La Regenta (Ana Ozores) Y Woody Allen una pareja insólita
Dicen que hay noches brujas, noches donde todo es posible. En realidad en los solsticios se producen fisura en el espacio tiempo. Así es posible que se encuentren personas que vivieron en siglos distintos. Yo creo, que esas noches de fantasía, donde todo es posible, no solo perviven las memorias de los seres antiguos. También se ven con sus cuerpos los seres imaginarios que solo fueron creación de los poetas. Ficciones de novela, de novela de leyenda de cuento.
Y he aquí que me hallo en Vetusta la noche del equinoccio este año es algo antes de San Juan. La noche meiga.
He salido del Hotel, la cuidad duerme, las avenidas vacías, me he encaminado hacia el casco histórico. Si hay algo mágico inusual o fantástico será allí donde espero verlo.
Estoy cerca de la catedral, he llegado a ella por la calle del águila, calle que no ha debido cambiar su nombre durante siglos ni su pendiente, sudo y mi respiración se entrecorta es el paso que llevo ¿O la emoción de esperar algo insólito?
Por fin he llegado, pasan unos minutos de las doce, hora bruja en una noche bruja, la plaza de Alfonso II el Casto y allí al fondo un bronce el de Ana Ozores “La Regenta” no deja de ser irónico.
Ana la casta en su matrimonio en la plaza de Alfonso el casto también casto en sus nupcias. Pero Ana... bueno no voy a repetir una historia que ya conocéis.
Pero... que es esto un leve fulgor en la estatua ¿O son mis ojos? No, no, hay un extraño brillo. Una especie de ectoplasma se desprende de la estatua y en breves momentos configura el cuerpo de una mujer joven y guapa, maravillosamente guapa ¿Será ella? No no puede ser, viste un pantalón ajustado, una blusa blanca de manga corta, y unas abarcas menorquinas. Su pelo, de un castaño casi rubio cortado a lo garçon deja ver un ovalo de cara casi perfecto donde unos labios rojo cereza hacen el contrapunto de sus ojos negros. Ojos que tienen una mirada curiosa inquisidora, de reto.
Se ha puesto en movimiento y maquinalmente la sigo, el movimiento de sus pasos, el suave contorneo de caderas tienen para mi algo de hipnótico.
La he seguido a su paso hasta San Tirso el Real después tomó Por la calle La Rua hasta San Francisco. Ahora camina delante de mi hacia el Campo de San Francisco esa huerta conventual que hoy es un maravilloso parque urbano.
La sigo, procurando no perder la distancia, ha tomado por la Calle Uría, es difícil perderla de vista, así que la dejo tomar un poco de distancia.
Mientras la sigo, repaso lo que he leído de Uría, en realidad la calle esta dedicada a Don José Francisco de Uría y Riego. Era este un político liberal al que O´Donnell nombró director general de Obras Publicas. Desde su puesto favoreció la construcción de carreteras en Asturias y el ferrocarril Pajares Gijón, siempre se defendió de un supuesto favoritismo hacia su tierra diciendo que la riqueza asturiana favorecía a todo el estado. Como anécdota se puede contar que las cuadrillas de camineros que construían la carretera y el ferrocarril en Pajares, pusieron como condición no comer salmón mas de dos veces por semana. Cosas de la logística y de los tiempos.
Mientras, Ana Ozores, ahora ya no me cabe duda de que es ella su avatar o su memoria ha llegado a la esquina de la Calle Milicias Nacionales. Se ha parado un momento en la esquina como si dudase pero por fin se ha dirgido con paso resuelto hacia el interior... y se para frente a una... otra de las múltiples estatuas que hay en Vetusta. ¿Pero que veo? Es la efigie de Woody Allen. Si Allan Stewart Königsberg, el cineasta músico y probablemente el intelectual mas europeo que ha dado NY.
Parece que le habla intento escuchar... a ver... Allan Allan estas ahí lo se no te hagas el sordo. Eh eh ah ¿Anita eres tu? Perdona algún salvaje me rompió las gafas. Si soy yo Ana Ozores “La Regenta” conoces mi historia desde tu vista a Oviedo en el 2002. Si si Anita ¿Ya has visitado a mi psicoanalista como te recomendé?
Jajajaja. Si fue tal como tu decías pero de eso hablaremos luego, va sal de alli y vamos a tomar un café me gusta estar contigo... tu siempre has estado rodeado de mujeres guapas yo creo que no desmerezco. No no si eres guapa muy guapa... pero me da una pereza. Bueno entonces no te cuento que he visto todas tus pelis... Ah oh ¿Si? Siiii.
Continuará
Darío
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