domingo, 12 de abril de 2015

Mamen y el estraperlo

A Mamen se le daban bien los pirados. Mamen solía salir en nuestra pandilla haciendo de non. Quiero decir que si la pandilla la formaban seis o siete parejas mas o menos inestables ella no tenía vínculos afectivos fijos con ninguno de los otros miembros. Tampoco tenía mucha importancia, donde mas se notaba era en el baile, y en el baile éramos lo suficientemente promiscuos como para que el caso no tuviese importancia alguna.

Mi pandilla, había alcanzado cierto grado de promiscuidad hasta en el sexo, quiero decir; que también se formaban ocasionalmente parejas de cama sin mayor trascendencia ni mayor pretensión de continuidad.
Por eso el ser non era una cosa extraña, a fin de cuentas la fraternidad siempre termina pidiendo una pareja reiterada cuando no estable.

Pero Mamen era eso, la single. Era apetecida y apetecible sin el menor esfuerzo por su parte. Eso significaba que no se podía ir con ella a ningún sitio; baile manifestación o romería que a ella no se pegara siempre algún desconocido. En un grupo donde te conoces desde años esa facilidad de Carmen Blanco, ese era su nombre, producía a menudo tensiones internas en el grupo, porque de pronto la veías hablar con una persona totalmente desconocida para el resto de la pandilla, como si la conociera de toda la vida.
El resto no sabían si eran viejos conocidos o un primo de ella venido de lejos. Lo que producía alguna vez extrañas situaciones por la tendencia grupal a dar al desconocido un estatus preferente, de confianza preferente quiero decir, si haber tenido tiempo de evaluar sus intenciones.

Tanto y tantas veces se produjeron situaciones comprometidas que terminamos por acuñar el término -amigo de Mamen- para referirnos entre nosotros a esas personas.

Es algo que aun le tengo que agradecer, porque yo aprendí de ella y con ella a guardar una prudente reserva mental respecto a personas desconocidas, sin que ello me impidiese tratarlas con un calor afectivo y humano infrecuente en otro tipo de contactos.

Hace tiempo que no se de Mamen; dicen que casó con un argentino hijo de judíos catalanes, nacionalistas, exiliados en la dictadura, al parecer trigo no limpio, implicados en el asunto del estraperlo, un caso de ruletas trucadas. Pero eso son dimes y diretes algo que podía muy bien haber arruinado la vida de Mamen de ser ella de otra manera. Y a fin de cuentas estraperlo o no la corrupción política ya ha sobrepasado cientos de veces la magnitud de aquel fraude que dio pie al gobierno del Frente Popular, la guerra civil y la dictadura.
Porque de no pensar como Carmen, hoy estaría temiendo un gobierno de izquierda frente-populista originado en los escándalos y corrupciones de la derecha.

1 comentario:

Vasdelao dijo...

Que si Antonio, que si. Mamen simboliza el espíritu de la transición, que con todo ligaba y con todos dialogaba para terminar pariente de corruptos...