jueves, 28 de febrero de 2013

Zumo de Pomelo

Zumo de Pomelo.
Juan se levantó. Miró las noticias de la mañana. Una fría película de mierda cubría la política.
Maquinalmente, miró la previsión meteorológica. Decía: La borrasca varcena seguirá unos días más sobre nosotros, se esperan ligeras precipitaciones en norte y centro.
En levante frío y nieve, las basuras permanecerían congeladas una semana Mas. Era triste ser periferia, hasta los escándalos locales tenían menos relumbrón que los de la Villa y Corte.
¡Ah! Un día el principado sería libre y podría gestionar sus propios detritus, pensó Juan.
Pero sabía que no, que era ilusión vana. Los detritus se movían por encima de las fronteras políticas y hasta morales. Miró el tiempo en las islas, el huracán duque había quedado en calma. Solo que daba un vaho uniforme de desidia.

Consumido su desayuno de miserias pasó al capítulo de desdichas, los nuevos parados... más desahucios. Decididamente su pueblo había perdido el norte y la decencia. No podía recordar cuando, ni en que orden, se había producido, pero era evidente. Ya no quedaba nada de la vieja conciencia. Los viejos anarkistas habían quedado reducidos a okupas. Los sindicalistas de fuste estaban amancebados con la banca. El capital totalmente infiel a las predicciones de Carl Marx sufría su enésima crisis final.
Mientras se preparaba un bocata de tortilla y elegía una fruta. El partido socialista se debatía en sus últimos estertores de muerte, refundación o disolución clamaban las bases. Siempre tan ingenuos pensó.
La derecha no tenía bases, nunca las tuvo. Los partidos de derecha tenían accionistas como era lógico. Gentes dispuestas a votar por un dividendo. Era como un super-consejo de administración dividido en consejillos locales. Hacía tiempo habían convocado un concurso para cambiar el logo del partido. Se había propuesto volver al águila imperial, pero se rechazó porque se podía confundir con una carroñera. Otras voces se alzaron en contra de cualquier ave. Siempre nos dirán pájaros afirmaban.
Él había mandado su logo, era un juego de sobres de distintos tamaños. Pero no hubo suerte no lo aceptaron. En su lugar habían elegido un escudo ducal con un haz de cucharas enlazadas por una cinta dorada en que se leía el tanto monta. ¡Por favor! si parecía el anuncio de un sopicaldo de sobre... huy de sobre la palabra maldita. Concluido el desayuno consultó su agenda era afortunado tenía veintitrés contratos de trabajo de un cuarto de jornada. Este mes cubría. A ver la primera ocupación era bonita ejercería un par de horas de cobrador del frac. Era para una ONG que apadrinaba niños del tercer mundo, se ve que no llegaba el dinero del apadrinamiento, el siguiente en la lista aun era mucho mas bonito, también de cobrador del frac tenía que seguir a un administrador de Sicav. Ya se sabe, los ricos con tal de no pagar impuestos, auto-contrataban acechadores de morosos para poder aducir falta de solvencia.
Se fue al baño, casi no se reconoció ante el espejo. Buenos días español se dijo. Pero tuvo que subir la voz solo se veía mover la boca. ¡Vaya lo que faltaba pensó! Ahora no tenía bastante con la sordera fingida, que se estaba quedando afónico. Cualquier día de estos verás tu esquela Juan Español muerto hambre en acto de servicio...

Álbondigas de caballo en la Sagrada Familia

Ya se sabe, las albóndigas de Ikea no están hechas con los clientes que no encuentran la salida. Son caballos de monta que entran en la cadena alimentaria de manera ilegal, habrá que revisar los picaderos.
Tita Cervera usó Método 3 para espiar a su nuera, aunque alguien pagó a método para que la espiara a ella. Nueva versión de el que la hace la paga.
Floren Santos nos cuelga un video de la Sagrada Familia. Me acerco a leerlo en la distancia es decir procurando quitar las obviedades.
Gaudí era un monstruo y su obra una monstruosidad. El modernismo es algo zafio recargado y carente de sentido. Por otra parte el templo se le dice expiatorio. Es decir que se hace para purificar o borrar una culpa. ¿Qué culpa? vaya usted a saber. Con lo convulso que fue el siglo XIX. Lo mismo se pretende expiar la quema de conventos que las ejecuciones de anarquistas en juicios de cartón. Las bombas de la procesión de Corpus y del Liceo. Que los tics esclavistas de una sociedad burguesa. En cualquier caso el barroquismo de Gaudí dificulta el entendimiento. El mensaje es garrulo de poco gusto y peor comprensión.
Vale que Dios lo entiende todo y verá sus líneas con la simplicidad de un templo griego.
La política también anda de modernismo, hecha un barroquismo de mal gusto recargado en leyes y formas para tapar sus basuras...
PSOE PSC se pudre, era natural son muchas las ubres que han perdido, y los cesantes deben aparecer por las sedes exigiendo... habrá que hacer algo. Si tendrán que hacer una refundición eso ya se les vengo diciendo yo desde antes de la agonía de ZP. Las últimas extravagancias progresistas no son de recibo. La izquierda al estilo PS histórico ya tienen poco sentido. No se puede pretender gobernar desde la izquierda con postulados decimonónicos.
Eso debía ser causa suficiente para que el PP comprendiese aquello de cuando la barba de tu vecino veas pealar... porque tampoco se pude gobernar desde los postulados del señorito.
Si tienen dudas que vean el panorama social italiano.
Tampoco se puede, tener un regionalismo feudal. Bueno se puede pero se paga muy caro.
A ver si sale alguien con luces y nos monta una democracia expiatoria, pero que no se lo encarguen a un Gaudí de la legislatura. La democracia es griega y como tal exige un templo griego líneas rectas, las justas. La carga repartida verticalmente, nada de lirismos fiscales y arbotantes que terminan por disolver el espíritu de la leyes.
Me voy a despertar a Juan Español. Que hoy tiene que hacer de pepito grillo de otro títere "conseller". Cosas del paro.

carta de Eloy

Querido Darío:
Hace ya once meses que llegué a Colonia. Tenías razón la cámara de comercio alemana en España me dio muchas direcciones de empresas de allí interesadas en tener agentes en España.
Contesté a una solicitud de un grupo editorial de revistas profesionales  que deseaba repartir publicidad altamente personalizada. Su teoría es que un producto se vende a tres niveles.
Hay que venderlo al que lo paga con su argumento
al que lo prescribe con su frase apropiada
y evidentemente al que lo va a usar.
Vine aquí para hacer un curso de un mes. Luego me dijeron si podía quedarme más tiempo. Porque yo les había dicho que tenía una ocupación como autónomo en España.
No sabían que mi trabajo era repartir curriculas míos y de mis amigos.
Total la cosa se lió y ahora tengo un trabajo aquí. El idioma no es problema me entiendo con ellos en inglés. y tengo una buena colaboradora forofa de Mallorca que habla inglés y un español decente.
Tanto que me he traído a Clara mi mujer, ella va a intentar entrar de lectora de español en una academia para directivos. Cada día son más los alemanes que salen de aquí para ocupar puestos directivos en Hispano América.  Les gusta salir preparados.
Bueno te decía que el primer ejercicio consistió en vender una silla. en realidad es algo parecido a un asiento de barra de bar. La usan los trabajadores que pasan su jornada delante de una prensa de estampación. Trabajando claro no vayas a creer ahora que era una silla para los miembros del comité de empresa. Nooooooo
Así que me puse a buscar argumentos a tres niveles. A los empresarios se les vendía la idea de el trabajador que la usaba  producía más. Por lo que se amortizaba muy pronto.
Luego me tocó pensar la campaña para los ingenieros. A esos se les argumentaba la solidez lo fácil de mantener y lo bien que la aceptaban  los trabajadores.
A estos últimos les hice un argumentario diciendo lo bien pensada lo anatómicamente funcional y la defensa que suponía para las enfermedades profesionales.
Preparé los folletos con imágenes le explique a la secretaria la idea y redactó los textos  
Elegimos una zona industrial y buscamos como llegar al publico meta cada día a un segmento y con su argumentación apropiada.
Un exitazo, se vendieron sillas por un tubo. En fin eso consolidó mi trabajo y aquí me tienes vendiendo de todo  a la poderosa industria del País.
Pero tengo un gran problema. Ahora quieren que dirija desde aquí una campaña en España
Como les explico que el empresario español le importa un carajo el equipamiento, que solo compra si le dicen que ell fabricante es pariente del alcalde...
Que mantenimiento solo compra aquellas cosas que les dan comisión bajo mano.
Que le trabajador no decide que lo sustituye el comité de empresa o el sindicato...
En fin que estoy hecho un lio...
Eloy.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Sucedído hace mucho lo escribí hace mas y del Rey Arturo Cuenta la verdad.


Cantares de aquellos pliegos de cordel.
 
De España soldado allende los mares,
de un arma mal hecha, recibí un rebufo
que casi me mata.
Ahora sobrevivo contando estos cuentos.
Comprar unos pliegos a este pobre ciego.
Por ejemplo este en que se cuenta
La historia en la corte de el Rey Arturo.  
Comprar unos pliegos a este pobre ciego.
que coma caliente el y el zagalejo. 
 
En tiempos lejanos de ya ni me acuerdo hubo un reino.
Hubo Reina, Rey,  un Mago, doce Caballeros...
 
La reina era joven dicen que doncella, el rey era viejo.
Doce Caballeros.
Y uno de ellos que no lo era tanto o lo era en exceso.
Lancelot se llama y siempre soñaba cabalgar en ella
La reina doncella y el rey era viejo. 
Yo le comería sus pechos de nata y su florecíta de grana.
Y si eso pudiera también me aplicara, que el resto mañana.
Y da unos suspiros que parten el alma.
El negro deseo a Merlín el mago.
Lanzarote en celo cuitado le narra.
Y merlín se ríe la suerte esta echada.
Sean mil monedas ¿ de oro ? ¡ De plata ! 
Ante su mirada un filtro prepara extracto de hormiga
Ortiga picada.  
Son trece frasquitos. Mañana tu amada.
¿Y mi soldada?. Mañana.
Al día siguiente, aun de madrugada la reina se baña
Merlín travestido de sierpe o de araña
El filtro le pone sobre su corpiño.  
Congoja en palacio la reina padece la reina esta mala
Merlín dictamina que en ese trance sea un caballero
Que con su saliva le dé el sosiego, le vuelva la calma.
 
Lanzarote es llamado y de su tarea pronto es informado
Nunca en la botica del viejo palacio
bálsamo tan bueno se hubiera encontrado
Fierabrás milagro que en tres horas justas de tierno cuidado
A la reina ha curado. 
Cae la tarde, Merlín al mancebo le recuerda el pago.
Y este se ríe le insulta viejo estas chiflado.
Por esta simpleza esperas el pago
Cállate idiota viejo trasnochado.
Merlín se enfurece y antes de volverse
le amenaza airado. 
Mañana en consejo ante tus iguales
frente al rey postrado pagaras por esto
ante tus hermanos  serás humillado.
Lanzarote ríe
les dirás acaso porque no te pago.
Esa noche el mago de rata vestido
o tal vez de gato las calzas del rey la bragueta
ha untado.
 
Al día siguiente en el consejo Lanzarote tiene
que rodilla en tierra darle al rey consuelo.
 
Y mientras sonríe Merlín ya vengado contempla la mesa
Doce caballeros para once frascos.
 
Cuidaros vosotros chicos avisados que vais a por nata y os dan el nabo. 
De España soldado allende los mares, de un arma mal hecha, recibí un rebufo que casi me mata. Ahora sobrevivo contando estos cuentos. Comprar unos pliegos a este pobre ciego.
Comprar unos pliegos a este pobre ciego. 


sábado, 20 de octubre de 2012

Ensoñaciones.

Despedí a Juan que se apeaba un par de paradas entes. Fue solo un gesto, casi no me día cuenta de parecer grosero y distante.
Pero tenía ganas de volver a ensimismarme y me costaba. Su presencia había tenido un efecto perturbador.

Desde la primera infancia, desde que supe leer, había adquirido esa facultad de novelar en el ensueño. Novelar era para mi, vivir una ficción novelesca en que mi persona se mezclaba con los personajes.

Cuantos cuentos y novelas había revivido. ¡Ah! las tardes pasadas con El Capitán Nemo a bordo del Nautilus. Surcando en globo los cielos de África junto a Tom Sawyer.

Hubo un tiempo, que mis padres preocupados, habían llegado a consultar al psicólogo escolar. Este les había dicho que era normal. -Su hijo señora, había dicho el psicólogo- tiene mucha imaginación, pero es algo normal, todos los niños hacen viajes parecidos. Pero Alfredo distingue perfectamente entre la realidad y los mundos de ilusión que se fabrica. Todos los humanos tenemos esa tendencia, esa facultad de la mente. En principio no es malo, pasada la adolescencia cambiará el solo.

Fue una especie de pasaporte al ensueño y un aviso. Comprendí que debía esconder mis viajes fantásticos, podía tenerlos siempre que no los hiciese públicos. Y aprendí a tener ese mundo oculto a la vista de los otros.

Bajé del metro, una bocanada de aire fresco y húmedo me saludo al llegar a la calle. La lluvia otoñal había limpiado el cielo, en los desniveles del pavimento, quedaban pequeños charcos en los que se reflejaba la luz de los comercios.

Esa atmósfera, un poco de cuento, me hizo caer otra vez en el ensueño. Me costaba poco imaginar un cielo estrellado en los brillos de las baldosas. Sin contar que el cielo estrellado no era patrimonio de la ciudad. Eso solo se ve en el campo donde la contaminación tan débil como la luz ambiente permitían vislumbrar un infinito lilac pespunteado en estrellas.
 
No obstante un cierto lastre, me impedía volver a las visiones agradables, con las que había empezado el camino hacía un par de horas. Deseaba verla imaginaba su voz, su melena negra y rizada. Pero mucho más, deseaba volver a ver ese brillo malicioso que había creído descubrir en su mirada.
Anhelaba sentir cerca el calor de su cuerpo y la idea de una velada literaria compartida, era el motor para mis piernas.
Las ganas de verla, aunque fuese un minuto, eran como los caballos de una biga que me llevaba vía abajo. Via Augusta abajo, por mas que La Vía Augusta, debió discurrir en sentido paralelo a la costa y no como ahora del Tibidabo al mar. Pero allí andaba yo a la busca de Casta Domicia Salicia, aquella mujer capaz de recitar poesía bucólica de Virgilio salpicada de el Cátulo mas procaz, como cuando hablaba de Mamurra mentula.
Pero el ensueño había sido vano, Casta Domicia no apareció en la velada. Mi mundo patricio se vino abajo, y quedé como otra cenicienta, en un vagón de metro rodeado de la plebe húmeda maloliente, que con cara de fatiga volvía a sus casas.

Todas estas cosas se desarrollaban en mi mente intentando evocar la fantasía
Buscando en los charcos un ensueño evitando al mismo tiempo las gotas en los bajos del pantalón, de ese lodillo negro, esa moqueta de cloaca, conque las lluvias ligeras de otoño, tapizan Barcelona.
 
Perdido, sin poder enhebrar un nuevo ensueño llegué a la puerta de casa. La costumbre de marido crápula, me hizo repasar rápidamente mi aspecto, y entonces lo vi allí pegado a mi americana desde el codo hasta el hombro un largo pelo negro rizado brillante inconfundible. Lo separé, no había duda era un cabello de ella, de Casta Domicia Salicia seguro. ¡Seguro pero como? El cabello no estaba allí antes, no hubiese resistido la inspección severa de mi mujer, pero si ella no había venido aquella tarde.
Y es que mi imaginación, mis ensueños, tienen aveces el poder de generar cuerpos objetos cosas... en fin cosas de meigas.
Darío