domingo, 2 de marzo de 2014

Seguimos a Luzbelita...



...que pasea a papi por las nuevas secciones del averno
Papi te veo raro, parece como si desconocieras muchos recovecos del orco.  Tendrás que reconocer que cuando tú tenías plena actividad todo era más sencillo. Se atrevió a decir Luzbelita.

¡Qué quieres decir con eso, me llamas viejo? No papi, no solo quiero decir que la mente del hombre se ha ido haciendo más compleja con el tiempo. Ha tenido que integrar su historia y por ello se ha hecho enrevesada y compleja, cierto que tus principios siguen activos, cierto que la maldad del hombre se fundamenta en los mismos pilares, que mucho de ellos solo son distintos aspectos de la columna central de su carácter. Egoísmo ambición avaricia. Deseo de poder erotismo lujuria. Sadismo combinado con todos ellos. Pero ves ya me salen combinaciones, de distintos movimientos distintos ismos. Los demonios somos ahora como médicos no, no los demonios de tu escuela eran como médicos, recetaban un mal básico, ahora somos como farmacólogos tratamos de ofrecer las mezclas más satisfactorias para nuestro propósito. La combinación de ambiciones y desprecios que sea más nociva y sature antes al paciente. Dijo Luzbelita adoptando un tono magistral.

Que tontería, siempre el veneno que se suministra es el mismo.

Claro añadió Luzbe con un tono más conciliador, pero mira el amor filial era una virtud, hasta que aparecieron padres que no les importó sacrificar a sus hijos en aras de un supuesto deber, ¿Qué no te parece soberbio?

Soberbio y soberbioso, si.

Claro tu mismo te has visto en la situación de luchar por mi ante el consejo ¿No es cierto?

Te prometo que no nunca he dicho una palabra en tu favor y menos en la de ese cretino que tienes por pareja.

Ya ya se la formalidad de tus actos, pero también sé que has tapado con la uña algún aspirante a puestos infernales que tenía mejor nota que yo y eso unido a ser quien eres hacía el resto es una maldición asociada al ser hija de Mefisto. Pero eso les pasa también a los hombres, cuantos padres han dejado la herencia a sus hijos su poder su ambición y su estado por encima de sus conocimientos, así se explican las sagas, de médicos, abogados, banqueros y hasta políticos.  La operación es gloriosa ellos lo llaman genética pero mira las familias reinantes los ves como se heredan hasta la más absoluta incompetencia. Es eso la herencia pasan a sus hijos la herencia en la que pesan más los vicios el pecado que la honestidad.

Hubo la mujer de un Papa que sitiada en una posesión feudal cuando la amenazaron de matar a sus hijos se subió a la torre más alta se arremango las faldas les enseño a los enemigos el coño y les dijo a los sitiadores podéis matarlos que yo aun tengo la máquina para hacer más.

Ves eso es una distorsión del amor maternal al que el demonio personal de la barragana aquella, había mezclado con convenientes dosis de deseo de poder y lujuria. Ya tenemos el amor paternal que se perpetua el pecado hace falta que te de nombres en el mundo actual Korea del norte, España y alguna autonomía, ves es el estigma el pecado original nacen en una familia de corruptos con el utillaje y las razones para robar para exprimir a su pueblo.

Pasaban en ese momento por delante de una puerta cerrada y a las miradas curiosos de Mefisto Luzbelita dijo, si esto esta precintado por orden de arriba, era un sitio dedicado a los que blasfeman con las cosas santas. Tenía que acoger, a los que inventan santos, advocaciones marianas, en fin todo ese marasmo de vendedores de milagros bulas e indulgencias. Pero el de arriba dijo que por perverso que pareciese no se podía crear un sitio para quien creía obrar en nombre del cielo. Seguro que entre ellos habría gentes con fe, nos obliga a aplicar el principio de In dubio pro reo, que se le va a hacer hay que hilar más fino, pero aunque no entren por esta sección no baja el número de condenados, como le gusta decir a mi bueno para Belcebú ya sabes esta mi puesto en eso de las cuentas de explotación y resultados de la empresa.

Si, si dijo Mefisto, al que solo el nombre de su yerno le producía arcadas, y sin embargo, sabía que haría por su hija lo que muchos padres terrenos. Le daría carrera y hasta lo nombraría delfín por encima de otros con mayor mérito, aunque sabía que era necio prepotente, que le chiflaban los lujos... y sobre ellos los lujos externos los coches caros la ropa de firma... en fin otra vez la duda estaría el erebo infectado por los vicios humanos. ¡Cruel dilema?

Por eso cambió de tema y excusándose en una reunión del consejo se alejó de su hija sin moverse de su lado, a fin de cuentas era un diablo viejo, porque no hacer como los poderosos de la tierra, mover cielo (con perdón) e infierno pareciendo que no se mueve un dedo.

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