sábado, 25 de mayo de 2013
Historia de Paqui Punto final.
Manuel decidió no presionarle más. Se despidieron, la mente de Manuel estaba en el despachito del restaurante. Intentaba imaginarse que hacía su mujer. Suponía que lo estaba pasando mal, el informe habría sido como una bofetada, quería enfrentarla con la dura realidad. La idea de que añadieran fotos al informe y se lo hicieran llagar a Paqui, era su bofetada, el golpe por su ofensa. El golpe moral, que le asestaba y no habría otro.
viernes, 24 de mayo de 2013
La Paqui penúltima entrega.
Habían pasado cuatro o cinco días desde que Manuel tuvo noticia de la infidelidad de Paqui.
Era un lunes. Todo parecía discurrir con normalidad, aquella semana Luis tenía el turno de mañana. Los lunes suelen se días flojos en restauración. Sería entre cuatro y cinco, la hora del relevo, la cocina había quedado limpia como una patena, Manuel estaba haciendo arqueo, preparaba el dinero en billetes para llevarlo a la caja del banco. Pidió un desglose por cubiertos, cocina, bodega, aperitivos y postres. Mientras el ordenador lanzaba el resultado apareció Luis.
Manuel lo llamó:
-Luis mira tengo aquí algo interesante.
- ¿Si jefe?
- Si mira hay una correspondencia entre los aperitivos, vermut y las carnes y los finos y vinos blancos y el pescado.
Quiero decir que parecen unánimes a la hora de pedir, o todos toman carne o todos toman pescado. Puede que tengas razón, podíamos ofrecer un menú, selección de pescado o marisco, acompañado de principio a fin con un cava, es evidente que casi todos los grupos de hasta seis comensales tienen una cierta uniformidad en las comandas. Podríamos aprovechar la oferta de *** y reducir un poco el volumen de D.O. y añadas en la bodega.
Hace tiempo que me preocupaba la cantidad de dinero que hay que tener en vinos para lo poco que salen, como dices tú lo poco que rotan. Piensa que ofrecerías que cava junto a que platos.
En eso se hallaban, cuando entró Paqui dispuesta a iniciar su trabajo. Le dio un beso a Manuel, para los dos no dejaba de ser una situación embarazosa besarse delante de Luis, el amante.
-Vienes un poco antes ¿no? dijo Manuel.
- Si tengo faena de administración atrasada, hay que pasar los datos la gestor pronto toca declarar el IVA.
- Ah bien, la fidelidad de las cargas fiscales dijo Manuel ( luego pensó ¿por qué habré usado esa palabra fidelidad? al mismo tiempo que se decía tu vienes a ver a Luisto que esta semana no lo tienes fácil ) Por cierto te he dejado sobre la mesa del despachito el informe de Luis hay que enviarlo a la escuela la tabla ya está llena, creo que tu redactarás mejor una nota.
- Luis un poco incómodo, dijo bueno yo me voy para que puedan hablar de mi.
Manuel contestó, no espera, ya sé que el informe que demos de ti a la escuela no deberías verlo. Pero no tengo más que decir. ¿Hacia dónde vas?
-Quiero acercarme por la escuela, tengo que mirar unos datos en la hemeroteca, algo relacionado con el retro-sabor del cava y el marisco. Había una revista que hablaba de ello y no pude leer el artículo en su momento.
-Veo que ya te estás haciendo una idea como mejorar el negocio. Le he propuesto que nos ayude a crear un menú de marisco o pescado y cava dijo Manuel a modo de explicación a Paqui.
- Si me esperas un momento, te acerco con el coche tengo que dejar un ingreso en la caja del banco y te llevo hasta la escuela, yo también debería hacer alguno de esos cursos que dan para profesionales.
Y continuó mirando a Paqui, te he dejado unas notas más junto al informe de Luis ya las verás.
Se despidieron Manuel y Luis cruzaron la puerta hacia la calle.
jueves, 23 de mayo de 2013
La experiencia de Manuel II
Manuel permaneció todo el día taciturno. La idea de una infidelidad de Paqui le atormentaba. No era en tanto por el hecho en sí, es decir por las consecuencias que tendría y el calado del mismo. También era y esto le preocupaba más, por saber cual era la respuesta acertada.
Era evidente que tenía que hacer algo ¿pero qué? A ver ¿cogía la escopeta y terminaba con la vida de su mujer y su amante? ¿O quien dice la escopeta un cuchillo de cocina!
¿Tomaba la infidelidad de su mujer como escusa? Y se marcaba una coyunda en plan alarde con La Clara, que era lo mismo que decir, con la primera "single" disponible.
Analicemos se decía. Las soluciones pasionales no eran su estilo. Eso lo tenía muy claro, el echar los pies por alto y montar un pollo tampoco. Cepillarse a La Clara, cosa que por otra parte creía fácil y asequible, tampoco parecía un fasto apropiado para semejante ocasión.
Quitando a La Clara y alguna otra single que conocía, llego a la dolorosa conclusión que para una cabalgada de farde tendría que pagar, a sus años las mujeres ya no eran gratis. Bueno en realidad nunca salen gratis, se decía. Como decía Antonio si divido lo que me ha costado mi mujer por los "polvos que le he echao" Podría haber visitado los mejores burdeles de medio mundo.
Triste sino el suyo, tenía de una manera u otra que pagar el servicio y lo peor era que puestos a pagar no daba un céntimo, por lo que su situación le ofrecía. Hay que joderse se decía, tener que pagar por el sexo de una u otra manera, sabiendo que no daría un euro por aquello que tenía más a mano. Envidió a su mujer y de rebote a todas las mujeres, ellas cincuentonas y más aun tenían posibilidades de trabajarse a un chivito retozón como Luis, ellos mientras con su barriguita y alopecia incipiente solo podían cabalgar a golpe de talón o a golpe de visa.
Al final tuvo la gallardía suficiente para ponerse en la piel de su mujer.
¿Qué hubiese sucedido? Si en vez de Luis hubiera sido Luisa, que hubiera hecho él si se hubiese encontrado con la posibilidad de tener un aventura con una mujer veinticinco o treinta años más joven. La duda le ofendía, hubiera sacado fuerza de la farmacia si hubiera hecho falta. Hubiera teñido sus incipientes canas y hasta se hubiera hecho un implante capilar.
Jo anda que en hostelería, no se reían de largo de ese tipo de cliente, los llamaban faustitos señores que soñaban una eterna juventud junto a chicas que podían ser sus hijas.
Al final terminó por reírse, de sí mismo...
Pero bueno su situación no era para tomarla a broma, Paqui necesitaba una llamada al orden y como mínimo un tirón de orejas.
Y de repente se le ocurrió, ¡plás! Idea luminosa. Buscó la carta con el informe de la agencia. ¡Vaya se notaba rozado! con los dobleces muy marcados y el sobre roto. Pero sabía que hacer descolgó el teléfono y llamó.
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