viernes, 19 de agosto de 2011

Con Amparo "La Tribuna" en la Fabrica de Tabaco

Mañana siguiente:


Aun no ha amanecido, cuando una voz queda, me susurra en el oído vamos vamos, que llegaremos tarde, hay que visitar hoy la tabacalera. No recuerdo muy bien como he llagado hasta aquí. Tengo el recuerdo vago de unas filloas (freixós) con panceta.


Un individuo con extraña indumentaria nos recibe en la puerta. Comienza a hablar. El edificio que vamos a visitar fue construido en el siglo XVIII para el Servicio de Correos Marítimos de las Colonias. El correo marítimo, era la parte de administración del estado que se ocupaba de hacer llegar la correspondencia oficial leyes nombramientos cuentas paquetes y hasta personas entre España y las colonias. Por la importancia del servicio, se exigía, que en estos almacenes hubiese todo aquello necesario para reparar y abastecer los paquebotes. Por razones complejas de explicar entre ellas la dejación del monopolio por parte del estado fue destinado a otros usos. En 1802 pasó a formar parte de la Fábrica Nacional de Tabacos. Las tres labores que se producían aquí eran puros, cigarrillos y picadura. El tabaco llegaba directamente del puerto. Aquí se hacían todas las labores por manos expertas, generalmente mujeres como sucedía en otros establecimientos similares en Madrid o Cadiz. El tabaco es monopolio del estado desde 1636.


Una de las lectoras les acompañará en la vista a la fabrica, no duden en preguntarle todo aquello que deseen conocer sobre nuestra organización e historia.


Una mujer aun joven de edad difícil de precisar se dirige hacia mi. Morena de ojos muy negros y labios bermellón, con una piel que recuerda el brillo de la porcelana. Hola soy Amparo, lectora en la fabrica de tabaco.


¿Amparo? Que casualidad yo sabía de una Amparo que trabajó aquí...


Claro soy yo... y tu eres Darío Fernandez. Seguro que llevas encima la cruz de Ana.


Ante mi cara de sorpresa continuó. Si La cruz de Ana Ozores.


¿Ana La Regenta?


Claro, quien si no.


¿Como conoces tu a Ana?


Ya sabes te lo dijo ella los personajes de novela vivimos en un Elíseo. Allí nos vemos todos. Ella me dijo que vendrías.


Como podía ella saber...


Ja ja ja es muy sencillo el Elíseo del que te hablo, es virtual tu propia mente. Allí tiene entra todo lo que lees, todo lo que imaginas. Una vez me has recreado mi imagen en tu cerebro, puedo vivir en el y hasta acceder a recuerdos paralelos.


Tu seguro que me has comparado con ella... has imaginado que...


Creo que el rubor se apoderó de mi cara, la sensación de calor no pudo pasar desapercibida a Amparo.


No te avergüences no hay motivo para eso. Si recuerdas Ana ya te contó como se tuvo que sentir alguna vez molestamente imaginada por algún lector.


Ahora entiendo el sentido de su frase, quería decir que algún lector alguna vez la pudo imaginar...


Si, es la pega que tiene ser, creación literaria. Primero el autor nos construye de acuerdo con su experiencia y sus deseos. Luego somos recreadas una y otra vez por cada uno que pasa sus ojos por las páginas del libro. Imagina, lectores, ensayistas, críticos, colegas... Todos con algo que añadir o algo que quitar todos viendo lo que en realidad no existe algo que solo es fruto de su imaginación y sus deseos.


¿Y tu? Como crees que te imagino yo.


Tu no me imaginas, tu me construyes a partir de tu experiencia. Por eso te haces tantas preguntas, porque hay espacios a los que la Pardo Bazán no tuvo acceso. Porque hay vivencias que ella no pudo imaginar


Mira por ejemplo...


Continuará


Darío

jueves, 18 de agosto de 2011

Ama Lia con tus brazos un nudo de dos lazos que...

¿Donde se puede leer tu poesía?
Aparte de en tu voz y en tu mirada
Donde alcanzar la estrofa clara
del alma que en tu mirada me llama.


Amor por chat me das que mal asunto


Que ahora mismo le pusiera punto
sin no hubiera como don Juan intento
de tomar tus versos de tu aliento.



Puesta así ceñida entre mis brazos
disfrutar de tus hechizos y encantos


tu boca tremolar entre mis labios.


Mujer que deseas ser así soñada


coincida tu deseo con mis sueños


y colme tu cuerpo mis anhelos.


Darío.

Regreso de Coruña

Cae la tarde, desde media mañana el sol furtivo tras la nubes ha estado caldeando el día. Calor que la proximidad de la costa atlántica hace agradable. Un día igual junto al mare nostrum hubiera parecido la antesala del orco.


Neblina y orvallo días que para mi gozan de especial encanto. En un velador, en los soportales de María Pita, he desplegado los planos. Cuanta topografía Marinedana. Calles que corrió la Pardo Bazán por las que luego con pocas variaciones hizo fluir a sus criaturas. Esta plaza estaba ocupada por los contrafuertes de la muralla.


La iglesia de Santiago. El campo de la leña. El cementerio cerca de el vivía Rojo el verdugo de la piedra angular. El barrio alto -ciudad vieja- El Bajo que se corresponde con la pescadería. Mira aquí el edificio de la tabacalera. Aun está en pie. Lo reformarán para juzgados, vamos a ver que evoca. El centro de fabril de la novela La Tribuna. Vamos a verlo.


Impresionante, pero similar a otros edificios hechos para le mismo fin. En sus mejores tiempos llegó a emplear a cuatro mil personas la mayoría mujeres.


Aun naciendo en plena revolución industrial, en esta fábrica, la mayor parte del trabajo se hacía de manera manual. Debe ser que en España industria e ideas llevan idéntico retraso. Lo que daría por ver su interior en un día de faena.


Volvemos, el coche enfila una carretera estrecha comarcal que nos deja en nuestro escondite. Por mi mente desfilan los personajes de las novelas de la Pardo Bazán. El cambio en La Coruña durante el siglo XIX fue impresionante, hoy el centro está poblado de numerosos edificios modernistas. Los Balcones acristalados son una seña de identidad inconfundible. De el origen del nombre me quedo con el Crunia nombre que figura en documentos del siglo XIII. Por otra parte me gusta esa similitud fonética que los paisanos aun usan ¿Que vas a Crunia? Recuerdo que era una pregunta habitual en mis primeras estadías en Galicia y que al principio me hacía dudar de lo que había oído.


El ruido de la rodadura indica que hemos dejado atrás el asfalto de la carretera estamos en casa.


Cenamos una lubiza, lubina, a la espalda, simplemente puesta a la plancha por el lado de la piel, bien desescamada, hasta que esta queda con la textura de un chicharrón. Un buen vino blanco de la tierra un Viño del Rosal y a descansar que mañana será otro día. Me voy a la cama pero fiel a mi costumbre de leer en ella, me llevo La Tribuna y los mapas buenas noches. Darío


martes, 16 de agosto de 2011

Una tarde en Coruña 2º (Encuadre Histórico)

Reseña histórica.


Empezaba el siglo XIX con el inglés enemigo. Aliados de la Francia
Imperial. Los ingleses bloqueaban Ferrol. La batalla de Finisterre, fue una severa derrota para los aliados francoespañoles, preludio del desastre de Trafalgar.


Trafalgar es la escusa del motín de Aranjuez. Carlos IV abdica en su hijo Fernando VII el que al parecer mueve los hilos de la revuelta, algo que ya había intentado en el motín del Escorial.
Mas tarde, Fernando devuelve la corona a su padre, y Carlos IV muy contento se la vende a Napoleón quien pone en el trono de España a su hermano José el Pepe botella de los españoles.


El pueblo español hasta las barbas de las tropelías del francés, comienza la llamada guerra de independencia. La Junta Suprema de Sevilla e Indias y la de Granada comenzaron el reclutamiento de ejércitos en que mas de la mitad eran voluntarios del pueblo. Derrotando por vez primera en tierra a los generales del corso. Obligándole a venir a España con un numeroso ejercito.


Literatura.


Trafalgar es, la primera novela, de los Episodios Nacionales de Benito Perez Galdós.


Galdós, ha de tener un capitulo propio tanto en la literatura del siglo, como en la vida de Emilia Pardo. Sus amores fueron comidilla en su época. Casi motivo de escándalo.


Cuando en el siglo XX se publicó su epistolario. Pudimos saber que en algunas cartas Doña Emilia escribía con majeza, de su
relación. Hoy esa falta de inhibición nos produce simpatía mas que sonrojo. Es notorio que Doña Emilia regalaba a sus amigos ejemplares de sus obras encuadernados en la piel de uno de sus guantes ¡Que refinamiento! Tiene algo de inducción al fetichismo.


Pero volviendo al tema de este ensayo (ligero) sobre La Pardo Bazán, la cuestión es que cosas perfectamente conocidas por ella no figuran en sus novelas y ¿El porqué?


La Coruña, es una de tantas ciudades españolas que comenzó el siglo XIX dentro de un cinturón de murallas medieval. Esta
defensa, demostró ser obsoleta en la guerra contra los ejércitos de Napoleón.


El inglés, en algunos textos de historia, pasa de enemigo a “aliado”.
Así tenemos a Sir John Moore defendiendo La Coruña del
asedio napoleónico. Muere en la defensa y recibie un entierro
de honor efectuado por su rival el Mariscal Soult.


Pero me centro en la historia.


La realidad, es que España no era otra cosa que el campo de batalla entre Francia e Inglaterra. Las tropas españolas y el pueblo a pesar de su heroísmo pesaban poco en el juego global.


En esa época, se inicia la independencia de Mexico y Las revueltas de Bolivar (El libertador) y San Martín, en nada ajenas a los intereses comerciales de Inglaterra.


En la mentalidad, que es lo que cuenta, tenemos un panorama parecido. Las ideas religiosas y absolutistas son como muralla medieval, que para nada sirve.


Los cambios de los progresistas, a los que solo se les puede llamar así, en comparación con el absolutismo no representan mas cambio que el interés de una burguesía. Una nueva versión del despotismo ilustrado que durará hasta La época en
que escribe Emilia.


La nobleza militar burguesía e iglesia siguen representando el poder. Los primeros compases de 1868 solo son el teatro de un cambio social. Las novelas de Pardo Bazán tiene aun un deje de despotismo ilustrado.


El narrador, debemos suponer que personificación de Doña Emilia, tiene un deje burgués conservador imposible de eludir. Esa es la base de su literatura. Esto que escribo no es crítica, es un encuadre para acercarse a su obra.


Continuará.


Darío.

lunes, 15 de agosto de 2011

Una tarde en Coruña.

La comida, de aliño. No es que fuese mala, los gallegos suelen ser mas respetuosos con su cocina nacional que el resto de los españoles. Cierto que te puedes hinchar de marisco congelado junto a los mejores puertos marisqueros. Cierto, que alguna vez me sirvieron una empanada como de pan bimbo. Cierto que hay algún caldo gallego que goza de una babel de carnes que nunca estuvieron en el origen del pote. Pero aun es fácil, ver en las huertas esas coles de un metro y mas de altura de cuyo troncho se ha ido cortando una o dos hojas cada vez para hacer el caldo, dejando el cogollo cada vez mas alto tierno y pequeño.
Doña Emilia; tuvo un amigo, Manuel María Puga y Parga que bajo el seudónimo de Picadillo fue deshojando su saber comer y el de su tierra en colaboraciones diarias en la prensa primero, en libros después. Algunos con el comentario de Doña Emilia. Porque el nacionalismo bien entendido, comienza en los fogones. Se come lo que se tiene, se guisa conforme al tiempo que dejan libre las otras actividades (economía también) y el calendario de fiestas y romerías suele coincidir con los ciclos del mar y del campo. Las cosechas que marcan romerías, o bajas en los ciclos de pesca y extracción. Las vendimias y las siembras unieron en los ancestros cosmos alimentación y folclore.
Por eso tiemblo ante gastronomías que desconstruyen. Por que lo que nos ha hecho lo que somos. Es lo que producimos y como lo producimos. No voy a seguir por aquí, seguro que termino abominado de las leches descremadas las 100.000 y una pizzas o las monumentales hamburguesas. Sazonado todo con glutamato y muchos E-conservantes, E-colorantes- E-saborizantes autorizados ¡Señor si Picadillo o la Pardo levantaran la cabeza!
Perdón, me repite el almuerzo. De Picadillo y La cocina de Doña Emilia hablaremos otro día. Ahora voy a buscar un plano de La Coruña supongo que es mas fácil que volver al aparcamiento por el GPS. Mira allí hay un quiosco de prensa.
Buenas tardes ¿Tiene planos de la Ciudad?

Un momento, no no me quedan.

¿Sabe donde podría encontrar uno?

Mire en una librería de esta misma calle a ver si allí.
Tampoco y ya van tres. Al final en una rua perdida encontré un facsímil de los

Planos de Barón y Yáñez planos de Barón y Yáñez (1879 ) Bueno no es lo que buscaba pero me lo llevo seguro que son mas Pardo Bacianos que los de ahora.

Darío