Llueve
con mansedumbre, las gotas frías caen sobre las piedras, que ayer el
sol heria con su fuego. La luz del astro se apaga, se agrisa, en un
preludio de inviernos antes de otoño.
Aun
quedan en el calendario -esa caja de sorpresas- algún día cálido,
los días del oxido. Aquellos que cuando las viñas han sido
despojadas de sus frutos y hechos sangre en los lagares, van dando un
tono rojizo a las hojas caedizas de las plantas.
En tanto en las
barricas hoy cubas de acero inoxidable fermentan bajo tierra las
alegrías futuros años. Y los caldos del año pasado, comienzan un
trasiego de bota en bota de la mano del experto. El enólogo maestro acreditado, educará
con mimo el paladar, el tacto y el lustre, que solo alcanzan pocos y
que una vez en la botella mantendrán años.
La
tarde era gris cuando iniciamos el viaje, pero hoy en La Ribera Sacra
es uno de los días mas luminosos del año.
Las
viñas de esta ribera, orientadas a mediodía y a poniente darán un
mejor caldo que las rivales; nunca mejor usada la palabra, que en su
acepción latina significa aquellos que beben de el mismo río. La
cuenca del Sil fue romanizada y mas tarde los cenobios mantuvieron
viva la cultura del vino.
Viñas
de vértigo que Roma labró con esclavos y la iglesia con el trabajo
y la fe de los legos hermanos. Pero hoy la laboriosidad del gallego
no desdeña la pendiente algunas de 65º y los liños que parecen las
curvas de nivel de un mapa o las huellas dactilares que un caprichoso
Baco dejó grabadas sobre la vieja montaña.
Dejo
dos vistas la panorámica y esta otra en que se aprecia eso
que yo llamo la huella de Baco.
Darío
2 comentarios:
Viene como anillo al dedo la imagen con el título de la entrada.
Es tiempo de vendimia, preludio del otoño y, antaño, preludio de romances.
Bss.
Vaya un romance otoñal. Comenzado en el quiosco del parque, mientras la gotas frías de una lluvia mansa crepitan en las hojas secas. Hay veces Mar, que evocas escenarios simples y sin embargo basta cerrar los ojos para oler la tierra húmeda el golpeteo del agua en las hojas. Un frío en la cara, un pañuelo de cuello que con ella acaricia la mejilla. Y si una pareja que comienza a escribir un romance. Romance de otoño. Creo que escribiré algo sobre eso...
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