jueves, 30 de enero de 2014

El infierno son los otros Luego el diablo es...



Habíamos dejado a Mefisto haciendo burla de un diablo controller, que se creía muy ducho en temas de producción y tiempos.  Claro hay que saber que en al infierno también se llega  por una deficiente gestión del trabajo.
La razón es que conforme avanzó la especie humana, y poco a poco, el coro de diablos hubo de establecer diferentes titulaciones. Distintos grados.
Le cupo primero los diablos agricultores y los ganaderos, hubo muy pronto diablos prestamistas y usureros.  Con ellos llegaron los mercaderes, tejedores, alfareros y como no, los diablos jueces sayones fiscales alguaciles... y hasta algún diablo sirlero.
Era propio de la política empresarial del averno, que cada alma pudiese encontrar un diablo con conocimientos de su oficio. Y si es cierto que pronto los hubo médicos y boticarios, no es menos seguro que pronto los hubo asesores, consultores, vendedores de seguros y hasta agentes de las propiedad inmobiliaria.
Lucifer estaba encantado con los avances del progreso. Solo se le resistían los diablos sindicalistas, y esto era por dos razones. La primera es que era muy difícil, saber que formación había que darles, la segunda y más peligrosa, que en que un diablo trataba con un líder sindical, se le volvían las ideas peligrosísimas. Porque a puro de atacar a la patronal, los había que habían tomado hábitos frailunos y hasta convocaban paros de calderas para rezar el rosario. ¡Demencial! justo es decirlo.
Pero esto era consecuencia directa del pecado humano, recordemos que lo que Eva dio a Adán era el fruto del árbol de la ciencia. Mefisto había dado una clase magistral en el Colegio Luciferino. Expuso con maestría, de razonamientos porque los diablos que poseían la sabiduría por haber nacido como parte de la divinidad. Y por tanto conservaban el saber, tenían que aprender del hombre, que siendo una criatura limitada en capacidad y entendimiento tenía que recurrir al aprendizaje parcial. Es decir a la ciencia. La ciencia solo era, en el mejor de los casos, un segmento temporal de la sabiduría. Era la consecuencia directa de haber comido de un fruto, que pocos como el propio diablo sabían, era agraz inmaduro falto de sazón.
El hombre revestido de ciencia empezaba a disparatar, primero la ingesta producía alucinaciones. Impedía la percepción correcta, producía delirios de grandeza, como sucede con los nacionalistas. Además al trocear el conocimiento la posibilidad de equivocarse era proporcional al infinito numero de fracciones. Consiguientemente las posibilidades de ser injusto y por tanto de pecar eran también infinitas.
En aquella memorable charla Mefisto expuso con claridad, que gracias a haber hecho añicos el saber, el número de asesores y expertos que se brindaba a los poderosos sería tan innumerable como las arenas del mar. Los poderosos tendrían mayores ocasiones de emplear el nepotismo y hasta la simonía. Como consecuencia la desvergüenza y el caos estaban servidos para todas las generaciones de humanos. Claro que el sistema tenía una pega, era que los diablos tenían que estudiar, graduarse en las mismas escuelas que los hombres. Solo así alcanzarían el más alto grado en su obra.           
Pero dejemos a un lado la descripción laboral del Erebo. Aquí lo lectores nos pagan para contar cosas serias por eso retomamos la historia de Mefisto.
Como buen diablo viejo Mefisto, era experto en grandes tentaciones. Lo habíamos visto como le vendió el tiempo a Adán. Como él y sus sucesores llegaron a considerar su importancia. Como de su mano, la sociedad humana llegó a desviarse de su camino, como creó la dependencia del tiempo. Como Caín mató a Abel por esa nimiedad, que consistió en pavonearse como más rico, como más listo, por comparar el tiempo del ganadero Abel, con el agricultor Caín.
Mefisto leía con fruición El Génesis y se pavoneaba de sus logros, los hombres entonces vivían muchos muchísimos años tantos que se aceraban al milenio Adán vivió novecientos treinta y Matusalén... pero bueno todos esos años siempre se les hicieron cortos gracias a que el tiempo la medida que Mefisto les regaló tenía la virtud de hacerse más grande con su uso.
Gracias a esa añagaza del tiempo escaso, se disfrazaba la ambición, como objetivos a corto plazo. Lo habían visto en Abel. Como mucho más adelante, al suprimir las monarquías, los políticos proyectaban sus ambiciones en el breve mandato de sus gobiernos.
Los reyes decía el tentador tenían toda su vida para sus ambiciones. De hecho ya nacían con una dotación alta de riqueza y privilegios. Lo bonito lo que hacía disfrutar al diablo eran los Jefes de Gobierno, los Presidentes, obligados constitucionalmente, a lograr sus fines sus ambiciones personales en un mandato. ¡Ah qué gozo le producían las democracias! Donde todos los ciudadanos tenían breve e inalienable derecho a su ambición. Antes en el antiguo sistema, el pobre paria nacía y moría siervo de las ajenas voluntades. Las iglesias les predicaban su estatus de sumiso... Así poco se podía tentar. Pero ahora todos podían, en teoría al menos, llegar acceder al poder, todos podían llegar a colmar de una u otra forma sus ambiciones. El límite de este desarrollo, era de cajón al poder llegarían los más ladrones. Y como en el caso de Caín y Abel, el asesinato estaría justificado no solo en defensa de las ambiciones propias, también para evitar que el presumido ufano como Abel en pavonease de sus logros.  
La contracción aparente del tiempo, hoy que los hombres tienen la misma duración que entonces, la medida es diez aparentemente diez veces mayor. Por lo que es muy raro encontrar ancianos de más de cien años y que se corresponden con el milenio que se les suponía antes. Eso crea premura en el pecar, angustia por conseguir ambiciones propias y como consecuencia el caos. El caos o los planes de gobierno que es lo mismo.
Paralelamente a eso el hombre sutilmente dirigido por Mefisto, había inventado aforismos como el tiempo es oro. Aunque hay que reconocer que esa prisa productiva había nacido dentro de las sociedades protestantes, en aquellas que santificaban el castigo divino el trabajo.
Decididamente el hombre era idiota pensaba Mefisto. Pero gracias a su obra había sublimado sus malos deseos sus malas artes. Ahora la maldad como frasco de perfume, era cada día mas concentrada. 

viernes, 24 de enero de 2014

El salto del Nagual (hoy llega antes la historia)



Aquel día mi maestro nagual me esperó en lo alto de un cerro. Mucho después supe que ese otero era llamado por ellos algo así como mendiberri o mendiberriak .  A mí me sonaba a euskera. Esa ancestral lengua que casi se perdió con la llegada de la cultura romana y de la que yo conservaba incomprensiblemente para mí una impronta en mi mente.
Como cabía esperar el monte nuevo, que eso es, lo que en mi evocaba la palabra mendi-berri no era o no se correspondía no a ver no sé explicarme bien. Porque las enseñanzas del nagual nunca se corresponden con la realidad física. Lo que quiero decir es que la montaña el otero que domina el llano también se corresponde con una altura con un jalón en el conocimiento.
Después asumí que podría significar montaña nueva aunque me costó mucho entender que solo hacía referencia a un hito en el camino del conocimiento.
Un punto de la experiencia personal en que se domina y recopila todo el conocimiento previo.
En realidad el otero, el mendi-berri no es un lugar sino un estado mental, pero tan inefable que es más fácil describirlo como un lugar. Algo que un discípulo de PNL (programación neurolingüística) entendería con facilidad. Por aquello que ellos conocen bien. Un mapa no es el territorio.  
Un risco desde donde la mente, que ya ha accedido a las facultades del águila, pude planear vigilante, sobre un espacio grande del conocimiento y probablemente remontarse más y más en el mismo. Pero es tan difícil encontrar palabras para describirlo que he necesariamente de recurrir a las imágenes.
Pero lo intento, imagina por un momento que eres el águila que surcas libre el cielo, que tu vista se pasea desde la altura por todo el conocimiento previo, tu conocimiento y el de todos los que te precedieron en el arte del chamán, un sitio donde se ve todo el camino que te hizo andar tu nagual.
Es un sitio donde no hay palabras, por eso luego no se puede hablar de ello, el saber se hace de mente a mente, como si las mentes fuesen ordenadores en red, de tal manera que la experiencia de uno en la mente universal era sentida por todos los demás.
Recuerdo haber percibido de manera inconcreta el camino que me llevó a esa cumbre particular, recuerdo haber querido saber quien había llevado allí al primer hombre. Lo pregunte con la vista a mi nagual y por respuesta percibí un grito de halcón de águila tal vez; por eso supe que era el tótem, el animal padre de la tribu el conducía a los hombres al conocimiento, pero nadie me lo explicó fue un saber accedido una llegada a un nivel de conocimiento que se manifiesta cuando yo soy capaz de entenderlo.
Pues bien llegado a esa cumbre, el nagual se dirigió a un acantilado una escarpa atroz, en su borde  se percibía una corriente caliginosa de aire, eso era todo. El benigno panorama había quedado a nuestra espalda. Me volví un par de veces añorando el otero de suaves pendientes que se extendían feraces por todo lo que la mirada abarcaba. Pero la cara del maestro y su mirada perdida en algún punto de la oscura niebla me atraía. Él se aproximó a la orilla y en un momento dado saltó a la negra nada. Temblé, un escalofrío cruzó toda mi espalada y me sentí arrastrado hacia el vacío, el mismo que había devorado a mi mentor. Es mas por un momento hasta pensé que eran sus manos las que me tomaban por las axilas y me arrastraban.
La sensación primera era similar a la de sentirse en un baño cálido de gelatina. Flotaba pero en que, una nada viscosa opaca me envolvía y sentí levemente el vértigo del que cae. Solo debieron transcurrir segundos minutos tal vez, intuía que era tragado por un enorme gusano
me daba la sensación de estar dentro de una enorme tubería, más exactamente, en el interior de un gran intestino. Las sensaciones se fueron apagando y poco a poco recuperé las percepciones habituales el sonido el tacto y ya al final la vista junto a al equilibrio, junto a la percepción de mi cuerpo y su posición en el espacio.
Allí estaba el nagual su cara y su cuerpo tenían un brillo azulado como si estuviese cargado de electricidad estática una aura rodeaba todo su cuerpo. Me infundía miedo y respeto verlo así transfigurado. Él simplemente señaló mis manos, las miré y aprecié el mismo brillo la misma aura eso me tranquilizó. Deseé vivamente preguntar que era aquel sitio por donde habíamos caído. Pero mi voz no salió o al menos no me oí, pero de alguna forma mi tutor y hermano hizo aparecer la respuesta en mi cerebro, eso es la puerta, por allí los chamanes los brujos los que saben del poder accedemos a otras realidades a otras dimensiones.
Poco puedo explicar de lo que sentí, algunas veces he vuelto al sitio, las primeras siempre acompañado, hasta que un día el no saltó, me dejó ir y volver solo.
Pues bien lo que puedo decir que ese lugar (es una forma de hablar ya debéis saber que es un estado) era un sitio sin tiempo o mejor dicho donde todo el tiempo permanecía quieto. Recuerdo que en mi primera experiencia me acerque a un arbusto, parecía una mata de legumbre judías, habas tal vez. Al fijarme en ella vi que se transformaba como si el tiempo se extendiese a su lado en una línea recta. Yo percibía su pasado de simiente su evolución de planta y su futuro otra vez simiente. Luego lo intenté con una rosa, solo tuve que mirarla para verla capullo rosa y fruto todo a la vez. Parece que era un estado en que se me mostraba la realidad de las cosas con su pasado su presente... no, no eso es una forma de hablar. No existía presente ni pasado ni futuro. Ante mis ojos aunque tampoco fueran los ojos ordinarios se me revelaba todo el poder encerrado en una planta desde el origen hasta que ya deshecha solo dejaba frutos en herencia.
Muchas más cosas vi en ese estado, en ese sitio, al que se llega por la puerta del acantilado por la escarpa de la niebla oscura. Pero eso no puedo contarlo es el juramento del nagual, como lo es el plano para llegar al despeñadero cuya orilla es la razón y más abajo... bueno los hay que no han regresado cuerdos de ese viaje.           

jueves, 23 de enero de 2014

El cuento de Hoy Mefisto



Era la tarde de aquel triste día en que Dios expulsó al hombre del Edén.  Adán de reojo miraba por encima de su hombro si había alguna forma de regresar al jardín pero un querubín con una espada de fuego vigilaba la puerta. No había nada que hacer, Eva en tanto se entretenía peinado la túnica de pieles con que el señor la vistió. Mucho más sufrida que Adán, la mujer se consolaba pensando en lo bien que le sentaba aquel abrigo, era divino.

Estaba nuestra pareja en un cruce de caminos, indecisos sobre a que punto dirigirse. No había nada todo era despoblado y estéril. En estas descubrió junto a él un extraño ser que no le era del todo desconocido, tardó unos momentos para percatarse que ese animal que se arrastraba por el polvo era el diablo, el tentador el origen de su mal. Estuvo tentado de aplastarle la cabeza con una piedra, pero el demonio le gritó. ¡Eh alto tú no puedes hacer eso! No te está permitido. Además no ves que yo sufro un castigo peor que el tuyo. Te he ofrecido el fruto de la ciencia y todo por hacerte un favor y mira como me hallo. Adán quiso replicar pero antes de poder articular una palabra, el demonio le dijo:
Mira ya que estamos juntos en la desgracia te haré un regalo.

- Tú y tus regalos, te parece poco lo que has hecho ¡mira como me veo por tu culpa!

-Ah no te preocupes te haré un regalo, que esta vez apreciarás. Y este es legal, no contradice las ordenes de Dios. Ya verás, te voy a regalar el tiempo.

¿ Y eso para qué demonios sirve!

El tiempo, ¡te parece poco! yo renuncio al tiempo por ti; Dios te ha dicho que volverías a la tierra de la que te hizo, pues mira yo te voy a dar la medida del tiempo, y para que veas el gran regalo que es te diré que la desprenderme del tiempo yo seré eterno ¡Te imaginas toda una eternidad sufriendo! Y mira te lo regalo, yo sufriré mi castigo por los siglos de los siglos mientras tu podrás medir lo que te resta para volver a ser tierra.


Adán que era algo bobalicón, no estaba muy seguro de las ventajas del trato. Así que el diablo hubo de hacerle la venta.

Mira, el tiempo te valdrá para saber ¡Cuánto falta para que madure el grano! para saber el momento en que las frutas estarán en sazón. Los días que tiene de preñez Eva. ¿Qué aun no le ves la ventaja?

Adán se rascó el cogote  y dijo y de que me sirve saber eso si no se si terminará bien o no que saco con saber lo que falta para la cosecha, si no puedo saber si esta llegará.

Bien ya veo que no sabes apreciar lo importante que es el tiempo, por eso te lo voy a regalar con una condición si dentro de una semana no te gusta me lo devuelves y listo sin compromiso.

Y Adán aceptó el trato, con la misma ingenuidad con que un cliente de banca hubiese comprado unas preferentes. A fin de cuentas, se dijo, el diablo era tan listo; que seguro era un buen producto -El tiempo...-

¿Oye, oye y qué es eso de una semana? Se atrevió a preguntar.

¡Ah si! Una semana es una medida de tiempo, tienes que  aceptar para experimentarlo, mira firma aquí.

¿Qué fir-que?

Nada,  nada que pongas tu dedo índice sobre esta hoja y sobre esta y esta y esa otra ya está.

Adán se quedó un poco sorprendido por tanta prisa pero después de firmar, si saber que firmaba, tomó en su mano una cañita de centeno que el diablo la dio. Mira ahora tienes que chupar la base de la caña un par de días y ya verás, ya verás cómo cambia todo.

Cuando Eva le hizo ver que tenía la boca con barro y que su saliva tenía el color rojizo de la tierra Adán sintió un poco de vergüenza.  Pero automáticamente se le ocurrió una respuesta luego me lavo.

¡Ah Luego! quiere decirse más tarde, eso son cosas del tiempo pensó encantado. Su vida había cambiado radicalmente. Disponía de ahora y del después que interesante. Al día siguiente descubrió que tenía un término nuevo ayer.

Ayer cuando salimos del Edén. Pasó la semana y proyectó ante sí otra semana y otra y otra y un mes un año y otro.

Se hizo mayor era el más mayor de los mortales y ya podía contar sus día pasados...

Ni se acordaba porque ni desde cuando disfrutaba de ese don. Con poco esfuerzo se lo enseño a Eva y ellos juntos a sus hijos. Y el más aventajado de sus hijos fue Abel. Porque Caín era labrador y Abel ganadero. Abel era más sagaz en la medida del tiempo. Se fijó en que las ovejas tardaban alrededor de cinco meses en parir, que podían traer al mundo entre una y tres crías y que le daban carne leche y lana. En cambio Caín tenía que trabajar todo el año para obtener una cosecha, pero y aunque la proporción de grano era mayor por cada uno que sembraba, tenía que esperar todo un año para comer pan.

Se sentía, Abel tan orgulloso de su astucia que un día se jactó de ella ante Caín y lo que es peor lo llamó tonto. Entonces este se enfadó tanto, que lo mató de un golpe.

Caín se dijo toma a ver cómo te sienta esto a ver como lo digieres con tu tiempo...

Y esa es la historia que se ha repetido desde entonces, hay un tiempo y el hombre se esfuerza por acumular riqueza en el menor espacio posible. El diablo se entretuvo en engañar a los humanos y les puso unos indicadores externos para medir los tiempos los días las noches la luna y las estaciones...

Y feliz con el engaño y lo bien que los hombres creían en el, se bajó al infierno a dar cuenta de sus hazañas.

Pero bueno le dijo controller, pero que historia es esta, donde está el mérito de este instrumento aquí yo lo uso como base de toda la producción.

Y Mefisto (porque si leéis este blog ya os lo habréis encontrado antes) soltó una sonora carcajada y contestó:


Es sencillo, la trampa, la maldad, está en que todos los hombres y algunos diablos (dijo mirando con sorna al controller) creen que el tiempo es algo exterior a ellos. Y el tiempo no es algo externo a los seres vivos. Créen además, que la conciencia, la inteligencia y aun el alma es un epifenómeno del cerebro, porque también creen un universo exterior a ellos y por el error que les produce la percepción del tiempo esperan siempre relaciones causa efecto.

A ver si lo puedes comprender cateto, era ayer (hace nada) el día de la expulsión del Edén por la tarde. Y era ayer y hoy y será mañana porque un diablo no tiene tiempo. Tampoco Dios eso de la mente y el cuerpo son cosas de humanos imperfectos...                          

martes, 21 de enero de 2014

Preguntas que si es magia ( Dedicado a Blanca Ruiz II)



Preguntas que si magia.

¿Y qué es la magia? Me pregunto yo.

Porque todo grupo humano, toda sociedad toda cultura, ha dejado un espacio en sus creencias para la magia.
Un sitio donde todo ocurre de otra forma a lo que parece razonable. Un espacio de las creencias habitado por sacerdotes de lo misterioso.

Pero no vamos a correr, la magia ese poder fantástico que hace posible todo, desde la bendición al maleficio, no existe. 
Con el frio de la razón en la mano, solo podemos intuir que hay una realidad distinta de la que nos informan nuestros sentidos.

Un sitio donde no se cumplen las leyes físicas que tenemos como ciertas.
Un lugar donde el espacio tiempo es diferente a lo que tenemos comúnmente establecido.Otra realidad.
Esa es la forma más correcta de definirla, una realidad en universos paralelos.

También una forma de percibir distinta y que el hombre ha buscado desde la noche de los tiempos. La busca con la ingesta de drogas, la busca en el frenesí de la danza y el ritmo o en el girar veloz de los derviches danzantes.

Como decía el poeta surrealista Paul Éluard "Hay otros mundos pero están en este". Hay otros universos pero están dentro de ti. Se accede a través de ti.

Y todo eso es culpa del cerebro.    

Lo cierto, es que nuestro cerebro, funciona de una manera que los físicos y nuestros matemáticos aun no conocen. 

Hay una relación muy interesante en la evolución, es la que da dividir la masa corporal por la masa cerebral -la cerebración-. En antropología este coeficiente dibuja una curva hacia cuya parte más alta está el hombre. Todo parece indicar que la evolución, si tiene,  un plan una meta.

Si el antropólogo es filósofo y además de ello religioso jesuita, como lo era Theilard de Chardin esta observación le llevará a enunciar una curiosa teoría; la de la noósfera y la noogénesis, que nos pinta la evolución del cerebro como algo que tal vez ya tenía un cañamazo una urdimbre.

Y con esto volvemos al principio, como si el ser humano contuviese en si una chispa del ser divino un genio un dijinn. Que dirige todo hasta su meta.

Porque lo cierto es que los físicos los matemáticos aun no tienen una buena descripción de cómo funciona el cerebro. No saben si la inteligencia, es fruto de la complicación de los enlaces neuronales o si por el contrario... hay también una realidad quántica paralela. Para eso solo hay que leer a Roger Penrose. Por ejemplo en -La Mente Nueva del Emperador- este reputado científico expone; que dado el volumen del cerebro humano y sus sinapsis una máquina construida como el cerebro sería incapaz de hacer las funciones que el nuestro soporta. Lo qeu equivale a decir que no sabemos como computa (pero de cualquier manera no lo hace como nuestros PC)

Lo que tal vez nos lleve a pensar en otras formas de computación. Esto debería ponernos sobre la pista de otras realidades paralelas a nuestro conocimiento.
Más accesible que Penrose para leer es: F. David Peat. Son interesantes sus escritos sobre sincronicidad o lo que es lo mismo la acción de la mente sobre la materia, la percepción y...

Vaya tenemos un físico que entra de lleno en el mundo de la piscología y... y está estudiando lo mismo que el chaman, lo mismo que el Nagual.

No sigo, es largo, solo quiero abrir rutas en vuestro pensamiento.
Solo diré algo que ya pasa como cierto para nuestra ciencia. Cuando un ser humano sufre un duelo, es decir pasa por la pérdida de un compañero, familiar o aun de un estado morboso de la mente, se toma un periodo de unos veinticuatro meses para superarlo, en fases que están muy bien definidas y estudiadas.
Pues bien hay veces que una "neura"  prolongada conduce a una producción anormalmente baja de linfocitos T. Los linfocitos T, son los responsables de coordinar la respuesta inmune. Tal vez un estado de tristeza o de estrés prolongado influya en nuestro sistema inmune. Tal vez la "depre" abra la puerta a otros padecimientos. Pero esa es una realidad que hasta ahora estaba en el terreno de la magia. El chaman el nagual o el brujo son seres que alcanzan otra perspectiva y por supuesto controlan el fluir de su emoción. Viven otra realidad y desde ella pueden modificar la tuya.
Con los nombres y cosas que he citado, buscando en la red hay suficiente información para un primer curso de nagual ¡Buen provecho!