No creí que nos habíamos
alejado tanto del pueblo y del hotel llegamos pasadas la cuatro y
media de la tarde. Tampoco el mal tiempo nos hizo acelerar el paso.
Cierto que la temperatura
habría descendido su media docena de grados. Cierto que en algunos
sitios, los pequeños cauces de agua, mostraban su condición de
torrenteras.
Hubo un momento, en que
el agua, que ya desbordaba los cauces y había cubierto un paso; más
gallipuente, que pasarela. Nos creó alguna dificultad, lo pasé de
una zancada no sin mojarme los bajos del pantalón y ofrecí mi mano
a Laura para tirando de ella ayudarla a saltar.
Como os contaría yo, ya
se sabe que las mujeres suelen exagerar las dificultades que tiene
para ellas un obstáculo en el camino, a pesar de saberse muy capaces
de superarlo. Cuando al final tiré de ella hacia mi se dejo llevar,
tan bien que terminó en mis brazos. Fue un juego animal de ampárame
te amparo. Algo en que deben entrar en juego las hormonas y vaya
usted a saber que... Lo cierto es que volví a tener esa sensación
de gusto inexplicable y que no tiene nada que ver con el sexo... o
tal vez si el sexo comience en ello.
La consecuencia es; que
hicimos el resto del camino juntos, sin separar los cuerpos y con las
manos enlazadas por debajo de los impermeables, con la cesta de las
setas tapando nuestras cabezas y saltando charcos como niños. Si me
ven los que me creen un hombre serio...
Llegamos al albergue aun
en plena resaca del nuestra inmersión en el logos. Sones lejanos de
música y una sensación general de libre gozo. A mi, en mi
experiencia individual, la salida de ese estado es un tiovivo de
sensaciones reforzadas. El rumor de la lluvia. Nuestros pasos en los
charcos. Los colores limpios de las plantas. El olor de la chimenea
de la casa, olor a leña y cocina olor a hogar olor a casa.
La tarde transcurrió
placida, en una serie de conversaciones superpuestas, un ir y venir
de palabras como en una marea. Hay veces que las olas del lenguaje se
asemejan pero lo probable es que nuestro cerebro ya esté en otro
sitio en otro tema.
Sabes. Ayer, en la calle, un bendito de Dios, un beneit como se dice y usa en Cataluña me ofrecía un tríptico con explicaciones sobre La Biblia.
Como ya me conozco el
percal lo rechacé firmemente. El me argumentó ¡qué era gratis!
¿Desde cuando una
ideología es gratis?
Una idea en el sentido de
ideario es algo que mueve a obrar, que compromete, por eso no puede
ser gratuita.
Tal vez su cortedad, su
falta de comprensión de lo que yo soy, le hizo pensar y hasta orar
por mi y por mi alma.
-Todas las religiones
usan benditos, para comunicar su mensaje. Dijo Laura mientras sus
ojos indicaban que estaba aun lejos del hotel y de la hora.
-¿Quieres decir? Que
para hacer llegar las ideas todos todos usan borderline. -Uf yo no he
usado ese término; si creo que aun no se han puesto de acuerdo los
especialistas para definir esa enfermedad.
-Jo hablar contigo Laura
es hacerlo con un manual de diagnóstico.
Eso, acercó a mi amiga a
la realidad hablada, y de rebote a la realidad sensorial.
-Soy una educadora y la
precisión de lo que se comunica es condición necesaria en mi
oficio.
Íntimamente contento por
su reacción argumenté:
Yo no me refería a una
inestabilidad de carácter o de personalidad lo que quería expresar
es lo lábil que resulta el razonamiento en esos señores que nos
vienen a hacer propaganda que no publicidad de determinados
supuestos.
-¡Que diferencia hay
entre publicidad y propaganda?
-La publicidad nos vende
o al menos lo pretende vender cosas objetos productos. La propaganda
pretende vendernos ideas conductas y a la larga una ética.
-¡Ah vale! Así si lo
que quieres decir es que el vendedor de ideas debe estar enamorado de
ellas y para que esto suceda no debe plantearse su contenido y
consecuencias.
-¡Si eso es! El
propagandista, no debe dudar de la excelencia de su propuesta.
La conversación
languideció unos momentos. Yo ya me daba cuenta que ella recuperaba
su lógica la contundente lógica de Laura, por eso esperé.
- Sabes añadió unos
minutos más tarde, deberías crear el partido de los hombres
bermejos.
- ¿Porque bermejos!
¿No era ese el color del
pelo de Judas?
- ¡Ah pelirrojo! Te
refieres al color que se les atribuye a los traidores.
- ¡¡Exacto!! Si fuera
cierto; Bruto por ejemplo, le hubiera parecido pelirrojo a Cesar.
- ¿Pero dime? A que
viene eso del partido de los hombres bermejos.
- Bueno si tu planteabas
hace un momento que la venta de la una conducta o una ética ¿cómo
lo has llamado?
-Propaganda las ideas se
difunden con propaganda. -Dije con una sonrisa y un deseo ardiente de
saber que relación tenían los borderline con los pelirrojos-.
Pues eso que para
propagar una idea en beneficio propio solo se puede contar con
ingenuos borderline o bermejos.
- ¡Ah! Claro dije
intentando dar apariencia de estar convencido. - Comprendía que
Laura se hallaba en esa fase de vuelta de la meditación profunda en
que las conexiones lógicas están inconexas, un periodo que se
algunos llaman creatividad.
Mucho mas tarde en el
comedor del hotel Laura me hizo una seña, con los ojos me indicaba
que prestara atención a una pareja mira mira parecían decir.
-Seguí la linea de su
mirada y vi a una pareja ella era una mujer mayor que aun lleva con
gala los pasados esplendores. El un hombre tal vez algo mas joven.
Vamos un hombre a juego.
-Los has visto, dijo, si
una pareja dos personas mayores que llegaron al hotel poco después
que nosotros.
- No no me había fijado
mucho en ellos.
- Ayer estaban viendo la
tele en el salón que hay junto a la cafetería. ¿No te diste
cuenta?
-Si aunque ya sabes que
no me fijo mucho en la gente.
-Mírala con detalle, su
ropa sus collares anillos y pulseras. A ver que te parece.
Por suerte (los encargos
de Laura se deben cumplir siempre) la pareja pasó por nuestro lado
lo suficientemente cerca como para poder “hacer la foto”.
- Si, es cierto creo que
lleva siete collares cinco pulseras en la muñeca izquierda dos en la
derecha tres anillos y dos alianzas. El pelo es teñido, debe estar
cerca de los setenta con idea de aparentar cincuenta y varios. Usa
una prótesis dental inferior sujeta a los incisivos. Eso es lo que
me da una pista sobre su edad.
Laura se tapó la boca
con la servilleta para disimular la carcajada.
- Bueno menos mal que no
te fijas si te llegas a fijar me dices el color del tanga.
-¿Ah eso tambieén?
-¿Ahora dime que ves en
el?
-Es un hombre musculado,
mayor, pero más joven que ella, y viste no se con anillos y pulseras
debe ser un signo de casta.
-Ya veo, que te despierta
menos interés que ella.
-Oye que porque me has
pedido que mirara que si no -invisible-.
-Ya ya...
-Sabes de sobra que me
encantan las nalgas de chica pero te juro que tu amiga esta fuera de
mi espectro de interés.
- Vale vale te cuento.
Llevan los dos ropa de marca, el usa Azzaro y ella creo que Paloma
Picasso. El también usa pulseras y anillos. Se nota que viste al
gusto de ella o mejor dicho que es ella la que lo viste.
Probablemente es una madam o madama que se debe decir en español. El
es su mantenido.
Cielos lo que hace la
sutileza centaura en un cerebro de mujer...
-¡Y como sabes eso?
- Fácil mira como se
mueven como lo acaricia ella, es su mascota su perro.
Uf otra como esta y dimito de tutor en el gran consejo centauro.
Uf otra como esta y dimito de tutor en el gran consejo centauro.
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