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Interior de la iglesia de San Miguel Tarrasa |
Parce
ser que fue Constantino quien regaló a la iglesia, al Papa
Melquiades, un palacio y/o una basílica que había sido de los
Lateranos (Plautii Laterani) una familia de patricios, que perdieron
sus propiedades en tiempos de Nerón.
Hoy
conocemos el lugar como la Basílica de San Juan de Letrán. Ya
tenemos al Papa, representante de Cristo en la tierra, viviendo como
un patricio y la referencia del uso de un espacio público romano
como el sitio dedicado a celebrar los ritos de la religión
cristiana.
¿Pero
que ritos? El evangelio es muy parco en la descripción de
ceremonias. Podríamos imaginar que el bautismo, la cena, y tal vez,
solo tal vez alguna ceremonia de bendición de enfermos como la
narrada en Juan 5, 8
Quiero
decir; que dentro de la forma de obrar romana, que absorbía y
latinizaba otros dioses y otros ritos, el cristianismo no quedó
excluido. Hubo de crear ese acervo de ritos y gestos algunos provenientes
de los judíos, otros de alguna religión contemporánea y otros los
terceros mas interesantes para nosotros aquellos que se pueden
considerar respuesta diferenciadora voluntaria de otras religiones.
No
es el objeto de estos escritos recopilar los ritos. Pero si entra dentro de
su ámbito, el enumerar y en lo posible explicar, el origen de algunas
de estas cosas que quedaron en nuestra rutina y en la arquitectura.
Siempre
he huido de determinadas formas de estudiar que considero
academicistas.
No tengo nada que objetar al rigor académico en el
estudio. Pero la cuestión que me planteo es muy simple. El hombre;
la ciencia del hombre, clasifica por similitudes.
Como ejemplo
pensemos en la clasificación de Lineo. Podríamos establecer casi un
mapa de coordenadas cartesianas, donde género, familia orden clase.
Nos permiten hacer una ordenación vertical.
De la parecida manera, en
la historia de la arquitectura, aparecen artes asociadas a
determinados periodos históricos. Las construcciones se agrupadan por similitudes.
Pero de
la misma manera que la clasificación animal no nos permite deducir
el tiempo de gestación de un animal por su posición en una tabla,
tampoco en el arte, y más en la arquitectura, una clasificación
cronológica, nos permite conocer los conocimientos técnicos de sus
diseñadores, y menos a partir de los conocimientos empíricos de sus
ejecutores.
Y
no es eso solo muchos de los monumentos, tienen dataciones confusas,
cuando no están basadas en documentos falsificados.
Alguna
vez ya he comentado la sorpresa que produce una relación de
privilegios de un monasterio en que figuran donaciones del rey de
Aragón Ramón Berenguer IV, -el consorte de Petronila- que si algo no
fue en su vida es rey de Aragón.
Y
es que hay quienes hacen de la capa sayo, y de la historia colchón de
sus delirios interesados.
Pero
hay más, Asociamos la Alta edad Media a un periodo artístico
vinculado con el arte llamado prerrománico.
En Asturias, también en
Palencia aparecen iglesias a las que comúnmente se llama
visigóticas, templos de delicada factura, de soberbia elegancia,
como lo son los templos que hallamos en Toledo, Orense, o Mérida.
También se constata un estilo propio de los lombardos, del que luego
en mi ignorancia, veo reflejos en el románico toscano.
La
iglesia paleocristiana, la llamada construcción visigótica, y las
iglesias mozárabes, responden a una época y datación
alto-medieval, que es anterior y predecesora del románico.
En
Cataluña, hay una afición desmesurada, a añejar determinadas
iglesias románicas, ocultando lo visigótico -y el para ellos-
vergonzoso pago de impuestos al Califato Cordobés.
Datar
el románico catalán cien años antes, hace más factible la leyenda
de la Cataluña Carolingia. Por más que como otras veces ya he
escrito no sea posible encontrar ni una sola lauda sepulcral con
letra carolingia, ni tampoco exista un código legal que nos permita
suponer la vinculación o legado venido del Sacro Imperio.
Pero
también es cierto que, Roma solo es la cultura imperial más
próxima. Que dejó edificaciones construidas por todo el imperio.
Pero ni toda su técnica es romana, ni fueron ellos los inventores de
procedimientos. Los fenicios, y los cartagineses, también fueron
constructores. Y es curioso. De un pueblo tan comerciante como el
fenicio, al que se le atribuye el invento de las letras, de la
escritura, y que por razones mercantiles deberían dominar el arte de
la medida, lineal bidimensional, y cúbica, de este pueblo mercante
por excelencia, no solo no nos quedan testimonios escritos. Tampoco
sabemos de sus técnicas constructivas, de sus sistemas de
navegación, en definitiva, desconocemos los procedimientos que debieron
ser usados por los antiguos, y puestos en valor por los romanos.
Próximo
capítulo las herramientas que pudo usar Vitrubio.