miércoles, 19 de agosto de 2015

La espada del brujo II

El Elfo
Creo que el anciano prosiguió así:
-Aseguraban que casi al final de la trocha que la recorre por su fondo, cuando las paredes opuestas se estrechan hasta que un hombre las puede tocar a la vez con sus dos manos, allí donde los conocedores del terreno saben encontrar un paso hacia el otro lado de la sierra hay una piedra en forma de cono que oculta la entrada de una cueva. Aseguran que la cueva está repleta de tesoros pero para acceder a ellos hay que conocer un conjuro secreto que descorre los mágicos cerrojos que la sujetan.
Cuentan desde hace por lo menos tres siglos, que un joven pastor de ovejas habituado a dormir al raso con su ganado bajó al pueblo contando, que muchas noches se acercaban a su fuego de campamento tres jóvenes elfos al parecer dos varones y una hembra. Alguna vez había compartido con ellos sus sopas o el queso de su cena. Llegó la historia a oídos de su madrina una anciana que tenía fama de curandera sabia para unos y reputación de de bruja para otros.
Lo cierto es que mandó llamar a su ahijado y cuando lo tuvo delante le dijo:
  • ¿Que es eso de que tienes tratos con los espíritus del bosque?
  • No son espíritus del bosque son elfos.
  • Ya ya, seguro que son tres dos varones y una hembra.
  • ¡Si! ¿Cómo lo sabes?
  • Calla como no voy a saber lo que te pasa, fui tu madrina y seré tu prónuba como manda la tradición. Yo también recibía visitas de esos elfos. Son dijo mientras los describía Thom Tham Thina, y los describió tan bien en sus rasgos que el ahijado no dudó que los conocía.
    Bien escucha esos tres elfos forman un matrimonio o triada elfica si quieres hacer fortuna solo has de atrapar a uno de los machos. Entonces tu prisionero y hasta la pareja llorarán y te ofrecerán todo lo que quieras para que lo liberes. Pero recuerda solo debes capturar a uno de los machos. Si te equivocas y lo hace con la hembra sus dos maridos te llenarán de maldiciones.
  • Bien lo tendré en cuenta, ¿pero cómo consigo capturarlo?
  • Es mu fácil primero tienes que poner una cinta amarilla en tu sombrero después pasas en la cinta una pluma de buitre y una flor de ortiga. Cuando le eches encima el sombrero la flor y la pluma impedirán que escape eso es magia. Entonces te pedirá que lo liberes y tu contestarás que solo a cambio de un secreto. Le pedirás que te de o te diga como... pero ten cuidado con lo que pides porque los elfos son seres muy bromistas y si cree que abusas te puede dar una respuesta que te llevará a la perdición.
    Dicho y echo a la mañana siguiente nuestro pastor había cambiado la cinta de su sombrero, puesto la pluma de buitre y la flor de ortiga y anduvo impaciente toda la tarde esperando que con la llegada de la noche tendría ocasión de ver y capturar a un elfo.
    Pero para la noche aun quedan unas horas que yo pasaré durmiendo.
    Hasta luego. Bueno bueno ya is adelanto que todo fue muy bien y el pastorcillo tuvo la suerte de su parte porque sin saberlo capturó al elfo andrógino, el bisex que diríamos ahora. Y eso tiene espacial premio y ahora si hasta luego...

martes, 18 de agosto de 2015

La espada del brujo.

Era un día caluroso, el anciano de la montaña y sus acólitos, habían salido muy de madrugada. Ascendieron con el sol las abruptas laderas, de la montaña que habitaban, y ahora que el astro alcanzaba el cenit, encontramos al grupo sentados al borde de mas alto del bosque, frente a un asómate al que con frecuencia se encaramaban.
Hoy están cansados por la marcha fatigosa y lenta en el curso de la cual han recogido plantas para su herbario. La ruda el digital el ruibarbo … Están sentados en un claro, como otras veces pasarán allí a la sombra de las últimas coníferas el resistero.
El maestro, con la mirada fija en una brecha en la enorme roca que marca el fin de la vegetación y el inicio de la áspera montaña dijo:
- Ese paso estrecho que allí veis, ese que parece un tajo hecho por la espada de un gigante, fue llamado en tiempos la brecha de la muerte. Se decía que era lugar donde se escondían los bandidos que antiguo vivían en estas sierras. Mas aun antes de ellos los pobladores del valle decían que allí habitaba un brujo hijo del demiurgo y una ninfa del agua.
Las gentes de estos lugares le temían, cuando una tormenta descargaba entre estos peñascos decían oír en el trueno la voz del brujo. Que los relámpagos eran los fulgores de una mágica espada y los rayos los mandobles que con ella propinaba. Hasta que un gañan el más astuto que por estos lares nunca hubo dio en decir que los truenos eran los pedos del brujo, que serían acaso ruidos de su barriga, y que si los rayos eran fendientes o estocadas el brujo debería ser ciego por las pocas veces que acertaba en sitios donde hicieran daño.
La gente se acostumbró a esa explicación, y como suele pasar en otras cosas de la vida el conocer o creer que se conoce la esencia de las cosas nos permite acercarnos a ellas sin temor.
Sin temor ¿Pero? Preguntó señalando a un joven que parecía distraído.
Sin temor pero con prudencia dijo el aludido, y siguiendo la invitación del maestro continuó:
- Todo el universo es complejo, solo su creador lo puede ver desde la cumbre mirando desde estrella mas grande a la mas pequeña de sus criaturas. Pero el hombre que está al final de la creación solo le es dado el conocimiento parcial debe estudiar todo lo que percibe paso a paso ascendiendo como nosotros lo hacemos por la abrupta ladera. Para poco a poco generación tras generación alcanzar el conocimiento de la materia.
El anciano le hizo un gesto para que callase y dirigiendo su mirada a otro acompañante le preguntó ¿Y ese es todo el conocimiento que buscamos?
El joven aludido dijo:
No, también hay un conocimiento secreto el que se alcanza por la introspección, aquel que permite intuir primero y saber después esa es la segunda meta que queremos aprender de ti, maestro.
Ahora dejaremos al grupo, seguro que hablaron mucho mas pero por hoy esto es todo.

domingo, 9 de agosto de 2015

Leyendo a Eduardo Moga.

Catedral de Birmingham medida desde satélite

A Eduardo, que conocí en el Ateneo de Barcelona en una presentación de Blanca Jiménez Ruíz. Es un escritor y traductor de pluma desembarazada, que tiene la facultad de embarcarte en sus narraciones.
Tiene en su haber Eduardo, una traducción de Hojas de hierba del poeta estadounidense Walt Whitman, recomendable además de por el trabajo de traducción por lo completa de la edición elegida. Ya que Whitman publicó bajo ese título sucesivas ediciones aumentadas.
Hoy leía de Eduardo dos Corónicas (como el las llama) de un viaje a Birmingham, y de su mano repasaba yo unos sitios ignotos para mi cultura viajera. Y lo que es seguro que permanecerán en por mucho tiempo en ese limbo dada la urticaria que me produce a mi todo lo inglés, desde el God shave the Queen (hacen falta bemoles tener una reina a la que dios sirve de barbero) hasta los hooly-ganster literalmente santos-ganster que debe referirse a los piratas que hostigaban y robaban a los galeones españoles o directamente a los colonizadores de China a base de opio.
Por eso leo a Moga porque pone la prudente distancia que yo necesito y hoy he descubierto como seguir desde la altura como un dios en el Olimpo las aventuras de Eduardo. Y es que puedo conectar el google maps y pasando a la visión de satélite saber que si que gracias a la herramienta de medida puedo saber no solo la orientación aparente de la Catedral de Birmingham también hacerme una idea exacta de sus medidas o de la distancia en millas desde la Catedral hasta el Bull Ring, exactamente 10 minutos andando para un cuarto de milla.
Pues sí puedo leer a Moga y seguir sus andanzas por satélite y mi urticaria inglesa ni aparece.

martes, 4 de agosto de 2015

La "braga" estelada


En política y en finanzas suele haber dos tipos de individuos, Kostolani los define como el sinvergüenza tonto y el tonto sinvergüenza.
Por ejemplo aquí en Cataluña hemos pasado de Pujol sinvergüenza tonto, por creerse impune, al tonto sin vergüenza, Mas, por creer sus propios delirios.
Lo explico con ejemplos, primero en el mercado del aceite hoy mediatizado por algún fondo buitre que participa en la unión empresas italianas y españolas. La salida de la UE de los productores catalanes les vendría muy bien ganarían cuota de mercado, cuando no como ya hacían antes los italianos compraban nuestro aceite en Tarragona lo embarcaban para llegar a Marsella como de producción italiana, no son nadie dando el cambiazo a las manifestaciones de embarque.
Pero en el mismo orden de cosas, a Ford Citroen Renault y la Opel les encantaría dejar fuera las producciones de Seat Ww.
Claro que para competir las producciones catalanas les vendría muy bien una moneda fuera del euro, porque devaluando la moneda se puede ser competitivo.
Quiero decir, que el interés en sacar a Cataluña de la UE no sería tanto de los políticos sino de la grandes corporaciones que sustentan a estos políticos y gobiernos.
Por cierto que a los que menos interesaría la nueva moneda es a la banca de aquí obligada a tomar y pagar préstamos en divisa y hacer negocios en moneda blanda y devaluable.
Dicho esto es hora de vestir la estelada como capa, ponerme los calzoncillos por fuera de los pantalones tipo supermán (calzoncillos estelados y cuatribarrados) y prepararme a votar a la opción independentista.
A fin de cuentas, la mejor forma de ser un tonto sin vergüenza, es hacer tonterías o vender actos que solo se pueden calificar como sandeces.
Me preguntará usted si estoy en contra del independentismo y le afirmaré rotundamente que no. Yo estoy en contra del tonto sin vergüenza. Porque quien ha administrado mal, y lo ha hecho nadando en corrupción no es en principio el mejor guía para un cambio como el que se nos propone.

miércoles, 15 de julio de 2015

Matrimonio Gay... matrimonio

Recientemente había caído en manos del desamor.

El desamor, es esa situación en la que se hallan muchos solteros patológicos, en la cual solo se valora el esfuerzo y muchas veces solo el material.


No suele haber enemigo peor a la vida en pareja que el confrontar los esfuerzos, los aportes al común, por un criterio económico.

Inconscientemente y tal vez influido por alguno de los ególatras con los que se cruzaba en su jornada aprendió a valorar a su marido en euros.



Todo le parecía poco para su éxito económico. El que Luis le dedicara su tiempo no contaba, era su obligación, el pagaba y por tanto...

Así me lo había dado a entender Juan en alguna conversación informal, al hablar de su pareja, o a su pareja lo primero que afloraba a sus labios era el reproche.

Yo intuía en ello una soberbia congénita, una mala leche de árbol genealógico.
Habían sido uno de los primeros matrimonios homosexuales celebrados en la ciudad. La comunidad gay había celebrado en aquella boda su triunfo, el fin de una discriminación secular. Por fin hombres y mujeres podían unirse ante la ley con los mismos derechos que los heterosexuales

¡Qué barbaridad! Pensaba yo para mis adentros, porque estos seres que hasta la fecha eran libérrimos, tenían como meta asumir los prejuicios y perjuicios del matrimonio.
¿Es qué la historia no les mostraba lo errático del resultado de unas nupcias? Pues si y no, aunque en broma, Juan siempre decía que la principal y única causa del divorcio es el matrimonio.

Juan terminó por convencerse que su derecho a formar una familia, estaba... estaba por encima del amor.

Sucedió lo que era de esperar, una vez repartidos los roles en la pareja, Juan tomó una deriva cada vez más escorada, cada vez mas torcida a valorar su esfuerzo y su aportación monetaria a deshumanar la relación conjugando la vida en singular.

La pareja deshizo el vínculo a los siete meses justo de las nupcias. ¡Que fracaso! A mi consulta de psicología callejera acudieron muchos curiosos, por ética no comenté nada de los particulares, que por mi situación, conocía bien. Mi respuesta llegó a ser un tópico.

¿Oye y lo de Juan y Luis que fue?

¡Ah nada! Una simple transgresión de una norma gramatical.

¿?

Si, los casados no podemos conjugar ningún verbo en singular, cuando uno cambia de estado solo debe conjugar las tres tres segundas personas de los verbos Nosotros Vosotros Ellos. Porque en el matrimonio cuando uno de los cómplices comienza a conjugar por yo y tú termina sustituyendo un tu por un el con rapidez asombrosa.