En su camino, Luis encontró a dos muchachas PdS (personal de servicios) que tomaron el mismo ascensor. Las contempló con detalle, embutidas en sus trajes blancos de neofibra, sus cuerpos esbeltos tenían un discreto encanto sexy. Mientras la miraba pensó:
-Desde el descubrimiento de las neofibras metálicas, toda la industria del vestido había cambiado. Todos los trajes de eran iguales. Una malla blanca que ceñía el cuerpo. Un chip, colocado en la bocamanga servía para modificar la textura, el indice de aislamiento y los colores o transparencias que la neofibra presentaba en su aspecto. Era el chppi (chip para personalizar indumentaria.
Luis no pudo menos que pensar como la informática había cambiado la moda y el diseño. Antes los modistas combinaban colores y texturas ahora eran programas informáticos los que generaban la una función traje visual asociada a un sensación somática agradable. De hecho la mayoría de la gente solo usaba un traje de neofibra en toda su vida. Aunque los chips cambiaban con frecuencia. Luis recordó que debía pedir a su proveedor en último modelo. Por lo que había leído era capaz, reproducir cualquier combinación de vestimenta desde el siglo XVII. Para volverse loco.
No obstante en el trabajo, y por norma interna, solo se usaba el color base con una leve irisación que indicaba el rango y departamento. Por eso sabía que la dos eran de SMP (sección de servicios muy personales) procuró recodar la cara de la morena para llamarla a su despacho mas tarde...
Mas tarde, uf menudo marrón tenía delante tendría que explicar ante el consejo las particularidades de su programa, y que se podía esperar como resultado. Al pensarlo recordó que allí un poco mas arriba un hombre seguía atrapado en la red de Supra, mientras el cibersistema leía poco a poco cada proteína, cada estructura molecular de su cerebro. Cierto que permanecía en estado catatónico. Pero no dejó de sentir una ligera nausea y un escalofrío al asociarlo con la presa de una araña, inerte aletargada, en tanto el veneno lo va disolviendo poco a poco.
Llegaron a la planta 0, las dos PdS se bajaron del ascensor. Se cerro la puerta y con un ligero zumbido el ascensor aceleró su caída hasta la sala de seguridad del Gran Consejo. (continuará...)
Darío
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