El viejo maestro dejo para mí un
renglón vacio, entre la creación (la poesía) del ritmo y el movimiento. Antes
de poder crear ensoñar universos, yo pasaría por su estado el de nagual el de
maestro de chamanes. El cerrajero que ha de abrir a otros a la percepción que empuja
hacia más altas cotas a una nueva escala de valores.
Yo me he sentido, como escribía Bernardo
de Chartres allá por los principios del siglo XII.
nos esse quasi nanos, gigantium humeris incidentes,
Somos como enanos a hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos
que ellos, no porque la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro
cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura.
Soy un enano sobre los hombros de
un gigante, porque heredé su conocimiento y aun sus errores.
Soy un enano que conserva en su
cerebro las soluciones y aun los errores de otros que me precedieron. Cosas que
me fueron explicadas desde la cuna. Y mi cerebro plástico y complejo aprendió a
hacer sinapsis que le dan respuesta a los antiguos retos. Pero mi mente es solo
una participación en el vademécum de lo eterno. El inconsciente colectivo y sus
fórmulas aquello que Jung llamó arquetipos.
Pero antes, un ejemplo, pon tu
dedo índice de la mano derecha sobre tu frente, tu mentón tu cuello, tu nuca y
tu ojo.
¿Qué sientes? ¿Qué percibes?
Sentir siempre se siente lo mismo, una presión sobre la piel. Pero verdad que
no percibes lo mismo cada una de las veces que repites el gesto. Eso es porque
la unidad de percepción humana es mucho más compleja de lo que aparenta. El
dedo sobre tu piel es una asociación compleja de estímulos, cuando pones el
dedo sobre tu cuello puedes entender, que lo percibido se asocia a una emoción
de angustia. Nosotros llamamos al paquete estímulo respuesta un percepto.
¿Desde cuándo está en tu cerebro esa respuesta de angustia? Probablemente desde
antes de que la especie llegase al estadio de homo sapiens. Eso te debe llevar
a pensar que el cerebro ya ha contaba con los circuitos de respuesta desde
antes de tu nacimiento. ¿Sorprendido? ¡Tan raro te parece, qué al tocar una
zona vital para tu organismo se desarrolle una respuesta angustiosa! Nooo,
estás pensando, es algo natural y natural te parece que esa facultad se herede.
Es una forma de conocer apta para conservar la vida, la especie.
Pasa ahora a otro campo, el que
perfiló no con mucho éxito el psicoanálisis. Era ayer que te contaba como mi
maestro nos enseñaba las limitaciones del pensamiento cartesiano. Una cosa que
piensa es una cosa que crea, una res cogitans crea patrones heredables. La
alerta que produce el riesgo de percibir una herida en un punto vital es
heredable. Lo es desde dos puntos de vista. Por una parte heredas el circuito
nervioso capaz de producir la alarma. Por otra heredas el lenguaje y el entorno
que te harán ajustar tu proceso de aprendizaje y respuesta.
Te invito a meditar ahora y a
completar los perceptos que hay en ti, aquellos que Jung identificaba como El
inconsciente colectivo, pero no pierdas de vista estos otros:
El país (entorno cultural) el
tótem, el ancestral mundo de los brujos. Espero que ahora comprendas la razón
por la cual el tarot, la adivinación o los horóscopos están tan arraigados en
la sociedad.
Mi sociedad, la del siglo XIX y
XX europeo se apartó de ello porque creía que era supersticioso. Porque también
cabalgaba en los hombros de Descartes. De su racionalismo.
Y En cambio la abominación del
saber del mago no ha matado la magia, ha servido para que ahora nos aproximemos
otra vez a ello. ¿Y? esta vez somos más
en número, más formados, menos analfabetos y con más tiempo.
Hoy el asalto al conocimiento lo
hacemos desde los hombros de los gigantes que nos precedieron. La revolución industrial
no dio luz acceso a la educación, espacio tiempo. El Pc es una memoria unida a
la red infinita. La rueda nos apartó del
camino del andar a pie. Internet nos aleja de la biblioteca. Las citas los
gigantes están allí son como coches de punto. Microtaxis del saber que nos
permiten recorrer sus conocimientos.
Pensar, ya no es monopolio del
clero, de la escuela de Chartres, del monje enclaustrado percibir no es cosa
del Lama ni siquiera del chaman o del nagual, percibir es tu deber y tu
derecho. Tampoco es monopolio del político actual que en su mayor parte hereda
el despotismo ilustrado nacido a finales del siglo XVII.
El vapor y la electricidad
liberaron al hombre del esfuerzo. Es el momento de especular en el sentido de meditar,
reflexionar con hondura, teorizar. Pero la especulación ha de tener una ruta un
camino, buscar una meta.
Esa meta es, el crecimiento, el
personal y el de la especie. Comprendes
ahora las razones próximas, por las cuales partido y sindicato tal como hoy
funcionan son obsoletos. Entiendes la borrachera de egos como el de Rajoy Aznar
Zapatero o Arturo Mas. Ellos son lo anacrónico del percepto. Creen que los
degüellan cuando solo tienen sobre el cuello un dedo.