En el siglo XIX hay una nueva
configuración de lo que hoy llamaríamos servicios sociales en Barcelona ya tenemos La Beneficencia, La Casa
de Caridad La Casa de Misericordia La Casa Retiro.
El Hospital de la Santa Cruz, El
de Convalecencia, El de San Lázaro, San
Severo Infantes Huérfanos, Santa Marta y el Hospital Militar. Algunos ya eran
antiguos en el siglo XIX pero esta atención nueva viene a retirar de la
mendicidad y de la pobreza una buena parte
de los menesterosos e indigentes.
Para los pillos bribones,
buscones y "otros artistas" hay una justicia que se encarga de
llevarlos a la cárcel. Los tres años 46 47 y 48 fueron encausados por conducta
sospechosa y vagancia 156 137 y 127
ciudadanos de los dos sexos.
Al mismo tiempo se consignan como
filantropía la Taula de Comunes, El Montepío Barcelonés (casa de empeños) y El
monte de piedad de Nuestra Señora de la Esperanza (1745 ergo borbónico)
Así mismo de inventiva
barcelonesa, existían unos 40 montepíos.
Que en tiempos de la Regente (1835) se invitó a que fueran copiados por el
resto de Gobernadores Civiles (Gefes Políticos según el cargo y forma de
escribir de la época)
Este movimiento llegaría años
después hasta las clases obreras en forma de cooperativas y ateneos. Lo cito
como evidencia de que algo en lo social había cambiado y mucho.
Las hay que funcionan como
seguros Mutuos de Incendios. El seguro marítimo aunque les pese a los ingleses
es mediterráneo y medieval. Y si la LLoyds funciona como Banco desde 1765, no
es menos cierto que en Barcelona los gremios cumplían en parte esa misión.
Si cito aquí estos datos, es porque
la aparición del seguro abierto, no para una clase o grupo, implica también la
desaparición del gremio. Otro ente arcaico que fue puesto en paulatina
extinción. Y hay un dato curioso los directores facultativos de esta entidad
son tres, uno por parte del municipio que es José Mas Y Vila, arquitecto autor
de la entrada al cementerio de Poplenou y El Mercado de San Jose. Los otros dos
también son dos arquitectos punteros Antonio Rovira y Trias y como sustituto
José Fontseré. El primero es el diseñador del primer proyecto de ensanche de
Barcelona y recordado por ser el padre, del cuerpo municipal de Bomberos y
Fontseré diseñador del Parque de La Ciudadela donde se celebró la Exposición
Universal de 1888... Luego la ampliación de Barcelona se hizo según el plan
Cerdá pero eso es otra historia.
Decididamente la conclusión,
vistas las estadísticas, es que Cataluña es un país pobre. No tiene minas ni
metales ni carbón, solo una riqueza agrícola y su situación geográfica. Su
tesoro es la laboriosidad y el trabajo de sus hombres. Un ejemplo, el textil de
algodón, con materia prima importada, y telares que a falta de hierro se hacen
de madera como La Bergadana consiguen poner a Barcelona en el Mundo como nunca
lo había estado antes.
Su defecto es que sigue siendo
clasista y cuando la organización medieval la nobleza de sangre será sustituida por una
nobleza empresarial, los habrá que obtendrán títulos del papado que más tarde
Alfonso XII convalidará.
Esos nobles empresarios no
tendrán empacho de ser negreros y de explotar a la clase obrera con casi la
mismas exigencias. Por otra parte parece
existir un cierto retraso tecnológico. De las empresas que se anuncian en
la guía no he sabido encontrar ninguna que diga que utiliza los inventos de Joseph
Marie Jacquard o Basile Bouchon (1725), Jean Falcon (1728) es decir nuestra
industria es artesanal.
No obstante, los pocos negociantes
que comienzan a tener una idea vaga de hacer publicidad en La Guia de Saurí
juran y perjuran que sus productos son de igual calidad que los europeos.
Triste sino, arruinados por
guerras ajenas durante los últimos 250 años, enfrentados con crisis de
identidad mal manipuladas. El nacimiento de la Cataluña industrial tropieza con
pautas de mercado y consumo propias de los austrias. A la hora de crecer, se
desarrolla bajo las mismas opciones que Castilla, el ser un imperio colonial. Un imperio. Un imperio que se desmorona al paso
del liberalismo. Solo Algunos Manuel Girona o el Marqués de Comillas entenderán
que el nuevo amo es el capital y las nuevas fronteras son solo areas de
influencia mercantil. El resto permanecen pegados al rico panal del mercado con
que repetiré una vez mas sigue modelos medievales.
Bastante de la nueva organización
social y política tiene su origen en el gobierno liberal pero hagamos un poco
de historia, el principio de siglo con Fernando el 7, se divide generalmente en
tres periodos. Terminada la guerra del Francés y promulgada la primera
constitución hay un periodo con restauración del absolutismo. El Trienio
Liberal entre 1820-1823 periodo revolucionario y nacionalista en la cuenca
mediterránea. En el norte ya se había producido en el siglo anterior. Después
los 100.000 hijos de y otra vez absolutismo. Se suele llamar Década Ominosa y dura hasta la muerte del
dictador, digo del rey.
Al otro lado del Atlántico la
independencia americana de las colonias inglesas, preludio de lo que sería la
quiebra total del imperio español y el ascenso de una burguesía ilustrada en
nuestro caso fabril que llega a remplazar a la nobleza de sangre y ocupando su
nicho social aun se impregnaba de reflejos totalitaristas. El empresario es
imagen del señor de horca y cuchillo medieval. Algo que nos llevará a la
aparición del comunismo y de la anarquía y durará hasta bien entrado el siglo
XX. Nuestra guerra incivil.
La guías no hablan más que de
pasada de la represión monárquica, de Fernando séptimo apodado el deseado y que
sin embargo podíamos llamar "el gorrinillo" que utiliza un cuerpo represor creado por su
bisabuelo Felipe V para perseguir a los austracistas - Los Mozos de Escuadra- para
perseguir a los liberales. Muerto el rey la regente y su gobierno adoptan poco
apoco (aun con modificaciones) disposiciones, que en su día dieron los liberales.
Fernando VII aun tiene su calle
en Barcelona la llamada calle Fernando o Ferran (divertido); que por esas
ironías de la historia urbana, reflejadas en el callejero desemboca en la
plaza de LA CONSTITUCIÓN.
Ironías aparte para encarar la
Década Ominosa el Conde de España; que era Francés, y el mal recuerdo que nos
en Barcelona con las ejecuciones de liberales en las proximidades de La
Ciudadela. La bestia absolutista aunque herida se resistía a morir los
Malcontents o Agraviats de Cataluña a los que la represión habida aun les
parecía poco, querían mas inquisición mas clero y
[Siempre me ha sorprendido el
hecho de que La nueva Generalitat tomase para su cuerpo de seguridad ese
nombre. ¿Incultura? o tal vez no El Hecho de llamarse Generalitat ya no da idea
de lo que su inconsciente tramaba, una forma de gobierno arcaica y caduca.]
Barcelona tiene (sic) un
"Gefe político" Como lo tienen las otras provincias que es el germen
del gobernador civil, este gefe controla de manera directa o indirecta todo el
entramado político social. Aunque nos
pueda parecer absolutista no cabe duda que fue un avance ante las formas
anteriores de representación central Gobernador Militar o Virrey. El gefe se
apoya en distintos equipos ciudadanos que ya no son consellers de los del
ciento con su filiación medieval. Son gentes practicas, profesionales es el
alumbramiento de una cierta tecnocracia. ¡Qué duda cabe! El buen gobierno exige
conocimientos de las distintas materias que no se improvisan.
Hasta aquí una densa visón de la
Cataluña y Barcelona de la primera mitad del siglo XIX. Sus grandezas y sus
miserias. La incomprensión de la realidad histórica nos llevó al día de hoy.
Brillante o miserable según se mire. Eso somos aunque es cierto que pudimos ser
más.
Cataluña lideró la Primera República
el resultado fue magro grandes hombres brillando en un cielo plomizo del conservadurismo.
Hoy la amenaza de lo atávico, las grandezas
pasadas, que solo son espejismos nos conducen de la mano de ineptos a otro
sonoro y rotundo fracaso.
Triste sino de un país y de un espíritu
que hubiera merecido mejor suerte.