En un dulce pasar la noche fluye
arrastrando en el rio de los sueños
la marea de amargos pensamientos
que bajo el sol como cizaña fueron
Huir, poner tierra por medio y el mar
buscar en la isla solitaria amar
adorar la libertad sin tu condena
libre de la aburrida leontina
Que a tu estrecho bolsillo encadena
huir de la red piélago y maraña
en que quedó irresponsable presa
La idea de amistad y la simpleza
huyendo de los dictados de tu mente
de la asfixia que esclaviza y atormenta.
Darío
2 comentarios:
Huir de alguien así, con nocturnidad con la complicidad de la oscuridad o a plena luz del día, creo está justificado.
Bs.s
Gracias Mar
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