lunes, 1 de junio de 2015

La memoria dormida

(Imagen Wikipedia)

Era una tarde tranquila propia ya del verano, de esas en las que Morfeo, tienta con con sonoras cabezadas.



Una tarde solaz, con las que el claustro celebra el final del periodo lectivo

solo veinte días para acabar el curso aunque haya aun que cruzar el Rubicón de los últimos exámenes.



Yo permanecía en mi despacho, repasando algunos expedientes, cuando unos golpes en la puerta atrajeron mi atención.

Estaba allí en el umbral, una mujer de unos veinte años, cuya silueta me resultaba familiarmente turbadora.

¿Si? Me oí decir de forma mecánica, busco al profesor Pelaez Gorriz tengo una duda sobre un tema del que me he de examinar...

Pelaez no está ahora, ¿si le puedo ayudar yo? Evité decirle que Pelaez Gorriz era un adjunto y que el catedrático y profesor de las asignaturas era yo, podía parecer presuntuoso y tal vez producir un rechazo.


-Tengo una duda sobre las respuestas de individuos con el cuerpo calloso customizado. Dijo ella, sin dejar su expresión de niña, que se asombra por todo. ¿A quien me recordaba?



-A ver ¿qué entiende usted por cuerpo calloso repliqué?



-Es un haz de fibras nerviosas que asocian los dos hemisferios cerebrales.



-Correcto, solo debe usted añadir que ni las uniones de las fibras nerviosas ni los hemisferios cerebrales son simétricos.

Es decir no existe una correspondencia ni anatómica ni funcional entre las partes unidas por cuerpo calloso. Dije mientras le acercaba una lámina con una representación de un cerebro y sus áreas funcionales.

La chica se inclinó sobre el dibujo y su blusa dejo entrever sus pechos firmes que se movían con la agitada respiración. Por unos momentos no pude menos que evocar algo placentero que mi memoria me hurtaba.

¡Ah! Dijo ella me producía una cierta confusión la contralateralidad, eso de que las imágenes de un ojo se procesen en el hemisferio cerebral contrario.

-Eso es una simplificación en realidad, los ojos se componen de dos hemiretinas temporal y nasal que también se proyectan cruzadas temporal izquierda con nasal derecha y viceversa. Dije mientras que con mi mano, le señalaba sobre su cara la zona temporal y nasal, aunque no la llegué a rozar.


La agitación de la muchacha fue en aumento, la respiración era mas entrecortada no era difícil suponer que había algo personal en ese comportamiento.

Me turbaba su ansiedad como nunca anteriormente, la proximidad de una alumna lo hubiera hecho. Por un momento pensé en poseerla allí sobre la mesa...



Buequé la calma mirando a otro sitio, me entretuve en recorrer con la mirada la mesa de despacho. Huía de su cara y de su cuerpo. En la parte superior de un bloc aparecía lo que debía ser su nombre. Marta Rodríguez Llopart. Tampoco me decía nada …


-Sabe usted, a mi madre la tuvieron que hacer un corte en el cuerpo calloso para corregir una epilepsia. Pero de eso ya hace años... a consecuencia de la operación hay cosas que ve pero no las percibe.

-Si se a que te refieres, mira te daré una lista de libros que tratan mas a fondo ese tema. Busqué en mi ordenador tomé cuatro o cinco referencias de libros que yo sabía estaban en la biblioteca y se las di.

-¿Alguna cosa más?

-No, muchas gracias, ahora tengo todo este material para estudiar, si hay algo que no entiendo volveré.



Se incorporó, sus pechos volvieron a pasar delante de mis ojos, la respiración había cambiado, la falda corta y un suave contorneo de caderas se alejaban ya hacia la puerta y entonces salte como movido por un resorte. Marta Llopart, Marta Llopart, era ella bueno era su hija, Marta y yo hace muchos años... bueno con Marta tuve mi primera noche de amor...

Me hundí en el sillón pensando en ella, habían transcurrido casi cuarenta años. Y Marta aun estaba allí por algún rincón de mi cerebro. ¿Cómo estará ahora? ¿Intento localizarla por la dirección de su hija? O lo dejo correr permanecí el resto de la tarde evocando.



domingo, 31 de mayo de 2015

La tela de araña.

Una vega a la vera de un río el llano feraz ubérrimo una fronda frutal de tierra prieta. Las ollas de loza oscura orzas y lebrillos ollas de unto y grosura.
Redoble de tambor el trueno suena ilumina el horizonte la tormenta, caen goterones que dejan en el suelo manchas del tamaño de monedas.



Monedas de plata son, dice el anciano, cada gota hará crecer nuestra cosecha, monedas que espantan el hambre por un año tal vez un poco mas si a Dios plugiera.



El joven que le acompaña está perdido entre las zarzas, un tul de seda, la tela de una araña, ha retenido en trampa cuatro gotas de agua, a lo mas media docena.

Sabe su reverencia, decía el joven mirando la tela, la vida es como esa tela y el agua, caza unas gotas que poco a poco caen a tierra. La red de la araña no está hecha para cazar gotas de agua y sin embargo la hacen bella atractiva la vida es igual un laberinto de hilos en el cual nos enredamos. Somos la gota que hace de la trampa collar de cristales.



Quiero decir, aclaró ante la mirada perpleja del viejo, que brillamos en la vida porque hay otros, queremos tener porque otros tienen. Pero al final terminamos en el suelo hechos barro fango.

Tiene usted mas de ochenta años, y seguro que no recuerda dos seguidos que no le hayan traído su afán su pena.

Creo que te entiendo.

Escucha, fray Diego, cuando yo llegué aquí las cosas eran muy distintas, primero solo éramos una docena de hermanos frailes a los que el rey encomendó una tierra y junto a ella la grey de Cristo, colonos que venían a poblar la nueva tierra. Talamos bosques abrimos riegos y comenzamos a cultivar lo necesario para el sustento, nuestra fe pide pan y vino para alimento del cuerpo. Y de las almas pan vino y aceite para los oleos. Luego mas adelante llegaron los frutales las legumbres.

Era nuestra tierra de promisión. Pero la tierra prometida solo es en esencia trabajo. Cuando nuestra subsistencia estuvo garantizada, llegó el tiempo del estudio, cada vez mas hermanos se podían dedicar a la lectura a la escritura, al canto. A interpretar el derecho a traducir la filosofía pagana a nuestro credo.

Tu ves ahora la orden como esa tela de araña, una complicada red de relaciones con la corona, la nobleza, el resto de la iglesia.

Te sientes gota de agua presa destinada a brillar, y te parece trabajo estéril.

Pero no lo es, eres educado y culto erudito y versado. La orden piensa que tu sitio es la corte.

Allí velarás por nosotros en tanto que conduces las almas de los poderosos por el camino de Dios.

Perdone su paternidad si le parezco brusco descarnado a puro de ser sincero. La orden es una red, que nos sujeta y marca nuestra trayectoria hasta la muerte. Somos un fulgor que brilla en ella te comprendo hijo, cuando dejé los estudios y vine para dirigir este cenobio, yo también me revelaba. Yo amaba la corte, el gobierno sus pergaminos sus sellos. Pero el Señor me trajo aquí a cuidar de huertos y de siervos.

Hoy puedo devolver a palacio a un hijo amado, para que desempeñe mis sueños.

Perdón padre por ser soberbio, mi voto de obediencia es lo primero. Volvieron una vez mas la vista a la ubérrima vega al fondo en la entrada del bosque brillaba el granito del convento. Piedra que como la fe desafía el tiempo. Casi sin querer el abad dio un golpe con su báculo y barrió la tela de araña, las telas de araña, como las mujeres, son cosas que el diablo pone en la vida para distraernos.






viernes, 29 de mayo de 2015

Onfaloscopía

Hay dicen; en la costa griega, un territorio al que se denomina: Estado Monástico Autónomo de la Montaña Sagrada, más conocido por el monte Athos. En él tienen prohibida la entrada las mujeres y los catalanes.

Lo de prohibir la entrada de mujeres tiene una razón de ser, si no hay mujer no hay pecado de la carne.

¡Hombre que manga mas ancha! Como si encañutar a un hermano lego no fuera cosa de la carne.

Lo que se llama en literatura de la lujuria "un griego".
Bien, pues cuenta la historia, que allá por el 1300 una compañía de almogávares, sembró la desolación por aquellos pagos. Tales fueron sus hazañas, que los aragoneses y catalanes han tenido prohibido el acceso al estado monástico autónomo durante mas de 700 años.

Pero ya estamos perdonados, ¿y saben porqué? Muy simple el gobierno del tripartito indemnizo millonariamente a los monjes y por daños de guerra setecientos años después de la barbarie.


¡Eh! A que no sabían esta, el ínclito Oriol Junqueras pagando reparaciones por una guerra, cerca de un milenio después de celebrada esta.

¿Honorabilidad decencia? ¡No hombre no! Orgullo patrio, a fin de cuentas debió ser esta la ultima guerra ganada por Cataluña y eso merece la pena ser recordado.

Aunque malpensado ¿todo el dinero qué salió de las arcas públicas catalanas terminó en los monjes?

¿Porqué? Para que necesita un monje que huye del mundanal ruido, el cochino euro financiador de vicios...

Pero lo chuli de es este invento, es que se paga cuando la economía patria hace aguas, cuando ya se empezaba a recortar servicios como sanidad educación y otros servicios públicos.

¿Como se pudo llegar a este estado de cosas? Muy sencillo, se ve, que algún embajador del país pasó unos días en el monte Athos y allí aprendió la técnica de los monjes, que consiste en la meditación el silencio y la soledad.

La práctica común consiste en la onfaloscopía, es decir, contemplación del ombligo. Y quien lo iba a pensar, esa práctica resultó contagiosa.

Ahora son casi la totalidad de políticos catalanes y una buena proporción de los del estado español que practican la onfaloscopía es decir que gobiernan mirándose el melic.

Así se explican los desenfoques astigmáticos de la plana mayor del PP PSOE y otros partidos viejos.

Imaginad a la chica de las chuches, como llaman a la vicepresidente. Contemplando con fruición su profunda curva, a Rita, La Rudi, pero no por eso dejaremos de imaginar a la Susana Díaz o a Rosa Díez, Esperanza Aguirre y tantos y tantas mas.

Claro y Mas como dejar a Mas. Pues eso que quitando alguna como Cospedal que seguramente mira mas abajo, todos nuestros políticos gobiernan mirándose el ombligo hasta que unas elecciones los vienen a sacar de su arrobo.

¡Pero señores! Si bajo su ombligo solo hay intestinos gases y excrementos, en que se centran ustedes en sus actos de gobierno.



domingo, 24 de mayo de 2015

Yo Voto










Estaba yo tan tranquilo en mi urna. Poco a poco caían del cielo otras papeletas. Es curioso cuando eres voto. se desarrollan en ti unos sentidos nuevos. Mira que parecemos todos iguales y sin embargo...
Tenía hoy junto a mi una papeleta, con olor a bacalao, disimulado bajo un aroma de Nenuco. 

Seguro que es de la chica esa de la abacería; si la del puestos de salazones, esa que ha sido madre el mes pasado.
También me ha caído encima, un sobre con olor a marro de café carajillo y tabaco. Ha debido pasar la noche en un cajón de la tasca del Paco.
Luego han llegado dos sobres con olor a jabón de marsella, cera e incensario. Deben venir de las monjas de la residencia de ancianos.
Luego han ido entrando poco a poco unos sobres con olor a medicina he supuesto que eran de los ancianos. Un poco después ha aparecido un sobre con olor a niño, seguro que algún crío, que ha tenido que "ayudar" a papá y mam en eso de votar.

En el fondo, votar es como sembrar una planta, todos esperan que crezca una flor de su voto. Se vota con esperanza casi con un sueño. Luego a pocos se les cumple el deseo. En realidad, creo que solo se cumple a los que ganan, quiero decir a los que se presentan y ganan. Para a ellos las urnas son como los días de reyes...

También hay gente que lo sabe; que pocos deseos se cumplen, y notas como sus votos caen como el plomo, otros por el contrario votan como quien esputa.
Supongo que en eso deben creer que consiste la democracia en votar contra. El voto de venganza. 

Pero esta noche una vez leídas nuestras tripas, cuando el deseo de pueblo soberano se haga acta. Acta de diputado, de concejal suma de actas para ser Alcalde o Presidente, ya nadie se acuerda de pedir que se respeten los deseos de los menos y entonces nadie vale nada.
Humm ha caído junto a mi un sobre con olor a peta y marihuana. Seguro que es de la chica pasota esa, si esa de la rubia. Que bonito pensar en la rubia de los petas.
¿Que pasaría si alguna vez mandara alguien con olor a peta? A hierba, a maría en vez de oler a incienso y cocaína. En vez de oler a dólar a banco y a espada.

martes, 19 de mayo de 2015

Las Sandalias

Adila ha ido hoy de compras, mejor su marido la ha llevado a comprar zapatos. Su esposo es Said un rifeño que hace años vive en España. En realidad casi es español su abuelo que ya se llamaba Beni Said fue miembro de las tropas regulares, aquel ejército indígena que los españoles crearon en Melilla allá por el año mil novecientos once. Desde aquella época las relaciones de los Beni Said con España habían pasado por periodos de mayor proximidad dependiendo de los avatares de la historia, para terminar regentando un restaurante de especialidades marroquíes.
Pero volvamos a Adila, ella está contenta porque su marido la ha llevado a comprar zapatos. Ha elegido unas sandalias de cuero verde con una fina suela de cuero. Tenía una sandalia en la mano mientras la dependienta buscaba con afán la perteneciente al pie derecho. Por fin ha aparecido en la ultima caja de la ultima hilera. La dependienta se la ha entregado a Said haciéndole ver la diferencia de verdes de los dos cueros, le ha explicado que en el oulet venden restos de colección y que este par tenía un defecto al parecer producido porque la sandalia que le entregaba había permanecido varios meses en un escaparate, la luz de los focos y el sol habían terminado por cambiarle el color, cosa que no había sucedido con la otra.
Said ha intentado bajar más el precio, pero la dependienta le ha dicho que eso era imposible, que ya venía marcado desde la central. Que ella no tenía la culpa de la decoloración, y que esta se había producido en uno de los escaparates que la zapatería tiene en La Rambla de Cataluña. Por lo demás era un calzado muy fino y de excelente elaboración, tanto que en origen valía más del doble de lo que marcaban aquí. Que podía teñirlas siempre que no fuese en verde y siempre en una tonalidad más oscura.
Said dudaba, Adila se ha quedado mirando las sandalias, después de la primera sorpresa se ha pintado en su cara una sonrisa de felicidad.
Lo que valía era que su marido se las regalaba. Los he visto salir de la tienda los dos felices, Said por el ahorro, Adila (nombre que según creo que significa aquella que negocia con justicia) por el regalo. Los he visto salir cuchicheando. Me hubiera gustado entender que hablaban; tal vez ella le decía, no tiene importancia mis pechos que tanto te gustan tampoco son iguales, o algo así. Lo cierto es que parecían felices.
Yo en cambio no he encontrado unas sandalias aunque fueran de distinto tono, unas sandalias para machacar durante el verano. Que se le va a hacer