Llega con retaso pero llega. Me regalan un libro por el día
23 de Abril. "Miquiño mío, Cartas a Galdós" Donde Emilia o Doña
Emilia o LAPARDOBAZAN escribe a Benito Perez Galdós. Tal vez los dos mejores escritores
del XIX y el Naturalismo.
Aunque hay veces al principio que en las Novelas de la Pardo
suenan a incrustaciones forzadas las referencias a lo natural.
Cuantas veces me he preguntado si detrás de las heroínas de
Doña Emilia no latía un poco ella a modo de Alter Ego. Algo que no cabe
preguntarse de Galdós.
Me lleva a evocar esos guantes con dedicatoria; que aún se
conservan en la que fue su casa. Que sexy que sensual escribir un guante. La
funda de la mano que lo mismo escribe que acaricia. Son costumbres viejas... Ya
no se lleva el guante ya no significa nada... imagina que quieres pedirle a una
mujer un recuerdo que quieres escribirle un poema...
¿Dónde? No me imagino un poema en un tanga, no que
horroroso. En que prenda de mujer le escribirías un poema. Difícil muy difícil
contestar a esa pregunta.
Y es que digan lo que digan hemos olvidado el galanteo, lo
dulce de una relación que crece y se consolida. Hemos perdido el hechizo la
magia, ahora todo eso queda reducido a un polvo, trivial y obsceno mas obsceno
cuanto más trivial. Y viceversa.
Bueno lo leeré y os cuento
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