viernes, 27 de diciembre de 2013

Va pensiero (Ve, pensamiento, con alas doradas)



Comienza la segunda lotería fin de año, los medios después de decir quienes son los "pensadores" más influyentes hablan de libros. Hay una sección que se llama los 100 libros que debe usted leer antes de morir.

Lo primero que se me ocurre es que los sustitutos de las secciones de "loteratura" están haciendo su gala estelar.  Los interinos son gentes todo terreno que lo mismo escriben de deportes que física quántica.  -Perversos Polimorfos  que diría aquel- eso me hace pensar que la cultura USA es infantil (perversa polimorfa) es decir que encuentra su placer de formas múltiples. A pesar de ello, sigo consultando los listados con acento americano. Para mi tan digna de curiosidad y respeto es la Cultura USA como la Cafre- Bantú. La cultura es una manifestación del homo, y probablemente la única característica que nos separa del animal.

Aunque seriamente me planteo si alguna vez, en alguna parte un escritor le dio a su trabajo ese aire de olimpiada que pretenden los editores...

Siguiendo el ameno ejercicio de estos interinos de la prensa me enfrento al sesudo escrito.

Los 100 libros que debe usted leer antes de morir. Cierto nunca hubo verdad más verdadera que se sepa los muertos no leen así que no me queda otra que leerlos en vida.  Luego resulta que se han limitado a enviar una encuesta a un segmento de "la intelectualida" que dice el chotis. De esos algunos contestan y de los que contestan alguno publican.

En fin no sería mejor recomendar la lectura con criterio ¿en vez de tanta lista de zascandiles?

Aunque siempre hay cosas buenas por ejemplo el inefable Dan Brown parece contestar a la pregunta con esta afirmación: "es difícil escribir un libro fácil de leer" Lo que nos lleva directamente a confirmar la sospecha de que Dan ha leído poco. Luego le acusan de ser el autor de la novela más leída de la historia. ¡Por Dios por Dios! Si es cierto cosa que ni se ni me importa el panorama cultural es aterrador. Si no lo es cosa que sospecho, lo que es aterrador es el artículo.

Yo puesto a votar votaré por una obra nonata: Historia de la Democracia Española en Versión Manga. No puedo garantizar que sea buena, pero si será extensa. Res extensa, contra res cogitans que diría Descartes. O como me gusta a mi expresarlo, "Cultura de Masas" (oxímoron)  contra Criterio.

Buenos días alegres pensadores.  Va Pensiero

jueves, 26 de diciembre de 2013

La maté soy anawim, que el espíritu me proteja



Si señor... confieso que la maté, creo que el crimen ya ha prescrito en la justicia de los hombres.

Pero siento que debo confesar ante ti mi maestro en la Logia de los Pocos.

La Logia de los Pocos, es un enclave místico intelectual en que se juntan los caminos espirituales y de poder. A ella llegan la formación templaria, la esencia rosacruz, y los dos obediencias masónicas, los dos ritos. Generalmente la gente se asocia a estas entidades por un espíritu de trepa. Piensan tener acceso a los que detentan el poder, simplemente un figurar en espera de la parte de nepotismo, o aun peor de simonía que todo grupo tiene.

Pero la inteligencia suprema dispuso que el portero de la logia fuese, uno o varios, Janos bifrontes que extienden su doble mirada al camino de llegada del neófito y le indica cual debe ser su ruta de aprendiz.
La Gran Sabiduría ve de dónde vienes y decide tu camino, decide, tu adónde has de llegar. Solo los auténticamente pobres en el espíritu, los anawim en el texto hebreo, les es dado la posesión del Reino.

Yo soy de ellos, figuro entre el corto número de los discretos y por eso ante vos mi Buen Pastor mi maestro confieso mi crimen, yo maté con las armas del credo.

Maté con el alma, pero fue algo hecho en defensa propia y en defensa de la comunidad que represento.  
 

La vieja bruja nos tenía amedrentados, era un arpía.  Nos obligaba a usar impersonales verbos, siempre referidos a ella. Toda acción del grupo se conjugaba siempre en tercera persona. Ella. Solía salirse siempre con la suya, bien usando la lástima, bien con amenazas veladas o maldiciones claras...

A mí me dejó una vez en ridículo ante la comunidad, tan asustados los tenía la tirana, que nadie quiso proceder contra ella en un acto de justicia. Por eso comprendí, que estando solo nunca podría hacerle frente. Decidí variar la estrategia, ella debía morir, eso era cierto. ¿Mas? como matarla limpiamente, sin sangre de forma que pareciera un accidente. Y sobre todo quedar  lejos de la menor sospecha.

Era fácil, solo se trataba de empujarla a la cumbre de su ego, y con un poco de suerte esperar que se despeñara. ¡Que dulce le parecía la venganza! La dejé hacer y me hizo servil soplagaitas de sus voluntades. Pero yo esperaba, cada día la ayudaba a subir un peldaño en su egoísmo, un paso más hacia su perdición labrada de su mano.

La déspota, fue poco a poco labrando más y más antipatías.  Y un día cuando en la cumbre de su delirio quiso hacerse un ascensor, una vía privada para ella sola, pero pagada con el dinero público... Aproveché sus tintas, la imagen que nos daba, y subrayé el aspecto de su vejez caduca, reducida a una silla de ruedas... viose a sí misma gracias a mi juego de palabras en su decrepitud, enferma sola.

Se vio inútil, en esa comunidad que se había construido y que ella misma rechazaba. Yo comprendí su fractura interna y pinté con colores del barroco el cuadro tenebrista que ella esbozaba. Por un instante su cara mostró el dolor de la herida, sus propias manos rasgaban su alma. Entonces me limité a sonreír, a poner una dulzura amarga en la imagen que de sí misma perfilaba.

Fue breve, me sentí como el guerrero que hunde su arma en las entrañas del enemigo. Pero fue rápido y limpio, mi golpe estaba dado, a los pies de su ego apareció el abismo y la tragó; ya hace tiempo que no sabemos de ella. Vendió su parte y se fue a otro lugar, los comuneros estamos contentos, creo que fui justo.
Maté su personalidad con poco esfuerzo nadie lo notó ni siquiera ella...

Pero yo he de confesar a mi maestro que use la fuerza y la razón de la experiencia, en un ataque despiadado contra un ser humano algo que no podría haber logrado sin la formación obtenida en la gnosis, aquí en el Templo de Salomón en La Logia en la secta. Y ahora que siento mi poder, mi astucia y mi fuerza, confieso ante vos hermano y maestro para no olvidar lo justo que he de ser al aplicar la ciencia. Soy anawim pobre en el espíritu como dice en el sermón de la montaña el profeta.

martes, 24 de diciembre de 2013

Personal

El camino es abrupto, con algo de vía dolorosa. Empinado áspero. Sientes el resuello y hasta crees que el propio vaho, es el responsable de la niebla.

Calígine emanada de tu cuerpo, de tu cerebro, que enturbia los perfiles de las cosas.

Mas hay un lugar en el camino, donde la memoria, es sustituida por la imaginación, y el recuerdo no existe.


Aprende a vivir tu voluntad en el ensueño.
Es el falso ensueño del pasado, que da perspectiva y profundidad. Construyes un recuerdo como debió suceder y proyectas un futuro a partir de ese pasado. Entonces estás creando estás escribiendo y si llevas el compás, mides el tempo, puede que llegues a la cumbre de la expresión ¡Estarás haciendo versos! Algunos serán buenos, pero en cualquier caso vale la pena el esfuerzo de luchar por el intento.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Viaje viejo

Visita a Lourdes a ver si allí tienen milagros económicos. Me dicen que no que eso era en Torreciudad. Me compro un Txapela para marcar diferencias con Arturo.
Txapela berri nunca roja
nunca carlina
no sea que te tomen
por barretina.
Encuentro una guía Michelinbazofia. Recomiendan el Hostal de toño o del moño bueno ya me entendéis. Figón oscuro como política de PiP (partido impopular) con el mismo olor a rancio.
Mesas de tabla, dicen que procedentes de un hospital de campaña de la guerra civil. Trinchadera que lo mismo sirvieron para sacrificar al cerdo que para servir un ágape funesto. Nada que celebrar. Ay croquetas de cocido, pruebo una magnifico refrito de col y morcilla con dos garbanzos. Cuando pregunto si son de cocido me dicen que si, que si quiero otra procuraran servirme una que contenga los restos de los fideos de la sopa.
Eso lo dice La Dolores nieta del dueño, que es cocinera y en este figón de carretera. Teresa de Cepeda decía que la vida es una noche en una mala posada. España es una comida en un cuchitril de carretera, con aires de restaurante y precios de estrellas Michelín. Políticas Rancias, políticos parvos señoras con peineta y Patio de Monipodio.
En el fondo se oye el rosario de blasfemias del dueño, un anarquista del 36 reconvertido en hostelero. Es el grito del pueblo en tanto gobiernos diputaciones y ayuntamientos se dedican a pelar al pueblo. Me miro al anciano, mira infinito con un ojo huero y otro lacrimoso que cubre sorda catarata. Creo que tararea la Internacional o el Himno de Riego...
Si abuelo, es la hora de tirarse al monte de barrer el país de miserables de iluminados de frescos aquí solo deben quedar mangantes y en la cárcel. La Dolores ¿cual? La de Calatayud, La Ibarruri la Cospedal. A este pueblo le sobran dolores, como le sobran banqueros.
Me pongo la Txapela berri que ya cuenta con un olor a sebo a rancio a figón a muermo.
Me encomiendo a San Ciu junto con Hermes patrón de los ladrones. Hay que tenerlos contentos y que nos envíen al mas benigno de sus siervos

domingo, 15 de diciembre de 2013

Vuelven los diablos Luzbe Belcebú Mefisto...



Luzbelita repasaba un manual de tentación, era un sobado vademécum en cuya portada se veía el escudo de una afamada universidad.  En el interior de la guarda se hallaba el exlibris de Mefisto. Es decir de su padre.
Belcebú la miraba y admiraba con esa envidia diabólica que solo un demonio de tercera clase podía sentir.
En parte, la envidia era en Belcebú un sentimiento y en parte un ejercicio mental, que desembocaba en un taichi, una tabla propia de ejercicios usada por los diablos de su clase. Un arte marcial con el que aprendían a canalizar la envidia, para mas tarde, envolver con esa mala energía a sus víctimas humanas. 
Con un poco de suerte el hombre atacado con un par de ejercicios envolventes de es diabólica envidia terminaba por generar odio al que creía su enemigo.
Luego el odio y la envidia producían el pecado. Si se conseguía disimular la ira como indignación, se podía hacer creer a la victima; que la violencia contra otro humano o contra otra institución humana era deseo de justicia.
¡Ah cuantas guerras! cuantos destrozos entre los hombres se habían producido en la historia de estos a partir de un deseo de justicia. Nada era tan fácil como retirar el velo que cubría el impulso cainita propio del hombre.

Andaba pues Belcebú haciendo su suave baile marcial, buscando focalizar su energía en el livor cainita, para canalizarlo transformado en homofobia.
Era la homofobia vestida de indignación, de santa indignación, lo que había permitido durante siglos, la justicia vengativa. La justicia con verdugo, que para corregir lo incorregible, aplicaba torturas y hasta la muerte del reo de manera cruel y pública.
Por unos segundos pensó en el sentido actual que se da a la homofobia y a santa indignación no pudiendo contener una carcajada convulsa, que destrozó la elegancia de su última posición de taichi.

"Luzbe" le miró acompañando la vista con un gesto de desaprobación. No me extraña que nunca llegues a nada, payaso eres un payaso. ¡Es qué no eres capaz de tomarte nada en serio!

Lucita acertó a decir Belcebú tartajeando...
Ni Lucita ni Luzbe dijo la diablesa indignada, mientras le tiraba a la cara un opúsculo sobre la tentación y la escolástica, del que era autor Satán de Ockham.
Satán de Ockham era el demonio adscrito a la escuela de escolástica franciscana según decía el prologuista, que no era otro, que el inevitable Mefisto.
[Para mis lectores diré que Guillermo de Ockham es el pensador que inspira el personaje de Guillermo de Baskerville, en la novela de Umberto Eco El Nombre de la Rosa. Aunque en la novela es algo más detective que pensador]

Curioso Belcebú, continuó leyendo unos minutos más, para intentar comprender que conocimientos superiores contenía el reducido libro. ¿Que había obligado a la corte demonica? a crear diablos personales para los principales escolásticos.
Como casi todos los libros que usaba Luzbelita, a la cual solo había visto seguir con atención y durante horas, programas de televisión llamados de glamur y luxe. Le pareció que contenido y formas eran de una peantería insoportable. Creía que Luzbelitas se paseaba con esos libros de su padre bajo el brazo, solo para darse pisto.
Luzbelita era como aquellos hombres del siglo XVI y XVII que se hacían pintar, con un libro en la mano para significar que sabían leer.
Pero en realidad era menos profunda que una revista de esas que ponen en las peluquerías para que las chicas hagan tiempo. Era así de simple y así de vieja ¡Ea!
 
Lo primero que le sorprendió fue una terminología filosófica que el siempre había entendido como pedante. El comienzo era muy sencillo, decía que:

  1. Para el hombre nada existe si no es aprendido por sus sentidos y comprendido por su mente.
  2. La mente del hombre limitada en capacidad y limitada a comprender aquello que el flujo de datos de sus sentidos le aportaban, era fantasiosa en sus proyecciones y falsaria en sus explicaciones. 
  3.  Aunque había que reconocer una capacidad para las matemáticas que permite al ser humano profundizar en el universo invisible o inasequible. 
  4.  Para el hombre la realidad son los perceptos, es decir lo que percibe del mundo sensorio (esto lo tuvo que leer varias veces para comprenderlo) 
  5.  Queda claro por tanto a luz de una inteligencia superior como la diabólica, que el percepto es una mezcla de sensaciones sensoriales y emociones percibidas que se asocian. (esto ya era de mucha mayor comprensión para él) 
  6.  Y último. El diablo, como el hombre que entiende lo que de metafísico tiene un percepto. Puede desquiciar la mente humana con solo favorecer o menoscabar las percepciones. Solo con proponer similitudes que desequilibren su edificio lógico.  Algo que era muy sencillo. La desazón y el sufrimiento se apoderaban del alma humana.

-¡Puaj! Vaya serie de complicaciones, con lo fácil que resultaba excitar la codicia la lujuria o la gula (se preguntaba para que hacerlo tan complicado)
Lo que no entendía Belcebú era que eso que ellos llamaban Gula y hermanas es decir los pecados capitales eran la creación de una mente escolástica y demonizada.
Nunca cayó en la cuenta que los Pecados Capitales eran todos femeninos.

Si hubiese notado eso, el machismo innato en la descripción del pecado... tal vez hubiese comprendido las razones del Colegio Satánico para crear una división de diablos especializada en pensadores.

Pero no lo percibió así y como no estaba su suegro, se evitó recibir un chorreo, que hubiera sumido su ego en una nueva sima de dolor. ¡En fin cosas de diablos!

Anduvo un tiempo fijo pensando en la inexistencia de las cosas. Comprendió vagamente, que sí, que debería ser una ventaja eso de que - Las cosas solo tienen existencia en la mente del hombre-, que conocido esto, era muy fácil ponerle ejemplos que dejasen en evidencia su raciocinio.

Seguro que anduvo un par de siglos hacia atrás en su existencia, y al final fatigado, pensó que era más placentero tentar al canónigo ahíto de gollerías con las nalgas de una canonesa o hasta con las de uno de los cantores imberbes del coro, que dedicarse a sutiles raciocinios con al banquero con la usura y la codicia que meterse en enredos filosóficos.

Si Luzbelita hubiese asistido a esto no le habría quedado la menor duda estaba casa con diablo de 3ª.