viernes, 4 de noviembre de 2016

París en bajo continuo.




Llegamos a -La Gare de Lyón-, en el minuto previsto.
La Gare, la estación, tiene algo de 
aeropuerto, nadie te quita un paseo con troller; esa maleta con ruedas, que ha terminado por jubilar a los carritos maleteros. De la misma manera que ellos a su vez, retiraron a los mozos de cuerda.
En mi pueblo los llamaban farderos (de fardo) y cuando se viajaba con el baúl de la Piquer y es que aunque la que lleva la fama es doña Concha, había en tiempos muchos viajeros que cargaban en cada viaje con su casa.
Doña concha usaba llevar su ropa, la del espectáculo y el ajuar porque tenía costumbre de alquilar un piso allí donde actuaba... y ya puestos cargaba también el aceite de oliva según confesaba su hija.

Pero bueno hoy se viaja de otra manera, y si de mi dependiera llevaría solo una tarjeta de crédito. Pero me separo del metro que era mi primer destino, fácil de encontrar, sencilla la orientación, el tren nos deja en la estación de Pirámides en 12 minutos.
Pirámides está entre el Olympia y El Museo del Louvre.
El primer chasco, en el Hotel nos dicen que no tenemos reserva. Nos quedamos fríos, y el payo de la garita -pied-noir- en apariencia, se queda esperando la llegada de las musas. Por fin una llamada telefónica a nuestra agencia de viajes y el tema se solucionó.

Bueno se solucionó en parte, la atención ha sido pésima, teníamos pagada estancia y desayuno. Pero en ningún momento ni ningún cartel avisaba de los horarios y donde se servía. Lamentable yo casi estoy por pedir que le cambien el nombre al Hotel. Podría llamarse Harpagon y todos contentos.
Tenía esa tarde por meta, visitar El Museo Rodin en el antiguo Hôtel Biron, pero con la historia de la reserva se hizo tarde. Decidimos pasear, es viernes y hoy el Louvre cierra más tarde, también otros museos estatales alargan la jornada.

El Louvre está a escasos setecientos metros de nuestro albergue, salimos a la Avenida de La Opera y desembocamos en la plaza de Colette. Esta señora era como la Corin Tellado francesa... pero en bueno claro, en Francés. Tanto, que llegó a presidir la academia Goncourt, esa academia de escribanos a la que perteneció también nuestro ex-ministro Jorge Semprún, que era nieto de Antonio Maura hay que jdse que el mundo es un pañuelo.

Y si se preguntan, la razón de esta digresión que me lleva de Colette Semprún y de Semprún a su abuelo Maura es por una razón muy sencilla España y los españoles aparecen en París con un frecuencia mucho mayor de lo esperado. Ya verán.

Entramos en el patio del Louvre, que en su origen era un palacio real. Los reyes de Francia habitaron primero en la Isla del mismo nombre, para después ir alejándose de la la ciudad y del pueblo. Primero en el complejo Tullerías Louvre y más tarde en Versalles.
Entramos en el patio poblado de pirámides. Cerca está la Rue Pyramids y la estación de metro de las lineas de metro 7 y 14. La estación de la linea 7 se inauguro 1903. Tomó el nombre de una calle cercana que conmemora la batalla de Las Pirámides que dio Napoleón 21/06/1798.

Lo primero que nos sale al paso es un vendedor ambulante, en París no hay manteros, en correcto español nos ofrece su género. ¿? ¿¿tanto se nos nota?? Lo cierto es que entre sudamericanos españoles y otros, lo hispano está muy presente en París.

Dejaré para mañana El Louvre y su Nintendo, me voy pensando que España Madrid no tiene los palacios reales de París sus monumentos...
Si nuestro imperio fue mayor y anterior... que tuvo París y el Rey Sol...
A nosotros nos sobró corona e iglesia nos faltó burguesía, ¡eso es! La Revolución Francesa es burguesa y París también. A nosotros nos faltaron judíos y moriscos. Los pequeños emprendedores de la mesocracia. Eso debe ser...
Anochece, paseamos bajo los Puntes del Sena, y en el aire suena su canción.

Sous les ponts de Paris  (Versión de Mireille Mathieu)
Lorsque descend la nuit,
Comme il n'a pas d'quoi s'paier une chambrette,
Un couple heureux vient s'aimer en cachette.

Et les yeux dans les yeux,

Bajo los puentes de París
Cuando cae la noche,
Cómo no tiene para pagar lo que cuesta una pequeña habitación,
Una feliz pareja se ama en secreto.
Y la mirada en su mirada...


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Continuo con París


Vuelvo de París, ha sido una maratón. Tres museos, una exposición monográfica, siete lugares emblemáticos, cuatro barridas con nombre y apellido, cinco monumentos, el restaurante más antiguo de París, un affineur, creo que lo que más he visitado ha sido el transporte público. Autobuses y Metros de París eficientes, eficaces, intuitivos... y eso que la distancia mas larga ha debido ser la que hay entre el barrio Latino y Monmartre, o la que media entre El Arco del Triunfo y Père-Lachaise. Para un barcelonés, nada. La conclusión es que en París la gente toma un trasporte público para desplazarse tres paradas. En Barcelona terminas por ir andando porque... mientras esperas el Bus ya has llegado. Esto también es un tercer mundo. Deberíamos poder importar políticos de allí, urbanistas urbanólogos urbanidad (menos) pero es bueno saber donde estamos. Ya que ni sabemos eso ni a donde vamos.
Seguiré con París hay mucha experiencia jugosa...

Llegamos a la estación de Lyón, viajamos en tren. Ya no es lo que era antes pero para viajar el tren. Si viajas en avión como cualquier ejecutivo de medio pelo, se tiene la sensación del trasplante. Te toman en Barcelona con un poco de tu humedad y su Garbí que diría Pla, y te trasplantan a París o a Roma en cuestión de horas, minutos casi.
Con un poco de suerte vas a parar a un hotel de la misma cadena que hay en la esquina de tu calle. Con suerte o sin ella, te hunden en un ambiente tan currutaco, como el de tu origen y antes de poder respirar el olor del destino te vuelven eso si entre nubes de aire acondicionado a tu suelo natal.

Pues mira no. Los viajes, se han de hacer como mínimo en tren, y porque la caravana está en desuso. Pero viajar es cambiar poco a poco de entorno, de olores colores acentos...
En el TGV aun permite observar viajeros de distintos sitios, jugando otros roles con matices en los acentos, si me fuerzas hasta con bocadillos diferentes.
Yo cuando viajaba como comercial me gustaba mucho aproximarme a los sitios con un tren de cercanías. Eso te permitía tomar el pulso a la zona, oías comentarios de fútbol preocupaciones de economía conflictos huelgas... llegabas al destino travestido de aborigen.
Pasar por el centro de la Camarga evocar la Romanidad de Nimes. Aprender a distinguir de un francés de Perpignan de otro de Lyón...
El tren da un giro, pone su espalda hacia el mediterráneo y enfila hacia París el entorno cambia el romanismo se diluye como lo hace poco a poco la luz del día y a 300 km ph nos precipitamos en París. Visto así La ciudad es un vórtice que irá tragando todas las culturas de su entorno, fagocitará Aquitania, Bretaña, Normandía, Borgoña, Occitania, y Provenza, sin citar todos los departamentos, todos concurren en París con vinos carnes y quesos con mantequillas y cremas, con ostras y almejas. Parece que París fuera la panza de Gargantua, voraz insaciable, tacaña en lo que devuelve y artista de la sofisticación. Los
escargots de Bourgogne que nacieron en Rioja, las trufas del Périgord que son de Graus y el foïe que hablaba yugoslavo en su origen.
Pero eso si París los devuelve con un halo de sublimidad, con un marchamo de perfección que es aceptado por todos.
Puede que de todo eso La Ciudad Luz solo aporte algo en la afinación de quesos. Ir a París obliga a visitar la cava de un affineur de quesos. En sus cuevas duermen mientras maduran quesos de toda Francia. Hasta que el olfato y el gusto del experto dan el visto bueno.
No lo voy a discutir, en quesos les concederé el crédito, pero no me negarán ustedes que un pueblo que pretende enseñar a comer a decir que se come y donde lo haga con el criterio de un fabricante de neumáticos es algo más que sospechoso. Bibendum como se llama el monigote que da imagen a la marca nació el mismo año que la torre Eiffel. Y la guía a la que me refiero nació en 1900.
Lo cierto es; que ante la masificación e industrialización de la cocina, el negocio gastronómico, se esfuerza en presentar las mismas cosas insípidas, con distintos aparejos.

Me quedé de piedra al contemplar el plato estrella de Maxims -Cerdo Ibérico- otros presumen de vaca gallega en París ¡Señor Señor! Se empieza recauchutando la cocina propia y al final hay que recurrir a la despensa ajena...
Continuaré

domingo, 25 de septiembre de 2016

Ascensores final

Pues si el día había comenzado torcido. Y yo para no “enmendallo” dejé no se si a mi libido pequeñoburguesa, en acción y de repente, me oí preguntar a la pornoestar si ella era partidaria de utilizar el método Stanislavski en la pornografía.
Vi sus ojos abrirse como platos, y convencido de estar en el buen camino continué: Si, ese sistema, que ayuda a los actores a ser plenamente dueños de su arte. Si sus ojos hubiesen podido abrirse más hubieran parecido del tamaño de dos cráteres lunares. Pero sorprendentemente, la oí contestar con calma. Tu (siempre me tutea) lo que quieres, es que te cuente mis secretos, dijo mientras sus ojos pasaban de la sorpresa a la indignación para terminar con una mirada de picardía, casi condescendiente. Mirada, que terminó con una boca en forma de acento circunflejo, y que como el lector no ignora es la suma de un acento grave y otro agudo. Pero no, no contento con meterme en un berenjenal al que solo limitaba la brevedad del viaje en ascensor, me oí otra vez decir:
Bueno quiero decir postureo, eso que diferencia el discurso de Errejón de el de Pablo Iglesias. Ella debió pensar que yo me había desayunado con anfetas o algo así. Y en un tono mas que condescendiente, repuso: Si he seguido las técnicas del Actors Studio. Porque yo soy una actriz de vocación. Otra cosa es que la vida y los papeles que me tocó representar me llevasen a la industria erótica. En cuanto a la su pregunta sobre la diferencia del método Errejón Iglesias, le diré que en mi opinión Errejón teatraliza el acto de comunicación hasta hacerlo vano. Mientras que Iglesias lo viste de vanidad soez, a ver le aclaro, Iñigo parece partidario de darle a los sapos, los sapos del desayuno se entiende la textura presentación y aspecto que tendrían en un restaurante con Tres Estrellas Michelín. Mientras que Pablo prefiere un plato de sapos con deconstrucción social más acorde con las ideas de Ferrán Adriá.
Suerte que se llegamos a la planta baja, y solo me dio tiempo a añadir, bueno en ese caso las estrellas serían rojas, y mucho me temo que lo de Pablo Iglesias es en realidad incapacidad para defender un producto original. Que como en muchos restaurantes, de la era pos-industrial, la incapacidad de presentar un producto en su pureza prístina, se dedican a manipular arteramente la carroña con piensos finalizadores el pollo más hormonado que un practicante de bodybuilding.
Ella rió con ganas y acercó peligrosamente su boca a mi cara para susurrarme: Cuando alcancemos el poder, en las universidades, habrá una cátedra de método Stanislavski con especializaciones en porno-arte y comunicación política. Te prometo, que te invitaré a unos cursos para adultos, y aceleró el paso dejándome en la puerta del patio boquiabierto y estupefacto.
Supongo que no os hará falta que confiese que en el estanco no tenían los sellos del valor que yo quería, que tampoco encontré el tabaco para narguile, y que toda la mañana ha sido un rosario de desencuentros.
Y es que hay días que no deberíamos salir de casa, son esos días en los cuales la política es pornografía, y el sentido de la interpretación actoral se parece a la carta de un restaurante supernova. Galáctico quiero decir...

sábado, 24 de septiembre de 2016

Ascensores

Ayer el día comenzó a complicarse muy pronto.
Creo que desde que salí de casa, eran las ocho y pocos minutos... una vez en el rellano y de manera maquinal llamé al ascensor. Quiero decir; que pulsé repetidas veces el botón, esa especie de resorte secreto con una lucecita, que nos informa de su actividad.
Para mi es un resorte secreto, porque aun siendo evidente su ubicación; en la jamba izquierda del marco de la puerta, para mi repito, es secreto y misterioso su funcionamiento. ¡Porqué a ver! Cuando yo lo toco; como se entera el genio, el espíritu maligno que habita en las entrañas de la cosa, que yo deseo usarlo, que deseo bajar a la calle y no desplazarme hacia los pisos superiores. Es acaso porque hace una lectura de mi estado de ánimo, ¿sabe por la forma que empleo de presionarlo? ¿cual es mi voluntad, cual mi deseo?

Yo creo que los ascensores son seres malignos, emanados de alguna mente perversa, y que manejan fuerzas misteriosas. Por eso cuando yo pulso el botón; el duende que lo anima, sabe inmediatamente que deseo bajar al estanco que hay frente al portal de mi casa para comprar -algo tan raro hoy como- dos sellos de correo y un paquete de tabaco egipcio con mezcla de semillas de amapola.

En cierto modo los ascensores son como la democracia, tu pulsas el botón, pones tu voto en la urna, y el aparato se considera autorizado para ser intérprete fiel de tus deseos. Vamos, que tu votas pensando en el problema de las pensiones, y el ascensor lo interpreta como que estás de acuerdo en autorizar el matrimonio gay, prohibir los toros y a favor de prohibir la entrada de inmigrantes ilegales.
¡Mas mucho mas!
¡Que estás en contra de que gobierne Rajoy! Vamos que un ascensor es como Pedro Sánchez interprete de la voluntad popular a un a costa del cabreo de sus barones...

Pero ¿quiere decir esto, qué Pedro Sánchez se parece a un ascensor? Pues no; no, Pedro Sánchez, Pedro y la mayoría de los secretarios generales (por llamarlos de alguna manera) de los partidos políticos, no son como ascensores, tal vez lo mas parecido es que sean como montacargas. Porque es eso, los presidentes o secretarios de los partidos políticos, son unos montacargas comisionados para encumbrar hasta los áticos, a una clase social urbana, casi suburbana, que nace en los sótanos de la democracia y termina por instalarse en los áticos mas lujosos del país.

Estas cosas pasaban por mi cabeza mientras seguía hipnotizado las mínimas variaciones de pilotito luminoso de mi ascensor.
Ya debía yo, haber notado que el día se comenzaba a torcer cuando la espera se prolongó en demasía. Cuando el camarín del ascensor pasó por mi puerta sin detenerse. Pero a ver ¿no he pulsado yo primero? Pues entonces porque no me recoge a mi primero; ¿porqué? Como si en un estado de derecho, se une mi demanda, mi necesidad, a la del vecino para satisfacer primero la del vecino, que solo se parece a la mía en un deseo de salir a la calle pero no para comprar un sello de correos ni un paquete de tabaco egipcio para narguilé, es lo que yo digo los ascensores son como la democracia.

Al final, cabina ha tenido a bien parar en mi planta, pero como las cosas ya empezaban a torcerse, el camarín no estaba vacío.
Viajaba en él la vecina del ático, la pornoestar, bueno en román paladino la estrella del porno que vive en mi inmueble.
Mira si hay algo que me parezca absurdo; son las conversaciones de ascensor, y entre ellas destacan las de un ascensor de casa de vecinos. Allí reducidos a compartir un espacio muy limitado, la gente suele defender su entorno mediante un supuesto estado de trance, y en algunos casos un estado de trance en que se canturrean algunos tópicos sobre el tiempo y la lluvia la temperatura...
¿Porque a ver! ¿de que se habla con una actriz porno?
Mientras se salva la distancia que nos separa de la calle la imaginación corre y hacia ideas de las que se da en llamar políticamente incorrectas. ¡En mi caso once plantas! ¿once plantas en estado aparente de catatonia mientras piensas:
¿Le puedo preguntar, con que espadas ha compartido cartel? O no es políticamente correcto. ¿Debo encomiar sus últimos orgasmos fingidos? Una vez, me interesé por su trabajo, y ella me explicó que depende del realizador. Mucho de lo que se ve en una peli porno es montaje, montaje en el sentido cinematográfico de la palabra, es decir que se yuxtaponen una serie de planos y primeros planos, que no necesariamente fueron rodados juntos, ni el mismo día y hay veces que ni por los mismos actores. ¿¡Cómo!? Que el rabo de aquel guaperas musculoso que aparece en el Virtuoso de rabo Sedante es de un doble. Y no tiene nada que ver con el pene natural del “prota” ¡Qué horror! Resulta que en el porno, como en la política también nos la meten doblada.
¡Qué nada es lo que parece menos los impuestos!

domingo, 18 de septiembre de 2016

Edificios Públicos y su Nombre.





Veo con pesar, cómo la falta de gobierno, nos afecta en lo insólito. Cuando hay gobierno los próceres se crecen y el pueblo agradecido les dedica calles y avenidas, templos del saber como universidades. A este honor también tiene acceso el pueblo llano, y hay Universidades con nombre de Poeta.



Pero eso en el fondo solo es un agradecimiento póstumo que reconoce el mérito del hombre o la mujer (no jodamos a las feministas) a otros los honran con el grado Doctor Honoris Causa. Pero a mi me gustan mas las las dedicatorias de avenidas de carreteras y hasta de penatanos. Todo en loa de, de un homenajeado que ya suele ser difunto.

Cuando un régimen se perpetúa en el tiempo, tienen calle dedicada hasta los sargentos. Los sargentos son los que ganan las batallas, pero las avenidas se les dedican a los generales, que cosas pasan.



Lo que a mi me conmueve, esta relacionado con el mecanismo mental de quien propone o ejecuta el bautismo de un espacio o edificio público en nombre de algo alguien o los que elevan morcueros votivos en desagravio a la divinidad. ¿Os habéis planteado qué razón movió a Gaudí y sus modernos coetáneos modernistas a elevar su morcuero como Templo Expiatorio de la Sagrada Familia ¡Qué tendrían que expiar? Además del mal gusto modernista.



Pero hay un ejemplo, que traído por los pelos explica la pasión en dedicar misachicos y trisagios a los chicos del clan. Porque a fin de cuentas son los clanes los que promueven los dedicatorios a los pavordes (etimológicamente del catalán pa_borde por lo que elijo la ortografía del valenciano)



Pues si decía... pero mejor un ejemplo el aeropuerto de Madrid Barajas se llama ahora Aeropuerto Adolfo Suárez; se comprende porque Suárez fue el piloto de la transición que nos aterrizó en la democracia. Muy bien puesto, y no como el de Venecia que lo llaman Marco Polo sin que el tal Polo tuviese nada que ver con los aviones, aunque si con los viajes.



¿Y nos quedan sitios públicos? ¿Para darles ese carácter festivo y votivo y dedicatorio?

¡Claro! Y la vida se nos adelanta, que es un contento, por ejemplo d. Francisco Granados inauguró el Centro Penitenciario Madrid VII “Cárcel de Estremera” donde ha terminado por ser residente. Allí veo yo la ocasión perdida, ¡a qué espera! Instituciones Penitenciarias para llamarlo Centro Púnica, Trullo de fe púnica, o simplemente centro de Cumplimiento Francisco Grandados.

¡Venga, venga! No me digan que no les está saltando en la meninges un: Centre Correccional Jordi Pujol, o Galera (divorcio en coloquial) El Caloret Rita Barberá.



Autovía de Artur Mas, Loquería Pedro Sánchez, o Patio de Mariano Rajoy...