia, ni
en documento ni en una lauda sepulcral.
Las
muestras de monedaje son inseguras. Solo existe un dinero de plata,
aparentemente acuñado en Barcelona. Dicen que es de los tiempos de
Luis el Piadoso. Pero no han enseñado una experticia, que certifique
que la plata corresponde a la usada en el siglo IX ni que el trabajo
se corresponda con lo habitual de las cecas de esa época (mira que
si es plata americana de la que traían nuestras carabelas
seiscientos años después).
Eso
no impide que el Ayuntamiento del Inefable señor Xabier Trias, se
ponga a comprar legitimaciones, y adquiriera por 11.980 € el
ejemplar de esa moneda, que según los historiadores de juntos por el
si (cuela) atribuyeron a aquel rey.
Por
cierto que el imperio carolingio heredado por Luis el Piadoso, fue
repartido a su muerte entre sus sucesores. Este reparto se documenta
en el Tratado de Verdún (10/08/843). Según el tratado le
corresponden a Carlos el Calvo los territorios el oeste del río
Escalda, los territorios occidentales desde la comarca de Cambray y
Sedán hasta el valle superior del Malme, la meseta de Longres, el
Saona y el Ródano.
¡Sorprendente
se les olvidó la Marca Hispánica! Y aquella conquista tan querida
llamada Barcelona.
Y
es que la historia, suele ser un contrincante difícil de doblegar,
cuando todo aparece claro, un trozo de terracota, un cabreo (libro en
que se relacionan las enfiteusis) o una ruina excavada tiran por
tierra toda la leyenda dorada.
Lo
que si se da por cierto, es que ante la descomposición del mundo
árabe
En
el Condado de Aragón, gobierna García el Malo; Conde de Aragón
(820 833) contemporáneo y no hace referencia al imperio franco. No
referencias carolingias, salvo Roncesvalles. siendo tan perteneciente
a la Marca Hispánica como puedan pretender serlo los condados
catalanes. No se sabe que usase el derecho carolingio, ni nada
parecido y lo que es peor, el clero utilizó el rito mozárabe,
visigodo, en lugar del romano hasta bien pasado el año mil.
¿Que
hechos de nuestra historia permiten corroborar afirmaciones! Intuir
verdades suponer con certezas.
En
cuestiones de clero, el monasterio mas antiguo de los de Aragón es
con casi toda seguridad San Pedro de Siresa. Se sabe que las reglas
fueron fijadas en un sínodo en Aquisgrán, en el 816, sobre la regla
de San Benito y redactada por San Crodegango.
Eso
y la presencia en su biblioteca de clásicos latinos que no se
conservaban en el resto de España, puede hacernos suponer que era
consecuencia carolingia. Por lo menos hay un monasterio; que situado
en el límite superior de Hispania, parece tener vínculos si no con
la corona carolingia si con el clero de ese imperio.
En
cuanto al tránsito de ideas y personas queda descartado, no hay mas
que seguir el viaje imposible de San Eulogio.
La
alta edad media es un terreno histórico que se presta a cualquier
frivolidad. Y no lo es por el hecho de que desde el hoy pintemos
cuadros sesgados y descaradamente interesados, la pasión de inventar
ya aparecía en los cronistas e historiadores de la baja edad media.
Algunos cartularios de convento, las crónicas de las casas reales o
la descripción de las batallas, se colorean al gusto del consumidor.
Por
otra parte la Iglesia Católica, a la cual el diablo había tendido
las redes desde la batalla del Puente Milvio. Es decir desde que
Constantino Emperador reconoce la religión y le regala al Papa una
basílica (residencia del basileos) San Juan de Letrán dando origen
al poder temporal de la sede de Pedro aunque entre una basílica y un
reino hay notables diferencias.
¿Se
imaginan ustedes a Jesús de Nazaret? ¿O sus discípulos, viviendo
en palacios como Herodes? Y sin embargo, desde su aceptación como
religión pública el cristianismo inicia la la acumulación de
bienes. Paralelamente con la voluntad del clero o sin ella, se
produce un sincretismo con otros cultos. El cristianismo toma templos
ídolos y fechas y las hace suyas.
Con
una consecuencia nefasta. Debe empezar a combatir las heterodoxias
nacidas en su seno. Los cismas muy pronto dividirán a la iglesia.
Porque la iglesia se ve precisada de cristianizar la filosofía
griega, y ritos derivados de otras religiones.
En
cuanto a las imágenes, en algún momento, en algún lugar alguien
incorporó la estatuaria antigua a la religión cristiana. Los
iconoclastas abominaron de la incorporación de imágenes de dioses
paganos a el rito cristiano. León III emperador bizantino allá por
el año 722 pretendió la destrucción de todas las representaciones
de figuras sagradas, también pretendió bautizar por decreto a todos
los judíos y montanistas.
Por
aquella época, ya se habían registrado en oriente diferentes
heterodoxias, gnosis, marcionismo, ebionismo, mitraismo, (de esta
última religión se tomaron símbolos y ritos que aún permanecen)
En
realidad parece natural que los practicantes de otros ritos, al
hacerse cristianos, incorporasen imaginería de sus religiones.
Por
otra parte la conversión por decreto, traía como consecuencia la
mezcla de ritos y creencias que había que cristianizar. Por su
parte, el cristianismo además de crear sus nuevos santos, escribía
historias, que santificaban lo propio.
Llamaré
la atención por su pretendida antigüedad y por lo que la leyenda
apoya, sea la de la Virgen de Guadalupe (Cáceres). La tradición
quiere, que la imagen se hizo en un taller de palestina, y es obra
del propio San Lucas. Lo que implicaría autorizar el culto a la
virgen, y el culto a las imágenes en una sola tradición.
Tenemos
en la misma gavilla el monacato, la iglesia secular, y las ordenes
militares. Entre estas los Templarios tienen desde la promulgación
de La bula del Papa Inocencio II -Omne datum optimum- (29 de marzo de
1139) poder autorización para tener sus propias iglesias. Y en este
terreno tan resbaladizo, los pobres Caballeros de Cristo que también
protegen a los peregrinos a Santiago de Compostela comienzan a
extender su red de apoyo, lugares donde los peregrinos encuentran
descanso, protección, cuidados médicos y servicios financieros.
Y
con estas premisas, dejo para otra aportación al blog, un cápitulo
dedicado a La iglesia, los moros, las órdenes militares en especial
el temple.
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