La experiencia de Manuel
Manuel no se lo podía creer. Nunca pensó en el resultado,
tampoco que las insinuaciones de Clara fuesen el detonante. Pensaba con frialdad
que todo había sido algo profesional sin otro interés que proteger su negocio.
Luis era ya un peso claro en la cocina, se hacía respetar y
en alguna forma lideraba al personal. Creía que cuando la pasada huelga había
sido él, Luis, el que había convencido a muchos de los trabajadores para no hacerla. Al final
solo habían faltado dos friegaplatos y un ayudante de camarero. Además era un
día clave, ese día tenían una boda por la tarde, y dos comidas con reserva y
menú fijado. Menuda faena si el personal le hace huelga.
Pensó en ofrecerle un puesto fijo a Luis, o tal vez montar en
sociedad un restaurante en a costa. Podían asociarse. Por eso se decidió a pedir
un informe a un agencia de detectives.
Solo se trataba de saber que era limpio, que no pedía a los
proveedores un tanto bajo mano por comprar. O cualquiera de las artimañas
propias en un negocio como el suyo.
Recordaba que una vez puso un compras para llevar todo lo
concerniente a los suministros, y que un día al repasar las cifras que le
parecían abultadas encontró un pedido duplicado, lo guardó y el día que tuvo
libre se fue a hablar con el proveedor. Este muy serio le confirmó que el
pedido era exacto y que había sido entregado en su almacén.
-¿Qué almacén?
Allí fue el drama, resulta que el "compras" se
había inventado un almacén donde hacía entregar algunos pedidos, también solían
llegar allí los descuentos por cantidad, rápel.
Desde aquel día Manuel comprendió que defender su negocio no
era solo mantener la clientela. No le pareció mal pedir un informe de movimientos
de Luis, por si acaso.
Cuando lo recibió se quedó de piedra Luis era una excelente
persona todos los que lo conocían lo consideraban trabajador sin doblez, no se
le conocía amistad o relación con nadie que pudiera ser una amenaza para los intereses
de la firma.
Ahora bien se le había visto un par de veces en compañía de
Paqui, y se sabía que esta lo visitaba en su apartamento.
El detective con elegancia sugirió investigar esta línea,
por si de ello se pudiera deducir alguna conducta dañina para los intereses de Manuel.
Manuel con mucho aplomo dijo que no que ya estaba al
corriente de esos contactos y que no tenían importancia alguna.
Pero sentía que en su interior se fraguaba una tormenta de
proporciones tremendas.
La Paqui, su mujer tenía una aventura ¡le ponía cuernos!
Dios que espanto, eso requería una respuesta apropiada y la
daría vaya si la daría.
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