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miércoles, 15 de enero de 2014

Juan de Casa Espada




Era un día azul como pocos recordaban ese invierno, las nubes parecían haberse retirado al desierto.

El desierto, no era en este caso una planicie de arena,  donde el sol golpeaba inclemente, sin agua sin vegetación sin vida. En este lugar el desierto era vericueto, alta cumbre, áspera majada de afiladas sierras, donde los picos de acerados hielos hacían trasquilones a un rebaño de nubes, que el viento arrumbaba una y otra vez contra la quebrada. Alguna vez el rebaño comprimido, preso, balaba con murmullo de amenazadores truenos.

El paso alpino, andino, era atravesado por una vía empedrada que poco mejoraba las romanas.

Más de diez siglos y aquí los hayedos, los robles y los pinos no habían cedido un paso.  Morían en el canchal tan inhóspito y frio, que ni siquiera las águilas y buitres hacían allí nido.

Un paisaje atroz donde los haya, desfiladero perdido y una senda que zigzaguea en la pared de roca avenida de cabras, paseo de lagartos en el estío. Por allí pasaba Juan con una silla de enea atada a su espalda el pequeño alijo desde Francia. Subía frutas pasas, higos orejones volvía con esquilas y esquilones alguna azadilla que allí llaman jadico. Con eso los diez reales mal contaos fruto del matute, una gleba de parva y una o dos corderas y tres cabras pasaba su pasar Juan de casa espada.

Cuando lo conocí ya "no pasaba" era muy mayor. Vestía aun calzón y zaragüelles. Calzaba abarcas. Camisa de lino, chaleco con trinchas moquero en la faja blusón y pellico de lana "pa cuando el cierzo canta,"

Recuerdo haberlo visto sentado en el bar del Blasico, con un vaso de auguardién de ese que le subían de Colungo, con la mirada perdida en la sierra. Le oí musitar me llama, me llama.

Fue la última vez, se murió de pie a la puerta de casa, con los ojos puestos en la sierra, -le llamaba-

Era un día azul como pocos recordaban ese invierno, las nubes parecían haberse retirado al desierto y bajo ese azul lo llevaron a reunirse con la tierra. Su tierra.

jueves, 5 de diciembre de 2013

En la cama



¡Hola! han escrito de la maternidad, envían el folleto PDF adjunto al e-mail para que elijamos niño.
Todo muy aséptico normalizado frío. Es un formato DIN A 4 en que se especifican en dos columnas los principales rasgos del individuo. En la columna de la derecha los rasgos físicos a la izquierda los morales.
Le dejo los rasgos físicos a ella, a mi me da igual como sea el hijo. Tal vez solo quiera elegir sexo. Creo que lo prefiero chico, mira chica ya me gusta pero tiene tantas pegas eso de ser mujer. La desigualdad social y eso, ya sabes.
Bueno lo quiero inteligente, abnegado, altruista honrado e ingenuo. Repaso mentalmente, si y con una ribete de heroicidad por si le hace falta, desapego a lo material. ¡Qué si le hará falta? pues claro como se puede aspirar a vivir hoy con honestidad y decencia si no es con una dosis de heroicidad de altruismo.
Llego a al fin del folleto, hay una nota diciendo que de acuerdo con la teoría pangenética de un ADN humano se pueden silenciar o ayudar a que se expresen todos los genes. Que eso no solo permite elegir la tipología física y el sexo. También permite triar en las opciones morales.
Luego explica no se que de amplia muestra de óvulos y esperma para confeccionar un cigoto idóneo. El programa pide que acepte y firme con mi DNI electrónico. Supongo que ella recibirá otro correo idéntico de la maternidad para reflejar sus preferencias, por tanto me dispongo a firmar y acepto.
Se enciende una pantalla con un texto centelleante en rojo. Aviso la elección de caracteres es incompatible. Un individuo como el descrito solo se produciría una vez entre varios trillones de combinaciones. Probablemente nunca hubo un ser así en la especie humana. ¡Vaya qué chasco!
Tengo la vaga sensación de estar en la cama, adopto una postura fetal sobre mi lado derecho. Siento unas manos que me arropan con cariño, alguien me cubre la espalda con la manta, se está bien así... arropado calentito seguro. Alguien vela por mi. Que bueno, es bueno resulta que he debido nacer esta noche...
Estoy en la cama, el edredón me envuelve, una mano amiga me lo ajusta a la espalda estoy en posición fetal sobre mi lado derecho creo que hoy dormiré un poco más... ella se va al trabajo yo tengo cosas que hacer en casa, le he hecho el desayuno ahora a dormir un poco soñaré con Paris nuestra próxima escapa D.M. París no decían que los niños los traen de allí...

sábado, 30 de noviembre de 2013

Luzbelita




Aquella noche padre e hija, es decir Luzbelita y Mefisto tuvieron una reunión intima y seria. El padre la saludó recalcando que le agradaba tener una hija contrahecha y fea. ¡Se parecía tanto a su madre! Hasta en los raptos de mala leche. Accesos de ira incontrolada en que por cualquier tontería, Luzbelita la emprendía con el mobiliario -escaso mobiliario por otra parte- del averno. Y golpeaba con pezuñas y rabo las puertas y hasta las almas de los condenados.
Hija, comenzó Mefisto, es el momento de que sepas alguna cosa que te irá bien en este viaje. Algo le hizo comprender a Luzbe que su padre tenía cosas importantes que decir.
La forma de buscar la reunión, el tono serio, la voz cavernosa. No eran empleadas por un secretario del gran consejo sin un motivo importante.  Luzbe hizo un mohín terrorífico que partiendo de sus labios erizó toda su piel hasta el rabo, agitando su puntita en un temblor emocional imposible de disimulo.
Sin más preámbulo, Mefisto dijo:
- Has de saber que tu padre es viejo, mucho más viejo de lo que supones, y por viejo soy sabio no por diablo. Mis primeras acciones se remontan al paraíso. Allá donde Adán y Eva, yo fui la sierpe que ofreció la manzana, ¿Conoces la historia verdad?
- ¿Tu fuiste la serpiente del paraíso! Dijo Luzbelita. Si, si yo mismo, yo fui el primer tentador
Yo fui el primer maldito, de de Dios. Y tu hija mía también como diablesa descendiente eres objeto de la maldición.
¿Y como es Dios?  porque él te habló ¿verdad?
El es, es, como te diría yo. Él es como aquel ministro de interior que lo sabía todo, que era temido por todos.
-Como el de los...
Si ese, no hace falta que lo nombres. Pues bueno Dios es como ese pero en bueno. Lo sabe todo y de verdad, además es eterno. No como el otro que cuando le quitaron el altavoz del gobierno...
-Si vamos que ni él podía llegar a más ni el partido a menos.
Eso. Imagina que yo muy ufano, se me ocurrió pavonearme de mi logro. Había perdido a toda la raza humana, los había hecho desgraciados por generaciones. ¿Y sabes que me dijo?
-¿Quién? Dios.
Si fíjate cuando ya Adán y Eva habían salido del edén me quedé mirando a creador cara a cara orgulloso de mi primera victoria sobre el humano sobre la parte más acabada de su creación.
Y Él como leyendo mis pensamientos, tomó un aire de filósofo platónico y me preguntó.
¿Oye quien hizo a la mujer? ¿Quién el árbol de la ciencia? ¿Quién el fruto? Y por último quien les prohibió comerlo. Naturalmente tuve que reconocer que era él su autor y padre.
-Y Dios siguió: Entonces si el hombre y la mujer son obra mía, si el árbol y el fruto son obra mía si la prohibición de comerlo es mi voluntad. No te parece que yo podría haber dispuesto las cosas de manera distinta. ¿Para que no sucediera lo que ha pasado? Que parte crees tener en todo ello.
Me irrité me ofendió seriamente, yo era el maligno, era la parte nefanda de la creación. Y resulta que solo parecía ahora como una circunstancia. Una probabilidad estadísticamente conocida. Quise argumentar... no pude no hubo lugar. Dios añadió que yo no era ni siquiera una criatura obra suya. Yo solo era una justificación inventada por el hombre para explicar sus desgracias.
Nos reunimos en consejo, decidimos ser la mala idea, mostrarle a Dios que aun siendo una consecuencia del hombre teníamos independencia para obrar.
Decidimos, extender ese uso de que nos daba el hombre y duplicarlo. No solo seríamos la causa del mal. También vestiríamos los paramentos sacerdotales, seríamos inquisidores, torturadores, lúbricos, lujuriosos, dados a la gula y a la avaricia. Adictos al poder y su mal uso.
Creo que hemos triunfado, le hemos enseñado a Dios las miserias de su obra. Hacemos sufrir a su criatura, por ambición enseñamos sus miserias y depreciamos sus logros.
-¿Ese es el secreto? dijo Luzbelita con un cierto tono de admiración.
- Ese es dijo muy serio Mefisto, en realidad existimos porque existe el hombre. Acaso has oído tu de un demonio de los caballos, de los perros. Solo somos una proyección de la ambición humana. Sea lo que sea lo ambicionado, dinero, poder, servidores, posesiones, sexo, gula...
-¿Quieres decir? Que solo somos la insatisfacción del deseo humano, de la ansiedad que genera la duda.
-Si solo al hombre le es dado imaginar el mañana, su mañana, compararlo con el futuro, y morir y matar por ello.  Por eso el diablo que mejor cumple su objetivo es aquel que hace parecer la ambición como cosa natural, aquel que sabe dar a la envidia un toque de cocina casera. Aquel que plantea la envidia con injusticia, el que hace que codicies lo que el otro tiene sin entretenerte en desarrollar tus talentos. Es algo que tu pobre marido aun no ha entendido. No estará de más que allá en la tierra le hagas ver cual es el camino correcto.
-No te apures padre, Belcebú es manejable es fácil de guiar-
-Pues empieza tienes trabajo he repasado sus llamadas telefónicas y son un desastre.      
 -¿Quéé? No me digas que el supremo consejo nos espía. Yo creía que los diablos teníamos derecho a la intimidad.
-Pues no, no es así un diablo no tiene ningún derecho ante el supremo consejo. A ver si te has creído ese cuento de la democracia.
-Vale y como supongo que tampoco tenemos derecho a la libertad, que papel se supone que adoptaré en la tierra.
He pensado que puedes desempeñar muy bien un papel de periodista.  Es el mejor oficio para verter insidias, para distorsionar realidades, creo que no desmerecerás entre ellos. Periodista y tertuliana de un programa de televisión hay uno que se llama no se que del gato que creo que sería ideal para tu misión. Te dejaré unos videos para que sepas como funciona.
-Gracias los miraré.
El resto de la tarde noche transcurrió evocando viejas historias familiares cuantos recuerdos puede llegar a atesorar una diablesa. El amanecer pilló a Luzbelita viendo videos, tenía ya un resumen de comportamientos abyectos. Conocía las tretas mas rastreras de los llamados programas del corazón y las mejores insidias de las tertulias políticas.
Había aprendido a tomar aspecto de diputada joven de la derechona, los herederos de aquellos que decían luchar por el trono y el altar. Cuando solo defendían su estatus. Tenía ya varias imágenes plausibles de periodista intelectual e incisiva. Había aprendido a gesticular con elegancia con un suave arqueo de cejas mientras negaba la mayor evidencia con absoluto desparpajo... ¿Corrupción? ¿Dinero negro dice usted? Eso no ha existido nunca, Nepotismo ¿Favores? Tendrá usted pruebas para presentar ante un juzgado o de lo contrario...
Era fabuloso sentía el vértigo de la mentira de los políticos y comprendía al ser humano como nunca hasta entonces lo había hecho. ¡Qué gran obra papi! Se dijo y todo empezó con la mujer que me diste por compañera... La serpiente me engaño...
¡Ah que claro estaba ahora el pecado original! No era la desobediencia a Dios que con ese tema como decían los políticos ya se contaba. El pecado original de la especie era culpar al otro de sus malos actos. Y ni pedir perdón ni castigar al anterior Tramposo. Todo un Master en dercho/os humano/os. La mentira y la negación de responsabilidades el más puro cinismo como cimiento.
¡Soberbio!

viernes, 29 de noviembre de 2013

Mefisto

Y Mefisto continuó recordando...

Mira yo no voy a España desde que había por allí un valido de los reyes llamado Godoy.

Pero anduve por esas tierras más de un siglo, era un pueblo que olía a sangre e incienso.

Lo mismo sacan a un pobre hambriento a jugarse la vida delante de un toro al que le hacen todas las perrerías imaginables. Que montan el cirio con procesiones  y alharacas con incienso y autoridad bajo palio.

Trabajan poco y mucho menos los gobernantes, son soberbios henchidos de orgullo y más luteranos que Lutero.

-Estás al caso de la reforma protestante.  ¿Verdad?

-Claro figura en todos los manuales.

-Bueno Los luteranos hablaban primero de la fe -Sola fide- como lo único necesario para alcanzar la... bueno eso.

Pero se contradicen todos, y si no mira sus obras, cuando los españoles llegaban a un territorio nuevo lo primero que se les ocurría era ponerle un nombre de santo o relacionado con la religión. ¿Lo recuerdas?

-Si claro hay multitud de ejemplos. Casi todas las capitales La Asunción San Francisco Los Ángeles... creo que sería una lista interminable.

Eso es luego se hartaban de hacer buenas obras o lo que ellos llamaban buenas obras pero ni eran tan buenas ni tantas. Es decir que manifestaban su fe en que el nuevo territorio era un regalo de Dios al pueblo hispano. En cambio, los protestantes que deberían ser según dicen ellos mismos hombres de fe lo primero que hacen es ponerse a trabajar y solo dan gracias una vez establecidos, cuando obtienen la primera cosecha. Es el Thanksgiving Day el ultimo jueves de noviembre.

Pues esa es la primera lección que debes aprender, el español cuando recibe algo; sea un territorio o un cargo lo primero que hace es dar gracias, después lo toma como una propiedad para explotar para usar. El protestante y casi diría que el catalán hacen lo contrario primero trabajan y cuando consiguen el rendimiento de aquello que tienen dan gracias. Es decir agradecen al jefe la ocasión de haber hecho un esfuerzo.

¡Quieto ya te veo que vas a disentir! Pero eso no quiere decir que sean mejores unos que otros a todos nos es dado tentar, todos pecan, y todos sufren por sus obras que no son rectas.

-Ya, ya nuestro trabajo es favorecer esa codicia, que deseen dominar, tener riqueza negocios empresas cargos, posición social; que por ellos se envilezcan, que se prostituyan, que roben que mientan, que maten.

-Exacto. Veo que sabes bien el programa. Vale por lo menos conoces los rudimentos de la tentación y del pecado, supongo que puedo dar mi recomendación para que te asignen un consulado en la España. Así podréis disfrutar de una experiencia inolvidable, y tal vez te suponga un posterior ascenso.

- ¿Podremos?

-Claro Luzbelita va contigo, o es que pensabas que era todo por tus méritos. Sabes hace años que lo pide, poder ir a fiestas humanas, bailes, partys o como lo llamen. Y ahora desde que tenemos internet en el infierno... anda como loca por ir a un programa de esos de televisión.

Imagina la gente miente con tal salir en una pantallita en muchas casas, han llegado a vender sus divorcios sus miserias. ¿Te imaginas? venden y desean hacer público aquello que debería atormentarles... es horroroso toda la eternidad urdiendo maldades haciendo sufrir al hombre y ahora los hay que disfrutan vendiendo sus miserias...

Esta noche Luzbelita cena en casa, tengo que darle los últimos consejos. No te invito no hace falta que vengas. Es algo entre nosotros. Tu ni necesitas saber ni probablemente lo entenderías...

Y sin más ceremonia, Mefisto salió dejando tras sí un tufo de azufre y cuerno.