martes, 21 de enero de 2014

Soy un genio (Dedicado a Blanca Ruiz)



Soy un genio, hacía tiempo que lo venía sospechando. Soy un jinn. una chispa de la divina voluntad creadora de Ahura Mazda  de Mazdāh.  Seguro me caí de su mano y rebotando en las plantas, las piedras y las cosas terminé aquí donde me hallo ahora.
¿Mas dónde estoy? he tomado conciencia, estoy preso, como aquel mi hermano que encerraron en una lámpara. ¿Pero entonces? no es un accidente no soy una chispa caída de la mano del eterno. Si estoy preso es por qué... porque alguien me encerró en esta jaula de hueso. ¿Alguien? ¿pero quién? ¿Sería acaso tal vez Varuna? ¿hubo quizás una guerra entre los antiguos dioses y yo siervo fui hecho preso?
Nada de eso consta en mi memoria, soy genio jinn o dijinn encerrado e el cerebro del hombre por voluntad expresa del señor el señor dual Ahura y Mazda, eso es, la buena mente que abre al hombre su conexión con el cosmos con su orden.
Bueno ya lo empiezo a tener más claro, soy una mente, una mente es lo que hoy en términos de informática llamarían un software. Un programa que corre en un ordenador de carne y hueso la ferretería el hardware. Lo que el hinduismo llama involucro excrementicio.
Soy un genio. Un dijinn una chispa de la luz, una pavesa del fuego eterno. Así nací y viví en el Asia ancestral y puede que alguna de las tribus que se desperdigaron por el norte boreal. Aquellos que tenían en el chaman, el hombre que contacta con el gnóstico demiurgo. Su contacto con la verdad cósmica, aquellos que cruzaron por el estrecho helado el puente de hielo y tierra que los condujo a las grandes praderas de América conserven al Nagual el individuo medicina como el creador de brujos de seres superiores.
Entonces Yo... soy un genio poderoso preso en el cerebro de un hombre, justo será que muestre mis dotes y obre los milagros que se esperan en mi hardware, en mi corte.
Esa es la enseñanza del nagual del indio que sabe viajar en el espacio de su cuerpo mente para obrar para cambiar su estado, su saber y ente. (ente participio activo del verbo ser)  

miércoles, 15 de enero de 2014

Juan de Casa Espada




Era un día azul como pocos recordaban ese invierno, las nubes parecían haberse retirado al desierto.

El desierto, no era en este caso una planicie de arena,  donde el sol golpeaba inclemente, sin agua sin vegetación sin vida. En este lugar el desierto era vericueto, alta cumbre, áspera majada de afiladas sierras, donde los picos de acerados hielos hacían trasquilones a un rebaño de nubes, que el viento arrumbaba una y otra vez contra la quebrada. Alguna vez el rebaño comprimido, preso, balaba con murmullo de amenazadores truenos.

El paso alpino, andino, era atravesado por una vía empedrada que poco mejoraba las romanas.

Más de diez siglos y aquí los hayedos, los robles y los pinos no habían cedido un paso.  Morían en el canchal tan inhóspito y frio, que ni siquiera las águilas y buitres hacían allí nido.

Un paisaje atroz donde los haya, desfiladero perdido y una senda que zigzaguea en la pared de roca avenida de cabras, paseo de lagartos en el estío. Por allí pasaba Juan con una silla de enea atada a su espalda el pequeño alijo desde Francia. Subía frutas pasas, higos orejones volvía con esquilas y esquilones alguna azadilla que allí llaman jadico. Con eso los diez reales mal contaos fruto del matute, una gleba de parva y una o dos corderas y tres cabras pasaba su pasar Juan de casa espada.

Cuando lo conocí ya "no pasaba" era muy mayor. Vestía aun calzón y zaragüelles. Calzaba abarcas. Camisa de lino, chaleco con trinchas moquero en la faja blusón y pellico de lana "pa cuando el cierzo canta,"

Recuerdo haberlo visto sentado en el bar del Blasico, con un vaso de auguardién de ese que le subían de Colungo, con la mirada perdida en la sierra. Le oí musitar me llama, me llama.

Fue la última vez, se murió de pie a la puerta de casa, con los ojos puestos en la sierra, -le llamaba-

Era un día azul como pocos recordaban ese invierno, las nubes parecían haberse retirado al desierto y bajo ese azul lo llevaron a reunirse con la tierra. Su tierra.

martes, 14 de enero de 2014

Cultivar ternuras



Decía a Pat esta mañana, que es bueno saber ver. Y con una nueva luz en la mirada, iluminar los miedos del ayer.
 Sí, es bueno remirar, la senda que transitas cuando los otros la hicieron ayer. Y para ellos es tu sentimiento, un viejo miedo oculto en los escriños del "Ya sé".
Experiencia de mirra y de aloe, amargo acontecer. Cuando fuiste en letra de doctores; miedos y padecer.
Cuando tu cuerpo parecía, pasto de saldo, oferta de outlet. Y sin embargo nada mutila tu sentir y un frio pensamiento -resistir-. Resistir por que la vida es eso fluir contracorriente de las cosas pero a fin de cuentas fluir.

sábado, 11 de enero de 2014

Hoy va de Mitos.



Hoy va de Mitos. ¿Por qué? que otra cosa que cuento es un mito. Un cuento los de los buenos cuentistas es una historia de la que se puede sacar una moraleja. Luego están los otros cuentos los de los cuentistas malos. Pero antes hagamos una división de los seres humanos; generalmente el humano pertenece a uno de los dos conjuntos en que se divide su población los que creen ver cosas y los que mienten. Pero esta reflexión nos llevará muy lejos probablemente descubriremos que hay hombres que pertenecen a los dos conjuntos, o que alternativamente pertenecen ora a uno ora a otro de los conjuntos, terminaríamos por vía de la indecidibilidad en la Teoría de la Complejidad Computacional. Bueno quiero decir que terminaríamos muy lejos del mito.
Simplificando un mito, es un cuento que narra cosas sucedidas en un pasado heroico a la especie humana. Es decir el mito es un cuento que habla de los orígenes del ser humano, algo que nos relaciona a todos los hombres en una comunidad de ideas, algo que nos deja entrever un inconsciente colectivo.
Pero en mi deseo de explicarme, me alejo cada vez mas del tema. ¡Basta ya! Tengo que hablar de un mito y este es el Mito de Midas.
Midas fue (en el mito) un rey de Frigia. Frigia fue en tiempos un reino situado en Asia menor rico y culto que también fue, según leo, campo de batalla los persas y los lidios; los romanos y los griegos; los árabes los cruzados y los turcos selyúcidas; los otomanos y los mongoles y para los bizantinos y los turcos. Es decir fue un campo de batalla de las ideas o entre las ideas y culturas. Pero de ellos solo me interesa el Gorro Frigio, este chisme es una especie de barretina, que mi maestro instructor, El Gran Maestre, Caballero del Templo y Buen Pastor Rosacruz, suele usar en su vida civil. No es vestidura unida al rito, es simplemente un símbolo de la libertad, y el republicanismo. Lo miráis vosotros en la red y así me evito un par de folios de tópicos.
Bueno, pues de Frigia nos quedan dos cosas el gorro y el rey Midas. Este rey recibió de Dionisios el dudoso don de transformar en oro todo aquello que tocase. La lógica lleva al mito a deducir que Midas tuvo grandes problemas, porque no podía ni alimentase ni calmar su sed ya que los alimentos y el agua se transformaban en oro cuando los tocaba. así que tuvo que pedir a Dionisios que le librara de ese don.
Muchos, muchísimos siglos después, de que Midas se hubiese liberado de su regalo lavándose en el río Pactulo y deshaciendo los hechizos y volviendo a la vida a su hija y su gata que ente otras habían quedado convertidas en oro. Cuando los hombres educados bajo el gorro frigio ya habían aprendido a reservar el oro para sus transacciones comerciales, hubo un país que decidió (porque podía) repetir el mito de Midas. Y que se les ocurrió a los buenos sacerdotes del templo del capital y sumo sanedrín de la Reserva Federal. Inventaron el oro de papel. El invento consistía en una representación escrita del oro que guardaban en Fort Knox o en las cámaras acorazadas de todos los bancos centrales. El sistema parecía tan bueno que pronto fue aceptado por la totalidad de países. Los padres creadores del sistema estaban convencidos que sin contacto real con el oro nadie corría riesgos porque el dinero en billetes cumpliría la ley enunciada por Voltaire: Todo papel moneda termina valiendo su valor real es decir el de un trozo de papel usado.
Pero lo que no sabían es que el papel moneda por haber nacido del oro, arrastraba parte de la maldición de Midas. Todo lo que tocaba lo convertía en papel moneda. Tanto es así que llegó el momento en que el papel moneda existente era más que todo el oro del mundo. El desequilibrio era tan fuerte que los propios estados tuvieron que avalar su papel con los propios bienes del estado y para eso se vieron obligados a emitir deuda es decir un compromiso de pago aplazado con la garantía de los bienes estatales.
Otra vez Midas, Los jardines las cosechas las ciudades y los puertos las carreteas todo se transformaba en papel moneda es decir en deuda del estado.
Los locos políticos no percibiendo el daño que se ocultaba en esta ecuación de canje, emprendieron una loca carrera de emisión de deuda, comenzaron obras fantásticas y creyeron construir un estado llamado del bienestar. Bastó un parón, un pinchazo para que la carroza de la cenicienta fuese otra vez calabaza, y los lacayos miserables ratas. Y en eso estamos trabajando como caballos para vivir como ratas mientras los estúpidos soñadores que nos han metido en esto se dedican a soñar nuevas patrias.
Estamos arreglaus que dice el tío Paco