martes, 1 de julio de 2014

Paseos por Roma I

Salimos hacia Roma con el alba. El sol comienza a teñir en rosa los cielos del Prat. El protocolo sobradamente conocido, facturación control embarque.
Estando sobre Córcega, el piloto nos avisa de un adelanto sobre el tiempo de vuelo, 40 minutos. Como si hubiera añadido al motor nuestra imaginación y deseo.
Con todo, nuestro aterrizaje se produce solo veinte minutos antes de lo previsto. Fiumicino es impersonal y ligeramente caótico como todos los aeropuertos, llegada desembarco recogida del equipaje, y búsqueda de la estación de tren. Nuestro destino es Roma Termino evoca aquella película de Vittorio De Sica Roma estación Termini, pero ya nada es igual a aquella Roma y aquella estación del principio de los años cincuenta de pasado siglo. El viaje dura media hora y hay tiempo para ubicar el hotel. Uno se pegunta porque los mapas para turistas son así. Yo llevo una copia de un Google Map, insuficiente, en la librería de la estación compro dos planos más. ¿Será que los editores de mapas son estúpidos? O acaso mi cortedad me impide encontrar la información que busco. Es lo primero sin duda.
En el mundo del GPS (global position sistem) los editores de mapas suelen olvidar poner el norte. Así es muy difícil saber que usted se halla entre la Plaza de San Pedro y el río Tiber, pero se necesita Dios y ayuda para saber donde se halla el norte del mapa. Para elegir en que dirección moverse. Norte sur este... un vistazo al sol nos ubica a la perfección pero elegir la ruta mas corta callejeando eso no es tan fácil. El sistema está pensado para vehículos y estos se mueven por rutas de transito direcciones obligatorias y semáforos que poco tienen que ver con la marcha del peatón. El pedone en italiano, ¿será porque allí los peatones circulan impulsados por gas?

Lo cierto es que Roma tiene un endiablado tránsito urbano, pero los pasos de cebra y los semáforos son ley. Al principio hace falta valor para lanzarse a cruzar una calzada de mas de cuarenta metros de ancha, donde confluyen varias vías urbanas y hacerlo así a la brava. Y al fin no queda otro remedio, todos lo hacen, o San Pedro vigila desde las alturas o con todo el aparente caos, el conductor romano es un ser altamente cualificado y responsable.

La fin tengo la idea luminosa, basta pintar una flecha en el plano que indique el norte. Así aunque los monumentos estén orientados al gusto del impresor, es fácil activar mi GPS mental. Ya no tengo que andar veinte o treinta metros para ver en función del desplazamiento de mi posición si me acerco o alejo de mi destino. Empiezo a moverme con cierta soltura pero para ello he tenido que pasar las primeras veinticuatro horas perdido y al borde del colapso. Roma es un horno y aun estamos en junio. Aprovwecho la tarde para visitar dos iglesias (como si en Roma no hubiese) 
Son, la Chiesa del Gesù sede de los Jesuitas y como tal barroca (el barroco en la pintura religiosa surge después del Concilio de Trento hay quien dice que sus pinturas son el equivalente a La Capilla Sixtina pos conciliar.
También visito, está cerca del hotel la San Carlo alle Quattro Fontane otra joya de la arquitectura barroca, obra de Francesco Borromini.

 Mañana más.

jueves, 5 de junio de 2014

Pechugas de pollo con garbanzos al ajo negro.

Ajo Negro (anthodiscus chocoensis)

Sorprendente plato de una austeridad espartana y delicado resultado.

Tomamos una pechuga fileteada, y la doramos en la sartén con muy poquito aceite. Una vez alcanza el punto la carne retiramos y reservamos.
Sobre el jugo que deja sofreímos unos garbanzos cocidos previamente. Les damos una pasada por la sartén a fuego vivo y en el último momento le añadimos un diente de ajo negro, cortado en láminas. Apagamos el fuego añadimos la pechuga. Dos vueltas por la sartén con el calor residual y a emplatar.
Sazonamos con sal del Himalaya
Sal de Himalaya

martes, 3 de junio de 2014

Felipe será rey.




Felipe será Rey en 4 a 6 semanas. Espero que el temporal de tonterías amaine. Ayer fue un día de alta densidad tontuna. Por ejemplo en una cadena de Tv y en su noticiario se habló de la coronación. Ceremonia que no existe en España pues el "prince" se exalta o se nombra pero no hay corona.
Anda que iba a presumir yo entre los guiris de Canarias con una imagen de sus mahestades Felipe VI y Leticia I coronados y con una gran capa de armiño. Pero no eso de la coronación es cosa de los ingleses, y como es una ceremonia que cuesta su pasta porque hay que hacerle al rey la corona a medida del torrao, allí tenéis al buen Charles con edad de jubilarse y esperando la corona.
En fin que somos un pueblo que no solo desconoce sino que desprecia los procedimientos del poder. Aunque eso si a la hora de chillar los primeros. Y es que el español, (como el catalán) se caricaturiza en ese aficiona de futbol o toros que sabe más que los toreros y los futbolistas juntos.
Yo que se de toros más que los futbolistas espero que salgamos del la situación con una larga cambiada, y que el nuevo mister, organice sepa organizar el equipo a la española es decir a lo guerrillero donde todos son generales y sargentos al mismo tiempo.  Pero ya se ve que en las últimas elecciones europeas  se impone el juego por las alas extremos izquierdo y derecho respectivamente.
Esto condiciona la conducta del público, que está predispuesto, a pitar a los astados en el arrastre. Pues eso como dicen los taurinos al dar la alternativa al Felipe de la Zarzuela el padrino le dirá: Que Dios reparta suerte, o suerte y al toro que es una  mona.
Pero no nos ilusionemos el ganao que le toca al nuevo rey es malo y resabiao. Mas amigo de entrar al sobre y a la corruptela que acudir a la capa con limpieza.

lunes, 26 de mayo de 2014

Reflexión tras las urnas.




Y si... claro que... pero entonces sería...

Pues si es una estupidez. Un cuento vacuo, me refiero al eslogan del PP "Lo que está en juego es el futuro".
¡No señores no! Lo que está en juego es el presente, un presente en que el español tiene a diario muchas ocasiones de avergonzarse de avergonzarse de sus representantes.
El futuro es un sueño que se cimienta en el hoy. Y el hoy es eso; prosaico, negro, tumefacto, podrido.

Porque lo que los españoles hemos votado (aun desde la abstención) y creo que seguiremos votando es que no queremos este hoy.
Si Zp fue la peor representación que pudo poner el PSOE en Moncloa, el equipo Rajoy está a punto de alcanzar galardón homólogo.
Las elecciones les dicen eso. Hay abstención y entre los que votamos se adivina un sentimiento ni Tirios ni Troyanos que son solo sobre el papel pero terminan produciendo una política onerosa que esquilma al pueblo. Señores el futuro es mañana y si mañana no hay una indicación de cambio, la indignación seguirá su curso

sábado, 3 de mayo de 2014

Hoy Sopagrif.


La sopagrif es un plato típico de la tierra de la incuria. Los indolentes que así llaman a los habitantes de incuria, la hacen poniendo una generosa ración de agua del grifo, de ahí su nombre, en una olla al fuego. Una vez arranca a hervir, se deposita con mucho cuidado un cubito de caldo o se deslíe el contenido de un sobre industrial de promesas. Bueno que os voy a contar hay sopas de bogavante que no llevan otra cosa que bacalao o abadejo seco también llamado surimi o kamaboko.  También existe la versión hecha con restos de pollo u otra ave de peor calaña. 
Mezclados con alguna verdura desecada, restos de gambas, almidón harinas, almidones, clara de huevo, colorantes y saborizantes. ¡Qué no logrará la industria! este pienso bajo en grasas y casi con el 0% de colesterol, aun puede ser vendido por sus virtudes dietéticas.
¿Pero y si?  Aprovechando los restos de nuestra cocina nos hacemos un cubito sopicaldo casero. La técnica es sencilla, primero reducimos en el horno los restos espinas y cabezas de pescado aunque sean sardinas. También los podemos hacer con los huesos y pieles de un pollo o con algún hueso de ternera comprado para ello. Una vez lo sacamos del horno en el que ha podido permanecer hasta varias horas, a una temperatura no superior a los 120º escaldaremos ese resto que el calor a homogeneizado y dejaremos que reduzca a fuego lento hasta que tome el aspecto de una gelatina. Mas o menos como las grasas que restan de un asado que también se pueden incorporar.
Una vez obtenida esta gel se puede mezclar con un poco de nata para cocinar (ah la nouvelle cuisine) o un poco de leche o huevo. Una vez batido a temperatura ambiente solo tenemos que llenar con la mezcla una cubitera o molde para cubitos y congelarlo.
Cuando deseemos acabar una pasta o dar un toque personal a un guiso bastará con añadir tantos cubitos como raciones queramos preparar. Como en la preparación podemos añadir nuestro toque personal de sazón y hierbas ajo cebollino orégano... dispondremos de una ilimitada variedad de soluciones mucho más eficaz que los cubitos comerciales.
Yo suelo hacerlos añadiendo setas en polvo son fáciles de encontrar en los comercios de alimentación, y con ellos obtengo una salsa densa capaz de realzar algo tan anodino como las pechugas de pavo a la plancha. Buen provecho.