Puerta en calle de doble dirección. |
Pasa lenta la tarde
ultima de estancia en Ciudad Rodrigo, poco queda ya por ver y mucho
que mirar, y admirar.
Por la mañana visita a
la oficina de Correos. Instalada en la Casa de los Vázquez, con
impresionante techo de madera. No se puede visitar a gusto un amable
cartel recuerda que el espacio es solo accesible a los usuarios. Una
pena, el mejor techo está dentro de la sala de oficinas, muy
difícil acceder, además solo está abierto en horas de oficina.
El cielo aun amenaza. |
El tiempo no acompaña
aunque aclara, han sido dos días de junio fríos y lluviosos. Un
paseo por el adarve y las defensas de la muralla. La construcción de
la urbe tenía por objeto dificultar el acceso, lo propio de una
ciudad fortaleza. Hoy aún se entra por portones seculares, difícil
circular por sus calles estrechas, mas difícil si de manera
aleatoria se corta la plaza mayor. Para pasar a la otra mitad de la
población hay que salir de la muralla y acceder por otra puerta.
Recordaremos con alegría al ya ex-alcalde del PP y a su santísima
madre, por no publicar las direcciones de las calles y hacerlas
llegar a los GPS.
También aquí llegaron
los inventores de la mesa, esos de los que uno duda sean capaces de
freír un huevo pero capaces de vendernos un carpaccio acevichado o
un miniburger de vegana con humus de garbanzo.
Pregunto yo ¿El humus no
es garbanzo en árabe? A que viene la redundancia es equivalente a
decir lomo de cerdo cerdo. Por otra parte que pecado ha cometido el
de Fuentesáuco o el Pedrosillano de La Armunia, Quintana de Raneros
o el Burgo Ranero. Lugares del camino Jacobeo de legumbres de
acreditada fama. Para que me los quieran vender en puré con limón y
tahina una salsa puré de sésamo. ¡Po dio po dio! Si la legumbre
castellana le basta con el cerdo.
Pero bien tendremos que
dejar a los mirobrigenses sentirse inventores, aunque entre nosotros,
¡qué necesidad tendrán! de fingir que no tienen materias primas
como cualquier otro restaurador moderno. Mucho más moderno que
cocinero por supuesto.
Y constato, no sin
alarma, que aquellas cocinas de convento de lego que desgrana
padrenuestros mientras bulle la olla y nace el potaje milagroso.
Aquel que permite entonar un aleluya y dos glorias sobre lo que solo
eran padrenuestros, está siendo sustituido por una especie de
profesor Franz de Copenhague en que predomina lo parafernal, me
explico, lo que es patrimonio de la cocina y poco del manjar, del
producto nativo que en esos también la industria ha hecho su daño
produciendo productos D.O. De medio pelo.
Mañana Portugal Aveiro
la Venecia portuguesa o al menos eso dicen.