En política y en
finanzas suele haber dos tipos de individuos, Kostolani los define
como el sinvergüenza tonto y el tonto sinvergüenza.
Por ejemplo aquí en
Cataluña hemos pasado de Pujol sinvergüenza tonto, por creerse
impune, al tonto sin vergüenza, Mas, por creer sus propios delirios.
Lo explico con ejemplos,
primero en el mercado del aceite hoy mediatizado por algún fondo
buitre que participa en la unión empresas italianas y españolas. La
salida de la UE de los productores catalanes les vendría muy bien
ganarían cuota de mercado, cuando no como ya hacían antes los
italianos compraban nuestro aceite en Tarragona lo embarcaban para
llegar a Marsella como de producción italiana, no son nadie dando el
cambiazo a las manifestaciones de embarque.
Pero en el mismo orden de
cosas, a Ford Citroen Renault y la Opel les encantaría dejar fuera
las producciones de Seat Ww.
Claro que para competir las producciones catalanas les vendría muy bien una moneda fuera del euro, porque devaluando la moneda se puede ser competitivo.
Claro que para competir las producciones catalanas les vendría muy bien una moneda fuera del euro, porque devaluando la moneda se puede ser competitivo.
Quiero decir, que el
interés en sacar a Cataluña de la UE no sería tanto de los
políticos sino de la grandes corporaciones que sustentan a estos
políticos y gobiernos.
Por cierto que a los que
menos interesaría la nueva moneda es a la banca de aquí obligada a
tomar y pagar préstamos en divisa y hacer negocios en moneda blanda
y devaluable.
Dicho esto es hora de
vestir la estelada como capa, ponerme los calzoncillos por fuera de
los pantalones tipo supermán (calzoncillos estelados y cuatribarrados)
y prepararme a votar a la opción independentista.
A fin de cuentas, la
mejor forma de ser un tonto sin vergüenza, es hacer tonterías o
vender actos que solo se pueden calificar como sandeces.
Me preguntará usted si
estoy en contra del independentismo y le afirmaré rotundamente que
no. Yo estoy en contra del tonto sin vergüenza. Porque quien ha
administrado mal, y lo ha hecho nadando en corrupción no es en
principio el mejor guía para un cambio como el que se nos propone.